El destino de los 'sin
papeles' en Marruecos: Inmigrantes trasladados por el gobierno
marroquí al desierto lanzan un SOS desesperado: ya hay 24 muertos y
un millar de subsaharianos sin agua ni comida.
Inmigrantes
abandonados en el Sahara mueren de sed
Los inmigrantes
denuncian que se les obliga a bajar de los autobuses y son abandonados
a su suerte en el desierto
Por Carla Fibla
Corresponsal en Rabat, Marruecos
La Vanguardia, 07/10/2005
"Estábamos en
Rabat. Algunos vivimos allí desde hace tres años. La policía pasó
delante de nosotros para detener a los inmigrantes clandestinos, pero
nosotros tenemos nuestros papeles en regla como refugiados, son
documentos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (Acnur). Se los enseñamos y nos dijeron que les
acompañáramos. Luego cogieron nuestros papeles y nos metieron en
este autobús. Hemos intentado contactar con Acnur, pero no hemos
obtenido respuesta". Es el relato desesperado de Philippe
Kamulete, de la República Democrática de Congo, quien el pasado
domingo fue detenido junto a otros 16 solicitantes de asilo
congoleños y de Costa de Marfil. Éste y otros inmigrantes han
denunciado lo que sería una nueva estrategia de Rabat para expulsar
inmigrantes: llevarlos a algún lugar del desierto argelino. Según
las ONG que están en contacto con ellos, puede haber 24 muertos y
otros mil abandonados a su suerte.
Seis de esos 16
inmigrantes detenidos fueron expulsados el mismo día de su
detención. Y los otros diez viajaban en dirección a un lugar
desconocido cuando Philippe Kamulete mantuvo esta conversación
telefónica con La Vanguardia.La alarma transmitida por él se
repitió en las siguientes horas, cuando diversos grupos de
subsaharianos lanzaron reiteradas llamadas de socorro a organizaciones
de derechos humanos y colectivos que asisten a los inmigrantes
subsaharianos junto a Ceuta y Melilla y en ciudades como Rabat.
"Algunos de nosotros pedimos el derecho de asilo hace un año,
otros hace dos, otros sólo se han presentado en la oficina del Acnur
para abrir el expediente y han recibido una respuesta
afirmativa", continuó Philippe en voz baja para que los agentes
que les acompañaban no le quitaran el móvil.
El proceso habitual que
siguen las autoridades marroquíes para expulsar a ciudadanos que se
encuentran en situación irregular en el país ha consistido hasta
ahora en conducirles en un autobús a Uxda, en la frontera con Argelia
para, al caer la noche, abandonarlos en territorio argelino. En
algunas ocasiones, son entregados a la Gendarmería argelina y en
otras, son abandonados en esa frontera cerrada oficialmente desde
1994, pero permeable al tráfico de todo tipo de mercancías y
personas. En Magnia, la ciudad fronteriza argelina, hay guías que por
100 euros conducen a pequeños grupos de inmigrantes a territorio
marroquí.
Pero las incesantes
llamadas de Philippe Kamulete y de otros subsaharianos en su misma
condición indicaron que las fuerzas del orden marroquíes habían
variado su estrategia y, en lugar de mantener lo que la policía de
frontera marroquí llamaeljuego de ping–pong con los subsaharianos
(expulsarlos por la noche y que vuelvan a estar en Marruecos por la
mañana), han variado la estrategia de expulsión ilegal, y ahora al
parecer los trasladan a un lugar desconocido, en medio del desierto,
donde la frontera entre Argelia y Marruecos es aún difusa (no llegó
a concretarse tras la guerra de las Arenas, cuya paz firmaron en 1962
el rey Hassan II y el presidente argelino Ben Bella). Desde allí les
resulta más difícil regresar al perímetro fronterizo de Melilla
para participar en un nuevo asalto al vallado.
"La policía
marroquí nos ha comunicado que el Acnur no tiene ningún poder aquí.
Que no reconocen nuestros documentos, y que el Acnur no nos va a
ayudar. También nos dicen que la Unión Europea les ha dado dinero y
que tienen que hacer su trabajo", relató Philippe insistiendo en
que tanto la UE como la ONU deben intervenir urgentemente para
terminar con la constante vulneración por parte de Marruecos de los
derechos de los inmigrantes subsaharianos.
La descripción del
nuevo recorrido de los expulsados coincide en las diferentes llamadas
telefónicas recibidas por las organizaciones solidarias. Todas
aseguran que tras llegar a Uxda se dirigen hacia el sur, que pasan
Buarfa, y que luego han visto carteles en dirección a Figuig y a
Béchar. En esa zona, aseguran que la policía les obliga a descender
de los autobuses y los abandona a su suerte, sin agua ni comida.
