Hungría:
Una biografía que resume la tragedia de los ex “países
socialistas”
El Gran Mentiroso, de “comunista” a multimillonario
Por
Claudio Testa
Socialismo
o Barbarie, periódico, 28/09/06
Ferenc
Gyurcsany, el cuestionado primer ministro de Hungría, además de
pasar a la historia como uno de los grandes mentirosos de la política,
también simboliza lo que sucedió en los ex “países
socialistas” o “comunistas” que, por supuesto, con el
socialismo y el comunismo tenían poco que ver. El relanzamiento en el
siglo XXI de la lucha por el legítimo socialismo exige tener en
cuenta estas trágicas lecciones.
A
fines de los 80, la crisis económica, las protestas y el descontento
social motivaron a las burocracias de los partidos comunistas de la ex
URSS y sus vasallos del Este europeo a buscar su salvación
restaurando el capitalismo. Hungría estuvo a la vanguardia de ese
proceso, adelantándose incluso a la ex Unión Soviética.
En
esos tiempos de la caída del Muro de Berlín (1989) y la disolución
de la URSS (1991), el joven Ferenc Gyurcsany era secretario de la
Juventud Comunista de Hungría. Como sucedió con infinidad de burócratas
estalinistas, la transición al capitalismo fue también para este
joven avispado la oportunidad de convertirse en millonario.
Valiéndose
de su posición en la burocracia y el estado, Gyurcsany llegó a ser
finalmente uno de los hombres más ricos de Hungría, mediante
especulaciones inmobiliarias, y la “reconversión” y privatización
de empresas estatales oportunamente “fundidas”; historias de las
que sabemos mucho en Argentina.
Pero,
quizás por su tradición como cuadro político de la burocracia, el
joven multimillonario no se retiró a la vida privada. Encabezando una
legión de burócratas, condujo la reconversión del antiguo partido
comunista, que fue rebautizado como “Partido Socialista” y se
integró a la socialdemocracia de Europa occidental, no menos burguesa
y corrupta que sus nuevos pares del Este.
Al
igual que sus colegas de los otros ex “partidos comunistas” del
Este reciclados con la etiqueta de “socialdemócratas”, los
“socialistas” húngaros fueron fervientes defensores de la
integración a la Unión Europea bajo las condiciones más leoninas.
Ahora,
ante el desastre económico-social, Gyurcsany y su “Partido
Socialista” dan como salida un “plan de austeridad”. Éste va a
hundir a los trabajadores magyares en el desempleo y la miseria...
pero va a aumentar las superganancias de las corporaciones de la UE en
Hungría y de los millonarios nativos como Gyurcsany.
En
política exterior, estos ex “comunistas” apoyaron
incondicionalmente a Bush en Afganistán e Iraq. Los gobiernos en que
participaron fueron los primeros en enviar tropas para las aventuras
guerreras de EEUU en Medio Oriente. Por eso, tiempo atrás,
Condoleezza Rice alabó a esa “nueva Europa”, que contrasta con la
“vieja Europa” occidental, decadente y cobarde, que regatea su
cuota de sangre en las cruzadas coloniales de Washington.
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