"Psicosis
terrorista"
Las
extrañas "coincidencias"
IAR–Noticias,
11/08/06
Tras
el anuncio del descubrimiento de un "plan terrorista" para hacer estallar aviones en vuelo (desde Londres hacia EEUU)
las cadenas televisivas internacionales se encargaron mediante
titulares, imágenes, y coberturas en vivo de detonar la clásica (y
remanida) psicosis de "miedo al terrorismo" por todo el
planeta.
Pero
esta vez, y a diferencia del 11–S en EEUU, el 11–M en España, o
el 7–J en Londres, la materia prima de la información y de las imágenes
potenciadoras de "psicosis terrorista" no fue un
"atentado terrorista", ni siquiera una "amenaza
terrorista", sino el descubrimiento de una "trama
terrorista" que se encontraba en la última fase de un plan para
hacer explotar 10 aviones mediante explosivos líquidos portados en
bolsos de mano por los "terroristas suicidas".
O
sea, que a la psicosis desatada con el "terrorismo real" del
11–S, el 11–M, y el 7–J , le sucedió la psicosis con el
"terrorismo potencial" de la trama de suicidas que se
aprestaban a volar 10 aviones (alrededor de 4.000 personas) y cuyo
plan fue "descubierto" providencialmente antes de ser
ejecutado.
En
lo que no varió la cuestión respecto de situaciones anteriores fue
la identidad confesional de los detenidos en calidad de responsables y
participantes del "plan terrorista": la mayoría de religión
islámica, de nacionalidad paquistaní, y con "vínculos"
con Bin Laden y la Red Al Qaeda.
Así,
sin ningún comentario, sin ningún análisis, las cadenas televisivas
comenzaron a informar que en Londres se desarticuló un plan de
"terroristas islámicos" para hacer estallar aviones en
vuelo.
Y
tras el "descubrimiento", en medio de las caídas de las
bolsas, del pánico en los aeropuertos (y como siempre sucede tras un
"ataque terrorista") apareció Bush, el comandante y autor
intelectual de la "guerra contraterrorista" planetaria.
El
presidente estadounidense dijo el jueves ante los periodistas que el
complot frustrado por Gran Bretaña para hacer estallar aviones que se
dirigían a Estados Unidos es un "crudo recordatorio" de que
su país "está en guerra con fascistas islámicos".
Bush
dijo que EEUU es más seguro que antes de los ataques del 11 de
septiembre del 2001, pero que la seguridad aún no es completa y que
sería un "error creer que el país no está amenazado".
Y se da una "coincidencia": el "terrorismo islámico"
es lo que EEUU (como argumento de la invasión militar a esos países)
está combatiendo en Irak y Afganistán.
Y
se da otra "coincidencia": el "terrorismo islámico"
es lo que Israel (como argumento de la invasión militar y bombardeos
aéreos a esos países) está combatiendo en Líbano y Palestina.
Horas
antes de ser anunciado el "plan terrorista" del
"terrorismo islámico" en Londres, señalaba la agencia
estadounidense Associated Press: "La guerra en el Líbano está
creando consecuencias potencialmente peligrosas para la "guerra
contra el terrorismo".
Y
en otro párrafo agregaba AP: "El odio a Estados Unidos es más
estridente que nunca, los extremistas se multiplican y las esperanzas
de democracia en el Medio Oriente son frágiles".
Coincidencias:
EEUU va perdiendo la guerra contra el "terrorismo islámico"
en Irak y Afganistán.
Coincidencias:
Israel va perdiendo la guerra contra el "terrorismo islámico"
en Líbano y Medio Oriente.
Más
coincidencias: este jueves, aparecieron tomados de la mano
el "plan del terrorismo islámico" para hacer
estallar aviones, y la "psicosis terrorista" recreada desde
las grandes cadenas televisivas del lobby judío.
¡Cuantas
coincidencias!
El
uso de la "amenaza terrorista"
Gran
Bretaña dice que desbarató un "plan terrorista"
¿De
qué se trata?
