Campaña de
desinformación y operación de relaciones públicas a nombre del G8
Live 8: Bonanza de
los medios corporativos
Por Michel
Chossudovsky (*)
La Haine, 07/07/05
Live 8, "el mayor
concierto" en vivo, se ha presentado a la opinión pública del
mundo como "campaña de sensibilización" en solidaridad con
África. Su objetivo señalado era presionar a los líderes del Grupo
de los Ocho (G8) para que aumenten la ayuda externa y cancelen la
deuda de los países más pobres del mundo.
En las palabras de su
promotor Bob Geldof, Live 8 ha proporcionado una "oportunidad única"
para salvar un continente de un desastre humanitario.
Los conciertos de Live
8 organizados en los ocho países más industrializados (así como en
Sudáfrica), sin embargo, no fueron pensados para recoger dinero para
los países más pobres del mundo.
De hecho todo lo
contrario.
Live 8 es una
iniciativa multimillonaria, que arrojará beneficios enormes para sus
patrocinadores corporativos, incluyendo Time Warner, el gigante
conglomerado mediático basado en los Estados Unidos, la Ford Motor
Company, a través de su filial sueca Volvo, y Nokia, la empresa de
teléfonos celulares, además del grupo británico EMI Music, que ha
establecido un arreglo altamente lucrativo con los organizadores de
Live 8.
AOLTime Warner, que
controla los derechos de transmisión radio-televisiva en EE.UU.,
autorizó a la compañía Walt Disney la difusión televisiva en ABC y
en una miríada de estaciones de televisión y radio afiliadas,
incluyendo Premiere Radio Networks, XM Satellite Radio y la Red MTV de
Viacom (por cable). AOL también detiene los derechos de exclusividad
“en línea” para el evento en Internet.
El tiempo de salida al
aire en TV ha sido vendido a los mejores postores alrededor del mundo.
Se espera millones de dólares de ingresos por publicidad en la
transmisión del evento, además de las repeticiones, los video-clips,
la transmisión en Internet y los DVDs, que estarán disponibles
comercialmente.
Según los productores,
Live 8 se registrará como "la transmisión global más grande de
la historia". Los organizadores esperan -a través de la TV, de
la radio y de la Internet- alcanzar a unas 5.5 mil millones de
personas, o al 85 por ciento de la población del mundo. La industria
publicitaria tiene un estimado conservador de dos mil millones de
espectadores potenciales, aproximadamente un tercio de la población
del mundo.
De lejos, esta es la
mayor operación publicitaria de la historia, que llenará los
bolsillos de los promotores, productores, patrocinadores corporativos,
además de los royalties acumulados a favor de los artistas y
"celebridades". Un pequeño porcentaje de los ingresos podría
asignarse a organizaciones caritativas implicadas en los países en
desarrollo, pero éste no es el objetivo señalado por Live 8.
La Ford Motor Company
ha utilizado el acontecimiento para promover su división sueca de
autos de lujo, Volvo, con spots publicitarios durante la transmisión
en EE.UU. Volvo también ha proporcionado el transporte para los
artistas hacia y desde los conciertos de Londres y Filadelfia, como
también una suite VIP de entretenimiento en el concierto de
Filadelfia. (véase http://www.adage.com/news, junio 30, 2005).
"El evento, dijo
el portavoz de la compañía, Soren Johansson, "calza con el ADN
de la compañía" y "apela a las emociones de la
gente". Uno de los spots televisivos de la Volvo presenta a la
ganadora del premio “Volvo para la vida”, Rosamond Carr, "quién
administra un orfanato en Ruanda, y dos otros que hablan sobre los
valores de Volvo y su razón de involucrarse en el Live 8”. (Ibid)
Por su parte, se estima
que Vonage, la empresa telefónica basada en los EE.UU., ha gastado un
monto "de 'seis cifras' para ser uno de los principales
patrocinadores de la cobertura radial a través de Premiere Radio
Networks". También difundirá un horario Live 8 en las redes de
MTV.
El negocio con EMI
En un acuerdo
multimillionario con los organizadores de Live 8, el grupo británica
EMI Music ha asegurado los derechos exclusivos a los DVDs de los
conciertos en seis de los países G8: EE.UU., Francia, Gran Bretaña,
Reino Unido, Italia y Alemania: "Una portavoz de la EMI dijo que,
una vez que las ventas hayan cubierto el costo del anticipo, se pagarían
'royalties muy generosos' a Live 8 sobre el saldo de las ventas".
