Hungría

 

El primer ministro húngaro gana la cuestión de confianza pero con 50.000 manifestantes a las puertas del Parlamento que exigieron su dimisión

Tensión en Budapest

Associated Press, 06/10/06

Budapest.– El primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany, ha ganado la cuestión de confianza que promovió después de admitir haber mentido a los ciudadanos sobre la situación económica real del país y tener que enfrentarse a numerosas protestas. Mientras, alrededor de 50.000 manifestantes se han congregado a media tarde en los alrededores del Parlamento de Budapest para exigir de nuevo la dimisión del mandatario.

La coalición del primer ministro, que solo necesitaba 193 votos a favor para aprobar la cuestión de confianza y ha obtenido 207, sufrió un fuerte retroceso electoral en las elecciones municipales del pasado domingo.

Debido a este fracaso, Gyurcsany alentó la moción de confianza del Parlamento para obtener así el respaldo político a su plan de medidas reformadoras y transformación del ineficiente sector público del país.

Disculpas

Antes de conocer el resultado, Gyurcsany se ha disculpado por no haberse enfrentado a la realidad económica del país y haber acometido reformas antes de las elecciones generales del pasado abril. En este sentido, ha admitido que tanto él como su Gobierno no fueron lo suficientemente valientes como para hacer frente a las políticas insostenibles del Ejecutivo hasta el momento.

Sin embargo, Gyurcsany ha subrayado que no intentó engañar deliberadamente al país y ha rechazado haber falsificado datos.

Así, ha reconocido que las mentiras a las que se refirió el pasado mayo se referían a la política económica que puso en marcha el Gobierno desde el 2001, y que llevaron a una falsa imagen de seguridad y crearon ilusiones sobre la también falsa estabilidad del país.


El primer ministro húngaro obtiene el voto de confianza del Parlamento

Agencia EFE, 06/10/06

Budapest. (EFE).– El primer ministro húngaro, el socialista Ferenc Gyurcsany, fue ratificado hoy en su puesto por el Parlamento magiar, al recibir el respaldo de 207 diputados de la Cámara de 386 escaños en el voto de confianza al se sometió el Ejecutivo.

Gyurcsany, que recibió el respaldo de los gubernamentales Partido Socialista (MSZP) y la Alianza de Demócratas Libres (SZDSZ), anunció el lunes que se sometería a un voto de confianza en el Legislativo tras la abrumadora victoria de la oposición conservadora en las elecciones municipales del pasado domingo.

En la votación los partidos de la oposición, el Fidesz, el Foro Democrático y el Partido Demócrata Cristiano emitieron 165 votos en contra, mientras que 14 diputados no estuvieron presentes en la sesión.

El jefe del Gobierno, en su discurso a la Cámara antes de la votación, pidió perdón por no haber hablado sobre la situación real de la economía del país y admitió su propia responsabilidad.

"Evitamos el enfrentamiento, fuimos poco valientes e intentamos evitar las respuestas más directas y simples. Si hay algo por lo que tenemos pedir perdón, es por eso", dijo.

"¿Debemos excusarnos? Sí. ¿Por qué? Porque tardamos en afrontar la situación y seguimos una política económica insostenible, porque nos engañamos y engañamos a los electores también, haciéndoles creer que los problemas se resolverían por sí solos", manifestó Gyurcsany ante la Cámara.

También añadió que su discurso ante la cúpula del Partido Socialista (MSZP), filtrado a una emisora radio, lleno de exabruptos y blasfemias, pudo herir a muchos, y reiteró sus disculpas por "el estilo crudo y exaltado".

Gyurcsany subrayó que su discurso se convirtió en un pretexto para "los ataques de la oposición contra el orden constitucional, lo que es lamentable", aludiendo a que el mayor partido de la oposición conservadora, el Fidesz convocó manifestaciones desde hoy para exigir la dimisión del gobierno.

"La oposición chantajea en la calle", en lugar de aceptar los resultados de las elecciones legislativas de 2006, afirmó el primer ministro, aludiendo al Fidesz.

El jefe del Gobierno húngaro también dijo que a raíz de las experiencias de las últimas semanas cambiará la política del ejecutivo, pues "en vez de los radicalismos, ahora se necesita el autocontrol".

Tibor Navrasics, presidente del grupo parlamentario del Fidesz, subrayó que en los pasados comicios generales "los ciudadanos no contaban con las informaciones necesarias para poder elegir", ya que como había admitido Gyurcsany en su discurso, el gobierno mintió sobre la situación del país.

Navrasics dijo que el primer ministro nunca asumió la responsabilidad por haber mentido y por su discurso, agregando que "la responsabilidad política es un asunto moral".

El pasado 17 de septiembre se filtró un grabación en la que Gyurcsany aseguraba ante la dirección del gobernante Partido Socialista el 26 de mayo que "mentimos durante un año y medio" sobre la situación económica del país. "Lo hicimos todo en secreto para que no se publicara nada antes de las elecciones", admitió Gyurcsany en la grabación, llena de palabras malsonantes.

Tras la filtración se iniciaron las manifestaciones delante del Parlamento magiar, pidiendo la dimisión de Gyurcsany y su gobierno, que estuvieron acompañadas de actos violentos en los primeros días.