Por
Manuel Freytas
IAR–Noticias, 11/08/06
Los
anuncios de descubrimientos de "complots" o "planes
terroristas", a los que a veces se agregan las
"amenazas" por los clásicos "videos" de Bin Laden
y Al Qaeda, forma parte del bagaje casi burocrático del mantenimiento
de la "guerra contraterrorista" lanzada como nueva lógica
de conflicto mundial tras el 11–S en EEUU.
La
policía británica informó este jueves que desbarató un complot
para hacer explotar aviones en pleno vuelo entre Reino Unido y Estados
Unidos, y había detenido a más de 15 personas.
Los
servicios de seguridad británicos elevaron el nivel de amenaza del país
a "crítico" desde "severo", el más alto de sus
cinco categorías que significa que "se espera un ataque de forma
inminente".
El
Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos también
incrementó el nivel de amenaza a severo o rojo para los vuelos
comerciales procedentes de Reino Unido dirigidos a su territorio.
"Un
importante complot terrorista para hacer explotar supuestamente
aviones en pleno vuelo ha sido desbaratado", dijo un portavoz de
la policía de Londres, añadiendo que creían que la intención era
atentar contra vuelos entre Reino Unido y Estados Unidos.
Estos
anuncios de descubrimientos de "complots" o "planes
terroristas", a los que a veces se agregan las
"amenazas", por los clásicos "videos",de Bin
Laden y Al Qaeda, forma parte del bagaje casi burocrático del
mantenimiento de la "guerra contraterrorista" lanzada como
nueva lógica de conflicto mundial tras el 11–S en EEUU.
Al
imponer la "guerra contraterrorista global" nivelada como
hipótesis de conflicto central para todas las naciones, EEUU reafirma
su propia doctrina de "seguridad nacional" y agenda de
"guerras preventivas" en todo el planeta.
En
cada una de las invasiones militares para "terminar con el
terrorismo" (Irak, Afganistán, y anteriormente, con Clinton, la
invasión a Yugoslavia) las corporaciones armamentistas, petroleras,
tecnológicas y de servicios del Complejo Militar Industrial
norteamericano, así como los megagrupos financieros y bancos de
inversión de Wall Street, abrieron "nuevos mercados" y
cosecharon millonarias ganancias con la ocupación militar.
A
nivel de control político social (tanto en países dependientes como
en las potencias centrales) la "guerra contraterrorista"
mediatizada sirve de justificación y de base argumental para la
elaboración de legislaciones represivas y de "criminalización"
de los conflictos sociales, los que son asociados con
"actividades terroristas".
Las
alertas de "máxima seguridad" (como las que ya rigen en
Europa y EEUU) así como una revitalización y profundización de los
"planes antiterroristas" (como se está haciendo en España,
Francia e Italia) dan una nueva cuota de credibilidad al escenario de
la "guerra contra el terrorismo" lanzada como la nueva
cruzada de supervivencia de la humanidad.
El
espionaje ilegal lanzado por la administración Bush tras los
atentados del 11–S en EEUU –posibilitado por la nivelación
planetaria de la "guerra contraterrorista"– ya se está
aplicando en la mayoría de los países centrales y dependientes,
principalmente en América Latina, donde los gobiernos y ejércitos
mantienen convenios y acuerdos de cooperación con el Comando Sur de
EEUU para combatir al terrorismo.
La
conformación de acuerdos militares y de "planes
contraterroristas" por parte de esos Estados, aseguran, a su vez,
que los complejos militares y la industria de la guerra (venta de
sistemas y armas para combatir el "terrorismo") sigan
funcionando a full movilizando tecnología de punta y capital
financiero con asiento en la catedral de Wall Street.
Tras
cada aparición "terrorista" se reafianza la "guerra
contraterrorista" de Bush en el planeta, y los países
capitalistas la utilizan para sus propios intereses de control
interno.
