Francia

 

Éxito de la Marcha de los indígenas de la República en Paris

Por Flor Beltrán
Corresponsal en París de Socialismo o Barbarie, 11/05/05

A pesar de que la fecha caía en un periodo de vacaciones escolares y de “puente” feriado la Marcha de los indígenas de la República acaba de dar una lección de solidaridad entre los oprimidos y de internacionalismo a la izquierda. Este 8 de mayo de 2005, a pesar de la hostilidad o la desconfianza más o menos explícita de mayoría de los aparatos políticos, de los sindicatos, de los medios de comunicación y de numerosas de asociaciones antirracistas tradicionales, cerca de 8.000 personas (sin contar algunas iniciativas locales como en Marsella) caminaron de la Plaza de la República a la Iglesia San Bernardo en Barbès (barrio del norte de Paris). (Ver artículos en la sección Francia: Los "indígenas de la República", un nuevo movimiento que abre debates en la izquierda”, publicados en la edición del 8 de mayo de Socialismo o Barbarie ( http://www.socialismo-o-barbarie.org/actualizaciones2005.htm )

Dos espacios simbólicos: la Plaza de la República de la desigualdad, para comenzar, y el centro de la lucha de las personas sin papeles (la Iglesia de San Bernardo), para terminar. En el camino, rebautizaron la calle del 8 de mayo de 1945, día festivo, para los unos, día de luto para otros: "Calle de Sétif y Guelma. En memoria de todos los crímenes coloniales”.

Millares de manifestantes, jóvenes y viejos, mujeres y hombres, anónimos, descendientes en su gran mayoría de la inmigración colonial y postcolonial, originarios de África negra, del los países árabes, de las Antillas y de otras parte, de asociaciones tan distintas como ATMF (Asociación de Trabajadores Marroquíes de Francia, la Coordinación Nacional de las Personas Sin Papeles, el CMF (Colectivo de Musulmanes de Francia), los Comités de solidaridad con Palestina o Togo, el FTCR, los habitantes en lucha de los alberges Sonacotra y tantos otros se reunieron detrás de la pancarta "somos los indígenas de la República" para protestar contra la política colonial, post colonial y neocolonial de Francia y, más aún, contra todas las formas de dominación de un pueblo sobre otro (Palestina, Irak, Chechenia...).

Esgrimiendo los retratos de militantes abolicionistas, anticolonialistas y antiimperialistas (Toussaint L’Ouverture, Patrice Lumumba, Mehdi Ben Barka, Krumah, Abou Jihad, Olympe de Gouge, Arafat, Abdelmalek Sayad, Louise Michel, Manouchian, Malcom X, Amilcar Cabral, Marwan Bargouthi, Abdelkrim y otros combatientes (argelinos, palestinos, jefes indígenas, resistentes vietnamitas, revolucionarios mexicanos, etc.), los “indígenas de la República” afirmaron la solidaridad del pueblo en lucha y declararon una resistencia general a la opresión; recordaron que el combate anticolonial dista mucho de acabarse y que continúa en Francia contra las discriminaciones, las violencias "policiales", el racismo y las desigualdades de las que son víctimas las personas provenientes de la inmigración.

Ciertamente, las poblaciones de los "barrios" no se vinieron en masa. Los jóvenes excluidos no tienen aún la costumbre de salir a la calle a protestar. Es nuestras discusiones con ellos nos decían: “Nosotros conocemos en carne propia todo lo que ustedes escriben en sus hojitas, ¡pero no se puede hacer nada! Siempre la policía nos maltrata…”

Sin embargo en pequeña escala pero significativa y llena de promesas, la Marcha del 8 de mayo, y sus millares de manifestantes señalan el camino de construcción de un movimiento propio. Es el comienzo y no el final.

Es una experiencia nueva casi a nivel mundial porque no se trata de un problema meramente “étnico”. Es una cuestión social y política. Con la excepción de la marcha de Beurs (de jóvenes árabes de los barrios) de 1983, en esa época no se ponía el acento en el carácter neo-postcolonial de la República francesa sino sólo en las discriminaciones.

El futuro dirá si en este movimiento naciente pueden coexistir diversas visiones políticas: socialistas, antineoliberales o capitalistas. En todo caso la mayoría de los activistas con los que hemos conversado se declaran marxistas; naturalmente también hay muchos musulmanes más o menos practicantes.

Lo que más sorprende es la cantidad y calidad de activistas que se han conocido y encontrado gracias al Llamamiento. (Ver el Llamamiento de los ‘indígenas de la República’ “, http://www.socialismo-o-barbarie.org/europa/050508_bf_manifestacionanticolonialismo.htm ).Es toda una fuerza militante que no encontraba su lugar en ninguna de la organizaciones tradicionales de extrema izquierda, ni en los socialistas.

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