Elecciones
regionales en Francia
Un
acto del frente LO-LCR visto por Le Monde
"No han
hecho suficientemente la diferencia entre la izquierda y la derecha"
Le
Monde, 08/03/04
Traducción de Alejandra G.
Publicado por Panorama Internacional
Numerosos jóvenes vinieron para "hacerse una
opinión". El escenario es idéntico. Sobre un fondo negro, una tribuna
flanqueada por dos banderas rojas y por dos banderolas:
"Prohibición de despidos colectivos. LCR-LO" "Contra
el desempleo y la austeridad. LO-LCR". Sobre la tribuna, un
pupitre cubierto de una bandera roja espera a los oradores, que están
sentados uno al lado del otro, detrás de una mesa alargada. Los más
cercanos al micrófono, que serán los primeros en sucederse, son los
"regionales de la etapa", quienes encabezan las listas. En
el otro extremo de la mesa, esperan, sonrientes, los que no necesitan
presentación: "Arlette" -Laguiller- y "Olivier" -Bensacenot-.
La complicidad que se puede observar entre los dos líderes
trotskistas está preservada por reglas de juego estipuladas al milímetro.
Está convenido que, en cada meeting común, la última intervención
corresponda al que encabeza la lista regional. Ese jueves 26 de
febrero, el dúo está en el centro de congresos de Caen. En la Baja
Normandía la lista es conducida por la concejera municipal LCR de
Alençon, Christine Coulon. Esa noche entonces, "Olivier"
intervendrá después que "Arlette".
Hay más de ochocientas personas en la sala. Algunas decenas deben
quedarse de pie. El promedio de edad es particularmente joven para una
reunión política. Un habitué advirtió: "Si está lleno, es
que los militantes son minoría". Un responsable de LO estima que
ellos aportan un cuarto de la asistencia. Hay estudiantes
universitarios y secundarios. Sentados al fondo, al costado, lejos de
las miradas, Nathalie, 18 años, y Jean-Philippe, 21, dicen haber
venido "como turistas" a lo que creían era un meeting del
"Partido Comunista". Quieren "hacerse una opinión",
pero él estima que "el PS es demasiado moderado para hacer
avanzar las cosas". Thomas, 20 años, estudiante de física en la
Universidad de Caen, comparte la misma opinión: se dice "muy
decepcionado por la actitud pasiva del PS, que sólo reacciona en el
momento de las elecciones". Es eso lo que lo ha empujado a venir,
incluso si él piensa que "ciertas ideas" de la extrema
izquierda, como la de "hacer la revolución", no son "realisables".
Otro Jean Phillipe, estudiante secundario de 19 años, explica que
vino para verificar si se trata de un "extremo", y medir el
caracter "republicano o no" de esos partidos. "Después
del 21 de abril, el PS no se afirmó suficientemente", lamenta él
también.
"Trabajadoras, trabajadores, camaradas y amigos…" Las
primeras palabras de la vocera de Lucha Obrera, "slogan"
treintañero que la caracteriza tanto como su nombre, suscitan el
estremecimiento entre los asistentes. La reencontramos. No hay riesgo
de que ella se desvíe. Arlette Laguiller pronuncia un discurso rodado
y neto, que lee escrupulosamente aunque ya haya pronunciado al menos
algunos de esos mismos párrafos en otras ciudades. Ninguna desviación,
y pocas sorpresas: "Los trabajadores son cada vez más duramente
explotados, sus condiciones de trabajo cada vez peores, y todo eso es
para alimentar la especulación financiera hoy, con el riesgo de una
nueva crisis financiera mañana o, una vez más, con millones que
desaparecerán como humo. " Unas últimas palabras más fuertes,
acompañadas de un movimiento de cabeza: la sala aplaude; la vocera de
LO puede recuperar el aliento, y beber un poco de agua. Después
continúa, denunciando tanto a la derecha como a la izquierda que
"no tienen el mismo lenguaje", pero que, "una vez en el
gobierno, administran los negocios del país al servicio de la gran
patronal". Pregonando un "rechazo a los partidos que se
desacreditaron en el gobierno", ella no quiere que eso sea
nuevamente "canalizado en beneficio del Frente Nacional y de Le
Pen", ese "enemigo resuelto del mundo del trabajo" que
"es como los otros: pisará a los más débiles para enriquecer a
los más ricos".
"Queridos amigos, queridos camaradas…." El vocero de la
Liga Comunista Revolucionaria es más joven, su estilo también.
Olivier Bensacenot no lee su discurso, pero improvisa con vivacidad a
partir de algunas notas. Las ideas se parecen, pero las palabras no
son las mismas -en su boca, la plata se convierte a veces en "la
guita". "No somos holgazanes, parásitos! Exclama. Estamos
hartos de escuchar que lo único que se puede compartir es la
miseria!"
La "izquierda liberal" agita la amenaza de las
deslocalizaciones para oponerse al programa de la extrema izquierda.
Bensacenot replica " Tengo una primicia para ustedes. A la hora
de la mundialización, los capitales se largan. A cada momento. Sin
nosotros. Dos llamados, uno a "una fuerte huelga general",
el otro "al entusiasmo, en lugar del cinismo de la resignación",
concluyen su discurso de cuarenta minutos.
|