Tras
los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres (donde hoy se denuncia
el "plan terrorista frustrado") el gobierno de Blair
consolidó su propia legislación "contraterrorista" que
ahora es utilizada para la persecución y detención de inmigrantes
indeseables, entre otras cosas.
Reunido
a mediados de septiembre de 2005 en el marco de la 60 Asamblea
General, el Consejo de Seguridad de la ONU, y en un claro
aprovechamiento político del 7–J en Londres, aprobó dos
resoluciones de forma unánime haciendo un llamamiento a los Estados a
reforzar la "guerra contra el terrorismo", tal como lo
impusieron en agenda EEUU y Gran Bretaña.
De
esta manera la Cumbre, integrada por 172 países, priorizó el
"terrorismo" sobre otros temas en discusión como la ayuda
al desarrollo y el combate a la pobreza, la promoción de la
"democracia", el manejo de crisis humanitarias y de derechos
humanos.
De
esta manera, las alertas de "máxima seguridad" (como las
que ya rigen en Europa y EEUU) así como una revitalización y
profundización de los "planes antiterroristas" (como se está
haciendo en España, Francia e Italia) forman parte de la rutina, como
el "plan terrorista" que acaba de denunciar Londres.
Se
trata en definitiva de "monitoreos", globos de ensayo, para
detectar y evaluar la reacción que producirían futuros ataques
"terroristas" en la sociedad.
En
suma, cuantificar base de datos para nuevos ataques de "Al
Qaeda" que en cualquier momento, tal vez antes de las elecciones
de noviembre en EEUU, se produzcan donde el "objetivo" lo
determine.
El
"plan" y el beneficiario
Hay
un detalle a tener en cuenta: El supuesto "plan terrorista"
para volar aviones descubierto en Londres –según Scotland Yard–
tenía como blanco a los vuelos con destino a aeropuertos de EEUU.
En
EEUU –casualmente– se celebran elecciones parlamentarias en
noviembre en las cuales, según los sondeos,
los republicanos pueden perder la mayoría en ambas cámaras
parlamentarias del Congreso.
Lo
cual significaría una derrota y un desastre anunciado para el segundo
mandato de Bush que podría terminar como una versión bis del
Watergate que derrocó a Nixon.
Una
ola de "psicosis terrorista" en EEUU tres meses antes de las
elecciones de noviembre, como la que implementaron en las
presidenciales en 2004 (las amenazas de "ataque terrorista a
Nuevo York") no deja de ser una receta perfecta para que Bush y
los republicanos trepen en las encuestas y ganen los comicios.
Y
hay un dato estadístico: el 11–S en EEUU, el 11–M en España, el
7–J en Londres, tuvieron como principal beneficiario político a
Bush y a su administración.
Con
el 11–S consiguieron consenso para invadir Irak y Afganistán, con
el 11–M y su impacto recreado en EEUU Bush ganó la reelección
presidencial en el 2004, con el 7–J en Londres consiguieron renovar
y ampliar la ley Patriot, instrumento esencial de la "guerra
contraterrorista".
Bush,
como hace siempre después de cada atentado o amenaza
"terrorista", se presentó ante la prensa, y luego de
elogiar a Londres por el "descubrimiento" del plan contra
los vuelos de EEUU dijo: "este
país está mucho más seguro que antes del 11–S".
Y
una vez más queda demostrado que en el
mundo del CIA–terrorismo y de los halcones de Bush no existen la casualidades,
sino las "causalidades".
Los
dos objetivos centrales del "plan terrorista" descubierto en
Londres
IAR–Noticias,
11/08/06
Genocidio
israelí en Medio Oriente y las elecciones de noviembre en EEUU: los
dos principales ejes detonantes de la operación con el "plan
terrorista islámico" descubierto en Londres el jueves. Reaparición
del "peligro terrorista islámico, y reafianzamiento de la
"guerra contraterrorista" a nivel planetario, como telón de
fondo y eje vertebrador central de la nueva estrategia.
