Bush bloquea acuerdo
sobre cambio climático
Por Sanjay Suri
Inter
Press Service (IPS), 08/07/05
Gleneagles, Escocia.
Los líderes del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos
terminaron este viernes su reunión de tres días en este centro escocés
de golf divididos sobre el problema del recalentamiento global.
”Aquellos de nosotros
que ratificamos el Protocolo de Kyoto celebramos su entrada en
vigencia y trabajaremos para que sea un éxito”, señaló un
documento del G-8. No era difícil adivinar que Estados Unidos no
estaba incluido.
El comunicado final
subraya principios generales sobre el cambio climático, pero no
incluye acuerdos específicos para la reducción de emisiones de
”gases invernadero”, como exigían los ambientalistas.
El presidente de
Estados Unidos, George W. Bush, había dicho poco antes de la cumbre
de Gleneagles, iniciada el miércoles, que intentaría convencer a sus
pares sobre la necesidad de apostar al desarrollo de nuevas tecnologías,
en vez de confiar en el Protocolo de Kyoto.
El G-8 está integrado
por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia,
Japón y Rusia.
En la declaración de
este viernes, los líderes del grupo reconocieron que existía
suficiente evidencia científica para justificar medidas ”para
detener y luego revertir el aumento de los gases invernadero”, y
destacaron la importancia de trabajar junto a los países del Sur en
desarrollo.
”Está en nuestro
interés trabajar juntos y en sociedad con las principales economías
emergentes para encontrar formas de lograr reducciones sustanciales de
las emisiones de gases invernadero y nuestros otros objetivos clave,
como la promoción de sistemas de energía de baja emisión. Los países
industrializados tienen la responsabilidad de actuar”, señalaron.
La mayoría de científicos
coinciden en que el recalentamiento del planeta es provocado por las
actividades humanas, sobre todo por el efecto de los gases liberados
por la combustión de petróleo, gas y carbón, el principal de los
cuales es el dióxido de carbono.
Esos gases se acumulan
en la atmósfera y, por su gran capacidad para retener el calor de los
rayos solares, acentúan el llamado ”efecto invernadero”.
El Protocolo de Kyoto
entró en vigor en febrero e impone a los países industriales que lo
firmaron y ratificaron la obligación de reducir sus emisiones de
gases a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990. El plazo
para operar esas reducciones vence en 2012.
Estados Unidos es el
principal emisor de gases invernadero, con una cuarta parte del total
mundial. Bush retiró en 2001 la firma del acuerdo que había sido
estampada por su antecesor, Bill Clinton (1993-2001), arguyendo que
afectaría la economía nacional.
”Prepararnos a los
impactos del cambio climático, resultante tanto de causas naturales
como humanas, es una prioridad absoluta de todos los países, sobre
todo en aquellas regiones que experimentan los cambios mas grandes,
como el Ártico, África subsahariana y otras zonas semiáridas,
costeras y pequeños estados isleños afectados por el aumento del
nivel del mar”, señaló este viernes el G-8.
”Trabajaremos con los
países en desarrollo para ayudarles a construir su capacidad de
superar esos problemas e incluir sus objetivos de adaptación (al
cambio climático) en sus estrategias de desarrollo sustentable”, añade
el comunicado.
El G-8 anunció que
promovería un diálogo con los países del Sur sobre cambio climático,
energías limpias y desarrollo sustentable. Blair anunció una primera
reunión para el 1 de noviembre en alguna ciudad de Gran Bretaña.
Representantes de
organizaciones ambientalistas internacionales señalaron que el
comunicado de este viernes carece de sustancia.
”La comunidad
internacional está varada en el tema del cambio climático. George W.
Bush no ha cambiado, ni tampoco los otros siete”, dijo a periodistas
en Gleneagles Stephen Tindale, de la organización ambientalista
Greenpeace.
”Gracias a Bush no
pudimos avanzar”, dijo Jennifer Morgan, del Fondo Mundial para la
Naturaleza.
”El comunicado no nos
lleva a ningún lado. Hablan sobre reducir las emisiones, pero no
dicen cuándo, cuánto y ni siquiera qué clase de emisiones”, añadió.
Tindale sostuvo que
todo esfuerzo por avanzar en asuntos vinculados con el cambio climático
debería llevarse adelante sin la participación de Bush.
”Traer a Bush es
descender a un nivel de vaguedad tan grande que no serviría de
nada”, indicó, y sugirió que Estados Unidos sólo podría
reintegrarse a las discusiones sobre el recalentamiento planetario
”con otro presidente”.
Tony Juniper, de Amigos
de la Tierra, sostuvo que la cumbre en Gleneagles fue ”una
oportunidad perdida para que el G-8 asumiera toda su
responsabilidad”.
No obstante, destacó
que la fuerte campaña no gubernamental para que el tema ambiental
estuviera en la agenda del G-8 ”mejoró la conciencia pública en
los últimos seis meses”.
”Aunque George W.
Bush no entendió el mensaje, sí lo han hecho cientos de millones de
personas en todo el mundo”, afirmó.
El comunicado de este
viernes es una versión bastante diluida de lo que proponía Blair,
anfitrión de la cumbre. El borrador incluía montos específicos de
dinero para alcanzar metas definidas de reducciones, que no aparecen
en la versión final.
Tindale aseguró que no
menguarían los esfuerzos de los activistas contra el cambio climático.
”Éste no es el fin del juego”, afirmó.
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