Entrevista a ETA
"Estamos
dispuestos a asumir compromisos firmes en un escenario sin
violencia"
Por Josu Juaristi
Gara, 08/04/07
En las últimas
semanas se ha hablado mucho de las intenciones de ETA. El comunicado
del 10 de enero era el objeto de valoración y debate más reciente
hasta el día de hoy. En esta entrevista realizada por GARA, ETA
detalla sus reflexiones, objetivos y compromisos. Está realizada en
euskara, pero por su valor periodístico se ofrece también la
traducción íntegra al castellano.
Se habla mucho de la oportunidad que
existe para superar el conflicto en Euskal Herria. Pero, ¿cuál es la
fotografía que hace ETA del país?
Es conocido que nuestro objetivo es una
Euskal Herria libre y socialista y que luchamos para lograrlo. Hoy,
podemos decir que vemos más cerca que hace unos años un Estado
independiente, aunque aún habrá que trabajar y luchar mucho. Por
otra parte, vemos un pueblo que construirá en libertad su futuro, que
recorre su camino hacia la independencia. Sin embargo, quienes
dividieron Euskal Herria, y sus sucesores, han llevado a cabo un
enorme trabajo para destruir la identidad de nuestro pueblo. Los
valores del capitalismo están muy vivos en el devenir diario. Y, en
nuestra opinión, los actuales gestores de esa Euskal Herria dividida
son los principales responsables de esa situación.
¿Cuáles son los principales
problemas que detectan?
Las principales necesidades de nuestro
pueblo son las que los gestores de las actuales instituciones y los
caciques que gobiernan en Euskal Herria no quieren resolver.
¿Cómo no se dan cuenta de los serios
problemas estructurales que hay en Euskal Herria? Por ejemplo, el de
la oficialidad del euskara; estando su futuro en manos de personajes
como Sanz o de Lasserre, nuestra lengua está condenada a morir. Basta
con repasar las encuestas sociolingüísticas en los siete territorios
para hacerse cargo del oscuro futuro del euskara. Y, ante esa situación,
en el mejor de los casos se limitan a poner falsos instrumentos para
tranquilizar o desactivar a la sociedad. Ese no es el camino.
¿Y los trabajadores vascos? Su situación
es inaceptable. Condiciones de trabajo, precariedad absoluta... Por
ejemplo, en Euskal Herria los accidentes y muertes de trabajadores se
han convertido en el pan de cada día. En ese sentido, los poderes públicos
y los empresarios vascos tienen una responsabilidad que no pueden
ocultar. Mientras la patronal condena a muerte a los trabajadores, los
caciques políticos del PNV sólo piensan en cómo ocultar sus bienes
a los ciudadanos. Situando en la centralidad política sus largas
listas de casas de verano, invierno y vacaciones. Mientras tanto,
hacen oídos sordos a las reivindicaciones y llamamientos de todos los
sindicatos, ¿y así hasta cuándo? ¡Euskadi Ta Askatasuna pregunta
qué harán para acabar con esa opresión!
Por otra parte, está la grave situación
de Lapurdi, Zuberoa y Baxe Nafarroa. Ipar Euskal Herria no cuenta con
una estructura institucional propia. Así, en beneficio de París, el
proyecto 2x2, el Tren de Alta Velocidad u otros proyectos gigantescos
similares son el futuro que nos dibujan. Pero el problema básico no
es que esos proyectos no sean convenientes a nuestro entender para
Euskal Herria, no, no es ésa la principal cuestión, el problema es
ver cómo lo están haciendo. Sin ninguna vergüenza, están
imponiendo a nuestro pueblo proyectos que condicionan el futuro de
Euskal Herria. Esos que se llenan la boca con palabras como democracia
o participación ocultan a la sociedad qué quieren hacer y por qué
quieren hacerlo.
Las actuales instituciones actúan
dando la espalda a los problemas de los ciudadanos. Los ciudadanos sólo
pueden recibir información de esos proyectos gracias a las
plataformas populares, porque los ideólogos de esos proyectos también
los ocultan. Tal y como hicieron con la Central de Boroa y el pantano
de Itoiz. También toda esa destrucción se realiza contra la voluntad
de los ciudadanos.
