Francia
La
lucha de los inmigrantes aumenta de día en día
Por
Flor Beltrán
Corresponsal
de Socialismo o Barbarie en París, 18/05/06
La
nueva ley que codifica "la inmigración basura" es la última
de una larga serie que, durante las tres últimas décadas,
estigmatizan el inmigrante y refuerzan el aparato policial.
El
gobierno quiere favorecer el racismo anti inmigrantes. Pero más allá
del aspecto electoralista de esta nueva empresa racista, inhumana y
vergonzosa (el dierio Liberatión revelaba recientemente que
los aviones lanzaguas, fuera de la temporada estival, servían de chárteres
para los búlgaros y rumanos expulsados, en situación irregular) hay
el fondo varias cosas: hacer del extranjero culpable de todos los
males negando el valor de su fuerza de trabajo, y todos los derechos
vinculados a su persona.
Pero
cada vez más personas y organizaciones se unen a la lucha contra el
projecto para controlar le inmigración del gobierno francés.
Después
de un concierto donde participaron artistas comprometidos y de una
primera movilización el 29 de abril, la movilización del 13 de mayo
comienza a tomar verdadera fuerza.
La
manifestación parisiense reunió a 35.000 personas, dos veces más
que la del 29 de abril. Al final un grupo tomó la Torre Eiffel para
distribuir prospectos. Hubo manifestaciones en
Marsella y Tolosa.
En
la manifestación parisina se reunieron gentes de origen africano,
magrebino, asiático, latinos y también aparecieron muchos de origen
francés. Un buen número manifestaban por primera vez contra este
texto.
La
nueva ley
La
ley debe ser votada por la Asamblea nacional el miércoles. La súbita
movilización podría parecer tardía. Pero para muchos manifestantes,
no se ha perdido la
batalla.
Debemos
ampliar la movilización como supimos hacerlo con el CPE. En la
marcha, la esperanza está
presente: "Contra el CPE," comenzaron 5.000, ¡y se ganó
cuando que se había votado el texto! », recuerdan los
estudiantes de la Escuela de estudios en ciencias sociales.
La
gente tiene el sentimiento de que la movilización sirve a algo puesto
que permitió hacer saltar el CPE. Después de un debate político
sobre ¿qué sociedad? ¿Qué lugar para los jóvenes?, destacaba
Alain Cyrulnik, militante FSU (principal sindicato de profesores) que
“resulta más que evidente la necesidad de crear un movimiento de
solidaridad en favor de los trabajadores que
hacen venir acá para explotarlos."
En
la muchedumbre, el Maliense Sara Camara, agente de mantenimiento de la
Conciergerie de París, esta protegido por sus dos colegas. También
están presentes, Jaleel y su mujer. Ambos son de Costa de Marfil, él
vino a Francia en 1994, ella en 1998, y son padres de un niño nacido
aquí.
En
2004, Jaleel ha intentado
hacerse regularizar como lo permitía la ley para los trabajadores que
pasaban diez años en Francia, pero la prefectura rechazó su
expediente. Las asociaciones afirman que la administración aplica por
anticipado una medida de la ley que suprime esta regularización para
los trabajadores que han vivido 10 años en Francia.
Muchos
franceses se movilizan por solidaridad. Cédric vino de Nantes con
trabajadores sin papeles.
Desde que en febrero, el gobierno publicó una circular sobre las
"condiciones de la interpelación de un extranjero en situación
irregular", él y sus camaradas
acompañan sistemáticamente a los trabajadores en sus
gestiones administrativas.
Algunas
citas a la prefectura solo tienen el objetivo de expulsar las personas sin papeles. Al igual que los militantes de la
Red Educación Sin Fronteras, Cédric y sus camaradas anticipan también
las expulsiones que
pueden ocurrir al final
del año escolar.
Una
circular del Ministerio de Interior de octubre de 2005 había
prohibido la expulsión de alumnos durante el año escolar. Esta prórroga
finalizará el 30 de junio. "Se organiza la resistencia," se
buscan “escondites” y se evitan los lugares públicos ya que se
dice que la mejor manera de proteger a estos niños es
"ocultarlos", explica Cédric.
Esta reforma provocará la desaparición de este
instrumento de integración que es la carta de residencia, y afectará
la estadía de los extranjeros enfermos.
Si este proyecto es adoptado, amarse entre franceses y
extranjeros será motivo de sospechas de ilegalidad. Querer vivir en
familia o tener hijos será casi imposible. La esperanza de
regularización será en vano gracias a la multiplicación de
condiciones de entrada y estadía en Francia. Para casarse con un
francés o francesa será necesario tener una carta de residencia casi
imposible a obtener.
El proyecto se inscribe deliberadamente en una perspectiva
utilitarista. El gobierno presenta su voluntad de saquear "las
capacidades y talentos del mundo". No será aceptado sino el
extranjero percibido como rentable a la economía francesa ; en cuanto
a los otros ni su situación personal ni familiar les permitirá la
regularización, que será casi imposible.
Este proyecto crea una nueva categoría de trabajadores
extranjeros cuya visa es
limitada por la voluntad del empleador. Además la supresión del
derecho de tener una visa de residencia para los extranjeros presentes
en Francia después de diez
años, los condena a la irregularidad perpetua. El proyecto restringirá
igualmente la entrada de los estudiantes extranjeros.
En cuanto a los extranjeros en situación regular, el
derecho a vivir en familia será una quimera: El gobierno tiene
previsto endurecer las condiciones de reagrupamiento familiar
(recursos, certificación del alcalde sobre la integración de la
familia) ; los padres extranjeros de hijos franceses deberán
justificar su paternidad y manutención.
Después de leer el nuevo proyecto de gobierno sobre la
inmigración: para obtener y conservar una autorización de residencia
("titre de sejour") los extranjeros tendrán que estar bien
integrados, bien vistos por el alcalde, en buenos términos con su
conjugue, apreciados por su patrón y disponer de un buen salario y un
gran apartamento.
Sabiendo que la reforma del derecho al asilo deberá
reducir las condiciones adquiridas del estatuto de refugiado, resulta
que todos los derechos de
los extranjeros están en peligro.
La movilización es mundial
“El proyecto político global es la regresión social,
la injusticia y la discriminación; tiene por objeto legitimar la
precariedad y crear ciudadanos (trabajadores y extranjeros) de segunda
zona. De París a Nueva York, de Roma a Madrid, la dictadura de los
accionistas, su sed desenfrenada de dividendos e intereses lanza
decenas y centenares de millares de trabajadores y jóvenes a la
calle, en el fondo de las aguas del estrecho de Gibraltar o en Río
Grande, a la desesperación y a la pobreza.
Pero de París a Nueva York, de Roma a Madrid trabajadores
immigrados, precarios, jóvenes se levantan para rechazar este mundo
sin perspectivas. Trabajadores latinos de los EE.UU, jóvenes de los
suburbios, alumnos de secundaria, estudiantes, trabajadores de París
y provincia, "precarios " (los que ganan entre 500 y 1000
euros) de Barcelona o Madrid (en España hay un 34% de precarios), jóvenes
precarios de Roma o Milán, se levantan contra la injusticia, reclaman
sus derechos, exigen de vivir y no sobrevivir. El enemigo común es la
propiedad privada de los medios de producción en la cual el poder del
capital se basa con sus instituciones (Bolsa, aparatos de
Estado...).”
http://www.carre-rouge.org/
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