En las palabras de Bob
Geldof, "tengo la esperanza de que será el DVD más vendido de
la historia".
Mientras tanto, el
evento ha contribuido a engrosar los valores de la bolsa, como el caso
de EMI, cuyas acciones han triplicado su nivel de 2003.
Distorsión de las
causas de la pobreza global
Los conciertos están
totalmente desprovistos de contenido político. Se concentran en clichés
simples y engañosos. Utilizan la pobreza como una herramienta de
marketing y un truco de propaganda hacia los consumidores, a fin de
aumentar el número de espectadores y oyentes por todo el mundo.
Live 8 crea un aura de
optimismo. Transmite la impresión de que la pobreza se puede vencer
con un plumazo. Solo se necesita buena voluntad. El mensaje es que los
líderes del G8, junto con el Banco Mundial y el FMI, están
comprometidos, en última instancia, con el alivio de la pobreza.
Al respecto, los
conciertos son parte del proceso más amplio de desinformación mediática.
Se utilizan como operación oportuna de relaciones públicas para el
primer ministro Tony Blair, anfitrión de la Cumbre G-8 en Gleneagles,
Escocia. Tony Blair aparece intensificando su campaña para convencer
a las otras naciones G8 "a que actúen frente a la pobreza".
La propuesta de
condonación de la deuda del G8
Live 8 no cuestiona, ni
abarca, la agenda política del G8, que contribuye directamente a
generar pobreza; tampoco cuestiona el papel del Banco Mundial, que
ahora tiene a Paul Wolfowitz al timón, arquitecto neo-conservador de
la invasión de Irak.
Al abordar la condonación
de la deuda, Live 8 ni siquiera menciona los impactos de la
"medicina económica" del Banco Mundial y FMI, impuesta a
los países más pobres del mundo en beneficio de los acreedores
occidentales.
Estas reformas
macroeconómicas letales han contribuido al empobrecimiento de
millones de personas. Obligan a paí¬ses a clausurar sus escuelas y
hospitales, privatizar sus servicios públicos y vender los sectores más
rentables de su economía nacional al capital extranjero. A cambio, el
G8 promete aumentar la ayuda externa y proporcionar un alivio simbólico
de la deuda. Estas reformas matan y el G8 no es la solución, sino la
causa. El actor Will Smith se dirigió a la multitud en los escenarios
del concierto, invitándoles a "chasquear los dedos", como
recordatorio que cada tres segundos, un niño muere en África. Lo que
obvió mencionar es que la causa principal de la mortalidad infantil
en África son las letales reformas macroeconómicas.
Bob Geldof ve un
aumento en la ayuda externa, totalmente fuera de contexto, como
"oportunidad única" para erradicar la pobreza, cuando de
hecho, el incremento propuesto en los flujos de ayuda por parte de los
países ricos del G8 conducirá a resultados exactamente opuestos.
Un porcentaje grande de
la deuda de estos países se debe al Banco Mundial, al FMI y al Banco
Africano de Desarrollo.
Para abordar esta
problemática, en efecto los Ministros de Finanzas del G8 habían
formulado una propuesta, que consiste en "la condonación"
de la deuda pendiente con estas tres instituciones financieras
internacionales, de los 18 países altamente endeudados. La cifra
mencionada de la deuda condonada era del orden de 40 mil millones de dólares.
Al mismo tiempo, se expresó un compromiso vago con el aumento de los
flujos de la ayuda externa hacia la meta de 0.7% del GDP (http://www.g8.utoront
o.ca/finance/fm050611_dev.htm)
¿Cuál es el
escollo detrás de esta "propuesta aparentemente razonable de
condonación de la deuda"?
El FMI, el Banco
Mundial y el Banco Africano de Desarrollo nunca cancelan ni condonan
las deudas pendientes.
Puesto que ellos no
perdonan las deudas, el G8 se ha comprometido a rembolsar a los
acreedores multilaterales, actuando por parte de los países más
pobres del mundo.
¿Dónde conseguirán
el dinero?
Para cada dólar de la
"anulación de deuda" a las instituciones financieras
internacionales, el G8 reducirá el flujo de ayuda externa a estos países.