Son situaciones originadas por la
opresión, negación y partición de Euskal Herria. Hoy, nuestro
pueblo no cuenta aún con los instrumentos de poder y soberanía
necesarios para construir y organizar su futuro. En cambio, quienes
gestionan las actuales instituciones, trabajan a diario para convertir
en definitiva la situación de negación y partición de Euskal Herria.
Sólo queremos decirles una cosa. ¡Que abandonen esa política de
imposición y pongan en manos de los ciudadanos todos los mecanismos
democráticos, para que entre todos construyamos el futuro de nuestro
pueblo!
En torno al proceso, sobre el
bloqueo y llamamiento a la sociedad vasca
Se habla mucho sobre el proceso... pero, ¿cuál es la razón
que les lleva a sostener o a poner en marcha un proceso ahora? ¿Por
qué dice ETA que se dan las condiciones para llevar a cabo un
proceso?
Han transcurrido dos años desde que
tuvieron lugar varios acontecimientos en el Estado español. A partir
de ahí se fijó un nuevo inicio.
Para empezar, los ataques armados del
11-M en Madrid acabaron con ocho años de gobierno de Aznar y el PSOE
llegó al poder. Eso provoca un cierto cambio y, siguiendo con la
lectura que hacíamos entonces, al analizar cómo afectaría ese
cambio al conflicto que padece Euskal Herria, preveíamos que iría en
función de la voluntad de los nuevos líderes del PSOE. Este fue uno
de los factores.
Por otra parte, las declaraciones del
PSOE y el «talante» de Zapatero reflejaban voluntad para cambiar. Así,
ETA entiende que hay intención de poner en marcha un segundo proceso
de reforma en el Estado español. Podíamos interpretar que esa
reforma traerá la resolución definitiva del conflicto entre Euskal
Herria y el Estado español.
Y, por supuesto, porque había un
compromiso por ambas partes de que se daría una distensión, como
requiere cualquier proceso de resolución. No entraremos en detalles,
pero nos referimos a eso cuando decimos que el Estado español no ha
cumplido sus compromisos de alto el fuego.
Pero hemos escuchado muchas cosas en
torno a las conversaciones entre ETA y el Estado español. ¿Qué
opinan de todas esas filtraciones?
Nosotros hemos reiterado nuestra firme
voluntad. Hemos valorado y manifestado permanentemente que la solución
del conflicto llegará por medio del diálogo y la negociación.
¿En qué situación está el
proceso en opinión de ETA?
¡En marcha! Pero, ¿qué entendemos
por proceso? En primer lugar nos gustaría responder a esta cuestión.
En Euskal Herria hay quien tiende a desvirtuar algunos términos,
especialmente los políticos que no tienen voluntad de cambiar las
cosas. Proceso igual sólo a paz, proceso igual a la desaparición de
ETA... muchos han tratado de hacernos escuchar o creer eso. Pero se
equivocan.
Tal y como manifestamos en marzo de
2006 (y reiteramos posteriormente), para nosotros el proceso consiste
en construir un marco democrático para Euskal Herria y en dar la
palabra y la decisión sobre su futuro a los ciudadanos vascos. Es
decir, lo que cada agente ofrecemos y aportamos para ello. Nosotros
tenemos claro que hemos puesto, y que estamos dispuestos a poner, toda
nuestra voluntad y una serie de iniciativas, ¿están dispuestos el
Gobierno español y los principales agentes políticos de Euskal
Herria para recorrer ese camino?
Hoy no tenemos motivos para ser
optimistas, pero reafirmamos esos objetivos. Y confirmamos la firme
voluntad de ETA de dar pasos que alimenten y blinden ese proceso. Los
compromisos de ETA son firmes, pero que nadie se engañe, nuestro
compromiso es con un proceso que dé una salida democrática verdadera
al conflicto.
¿Significa eso que en este momento
está bloqueado?
Sí, el proceso continúa en una
situación de bloqueo, ¡porque el Gobierno español no ha escuchado
lo que le dice el pueblo! Porque el Gobierno español no ha actuado
con madurez ante el gesto de ETA.
La situación de bloqueo se agrava si
se niegan a profundizar en la negociación y a dar pasos. Es muy
simple, ¿verdad? En ese sentido, el Gobierno español tendrá que
decidir si cierra la puerta a un proceso de resolución del conflicto
o si apuesta por dar una salida política a un largo conflicto.
