Un país al borde de
la guerra civil
¿Qué intereses estratégicos juegan Washington y Moscú en el
conflicto ucraniano?
IAR-Noticias,
26/11/04
Las
negociaciones políticas directas entre Washington y Moscú, en
definitiva, son las que van determinar el desenlace de la pulseada
por el control político de Ucrania, que se encuentra en una
peligrosa carrera hacia la guerra civil tras el proceso
eleccionario del domingo. Esto implica que si no hay
acuerdo político entre Washington y Moscú en las próximas horas, la
CIA y los servicios secretos de Putin (FSB) van dirimir los resultados
en las calles por medio de una contienda armada. En este informe, quién
es quién en el conflicto ucraniano.
George W Bush
(Washington) apuesta a la suerte del candidato "liberal"
Viktor Yuschenko, y Vladimir Putin (Moscú) dobla la apuesta
por el candidato Viktor Yanukovych, autoproclamado vencedor en los
comicios del domingo en Ucrania.
El candidato "opositor" Viktor Yushchenko (Washington) dijo el
miércoles que no reconocía el resultado de las elecciones
presidenciales que daban como ganador al primer ministro de Ucrania,
Viktor Yanukovich (Moscú) y desató una movilización popular en todo
el país.
Los "rebeldes" ha tomado varias plazas y calles capitalinas,
entre ellas la Plaza de la Independencia y la de Europa, en la que han
instalado una suerte de cuartel general, ante la mirada atenta de las
fuerzas de seguridad.
La agencia de noticias EFE dijo haber comprobado que los
opositores han organizado una red de asistencia que ofrece desde
comida caliente hasta servicios médicos.
De esta manera, y tal como lo advirtieran observadores internacionales y
los propios políticos involucrados en el conflicto, se agrava la
crisis y el peligro de una guerra civil en Ucrania, con Rusia
implicada en el apoyo al candidato oficialista
Y la posibilidad de que este conflicto se desate, o no, depende básicamente
de lo que negocien top secret Washington y Moscú, y de que
manera la CIA y la neo-KGB de Putin ordenen, o desordenen, el tablero
en la convulsionada ex república soviética.
La cuestión estratégica
de fondo
La diferencia entre las contiendas de la Guerra Fría y ésta que hoy
disputan Washington y Moscú en Ucrania, es que en el actual conflicto
no se dirimen áreas de influencia entre una potencia capitalista y
otra comunista, sino que se dirimen intereses capitalistas de ambos
lados.
En el actual tablero internacional Ucrania ocupa un lugar de aliado
estratégico de Rusia, y con sus gaseoductos y su salida al Mar Negro,
conforma un enclave geopolítico de importancia clave para los
objetivos de la política exterior norteamericana.
EEUU, lo dijo explícitamente Powell, intenta incorporar a Ucrania como
miembro de la OTAN, donde ya se encuentran, desde marzo de este año, siete
naciones del ex bloque comunista, Estonia, Lituania, Rumanía,
Bulgaria, Eslovaquia y Eslovenia, se han incorporado a la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Las república bálticas fueron parte de la Unión Soviética -y del
Pacto de Varsovia-, ahora son miembros de la OTAN., la fuerza militar
liderada por Estados Unidos que nació para combatir la expansión
militar del ex Imperio Soviético del que formaban estos flamantes
miembros de la alianza atlántica.
Desde el fin de la Guerra
Fría, la estructura militar controlada por EEUU primero, incorporó a
Polonia, Hungría y la República Checa, y ahora se extiende a Rumania
y Bulgaria. Además, con las tres repúblicas bálticas de Lituania,
Letonia y Estonia, llega casi hasta Finlandia.
Con
la ampliación de la OTAN con "socios confiables" de
las ex repúblicas soviéticas de Europa del Este, EEUU consiguió la consolidación
de su poder geopolítico y militar estratégico en la región, en
desmedro de Rusia, que
ve afectadas sus fronteras por la nueva coalición, a la que un
periodista sugirió cambiar el nombre de "Alianza del Tratado del
Atlántico Norte, por el de "Alianza Terrorista del Atlántico
Norte".
Bush, el gran beneficiario político y militar de esta movida, dijo que
cuando se fundó la OTAN, "estas siete naciones que ahora forman
parte de la organización estaban cautivas en un Imperio. Ahora, son
socios igualitarios de la OTAN y se han ganado la membresía con
coraje y perseverancia".
Durante la ceremonia de la Casa Blanca, en marzo de este año, el
presidente del Imperio unipolar recordó que los países de la OTAN
"estamos ahora esforzándonos par promover la paz y estabilidad
por todo el mundo", y recordó que los siete países
contribuyeron en el pasado o lo hacen ahora en la guerra y
reconstrucción de Irak.
Detrás de la ampliación de la OTAN con "socios fieles a EEUU",
Washington se aseguró un instrumento de presión sobre la ONU para
que esta apruebe el reconocimiento del gobierno títere de Iyad Allawi
en Irak, y mediante el cual consiguió legalizar el mandato de una
misión de la OTAN en ese país, que fue aprobada en junio de este año
en la Cumbre de Budapest.
Con la ampliación de la OTAN con "socios confiables" de
Europa del Este, EEUU consiguió dos objetivos estratégicos
principales: 1)la consolidación de su poder geopolítico y militar
estratégico en la región, y 2) y la obtención de una herramienta
esencial para presionar y/o controlar a sus socios europeos en la ONU
(principalmente Francia y Alemania) y frenar sus críticas en el
Consejo de Seguridad de ese organismo.
