Francia:
Análisis y crónica de una rebelión
Los adolescentes excluidos hacen
arder Francia
Por Flor Beltrán
Corresponsal en Francia de
Socialismo o Barbarie, 05/11/05
París.- Desde hace casi diez días
en esta ciudad arden las cités (barrio popular con grandes
edificios de alquiler regulado, propiedad del estado), que son guetos
ubicados en los suburbios de París y otras ciudades, donde viven en
la extrema pobreza la población proveniente de las ex colonias del
imperialismo francés. Todas las noches, los jóvenes pobres y
excluidos salen a la calle, se enfrentan a la policía e incendian
automóviles, ómnibus, oficinas públicas, supermercados y otros
negocios. En los últimos días, esta explosión de rabia social se
está extendiendo a otras ciudades de provincia.
Desde 2003 la derecha francesa, y
principalmente Nicolás Sarkozy (ministro del Interior) había
comenzado una campaña para ganar el electorado de extrema derecha que
vota a Le Pen.
Es que el gobierno de Chirac-Villepin-Sarkozy
viene debilitado y en crisis. Fue derrotado en las urnas y con él
toda la política de la burguesía multinacional, en mayo pasado,
cuando el NO a la constitución europea gano ventajosamente en todo el
país.
Después vino una dura lucha contra
la privatización de los Ferris, lucha ejemplar, donde la población
de Marsella, Tolón y Bastia apoyó en masa a los huelguistas. Esta
lucha terminó en una semi derrota porque la central mayoritaria CGT
negoció con el gobierno Villepin: para decirlo claramente, traicionó
la lucha de los trabajadores.
En esos días, las centrales
sindicales llamaron una jornada de lucha el 4 de octubre, jornada en
las que los trabajadores privados se unieron a los públicos, cosa que
no pasaba desde hace años, Los usuarios de los transportes y la
población en general apoyaron la jornada. Pero las centrales
sindicales burocráticas, luego de una reunión con el primer ministro
Villepin, decidieron “darle tiempo” al gobierno.
La zanahoria y el bastón
Frente a una difícil situación
social y política, el gobierno aplica como es costumbre la línea de
la zanahoria y el bastón.
El primer ministro Villepin es el
que ofrece la zanahoria, mostrándose “abierto” con las centrales
sindicales, pero sin aplicar ninguna medida seria ni que lesione los
intereses de los capitalistas. Lo único que ha dispuesto para paliar
el flagelo del desempleo son unos contratos precarios en cantidad muy
limitada y además muy mal pagados: un poco más que la ayuda mínima
para sobrevivir que reciben los desempleados. En una convocación de
la agencia nacional de empleo en Paris había 900 personas para 200
empleos de este tipo. Muchos de ellas con diplomas de estudios
superiores y experiencia. Cada día Francia muestra más la crisis del
sistema capitalista.
El bastón está a cargo del
ministro del interior Sarkosy. Golpeando con el bastón policial las
cabezas de los jóvenes descendientes de inmigrantes, trata de
demostrar a los electores de Le Pen
que, como racista y represor, puede superar a la extrema derecha y a
los fascistas.
Acá no se trata de utilizar lo de
la “guerra contra el terrorismo” (como Bush en EEUU), sino la
lucha contra la “chusma”. Es decir, contra los jóvenes habitantes
de los barrios de trabajadores, mayoritariamente inmigrantes o sus
descendientes. Además, muchos de ellos son musulmanes... De modo que
también empalma con la campaña “islamofóbica”, otra de los
temas permanentes de la burguesía, el gobierno y los medios...
La inmensa mayoría de estos jóvenes
–que ya son casi todos “ciudadanos de la República Francesa” de
segunda o tercera generación– están desempleados... y sin la menor
esperanza de conseguir trabajo. Llevar un nombre o apellido de origen
magrebí o africano,
tener la piel más oscura de lo debido, domiciliarse en alguna de las cités,
haber estudiado en alguna escuela de esa zona, etc., hace prácticamente
imposible conseguir empleo. La única perspectiva es la miseria, a
veces algún trabajo precario y muy mal pago... o la delincuencia...
La “solución” del gobierno
Villepin-Sarkozy y de los capitalistas a este problema social no es,
por supuesto, crear empleos, sino la represión. Sarkozy prometió
“limpiar” las cités reprimiendo con dureza los jóvenes
excluidos y/o provenientes de familias emigrantes. A su política la
llama “tolerancia cero”, expresión creada en EEUU para la represión
policial más salvaje, en Nueva York y otras ciudades, contra los
pobres, los negros, los hispanos, etc.
Sarkozy prometió, entonces,
“limpiar” las cités con el Karcher, aparato que
arroja chorros de agua a alta presión para limpiar las aceras y los
muros. Sarkozy prometía limpiar así esas “ciudades”, como si los
jóvenes fueran basura.
Así, la policía realiza rafles
(batidas) violentas para detener jóvenes indiscriminadamente. Hacen
controles de las cartas de identidad con los modales más violentos e
insultos racistas para provocar su reacción. Si reaccionan, los jóvenes
son golpeados y arrestados. Se expulsa violentamente de los viejos
edificios a los inmigrantes y descendientes. Sirve de justificativo
para eso la sospechosa ola de incendios de algunos de esos edificios,
donde hubo varias muertes. Los inmigrantes sin visa de trabajo son
inmediatamente expulsados. Familias enteras han sido deportadas.
