Reunión del G-8

 

El nuevo mercado

Live 8: el multimillonario negocio de la "solidaridad"

IAR–Noticias, 06/07/05

La prensa internacional destaca que los artistas y las productoras discográficas que participaron del megarecital Live 8, organizado en solidaridad con la pobreza en el mundo, vieron disparadas en cifras millonarias sus ventas de discos. ¿Casualidad o causalidad? El evento, difundido planetariamente por las grandes cadenas mediáticas, llegó según sus organizadores al 85% de la población mundial –5 500 millones de personas en 140 países– en la mayor emisión jamás prevista para un acontecimiento en directo. Al final –según consignan los medios internacionales– las grabaciones de las 170 "estrellas" participantes "volaban" en las tiendas de discos del mundo. En este informe, algunas claves funcionales del "nuevo mercado".

El megarecital "Live 8" de "solidaridad con la pobreza" juntó el pasado fin de semana a millones de fanáticos en nueve importantes ciudades del planeta, y sus prolegómenos y desarrollo fueron registrados al minuto –y prácticamente en cadena– por los grandes consorcios mediáticos que le otorgaron carácter de prioridad informativa en sus portadas y pantallas.

Las mayores estrellas del pop y del rock unieron sus voces, el sábado en el mega concierto promovido por el roquero irlandés Bob Geldof, con el objetivo de presionar a los dirigentes del G8, antes de su cumbre en Gleaneagles, en Escocia, del 6 al 8 de julio, para que condonen la deuda a los países pobres, especialmente a los de África.

Geldof, quien fue tildado de "héroe" por sus compañeros, buscó inyectar sus ideales en el público: “lo que estamos haciendo no es en vano y la prueba es Birhan Woldu”, dijo.

Aunque la mayoría de los analistas internacionales ya cuestionan la validez de este evento a los fanáticos poco les importó. La invitación era gratuita y hasta se podía seguir vía internet gracias a la tecnología donada por Bill Gates.

Músicos, empresarios, actores y fanáticos se unieron para hacer escuchar su lema: “Hacer historia la pobreza”, donde 1,5 millones de personas en diez escenarios alrededor del mundo, se unieron a una causa que inició Geldof en 1984, cuando se volcó en la campaña por África, tras ver en televisión un reportaje sobre la hambruna en Etiopía.

París, Londres, Tokio, Filadelfia, Toronto, Johannesburgo, Roma, Berlín y Moscú reunieron a millones de personas, desarrollando paralelamente en cada nación de más de siete horas interrumpidas de música.

Durante más de 48 horas los ruidos del megaconcierto "solidario" y todo lo que giró a sus alrededor concitaron la "atención mundial", dado que las grandes cadenas habían priorizado su difusión sobre cualquier otra información.

Periodistas, presentadores televisivos, representantes de organizaciones sociales elogiaban la "cruzada solidaria" de los rockeros y de las transnacionales discográficas como una especie de "guerra activa contra la pobreza", cuando en realidad solo se trataba de una imprecisa invocación al Grupo de Los 8 para que condone las deudas externas y termine con la pobreza en el mundo. Algo así como pedirle al zorro que termine de comerse a las gallinas.

El gran negocio

La agencia Reuters (que junto con el resto de las cadenas internacionales difundiera en primera plana el concierto) , señala que "la galaxia de las estrellas de rock que el sábado fueron parte del Live 8 para ayudar a combatir la pobreza en el mundo, vieron como sus grabaciones "volaban" en las tiendas de discos de Gran Bretaña".

El objetivo principal del Live 8 de que la pobreza quede en el pasado, agrega Reuters, también se vio beneficiado después de que la versión presentada en Londres del clásico de The Beatles "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" fuera puesto a disposición en Internet, con todas las ganancias destinadas a la campaña.

Según HMV, una de las grandes tiendas de música de Gran Bretaña que tiene alrededor de 200 sucursales en el país, el disco "Echoes" de Pink Floyd, tuvo un incremento de 1.343 por ciento en las ventas el domingo comparado con las de una semana atrás. Según la cadena, las ventas del álbum de The Who "Then and Now" se incrementaron un 863%.

"Esta situación muestra que el concierto Live 8 tiene un marcado efecto de ventas en los discos de los artistas que se presentaron", dijo Gennaro Castaldo, portavoz de la cadena HMV.

Por su parte, Amazon –el sitio de Internet de venta de libros y discos– reportó alzas igualmente abruptas. "The Wall", por ejemplo, registró un crecimiento de las ventas de 3.600% en relación con las semanas anteriores.

No sólo los artistas que actuaron en Londres resultaron beneficiados, sino también los que se presentaron en Berlín y Filadelfia.

Segundo entre los discos que más incrementaron sus ventas quedó "Then & Now", de The Who, con un aumento de un 863 por ciento, "Eurythmics Greatest Hits", en el que participa Annie Lennox, con un 500 por ciento, y "Life For Rent", de Dido, con un 412 por ciento.

El interés en los discos de los astros del rock y el pop que participaron el sábado en el concierto benéfico Live 8 celebrado en el Hyde Park de Londres aumentó enormemente, informó hoy el Daily Mirror.

El grupo Pink Floyd, separado desde hace más de veinte años, registró desde su actuación un aumento de ventas de su CD "Echoes: The Best of Pink Floyd" de un 1.343 por ciento, aseguró el diario británico.

También The Who tuvo un eco extraordinario entre el público tras su actuación en el concierto organizado por Bob Geldof. Las ventas de su CD "Then and Now" subieron un 863 por ciento, comentó el periódico.