Se está extendiendo una convicción:
ahora sí, si hay proceso tendrá que ser sobre unas bases más firmes
y una nueva dinámica, porque con la actitud demostrada hasta ahora
por el Gobierno español y por agentes como el PSOE y el PNV no se
puede construir un proceso serio. Hay que cambiar esas actitudes.
Es momento de actuar con
responsabilidad política. No es tiempo de incurrir en ingenuidades.
Lo estamos diciendo una y otra vez. La sociedad vasca sabe
perfectamente que las llaves para resolver el conflicto son la
territorialidad y el derecho a decidir. El debate político está
situado en esos parámetros, así que hay que abordarlo.
Insistir ahora en las peticiones de
condena o en debates sobre el derecho a defenderse de este pueblo es
eludir el verdadero debate. No tiene otra intención.
¿Y qué es lo que ETA pide a lo
agentes sociales para que se desbloquee esta situación?
Queremos dirigir nuestro primer
llamamiento a todos los ciudadanos, para que se levanten ante los
ataques que sufre nuestro pueblo y para que insten a los partidos políticos
a que actúen con la responsabilidad que les corresponde. A fin de
cuentas, el principal activo para la resolución del conflicto son los
ciudadanos vascos, y a los partidos les toca encauzar la voluntad
popular y trabajar para que el derecho de decidir de los ciudadanos
vascos quede garantizado.
Queremos dirigir nuestro segundo
emplazamiento a los medios de comunicación. Para que no echen más leña
al fuego del conflicto, para que dejen de dar cobertura a salidas
policiales y apoyen una verdadera solución democrática y negociada.
Y, por último, queremos expresar
nuestra admiración a todas las personas que trabajan a diario a favor
de un cambio de modelo para este pueblo: a todos los ciudadanos,
asociaciones de barrio, universidades, escuelas, centros de trabajo y
mo- vimientos populares.
Sobre el atentado de BARAJAS y el
concepto de alto el fuego permanente
Afirman que el proceso, en general, avanza. ¿Es entonces el
proceso de negociación lo que está bloqueado? ¿Por qué decidieron
llevar a cabo el atentado de Barajas?
Barajas fue una acción armada de
respuesta a los ataques permanentes del Gobierno español. ETA
manifestó en agosto que si seguían los ataques contra Euskal Herria
respondería, y así lo hicimos el 30 de diciembre. Por medio de esa
acción, ETA dio una respuesta directa a la actitud mantenida por el
Gobierno español durante ocho meses. Hasta aquel momento, y aún hoy,
el Gobierno español no ha respetado sus compromisos de alto el fuego
y tampoco ha mostrado una intención clara de cumplir esos
compromisos.
Con la acción de Barajas ETA intenta
reconducir el proceso, y envía un mensaje claro al Gobierno español,
para que reflexione: que es necesario respetar los compromisos para
que pueda desarrollarse un proceso de resolución del conflicto, que
debe desactivar la maquinaria represiva que mantiene contra Euskal
Herria, y que debe dar pasos firmes a favor de un proceso que respete
los derechos de Euskal Herria.
En este sentido, con esa acción ETA no
ha roto nada, nuestra intención ha sido la de influir para que el
proceso avance con bases más sólidas.
Muchos han dicho que ETA, con esa acción,
ha roto un código no escrito, porque la llevó a cabo sin avisar que
iba a romper el alto el fuego. Que, de cara al futuro, el concepto
mismo de alto el fuego ha perdido valor, porque ha perdido
credibilidad...
No en nuestra opinión. No hemos
perdido un ápice de credibilidad. Todo el mundo sabe que lo que da
credibilidad en un proceso de negociación es respetar y cumplir los
acuerdos alcanzados en la mesa de negociación. Lo que da credibilidad
es dar pasos que sean coherentes con un proceso de resolución del
conflicto, dar pasos firmes que alimenten el proceso. La principal
garantía del proceso es cumplir los compromisos alcanzados en la mesa
de negociación y dar pasos acordes a ello.
Con el transcurso de los meses, la
credibilidad del Gobierno español se ha ido desmoronando. El PSOE ha
ido perdiendo la poca credibilidad que podía tener ante la ciudadanía
vasca. Con su práctica política ha ido perdiendo la legitimidad que
podía tener de cara a desarrollar un proceso de resolución ante
Euskal Herria.
