Obituario:
Aslan Maskhadov
BBC
News, 09/03/05
Como
líder de las fuerzas armadas chechenas, Aslan Maskhadov fue quien más
luchó para que Chechenia ganara la guerra contra Rusia que se
desarrolló entre 1994 y 1996. Pero también fue él quien trabajó más
como negociador para llevar la paz a su pueblo.
El
prominente líder checheno murió el martes 8 de marzo de 2005 durante
una operación de las fuerzas especiales rusas en la aldea de Tolstoy-Yurt
cerca de Grozny.
Maskhadov,
un general de voz suave, logró convertirse en el líder de un grupo
heterogéneo de comandantes chechenos y de coordinar sus acciones.
Logró
crear un ejército de la nada y lo convirtió rápidamente en una
fuerza militar capaz de repeler tanques, aviones y artillería rusa.
Pero
a la vez, el líder checheno estuvo a la cabeza de las negociaciones
de paz en 1995 y 1996, ganándose el respeto de los interlocutores
rusos con su pragmatismo.
En
enero de 1997 el pueblo checheno lo eligió presidente por su
historial bélico y porque prometió un futuro con más paz que el que
auguraban los candidatos rivales, más jóvenes y radicales.
Maskhadov
siempre insistió en que Chechenia debía ser independiente, pero
estuvo dispuesto a negociar una íntima relación con Rusia.
Recientemente,
en febrero de 2005, pidió retomar el diálogo de paz, pero las
autoridades rusas desdeñaron la sugerencia.
En
los últimos años, el gobierno ruso catalogó oficialmente a
Maskhadov como terrorista, junto con otros líderes chechenos.
Tras
el secuestro y ataque a una escuela en la ciudad de Beslan, en Osetia
del Norte, en septiembre de 2004, en el que murieron más 300
personas, las autoridades rusas ofrecieron una recompensa de US$ 10
millones por la captura de Aslan Maskhadov y de Shamil Basayev.
Moscú
ignoró el hecho de que Maskhadov condenara públicamente el ataque,
dijera que las fuerzas bajo su comando no tenían nada que ver con la
tragedia y pidiera que Basayev fuese llevado a juicio.
Oficial
de artillería
Como
todos los chechenos de su generación, Maskhadov nació en el exilio.
Junto
al resto de la nación chechena, su familia había sido deportada de
Chechenia por Stalin en 1944.
A
los seis años, en 1957, Maskhadov regresó con su familia a su
tierra, desde Kazajastán.
El
que sería presidente, inició su carrera militar como oficial de
artillería en el ejército soviético, prestando servicio en Hungría
y participando en el intento de contener el movimiento nacionalista
independentista de Lituania en 1991, un episodio del que pronto se
arrepintió.
Al
año siguiente se convirtió en el líder de la lucha por la
independencia de Chechenia.
Sin
embargo, Maskhadov nunca obtuvo tanto éxito en el ámbito político
como en el plano militar, algo que los observadores ven como una
tragedia personal pero también para Chechenia.
Su
principal rival en las elecciones de enero de 1997 fue el carismático
Shamil Basayev.
Tras
su victoria, Maskhadov quiso construir un consenso político en
Chechenia, por lo que nombró a Basayev sub comandante del ejército
checheno.
Pero
en 1998, junto a otros antiguos comandantes, Basayev se alistó a la
oposición rebelde y Chechenia, gradualmente, quedó fuera de control.
Los
comandantes se convirtieron en "señores de la guerra" que
regían zonas de Chechenia como si fuesen sus feudos e incluso
llegaron a controlar parte de la economía.
Algunos
de ellos estuvieron bajo sospecha cuando Maskhadov sobrevivió a dos
intentos de asesinato con coche bomba.
Sin
poder
La
debilidad de Maskhadov estuvo ilustrada por una serie de secuestros de
alto perfil durante 1998 y 1999.
Cooperantes
extranjeros y enviados especiales rusos engrosaron las listas de
secuestrados en Chechenia a la espera del pago de rescates.
El
gobierno de Maskhadov fue incapaz de liberarlos, y el líder checheno
tampoco pudo evitar que los hombre fuertes de la república iniciaran
una "guerra santa" para echar a los rusos del vecino
Dagestan.
Cuando
las fuerzas rusas volvieron a lanzarse sobre Chechenia en 1999, Aslan
Maskhadov y los demás dirigentes militares mostraron un frente común,
pero se trataba de una alianza incómoda .
Progresivamente,
Maskhadov fue quedándose aislado.
Los
comandantes radicales chechenos fueron, según expertos
internacionales, los principales beneficiarios de las colectas económicas
realizadas por simpatizantes musulmanes en todo el mundo y también
los guerrilleros árabes que les acompañaban en la lucha.
Los
radicales llevaron a cabo sangrientos ataques sobre la población
civil, incluido el de la escuela de Beslan y el teatro de Moscú.
Maskhadov
calificó a los autores de Beslan como "dementes", cuya
locura tenía su origen en los actos de brutalidad cometidos contra
ellos por Rusia.
Hasta
el final de sus días, siguió condenando el asesinato de civiles.
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