Es decir que la ayuda externa destinada para financiar programas
sociales muy necesitados ahora entrará directamente a las cajas del
FMI y del Banco Mundial. No hay nada nuevo en este mecanismo
financiero. Se lo ha utilizado repetidamente desde el inicio de la
crisis de la deuda.
"Una red de
seguridad social " para el FMI y el Banco Mundial
De lo que se trata no
es tanto de un programa de condonación de la deuda, cuanto que un
proceso de "reembolso" que sirve directamente los intereses
de los acreedores.
El trato constituye una
"red de seguridad social" muy necesaria para los acreedores
multilaterales. Asegura un flujo de liquidez hacia estas
instituciones, mientras que mantiene a los países más pobres del
mundo bajo el firme dominio del FMI y del Banco Mundial. También
evita que estos países declaren una moratoria a su deuda externa.
El Presidente Bush lo
ha dicho muy claramente. El dinero pagado al Banco Mundial a nombre de
estos países, "provendrá de presupuestos de ayuda
existentes". El programa de "condonación de la deuda",
aun si es acompañado de un aumento en los compromisos de la ayuda
exterior, dará lugar a una compresión significativa de los flujos
verdaderos de ayuda externa hacia los países altamente endeudados.
Los aumentos propuestos
en los compromisos de la ayuda exterior son ilusorios, puesto que el
dinero se destina a los acreedores multilaterales. Y el trato será
puesto en ejecución solamente si los países endeudados prometen
cumplir con el conjunto usual de reformas de "libre
comercio", bajo la supervisión de Banco Mundial y el FMI.
Una condición
adicional, que emana directamente de la administración Bush, se
relaciona a la "gobernabilidad". Requiere que estos países
"se democraticen", según el modelo estadounidense, bajo la
supervisión occidental, y realicen "elecciones libres",
siguiendo el ejemplo de Irak y Afganistán.
Comentarios finales
Los conciertos son útiles
para distraer la atención pública de la guerra conducida en Irak por
EE.UU. y el Reino Unido, y de la relación más amplia entre la guerra
y la pobreza global. Ni una palabra se mencionó en los conciertos
sobre el hecho que George W. Bush y Tony Blair son considerados
"criminales de guerra", bajo el derecho internacional.
Es más, Live 8 tiende
a socavar todas las formas de disconformidad, expresadas con claridad
y sentido, hacia la agenda polí¬tica del G8. A excepción del evento
sudafricano, que incluyó la presencia de Nelson Mandela, los
conciertos están desprovistos de una comprensión y un compromiso más
amplios.
Live 8 socava tanto el
movimiento anti-globalización, como el anti-guerra. Desvía la opinión
pública y distrae la atención mediática del movimiento de protesta
contra el G8. También sirve para minar la expresión de voces más
radicales contra el Nuevo Orden Mundial.
De manera más general,
el evento inculca un ambiente de ignorancia entre los millones de
personas que escuchan la música y que tienen la sensación de hacer
algo positivo y constructivo. Y sin embargo, no se presenta ninguno de
los elementos centrales requeridos para entender las causas de la
pobreza global.
A los patrocinadores
corporativos del Live 8, incluyendo Bob Geldof, el Grupo EMI, AOL Time
Warner, el Ford Motor Company, Nokia, MTV, la compañía Walt Disney,
etc.: "Sean consecuentes con lo que dicen".
Si ustedes realmente
están comprometidos con el alivio de la pobreza, donen todos los
ingresos de esta operación mediática multimillonaria, incluyendo los
réditos generados por los patrocinadores corporativos, redes de
televisión, empresas publicitarias, royalties acumulados por las
celebridades y artistas, a la gente de África. Dejen que utilicen
este dinero como crean conveniente, sin interferencia de donantes ni
de acreedores.
A los/las Africanos/as.
No se dejen engañar por una gigantesca operación mediática
corporativa, donde la pobreza se utiliza como insignia, para atraer a
consumidores y ganar dinero. Declaren la moratoria en su deuda al FMI
y al Banco Mundial.
(Traducción
y fuente: ALAI).
(*)
Michel Chossudovsky es profesor de economía a la Universidad de
Ottawa y director del Center for Research on Globalization (CRG). Es
autor de The Globalization of Poverty and the New World, segunda edición,
Global Research, 2003. www.GlobalResearch.ca
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