En
las elecciones presidenciales de noviembre de 2004, el plan de
"amenaza terrorista" se centró en los "ataques de Al
Qaeda a los centros financieros de Nueva York" que los más
importantes funcionarios de la Casa Blanca (desde Cheney para abajo) y
los jefes de la inteligencia norteamericana denunciaron públicamente
dos meses antes de los comicios.
Históricamente,
las operaciones con el "terrorismo" de Al Qaeda tuvieron
como principal beneficiario a la administración Bush, pero también
hubieron otros beneficiarios secundarios, como es el caso de los
gobiernos europeos, que se valieron de la "amenaza
terrorista" para instalar legislaciones represivas internas
encuadradas dentro de "planes contraterroristas".
En
cuanto al primer objetivo: las elecciones parlamentarias de noviembre
en EEUU, el descubrimiento de la "trama terrorista" que
planeaba hacer estallar aviones con destino a aeropuertos
estadounidenses, apuntó claramente a reinstalar la "psicosis
terrorista" en la sociedad norteamericana que aún no ha podido
superar el síndrome del 11–S. producido por
los 3.000 muertos en Washington y Nueva York.
Todos
los expertos en encuestas y en acción psicológica saben que en EEUU
la cuestión del "terrorismo" es prioritaria sobre cualquier
tema, su presencia en el tablero electoral eclipsa a cualquier otra
cuestión en debate, incluido Irak y la economía.
En
las presidenciales pasadas Kerry situó el eje de su campaña en los
costos y los muertos de la ocupación militar de Irak, y Bush en la
"guerra contraterrorista" exterior para preservar la
seguridad interior de EEUU: Ganó Bush.
Hoy,
con la popularidad y el prestigio de Bush en sus niveles más bajos,
con lluvias de denuncias en la justicia contra su administración, los
republicanos necesitan nuevamente del "terrorismo" para
remontar en los sondeos que les dan perdedores de la mayoría
parlamentaria que hoy detentan en las dos cámaras del Congreso.
Imposible
pensar la sobrevivencia del segundo mandato de Bush con los
republicanos perdiendo las legislativas de noviembre: el CIA–gate,
las denuncias de corrupción ante la justicia, las torturas, los
muertos y los costos de Irak, serían utilizados por los demócratas,
en control de los resortes parlamentarios, para impulsar la
desestabilización institucional de Bush, y quizás hasta su juicio
político.
Bush
no puede perder las elecciones, y la única forma de que no las pierda
es que, de aquí a noviembre, aparezca nuevamente a full el
"terrorismo islámico" de Al Qaeda por vía de
"amenazas", atentados reales, o "planes
terroristas" abortados como es el caso de Londres, este jueves.
En
cuanto al segundo objetivo: Medio Oriente, viene como consecuencia de
las reacciones que el genocidio militar perpetrado por Israel en Líbano
y en Gaza detonó en el mundo árabe y en la opinión pública
internacional.
La
matanza indiscriminada de civiles, la brutalidad militar exacerbada
del Estado judío protegido por EEUU, hizo estallar
los verdaderos fines de la "guerra contraterrorista"
para destruir al "extremismo islámico" que le da sustento
argumental a la invasión en Líbano y Gaza.
Como
contrapartida, la gesta de la resistencia islámica representada en
Hezbolá generó una ola de simpatía y de adhesión, no solamente en
el mundo árabe, sino también en amplios estratos de la sociedad
occidental como revelan sondeos en Europa y EEUU.
Esas
dos situaciones, elecciones en EEUU y genocidio israelí en Líbano,
fueron determinantes para el lanzamiento de la nueva ola de
"psicosis terrorista" que hoy ya se extiende nuevamente por
todo el planeta de la mano de las grandes cadenas mediáticas.
Como
objetivo central a nivel planetario la operación busca reinstalar el
"peligro terrorista islámico"
y la "guerra contraterrorista", columna vertebral de
la política exterior imperialista norteamericana desde el 11–S
hasta aquí.
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