La información es muy
confusa, pero algunos inmigrantes que han contactado con
organizaciones humanitarias internacionales han dicho que podría
haber 1.000 personas, algunas de ellas heridas, y hasta 24 muertos. En
las trágicas conversaciones telefónicas, algunos subsaharianos
aseguraban que la policía de frontera argelina les dispara.
"No tenemos
documentos, no sabemos adónde dirigirnos", repetía Philippe en
una entrecortada comunicación. En los mensajes de móvil a las
organizaciones internacionales la alarma es rotunda: "Asistidnos
rápido. ¡Es horrible!". Ese podría ser el futuro que Marruecos
reserva a los inmigrantes que en los próximos días serán
repatriados por el Gobierno español.
Localizados en el
desierto 500 subsaharianos deportados por Marruecos desde Melilla
La Vanguardia,
07/10/05
Rabat, Marruecos
(Redacción y Agencias). Al menos 500 inmigrantes subsaharianos han
sido trasladados en los últimos días por las autoridades marroquíes
desde las cercanías de la frontera hispano–marroquí entre Nador y
Melilla hasta el sureste del país en la frontera con Argelia ya en el
desierto del Sáhara, según confirmó el coordinador de Inmigración
de la ONG Médicos sin Fronteras, Carlos Ugarte.
Por su parte, SOS
Racismo denunció en un comunicado que 24 inmigrantes han muerto de
sed en el desierto, según informaciones contrastadas por la ONG,
"como consecuencia de la política marroquí de trasladar a la
frontera sur, en pleno desierto del Sáhara, a los inmigrantes
expulsados desde territorio español para abandonarlos a su suerte
ante centenares de kilómetros de arena"
Médicos Sin Fronteras
trasladó ayer a la zona a su equipo de Rabat hasta el desierto del
Sáhara para confirmar informaciones sobre traslados a esta zona
desértica mucho más alejada del perímetro fronterizo desde donde
los inmigrantes intentan entrar en España a través de asaltos
masivos a la valla.
"Hemos localizado
uno de los posibles enclaves, en concreto, hemos encontrado una bolsa
de más de 500 personas entre las que hay niñas, mujeres, hombres,
embarazadas, hemos encontrado gente herida que estamos atendiendo en
este momento y tenemos la idea de trasladar a la mayor brevedad
posible a 3 heridos que parecen más graves a Bouarfa, a 10
kilómetros de donde se encuentran", dijo Ugarte. En
declaraciones a Europa Press TV, no descartó la existencia de otras
bolsa de subsaharianos abandonados en la zona.
No se trata, sin
embargo, de inmigrantes que haya sido devueltos por España sino que
forman parte de los detenidos tras las redadas realizadas en la zona
marroquí y las condiciones en las que son "abandonados a su
suertes" consisten en "dejarles en zona desértica donde no
hay absolutamente nada", sin agua ni comida. Según relató
Ugarte, los inmigrantes se reagrupan en la población El Aouina–Souatar,
a 10 kilómetros de donde son abandonados en el desierto del Sáhara.
"La propia gente
de ese pueblo está bastante sorprendida de la llegada, porque parece
ser que se han producido en los últimos días y en un número
considerable", explicó Ugarte.
Como éstos, las
posibilidades de que los devueltos por España a Marruecos sean
tratados en condiciones de respeto a sus derechos humanos "está
bajo mínimos". "Esta gente sencillamente ha sido detenida
en una redada y trasladada a esa tierra de nadie próxima a la
frontera con Argelia", señaló.
Por el momento, la
organización no tiene noticia de la situación o el lugar en el que
se encuentran los 73 deportados desde España, aunque ya adelanta que
en Marruecos no hay nada que se parezca a un Centro de Acogida o de
Internamiento.
Pero, en cualquier
caso, de ser llevados al Sáhara, el objetivo de todos ellos será el
mismo: desandar el camino (600 kilómetros), regresar a Oujda y de
allí a Nador para volver a intentar entrar en España. "Nuestras
posibilidades de maniobra son bastante limitadas. Tenemos en la zona a
dos médicos y un logista, lo vamos a reforzar con un equipo que se
traslada desde Barcelona y otro desde Rabat –explicó Ugarte–.
Estamos mandando ahora mismo un camión con material porque tenemos
serias dudas de que el agua en la zona sea potable, como están con lo
puesto, básicamente la ropa, están faltos de todo".