Pero, repentina y sorpresivamente,
los jóvenes excluidos decidieron enfrentarse al bastón de Sarkozy.
Un episodio particularmente horroroso desencadenó todo.
Breve crónica de nueve días que
conmovieron a Francia
Jueves 27 octubre:
En Clichy–sous–Bois, cité de los suburbios de París, dos
jóvenes de 15 y 17 años mueren carbonizados al entrar en una cabina
donde había un transformador de electricidad gran potencia. Un
tercero fue gravemente quemado y está en el hospital. Los jóvenes huían
de un control policial, porque no tenían con ellos las cartas de
identidad. Temían, entonces, sufrir los golpes, arrestos y
humillaciones habituales. Los jóvenes estaban jugaban al fútbol y no
robando, como decía la versión oficial de la policía. La gente se
pregunta: ¿por qué la policía miente? ¿Qué es lo que esconden?
Los disturbios comienzan, son espontáneos, piedras y vehículos
quemados.
Viernes 28 de octubre:
Algunos “mayores” tratan de calmar los adolescentes
(mayoritariamente entre 12 y 17 años). Pero la revuelta estalla en
las grandes avenidas que rodean la “cité”. Los primeros
blancos son la oficina de correos, un camión de bomberos, las paradas
de autobuses y una escuela. Algunos balazos contra los carros
policiales y los CRS (antimotines), piedras. Numerosos vehículos
quemados.
Sábado 29 de octubre:
Las
organizaciones de musulmanes realizan una marcha silenciosa. Se acusa
al ministro del interior Sarkozy y se pide justicia. La alcaldía, las
asociaciones y religiosos parecen controlar la situación. El alcalde
pide cuentas al ministro Sarkozy, todo parece en calma, no hay
presencia policial. Pero al anochecer, después de la ruptura del
ayuno musulmán de Ramadán,
400 policías aparecen en actitud provocativa. Como de costumbre se
trata de rodear el barrio, como los legionarios romanos, trotando,
casco listo, escudo y flashball, recorren las calles. Todos están
comiendo en sus casas. Cuando los jóvenes salen, son insultados por
los policías. Hacia las 9 de la noche, en la mezquita unas 1..300
personas rezan, mientras algunas basuras arden en la calle.
Domingo 30 de octubre:
A
las nueve menos 5 de la noche, un religioso musulmán grita
desesperado. La policía ha lanzado gases lacrimógenos al interior de
la mezquita en plena ceremonia. Algunas mujeres se han desmayado.
Todas las negociaciones con la policía son inútiles: “váyanse a
sus casas”, les ordenan, y los hacen correr en las calles. Sarkozy
en la televisión justifica la intervención policial y continúa
levantando la política de la “cero tolerancia”.
Lunes 31 de octubre:
Sarkozy felicita la policía. Dice que no es la policía la que ha
gaseado la mezquita. La prensa y la TV comienzan a dudar de la versión
oficial. El hermano mayor de una se las víctimas se niega a hablar
con Sarkozy. Los disturbios se extiendes a las urbanizaciones vecinas.
Martes 1 de
noviembre:
180 vehículos quemados, los disturbios se extiendes a las comunas
vecinas, los religiosos musulmanes tratan de calmar los ánimos, inútilmente.
Un joven responde a los periodistas: “No han debido tratarnos de
chusma”. Pide la renuncia del ministro Sarkozy,
Miércoles 2 de noviembre:
La crisis en el gobierno es evidente. Villepin (primer ministro) y
Sarkozy anulan sus viajes al exterior y se muestran divididos frente
al problema. Los disturbios continúan extendiéndose, coctel molotov
contra un puesto policial. Una venta de automóviles, un centro
comercial, taller de automóviles y 315 vehículos son incendiados.
Jueves 3 de noviembre:
600 vehículos incendiados, 27 autobuses, una escuela, una alcaldía y
dos comisarías son atacados, así como depósitos industriales. Los
disturbios se extienden a la provincia. En la prensa comienzan a
criticar la “orientación” represiva de la policía.
Viernes 4 de noviembre:
754 vehículos incendiados, disturbios en numerosas comunas y en
provincia. Dirigentes políticos piden la cabeza de Sarkozy, incapaz
de controlar los disturbios.
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Líder tradicional de la extrema derecha francesa.
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Mágreb, Magreb o Maghreb es un participio árabe que significa
lugar por donde se pone el sol, el Poniente, la parte más
occidental del mundo árabe. La parte opuesta se denomina Máshreq
o Levante. Tradicionalmente se ha llamado Mágreb a la región del
Norte de África que comprende a Marruecos, Túnez y Argelia, ex
colonias francesas de donde viene gran parte de la inmigración.
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Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, conocido por
ser el período en el que los musulmanes realizan un ayuno diario
desde la salida hasta la puesta del sol. La palabra Ramadán se
suele usar incorrectamente para designar dicho ayuno, cuyo nombre
en árabe es awm.
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