Francia
¡No al toque de queda
colonial!
¡La rebelión no es un
crimen!
¡Los verdaderos
incendiarios están en el poder!
Declaración
del Mouvement des Indigènes de la République
(Movimiento de los Indígenas
de la República)
Paris,
09/11/05
Traducción
de Flor Beltrán para Socialismo o Barbarie Internacional
Brutalidad
permanente de la policía, menosprecio del dolor de la gente después
de la muerte de dos adolescentes, lacrimógenas en una mezquita,
declaraciones irresponsables de las autoridades del Estado, las
provocaciones de un poder preocupado por el calendario electoral
encendieron la chispa, y sirvió de detonador a la rebelión que se
encubaba en la juventud indígena o indigenizada de los barrios
populares. Ahora quieren enviar las tropas para someter esta rebelión.
Es una lógica de guerra civil, de represión.
Víctimas de todas las
discriminaciones, de todas las humillaciones, objetos permanentes del
menosprecio social, de la brutalidad policial, los controles según la
apariencia, del racismo, sin futuro, precarios, degradados,
rechazados, orientados por el sistema escolar en las vías muertas,
prohibiciones de reunirse, siempre sospechosos de todos los crímenes,
privados de su derecho al respeto y a la dignidad, los jóvenes de los
barrios expresan su rebelión de manera espectacular y dicen: “¡No
tenemos otro medio de hacernos oír!". Ante una violencia social
e institucional insoportable, su rebelión es más que legítima: es
saludable. Constituye una reacción política. Asimilándolos a la
delincuencia, con la represión brutal, al añadir el menosprecio a la
provocación, el poder echar gasolina sobre el incendio que él mismo
encendió.
Esta rebelión confirma el
análisis que el Movimiento de los Indígenas de la República propuso
desde el lanzamiento de su Llamado en enero de 2005. La respuesta de
las instituciones del Estado es la ilustración de la gestión
colonial de las poblaciones producto de la inmigración, cualquiera
que sea el régimen existente, de derecha como izquierda. Dominique de
Villepin es la última encarnación. El actual Primer Ministro ordeno
el estado de urgencia y dio poder a los Prefectos para instaurar el
toque de queda en los barrios populares basándose en una ley colonial
adoptada en 1955 para reprimir el movimiento nacional argelino. Es
esta misma ley que sirvió para someter en la sangre a los
manifestantes argelinos del 17 de octubre de 1961 y que ha sido
aplicada en Kanaky en 1984 bajo el Gobierno socialista de Laurent
Fabius. La continuidad de las prácticas no necesita prueba. La matriz
ideológica que permite estos crímenes coloniales animan siempre las
formas institucionales de ver, pensar, de experimentar y de tratar
administrativamente las poblaciones colonizadas y asignadas a
residencia en estas nuevas zonas de indigénato que son los barrios
populares.
La
propuesta del "derecho al aprendizaje a partir de 14 años",
no es ni más ni menos que la anulación de la obligación de
escolarización hasta 16 años; es una de las conquistas que la
derecha quería desmontar desde hace mucho tiempo. Se atreve hoy a
presentarlo como una medida "en favor" de los desheredados
":" es realmente el anuncio cínico que, esclavos en la
actualidad, los habitantes de los barrios populares serán esclavos mañana,
y a partir de 14 años.
Las formas tomadas por esta
rebelión conducen a violencias y daños a veces, contra las mismas
poblaciones desheredadas de estos barrios. Deseamos afirmar nuestra más
entera solidaridad a estas poblaciones. El Estado, responsable de la
situación, debe sin demora compensarlos de la totalidad del perjuicio
que sufren.
Lo que exige la juventud en
las ciudades, es dignidad, es poder vivir en la igualdad y el respeto.
Se trata de una elevada exigencia política y social y a la cual es
necesario responder políticamente.
De ahora en adelante, nosotros levantamos una serie de exigencias
Obviamente, el actual
Ministro de Interior debe partir; igualmente el Primer Ministro que ha
aprobado públicamente la represión de masa que su colega organiza.
Pero nosotros no nos hacemos ilusión sobre los efectos reales de
estas renuncias: si, simbólicamente, la salida de ese incendiario se
impone, no constituye nunca una solución, ni un objetivo de lucha
prioritario. No militamos para apoyar un clan contra otro, nosotros no
nos hacemos ilusión sobre los objetivos reales de las políticas, de
derecha o izquierda, que desde el poder ,se han ejercido desde hace años.
* Centenares de jóvenes
fueron detenidos por las fuerzas de policía en el marco de los
acontecimientos en curso. Exigimos su liberación inmediata.
Los hechos tienen carácter político, y no merecen un tratamiento
judicial, cuando la lógica es la de la provocación: los rebeldes no
son ni "sinvergüenzas" ni "salvajes". Deben ser
escuchados, y por eso la amnistía. Rechazamos una justicia
expeditiva, y que los jóvenes permanezca bajo el temor de la detención
y acciones judiciales. A rebelión política, respuesta política.
* Zonas enteras de Saint
Denis y otras zonas urbanas son objeto de un verdadero acoso de
millares de CRS y gendarmes, en una lógica de guerra civil. Exigimos
su evacuación sin demora. La presencia de estas fuerzas de
represión - y en el futuro la de fuerzas militares - contribuye, no a
la "seguridad pública", sino a atizar la rebelión de las
poblaciones. Afecta su dignidad y constituye un castigo colectivo que
rechazamos.
* Por centenares, los
habitantes de las ciudades en rebelión sufrieron grandes daños por
los motines. Estas víctimas deben ser compensadas inmediatamente;
las autoridades públicas deben pagar, es perfectamente justo por la
responsabilidad entera del Estado en la situación actual.
* Es indispensable hacer la
luz completa y decir la verdad sobre los acontecimientos que
desencadenaron la rebelión: sobre la muerte de Zyad Benna y Bouna
Traoré y sobre la lacrimógena en la Mezquita de Clichy-sous-bois.
Debe formarse y dotar con medios reales Una comisión de
investigación independiente, implicando representantes de
habitantes y protagonistas de terreno, para sacar a la luz las
maniobras de la policía en los acontecimientos.
* La instauración del
estado de emergencia refuerza de manera escandalosa el
aislamiento y el enclave organizados de los barrios populares. La
libertad de circulación de los habitantes de los barrios debe ser
restaurada y garantizada.
q * Los dispositivos
"de tranquilidad" instituidos por las leyes Perben,
Sarkozy, Chevènement, Audaz, deben ser suprimidos; los textos que los
instituyen deben retirarse.
* Nosotros exigimos la
instauración de una política resuelta de lucha contra las discriminaciones
en todos los ámbitos y de medidas inmediatas contra la precariedad
, el desempleo y el apartheid para los pobres, la creación de empleos
estables y valorados, tanto públicos como privados; la garantía de
una igualdad real en materia de educación y de formación ; la
instauración de medidas de mejora de condiciones de alojamiento
y del medio ambiente en los barrios populares, lo que pasa, en
particular, por la garantía de transportes dignos de ese nombre y
gratuitos; el derecho de voto y la ciudadanía para los no
franceses y la regularización de todos las personas sin
papeles.
Invitamos por a otra partea
la organización de debates y de reuniones públicas, a la toma
de las disposiciones necesarias para la convergencia en la acción
con el fin de derrotar este Gobierno.
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