SOS Racismo asegura que
muchos de estos inmigrantes golpeados, tiroteados y expulsados habían
presentado solicitud de asilo por ser víctimas de persecución en su
país de origen. Por todo ello, expresan su rechazo a las devoluciones
de inmigrantes, como la repatriación de 73 subsaharianos procedentes
de Malí que tuvo lugar anoche. "Condenamos rotundamente esta
expulsión masiva y exigimos que cese inmediatamente cualquier
expulsión, al menos mientras no haya absoluta seguridad de que los
derechos humanos son respetados en territorio marroquí –reclama–.
Pedimos que, en el ámbito estatal e internacional, se abra un proceso
de debate sobre las políticas migratorias vinculadas a políticas de
cooperación y desarrollo y a la universalización de los derechos
humanos".
Por su parte, el
ministerio marroquí del Interior confirmó hoy que anoche fueron
devueltos a Marruecos 73 inmigrantes irregulares subsaharianos que
habían entrado en la ciudad autónoma española de Melilla en los
últimos asaltos masivos al vallado fronterizo.
La agencia oficial
marroquí MAP informó en un escueto despacho que "en el marco de
la cooperación entre Marruecos y España en el ámbito de la lucha
contra la inmigración clandestina, las autoridades marroquíes
aceptaron el jueves la repatriación de España de 73 ciudadanos
subsaharianos, según una fuente del ministerio del Interior".
Añadió que las
autoridades marroquíes "han adoptado las disposiciones
apropiadas para garantizar la acogida, el alojamiento y la asistencia
médica de estas personas, respetando su dignidad". Señaló por
último que "esta acción solidaria traduce la voluntad de las
autoridades marroquíes de reforzar su cooperación con España frente
a este reto común" y está encaminada a "dar un sentido
concreto a la noción de responsabilidad compartida en la gestión de
esta problemática".
Los 73 inmigrantes
subsaharianos, en su mayoría originarios de Mali, fueron trasladados
ayer por vía aérea desde Melilla a Málaga y posteriormente a
Algeciras, desde donde fueron enviados en barco a Tánger (Marruecos),
según informaron fuentes policiales españolas.
El traslado de
inmigrantes desde Melilla fue anunciado por el ministro español del
Interior, José Antonio Alonso, y por la vicepresidenta primera del
Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien visitó las
ciudades autónomas de Melilla y Ceuta.
Seis muertes más en la
valla de Melilla
El ejército
marroquí repele a tiros una nueva avalancha de subsaharianos
Dos helicópteros
con visores nocturnos controlaron los saltos
Por José Bejarano
Corresponsal en Melilla
La Vanguardia, 07/10/05
Segundo jueves de
muerte en la frontera de Melilla. Una nueva matanza perpetrada por el
ejército de Marruecos. A tiro limpio, el ejército de Mohamed VI
consiguió ayer abortar el último intento protagonizado por medio
millar de inmigrantes subsaharianos que trataban de alcanzar suelo
español. Si el jueves de la semana pasada fueron cinco los muertos en
la alambrada de Ceuta, ayer murieron seis en Melilla.
El Gobierno español se
compromete a pagar a Marruecos 20 millones de euros por el esfuerzo
que hace de control fronterizo. Otros 40 millones pone sobre la mesa
la UE. Mientras tanto, el saldo de la nueva tentativa es de 6 muertos
y 21 heridos, de los cuales 11 permanecen en estado grave ingresados
en el hospital de Nador. Tanto los muertos como los heridos graves
recibieron disparos.
Los inmigrantes ya
saben lo que les espera si insisten en saltar la valla que separa
Marruecos de España. El Gobierno marroquí no se anda con miramientos
y ayer dejó claro que lo ocurrido la semana pasada en Ceuta no fue un
suceso esporádico. El mensaje es claro, las fuerzas armadas tienen
licencia para matar inmigrantes. El intento de salto de ayer empezó a
las cinco de la madrugada y no terminó hasta pasadas las seis y
media. Los subsaharianos se vieron sometidos a hora y media de golpes,
carreras y ráfagas de ametralladoras. Pese a la brutalidad empleada,
los grupos insistían en lanzarse a la desesperada sobre las
alambradas. Varios testigos aseguran que los soldados cargaron con
palos contra los inmigrantes para evitar que se acercaran a las vallas
y que cuando alguno lograba saltar sobre los alambres de espino era
tiroteado.
El suceso tuvo lugar en
la zona de Eyasinen, cerca de la frontera de Farhana. Los muertos
fueron trasladados en las propias escaleras convertidas en camillas
por los soldados. Los cubrían con mantas preparadas al efecto. A los
heridos los recogían algunas ambulancias para su traslado al hospital
de Nador. Un sanitario de este hospital dijo a La Vanguardia que no
daban abasto y que "esto es una catástrofe humana". Se
calcula que hubo unos 290 detenidos.