Quienes están detrás
de los candidatos en Ucrania
Detrás del candidato "opositor" Viktor Yuschenko se encuentra
Washington. O sea,
las petroleras y gasíferas que explotan y regulan los mercados
multimillonarios del petróleo y la energía, y los megabancos y
megagrupos de inversión de Wall Street que embolsan fabulosas
sumas "financiando" proyectos en los países conquistados
por Washington.
Detrás
del candidato oficialista Viktor
Yanukovych se encuentra Moscú. O sea, la Rusia emergente de la era
Putin, un producto reciclado de la Guerra Fría, que
se proyecta hacia la consolidación de un Imperio ruso forjado a
partir de la vieja sociedad capitalista de las armas, el petróleo
y las finanzas.
Ambos
bloques, en las elecciones del domingo en Ucrania, trataron de dirimir
la disputa por medios electorales, pero como ambos juegan solo a ganar,
uno (Yanukovych-Moscú) hizo trampa y ganó, y el
otro (Viktor Yuschenko-Washington)
impugnó y lanzó un conflicto social para forzar una salida
favorable a sus intereses.
El gobierno de Vladimir Putin implantó en la campaña del candidato
Yanukovych a sus propios expertos importados de Moscú, los que
manejaron la estrategia del combate electoral como si éste se
realizara en Rusia.
El gran operador político de Putin, el organizador de las estrategias
de Moscú en Ucrania, es el ex Primer Ministro ruso, Víktor
Chernomyrdin, quién ahora se desempeña como embajador de Rusia en
ese país.
En cuanto al grado de ingerencia del gobierno de Putin en Ucrania se lo
puede demostrar con un ejemplo. Durante del 60º aniversario de la
liberación de Ucrania por la Ejército Rojo, Viktor Yanukovych
participó con Putin de un desfile militar con un tanque soviético de
los años cuarenta, engalanado con la bandera que ostentaba la hoz y
el martillo, mientras desfilaban soldados con uniforme de época.
Putin aprovechó esa situación para brindarle un apoyo público al hoy
autoproclamado ganador de las elecciones del domingo en Ucrania,
Viktor Yanukovych.
En el Departamento de Estado norteamericano, la "operación
Ucrania" es manejada por el segundo de Powell, Richard Armitage,
que se postuló si suerte para conducir la CIA después de la renuncia
de George Tenet.
Un equipo de expertos del Departamento de Estado organizó y consiguió
financiación para la campaña electoral de Víktor Yushenko, un
economista y especialista en finanzas, que presidió el Banco Nacional
desde 1993 hasta 1999 y fue galardonado por la prensa especializada
como uno de los "diez mejores banqueros del mundo".
Para demostrar que es el "mejor de todos" Víktor Yushenko,
terminó desfalcando al banco Ucraniano, en el que se desempeñó como
director adjunto en la década del ochenta.
Washington presionó para convertirlo en primer ministro durante el
segundo mandato de Kuchma, entre 1999 y 2001, y Yushenko se casó con
una ciudadana estadounidense, Katerina Chumachenko, para demostrar a
que niveles llegaba su devoción a la Casa Blanca.
La esposa norteamericana del candidato "opositor" fue la
secretaria del poderoso secretario del Tesoro norteamericano, George
P. Schult, y se desempeñó luego como funcionaria jerárquica de
Relaciones Públicas en la administración de George Bush padre.
El dato es interesante para ver como "cierra" el candidato
"opositor" Yushenko en el mundo de Washington y de los
halcones liderados desde las sombras por el padre de George W Bush,
que durante 30 años tuvo injerencia o participó de la mayoría de
las operaciones de inteligencia de EEUU por todo el planeta.
La CIA, por su parte, ha operado y financiado a las organizaciones y
fundaciones que apoyan Yushenko (uno de cuyos puntales es la Fundación
Soros) utilizando la misma metodología que aplican en el resto de las
ex repúblicas soviéticas cooptadas para los intereses de Washington
en la región.
El candidato oficialista, Víktor Yanukovich, un ex obrero mecánico, es
un personaje impresentable que cuenta con un frondoso prontuario
policial y ha cumplido dos condenas en prisión, una por robo
calificado y otro por intento de violación y sodomía.
Wladimir Putin y los servicios secretos rusos nucleados en el FSB
(heredero de la KGB) lo arrancaron a Yanukovich del fango y de las
manos del vodka para ubicarlo en la situación de poder que hoy se
encuentra.
En
julio pasado Putin aprobó la reforma de los servicios secretos que
dota al FSB de más poderes y apunta a la creación de un
todopoderoso Ministerio de Seguridad Estatal en Rusia, lo que
lo consolidaría como el bastión de Putin, en la cúspide de la pirámide
del poder ruso.
Las
negociaciones políticas directas entre Washington y Moscú, en
definitiva, son las que van determinar el desenlace de la pulseada
por el control político de Ucrania, que se encuentra en una
peligrosa carrera hacia la guerra civil tras el proceso eleccionario
del domingo.
De
todas maneras, y en vista de los intereses económicos y estratégicos
en juego, es muy difícil que alguno del candidatos se resigne a la
victoria del otro.
El primer ministro de Holanda y presidente de turno de la Unión
Europea, Jan Peter Balkenende, señaló este jueves, luego de una
reunión de Putin con el organismo, que "la elección no cumplió
con los estándares internacionales y que por eso, la UE no aceptará
los resultados".
Esto implica que si no hay acuerdo político entre Washington y Moscú
en las próximas horas, la CIA y el FSB de Putin van dirimir los
resultados en las calles por medio de una guerra civil.
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