ETA puede confirmar que ha cumplido
todos sus compromisos durante estos meses. El Gobierno español no
puede decir lo mismo. En ese sentido, nosotros entendemos cualquier
alto el fuego desde un punto de vista bilateral. No hay alto el fuego
unilateral. No se puede construir un proceso de paz sólo con los
pasos y la voluntad de una parte, es imprescindible que los
compromisos sean bilaterales.
Es más, repetiremos una ecuación que
cualquiera puede entender: que no ataquen a Euskal Herria, que no
creen medidas criminales contra los Presos Políticos Vascos, como por
ejemplo la doctrina Parot. Que no impongan juicios y castigos contra
los ciudadanos vascos, como son los casos de Iñaki De Juana, del
juicio contra la juventud vasca e infinidad de ejemplos que podríamos
poner para describir el estado de excepción que sufre nuestro pueblo.
Que desaparezca todo esto y ETA no tendrá necesidad de responder.
Desde muchos ámbitos se les ha instado
a mantener los compromisos del 24 de marzo. ¿Qué responden a esto?
ETA confirma hoy todos los compromisos
del 24 de marzo. Es más, si desaparecen los ataques contra Euskal
Herria, en ese contexto tenemos la disposición absoluta de tomar
compromisos firmes con un escenario de ausencia de violencia,
desactivando incluso la opción de respuestas puntuales en una situación
de alto el fuego.
Sobre el futuro, el margen de
Zapatero y la actitud del PSOE y del PNV
En Madrid especialmente (pero también algunas voces en Euskal
Herria), dicen que el Gobierno de Zapatero se ha quedado sin margen. Y
aluden a la enorme ofensiva del PP. ¿Qué opina ETA sobre esta cuestión?
El Gobierno de Zapatero, si quiere,
tiene todo el margen del mundo. Aun más, margen y capacidad. La
cuestión, sin embargo, es si tiene voluntad y decisión política
para dar una salida democrática al conflicto. Que no desvíen el
debate.
Pero hasta ahora han dibujado el camino
contrario, y eso ha restado margen no al Gobierno español, sino al
desarrollo del proceso. Si no se dan pasos valientes para alimentar el
proceso, si el proceso no se llena de contenido político, se le
cierran espacios, y ésa es la situación que se ha creado, porque el
Gobierno español lo ha llevado ahí. Han colocado como límite la
Constitución española.
En 1978 se impuso una situación
concreta a este pueblo. La izquierda abertzale adoptó la opción de
luchar contra ese marco político impuesto, y por medio de la lucha
hemos logrado traer a nuestro pueblo hasta este día y este momento
aun en medio de una situación de opresión. Hemos llegado aquí por
medio de la resistencia. Ahora todos aceptan que hay que dar una
salida política y negociada al conflicto, y que esa salida política
debe traer un cambio del marco político impuesto. La necesidad de
construir un marco nuevo y democrático es una idea ya asumida.
Es más, aunque se mantienen las
resistencias de los inmovilistas a reconocer los derechos de Euskal
Herria, el debate entre los partidos políticos está situado en ese
terreno. Eso es positivo, porque hemos logrado abrir ese escenario, el
escenario del cambio político, y el debate sobre el marco jurídico-político
que necesita Euskal Herria.
Habiendo llegado a esa situación, los
sectores populares no van a aceptar ningún proceso que mantenga los
mismos límites de la Constitución rechazada en 1978. Eso supondría
perpetrar un fraude a 30 años de lucha y cerrar las puertas al futuro
de Euskal Herria. El proceso debe retirar esos límites políticos y
plasmar el cambio político. Debe servir para pasar de una situación
antidemocrática a otra democrática.
Ahora viven un conflicto de Estado. Y
tendrán que enfrentarse a ello. Deberán realizar la transición que
no han hecho en todos estos años.
El PSOE y el resto de partidos que se
consideran a sí mismos progresistas tienen una responsabilidad
especial en la democratización del Estado español, y no sólo
responsabilidad, sino necesidad y obligación. Esa es la principal
asignatura pendiente del Estado español. Y eso pasa por dar una
salida política, democrática y negociada al conflicto que mantienen
con Euskal Herria. Está en manos del Gobierno español.