El presidente de Pro
Derechos de la Infancia, José Palazón, aseguró que "jamás
pensé vivir algo así, España deberá ser juzgada por este crimen
contra la humanidad".
El hospital de Nador, a
doce kilómetros de la frontera, es un viejo y destartalado edificio
en obras (pagadas por la UE) que a duras penas responde a la demanda
de asistencia sanitaria de los habitantes de la ciudad. La llegada de
decenas de heridos, varios en estado muy grave, supone el colapso. De
hecho, ayer permanecía cerrado y fuertemente vigilado por la
policía. Las fuerzas de seguridad marroquíes se escudan en que
tuvieron que disparar debido a la actitud extremadamente violenta de
los inmigrantes. Durante toda la noche se oyó el vuelo de dos
helicópteros, uno español y otro marroquí, con potentes focos de
luz que localizaban los grupos de inmigrantes. También iban dotados
con visores nocturnos, lo que les permitía saber el rumbo que
seguían y desplazar a los agentes en tierra.
Sobre las cinco de la
madrugada, cuando al parecer se retiraron los helicópteros, los
inmigrantes se lanzaron de forma desordenada. Marruecos no confirmó
hasta media tarde de ayer la existencia de seis muertos, cuya
identidad se desconoce. Horas antes, la policía marroquí había
abortado un primer intento de salto de la frontera, sobre las nueve de
la noche, en la zona próxima al paso de Mariguari, en el que
participaron unos 150 subsaharianos. Los inmigrantes fueron rechazados
por la policía marroquí, sin que la Guardia Civil tuviera que
intervenir.
El nuevo drama
coincidió con la visita de la vicepresidenta primera del Gobierno,
María Teresa Fernández de la Vega, a Ceuta y Melilla. Oficialmente
ningún inmigrante logró saltar la valla, aunque varios testigos
aseguran haber visto por la mañana a subsaharianos heridos por las
calles. La noche de ayer cayó como un mazo sobre 1.500 subsaharianos
acogidos en el Centro de Estancia Temporal, que temen una inminente
devolución a Marruecos.
Médicos Sin
Fronteras acusa a Marruecos de dejar a 500 inmigrantes en el desierto
Los subsaharianos
han sido trasladados desde las cercanias de la frontera hispano–marroquí
entre Nador y Melilla hasta el sureste del país en la frontera con
Argelia
El Periódico de
Catalunya, 07/10/05
Madrid. Al menos 500
inmigrantes subsaharianos, entre ellos mujeres embarazadas, niños y
heridos, han sido trasladados en los últimos días por las
autoridades marroquís desde las cercanías de la frontera hispano–marroquí
entre Nador y Melilla hasta el sureste del país en la frontera con
Argelia ya en el desierto del Sáhara, según ha confirmado el
coordinador de Inmigración de la ONG Médicos sin Fronteras, Carlos
Ugarte.
Médicos Sin Fronteras
trasladó ayer a la zona a su equipo de Rabat hasta el desierto del
Sáhara para confirmar informaciones sobre traslados a esta zona
desértica mucho más alejada del perímetro fronterizo desde donde
los inmigrantes intentan entrar en España a través de asaltos
masivos a la valla.
Mujeres embarazadas,
niñas y heridos
"Hemos localizado
uno de los posibles enclaves, en concreto, hemos encontrado una bolsa
de más de 500 personas entre las que hay niñas, mujeres, hombres,
embarazadas, hemos encontrado gente herida que estamos atendiendo en
este momento y tenemos la idea de trasladar a la mayor brevedad
posible a tres heridos que parecen más graves a Bouarfa, a 10
kilómetros de donde se encuentran", ha dicho Ugarte, que no ha
descartado la existencia de otras bolsa de subsaharianos abandonados
en la zona.
No se trata, sin
embargo, de inmigrantes que haya sido devueltos por España sino que
forman parte de los detenidos tras las redadas realizadas en la zona
marroquí y las condiciones en las que son "abandonados a su
suertes" consisten en "dejarles en zona desértica donde no
hay absolutamente nada", sin agua ni comida.
Según Ugarte, los
inmigrantes se reagrupan en la población El Aouina–Souatar, a 10
kilómetros de donde son abandonados en el desierto del Sáhara.
"La propia gente de ese pueblo está bastante sorprendida de la
llegada, porque parece ser que se han producido en los últimos días
y en un número considerable", ha explicado Ugarte.
SOS Racismo ha
asegurado que muchos de estos inmigrantes golpeados, tiroteados y
expulsados habían presentado solicitud de asilo por ser víctimas de
persecución en su país de origen. Por todo ello, expresan su rechazo
a las devoluciones de inmigrantes, como la repatriación de 73
subsaharianos procedentes de Malí que tuvo lugar anoche.
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