"Comunistas,
anarquistas y trotskistas están incitando a los jóvenes”, dice el
gobierno
Contra
el empleo basura
inSurGente,
16/03/06
Los
estudiantes franceses esperan que un millón de personas asistan a la
manifestación que se desarrollará en Paris a partir de las 14:30
horas de hoy jueves 16 y que inSurGente seguirá puntualmente. La
convocatoria, apoyada por organizaciones de izquierda, se hace en
contra del llamado Contrato Primer Empleo (CPE), que recoge leyes
usureras para el ingreso de los jóvenes al primer empleo. La derecha
y la extrema derecha han anunciado también una movilización... en
apoyo de la ley. Faltaría más.
El
sábado está prevista otra manifestación nacional y los opositores
pretenden que el gobierno dé marcha atrás en la implementación del
ya sancionado CPE para dialogar.
Simultáneamente,
el presidente francés Jacques Chirac volvió a defender la iniciativa
de su primer ministro, Dominique de Villepin.
Los
jóvenes y los gremios denuncian que el CPE aumentará la precarización
laboral porque los empresarios aprovecharán para contratar
trabajadores como si fueran pasantes, ya que los contratos son por dos
años y los beneficiarios pueden ser echados sin indemnización
durante ese lapso.
Cincuenta
y seis universidades se encuentran movilizadas por los estudiantes, de
las cuales 20 están tomadas, especialmente en ciudades como Potiers,
Lille, Toulouse y Nantes.
Además,
hoy 46 rectores de las 84 universidades francesas le exigieron al
Gobierno que dialogue con los actores sociales.
Ayer
miércoles los estudiantes secundarios se sumaron a la revuelta
estudiantil que no para de crecer mientras el gobierno acusa a los
partidos políticos de izquierda.
Más
de 150.000 estudiantes secundarios desfilaron hoy por las calles de
Paris y demostraron que pese a no poseer una organización como los
universitarios y sindicalistas, cuentan con una capacidad de
movilización importante, aunque difícil de prever.
Laurent,
joven delegado del sindicato SUD, que reúne a los trabajadores de las
disquerias, le dijo hoy a Télam frente a la universidad de la Sorbona
que "si el contrato se aplica los empleados de menos de 26 años
sufrirán las maniobras de los empleadores".
Agregó
que los patrones "son muy creativos en materia de
licenciamientos, para evitar cualquier reivindicación salarial".
Por
su parte, Philippe, empleado de una empresa de autopartes y padre de
dos hijos de 21 y 15 años, dijo no esperar que el gobierno retire el
CPE.
No
obstante, expresó, en un improvisado corte del boulevard
Saint–Germain, adonde se acercó a manifestar con sus hijos, que
"ver a todos esos jóvenes en la calle me pone la piel de gallina
y me pregunto si esto será o no el inicio de un enorme movimiento
social".
Los
partidos opositores, el Socialista, los Verdes, el Comunista y las
organizaciones troskistas, anunciaron que se manifestarán junto a
estudiantes y sindicatos para pedir el retiro del CPE, por
considerarlo un primer paso del conservador Chirac hacia un contrato
único y el punto de partida para acabar con varios de las ayudas
sociales que brinda el Estado francés.
La
crisis de la banlieue (suburbios) francesa en noviembre pasado todavía
esta presente y por eso preocupa al Gobierno que jóvenes de los
suburbios se estén sumando al movimiento.
"Comunistas,
anarquistas y trotskistas" están incitando a los jóvenes,
disparó hace dos días el ministro de educación Gilles de Robien.
Los
enfrentamientos entre jóvenes y una policía antidisturbios que
reacciona más rápido de lo habitual a puro bastonazo, se repiten a
diario y en varios casos son de una dureza no habitual en Francia.
Los
jóvenes ya comienzan a acudir "preparados" a las
manifestaciones, con limones, piedras y foulard para cubrirse de los
gases lacrimógenos que la policía lanza.
En
tanto, militantes de extrema derecha y centros de estudiantes
universitarios cercanos al partido gobernante también se
manifestaron, pero a favor del CPE.
Reclaman
que las universidades sean abiertas y así poder continuar con sus
clases bajo la consigna "que una minoría no decida por
todos".
Pese
al apoyo publico de Chirac a su "delfín" Villepin, Este
percibe cómo, dentro del propio partido gobernante los apoyos se
hacen más difusos.
Algunos
especulan con que de ceder, Villepin no sólo perderá el poco crédito
que le resta entre los franceses, sino que deberá renunciar, lo que
provocará una crisis en el Gobierno a poco más de un año de las
elecciones.
Hoy
Villepin reunió a todos los ministros en un comité de crisis para
evaluar los próximos pasos del Gobierno ante las dos manifestaciones
que se esperan para mañana y el sábado, donde la "calle"
medirá la fuerza del gobierno y será el termómetro de los próximos
acontecimientos.
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