Pero muchos afirman que sí hay
opciones... que las condiciones para solucionar el conflicto están
dadas.
Perfecto, ¿y qué dicen acerca de los
ataques permanentes que dirigen contra Euskal Herria y, en general,
contra los ciudadanos? ¿Y sobre la salvaje actuación de la Policía
Autonómica española en las manifestaciones? ¿Sobre las detenciones,
torturas y demás? Nosotros nunca hemos ocultado nada. Hemos expresado
claramente, tanto al conjunto de la sociedad vasca como al Gobierno
español, dónde están las claves para solucionar el conflicto.
¿Puede alguien pensar que podemos dar
pasos para resolver el conflicto manteniendo a una opción política
en la ilegalidad? No, ¿verdad? Por supuesto que no. ¿Y con la
vergonzosa actuación del PNV con ETA en alto el fuego durante un año?
¿Enviando a la Ertzaintza a la caza del ciudadano vasco como si
fueran perros rabiosos? Este pueblo ni merece ni necesita una policía
así. Será necesario abordar ese debate. Pedimos a los responsables
de esa salvaje represión que asuman su propia responsabilidad. Esta
no es la aportación que debe hacerse al proceso.
Y nos hablan sin mucha vergüenza de la
irreversibilidad del proceso. ¡Incluso lo exigen! Para hacerlo
irreversible hay que actuar con mucha responsabilidad, es preciso
tomar decisiones políticas valientes y profundas.
¿Y no se están dando pasos, como
la decisión del Gobierno español sobre Iñaki de Juana?
Lo que han hecho con Iñaki y, en
general, lo que están haciendo con los presos políticos vascos puede
resumirse en una palabra: chantaje. Como hemos dicho antes, el
Gobierno español ha entendido mal el proceso. Su objetivo ha sido
empujar a ETA a una negociación técnica y las cosas le han salido
mal. Ha querido utilizar a los presos como moneda de cambio en la
negociación con ETA. Así interpretamos las sentencias contra Iñaki,
la creación de la doctrina Parot y tantas medidas de excepción.
Pero la lucha popular ha conseguido
traer a Iñaki a Euskal Herria. Y la lucha de todos logrará cambiar
su política hacia el Colectivo de Presos.
En cambio, por parte del Gobierno se ha
tratado de un gesto que se han visto obligados a hacer ante una
situación creada por ellos mismos. Un gesto que ha llegado tarde. E
insistimos, un gesto que se han visto obligados a realizar. No debemos
olvidar (aunque lo estén ocultando) que han condenado a Iñaki por
escribir dos artículos de prensa, ¿y cómo? El ex ministro de
Justicia español dijo bien claro que construirían pruebas para que Iñaki
fuese condenado. Y sabemos bien que contra los luchadores vascos vale
todo. Que se inventan pruebas en las comisarías o en la Audiencia
Nacional española. Y así es. Esas medidas se enmarcan en una situación
represiva de excepción impuesta al Colectivo. Así que, ¿dónde está
el gesto? Ahora llaman gesto a la necesidad de hacer algo provocado
por una decisión tomada con anterioridad.
¿Y qué opinan del nuevo ministro
de Justicia español?
Nosotros no entramos a juzgar a una
persona. Pero sí a juzgar las actuaciones propias de su
responsabilidad. Y lo cierto es que las últimas declaraciones nos han
dejado de piedra. El actual ministro parece cortado por el mismo patrón.
Ya se verá. Pero insistir en la ilegalización de Batasuna,
empecinarse en la persecución político-judicial contra la izquierda
abertzale de cara a las elecciones no es un buen síntoma. Su actuación
se sitúa en una estrategia de Estado y así interpretaremos todas sus
iniciativas.
En Anoeta se destacaron dos carriles:
uno que correspondía a partidos y agentes; y otro entre el Gobierno
español y ETA. ¿ETA ha querido inmiscuirse en el «otro» carril?
(algunos, como el PSOE o el PNV, han manifestado que ETA ha
obstaculizado el acuerdo político).