El disco de Annie Lennox, "Eurythmics Greatest Hits", en tanto, se vendió un 500 por ciento más. Madonna ocupa el puesto diez en este ranking de éxitos con un 200 por ciento más de ventas de su CD "Immaculate Collection".

El guitarrista de Pink Floyd David Gilmore ya declaró que no tiene previsto sacar provecho de este boom de ventas que generó el concierto y llamó a sus colegas a donar estas ganancias adicionales a una buena causa.

La versión de "Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band" de Paul McCartney junto a U2 encabezó en varios países el ranking de iTunes –el sitio de Apple de venta de música – no bien estuvo a disposición del público una hora después del concierto.

El último recital de Live, denominado "The Final Push", tendrá lugar este miércoles en Edimburgo y contará con artistas como Travis, Texas, Sugababes y Ronan Keating.

En medio de las protestas contra el G–8 nuevamente las "estrellas" rockeras y las discográficas cosecharán millones de dólares haciendo causa común en el "combate contra la pobreza".

Como anecdotario de este lustroso negocio de rockeros y transnacionales discográficas invocando pedidos al G–8 para que "termine con el hambre en el mundo", hay que señalar la frutilla del postre: el organizador de Live 8, Bob Geldof, fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz por el periódico británico The Sun

"Con su firmeza, su energía, su amplia visión y su coraje moral despertó dos veces la conciencia del mundo", elogió el rotativo a Geldof, y recuerda sus primeras iniciativas de ayuda a Africa hace 20 años, Band Aid y Live Aid.

"En 1979 la Madre Teresa obtuvo el Premio Nobel por su combate de la pobreza y el sufrimiento en el mundo. ¿Qué mejor ganador podría haber en la próxima entrega de los premios?", se pregunta el diario, que cree que Geldof no busca fama y reconocimiento, pero que sería una forma de que el mundo le dijera: "Gracias, Sir Bob".

Según The Times los shows del sábado reunieron según a 170 estrellas del rock y del pop en diez países, que tocaron 50 horas de música ante un público presente de un millón de personas.

Visto la promoción y la venta de discos que representó el Live 8 a la mayoría de las "estrellas" participantes y sus respectivas empresas productoras, su organizador, Bob Geldof, podría ser propuesto con justicia para el Oscar de Oro de Hollywood, en reconocimiento de sus servicios al multimillonario negocio de la música y el espectáculo.

Las claves del "nuevo mercado"

Desde hace mucho tiempo que las grandes productoras discográficas y sus "estrellas" contratadas vienen realizando millonarios negocios promocionales con las catástrofes y dramas como la pobreza y otras lacras sociales que el sistema capitalista ha sembrado sobre el planeta.

El negocio es harto conocido: organizan masivos festivales de "solidaridad" que son difundidos por las grandes cadenas internacionales, en tanto que la "sensibilidad social" de los artistas participantes es calurosamente elogiada por las autoridades y los establishment culturales que confieren a estos acontecimientos (meramente comerciales) un carácter de "cruzada solidaria internacional".

La ganancia que cosechan estas transnacionales del espectáculo y sus artistas también es harto conocida: mediante sus participación en los festivales –masivamente difundidos en todo el planeta– consiguen una promoción multitudinaria que luego –y como ya se probó en el Live 8– redunda en ventas multimillonarias de sus discos y presentaciones artísticas.

Según la prensa internacional los espectáculos fueron retransmitidos a través de 140 canales de televisión y 400 radios, además del "rebote" que tuvieron en el resto de la estructura mediática en todos los países.

Al final del concierto, el contador en las pantallas gigantes mostraba la cifra de casi 30 millones de nombres que a través de móvil o internet se habían sumado a la campaña.

Según los productores de este espectáculo, el 85 por ciento de la población mundial – 5.500 millones de personas en 140 países – tuvieron acceso a los conciertos, en la mayor difusión jamás prevista para un acontecimiento en directo.

De esta manera, y por medio de esos festivales "solidarios" estas productoras discográficas y sus ídolos musicales reciben "gratuitamente" una promoción internacional (los consorcios mediáticos difunden noche y día estos eventos) que si tuvieran que pagarla insumiría miles de millones de dólares.

Pero de la red del negocio "solidario" no solamente se benefician las productoras y los artistas, sino que también participan de la torta los medios de comunicación: televisión, radios y diarios, que elevan el rating de audiencia y su mercado de oyentes o lectores promocionado y difundiendo la magnificencia de estos conciertos masivos de los principales ídolos de la música en el mundo.

A nivel de información para consumo masivo, el megarecital “Live 8” fue un éxito nítido en nueve importantes ciudades del planeta, que se llenaron de fanáticos que elevaron la voz para pedir a los países industrializados del G–8 acelerar la "ayuda económica a África" y que vivió su momento más alto con el reencuentro de Pink Floyd, en el césped londinense.

A nivel de realidad –y tal como lo expresan los números difundidos por la propia prensa internacional– fue un monumental negocio de la diversión y el espectáculo montado por las transnacionales del rubro, integrantes la mayoría de ellas, de las redes económicos–financieras de los países que integran el G–8.

Kofi Annan, secretario general de la ONU, quien asistió al concierto del Hyde Park de Londres, dijo ante el ondear de banderas de distintas nacionalidades "estas sí que son las Naciones Unidas".

O dicho de otra manera, las trasnacionales unidas.

Volver