Jornada de huelgas y
movilizaciones en Francia
Más de un millón
de personas salieron a la calle a protestar contra el gobierno
Socialismo o Barbarie,
periódico, 07/10/05
Más de un millón de
trabajadores franceses se manifestaron el martes 4 en todo el
territorio para exigir un giro radical en la política social del
Gobierno, encabezado por el primer ministro, Dominique de Villepin.
Los organizadores de la protesta se felicitaron del éxito de esta
jornada de acción reivindicativa, con paros y huelgas de funcionarios
y en los transportes públicos, y también por primera vez en muchos años,
en el sector de la industria privada.
Convocada bajo el lema
Por la defensa del empleo y los salarios, la protesta contó con el
apoyo de todos los sindicatos y partidos de izquierda, y sirvió de
prueba de fuego para el primer ministro, quien se defendió de los
ataques asegurando que su gobierno "está también movilizado en
todos los frentes" y que no se resigna a expresar únicamente
"la impotencia" de las autoridades. El presidente francés,
Jacques Chirac, prefirió guardar silencio.
Víctimas de la carestía
y la especulación inmobiliaria, los trabajadores tienen cada vez más
problemas para llegar a final de mes o temen perder el empleo debido
al fenómeno de la deslocalización. Jóvenes en situación laboral
precaria y hasta ejecutivos formaron el grueso de los manifestantes,
junto con funcionarios y trabajadores de las multinacionales en
Francia, afectados por las reducciones de plantillas.
Los sindicatos se
mostraron satisfechos con los más de 150.000 manifestantes que
salieron a la calle en París, los 100.000 en Marsella y los 50.000 en
Burdeos, respectivamente. En Marsella y Córcega. Las reivindicaciones
se centraron en el rechazo a la privatización de la naviera pública
SNCM, que une la isla con el continente, paralizada desde hace dos
semanas por una dura huelga.
“Lo más
impresionante –nos relata una activista desde París– fue
esa lucha de los marinos de los ferrys que van a Córcega. Lo pusieron
presos porque tomaron un ferry para impedir la privatización de la
empresa y se lo llevaron del puerto de Marsella. Brigadas de la
gendarmería asaltaron el buque ocupado y llevaron presos a sus
tripulantes a Ajaccio, capital de Córcega, Entonces, hubo una
movilización enorme en la isla. Hasta tiraron con un mortero contra
la prefectura. Tuvieron que liberan los trabajadores y el conflicto
sigue. Lo nuevo es que los trabajadores del sector privado se han
unido a las movilizaciones: British Airways, Hewlett Packart, etc.,
todos amenazados de desempleo... También hay huelgas en las
universidades. ¡Esto está que arde!”
A las manifestaciones
se sumaron los tradicionales problemas causados por las huelgas en los
transportes públicos, las escuelas y otros servicios públicos como
Correos, además de los paros en las empresas estatales de
electricidad y gas. Un total de 400 vuelos nacionales y europeos
tuvieron que ser cancelados, y los que despegaron, lo hicieron con
enormes retrasos de más de una hora.
Para esta jornada de
acción reivindicativa, los sindicatos contaron, además, con el apoyo
de una opinión pública que se mostró comprensiva con las molestias
provocadas por la huelga, un estado de ánimo que incluso les empuja a
continuar las protestas.
En efecto, según Lluís
Uría, corresponsal en París del diario La Vanguardia
(Barcelona, 05/10/05), “los estudios de opinión persisten en
dibujar un panorama sombrío para el gobierno. Uno de los últimos, el
barómetro mensual realizado por el instituto BVA y difundido ayer por
el diario económico Les Echos, revela un fuerte rechazo a la
política económica del Gobierno (62%) y un apoyo incontestable a la
jornada de protesta de ayer (72%), mientras constata un notable
pesimismo sobre la evolución de la economía y el empleo (que el 75%
espera negativa).
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