Por supuesto que no. ETA no quiere
entrar en responsabilidades que no le competen. El PSOE y el PNV
utilizan como excusa esa acusación. Con la intención, a fin de
cuentas, de eludir el debate sobre los contenidos políticos que deben
clarificarse en el proceso. Es decir, para no responder a las claves
políticas que nos llevarán a la solución. Pero lo propuesto en
Anoeta es un esquema negociador que el pueblo ha asumido ya como
propio, ese debate está ya superado.
Cuando se acusa a ETA de inmiscuirse,
deberíamos acudir a la memoria histórica. No debemos olvidar que el
actual marco político es resultado de un proceso de transición
impuesto a Euskal Herria. ¿Y cómo? Con la implicación del Ejército
español, y con la complaciente aceptación y apoyo de quienes
formaron el bloque de la reforma.
Mantienen ese marco antidemocrático
impuesto por la fuerza con el tutelaje de la Guardia Civil y de la
legalidad española. La opresión política, la económica, la
cultural y la militar de Euskal Herria persisten. ¡Eso es el
`tutelaje'!
¿Y cómo llevar al PSOE a asumir
ese contenido político? En apariencia, el PSOE prefiere hablar sólo
de proceso de paz (primero la paz y luego ya veremos, o algo
parecido).
Hasta ahora, el PSOE y el PNV han
eludido ese debate, y para ello han utilizado todos sus medios. Han
usado sus instrumentos represivos para debilitar la posición de la
izquierda abertzale de cara al acuerdo político, han obstaculizado la
negociación política y han estado ofreciendo salidas falsas a la
izquierda abertzale.
Es esa visión y esa actuación la que
ha llevado al proceso a la situación actual de bloqueo, porque están
desvirtuando el sentido del proceso escondiendo el contenido político.
Ese es el punto de vista que hay que superar, porque hemos visto que
esa dinámica no hace sino alimentar el enfrentamiento. Y abordar ese
contenido político debe permitir abrir una nueva dinámica, hacer
posible un proceso de resolución del conflicto. Por ejemplo, sería
significativo preguntarnos dónde están los socialistas vascos.
Se han referido al PNV. ¿Cómo
valoran las reacciones suscitadas en el seno de este partido por la
alusión en el último comunicado al «PNV de Imaz»?
Nosotros vemos que el PNV comparte la
estrategia del Gobierno español. Imaz o Urkullu a veces han asumido
la función de portavoces de los mensajes de La Moncloa, haciendo
labor de vanguardia cuando ha sido necesario. Pero también somos
conscientes de que dentro del PNV hay actitudes diferentes. Están
quedando de manifiesto y eso es bueno para Euskal Herria.
Por eso decimos que el PNV de Imaz,
también de cara a la negociación política, ha actuado con la misma
estrategia de intentar realizar un nuevo fraude a Euskal Herria. Otro
tanto en cuanto a la estrategia represiva, el PNV ha puesto a la Policía
Autonómica española al servicio de la estrategia marcada por el
Gobierno español. El PSOE y el PNV, cada uno según su función, han
actuado con idéntica estrategia y posición política a lo largo del
proceso. En los despachos de Ferraz y Sabin Etxea escriben una única
estrategia, Rubalcaba en un lado e Imaz en el otro.
Tras esa unidad hay intereses muy
grandes, los intereses económicos del PSOE y del PNV, proyectos económicos
gigantescos que unen a ambos. Basta con ver cómo llegan a acuerdos en
proyectos como el del TAV, impuesto y destructivo, o cómo se dan
apoyo mutuamente en los presupuestos de Vascongadas y del Estado español.
Entre medio hay mucha corrupción, lo conocemos bien. Detrás están
sus coincidencias en torno al modelo de Estado español.
Es ciertamente vergonzosa, por otra
parte, la polémica abierta en el seno del PNV en la disputa por las
Juntas Generales. Pero la cuestión no radica ahí. ¿Quién no se ha
preguntado cómo es posible tener tanto dinero y bienes? ¿De dónde?
¿Cómo? Muchas preguntas y pocas respuestas. Huele a podrido en el
PNV. Han recogido los frutos de muchos años de gestión, sobre todo
para llenarse los bolsillos. Siguen realizando una política repleta
de corrupción, dando la espalda a las necesidades de Euskal Herria y
a los intereses de los ciudadanos, sin desarrollar ninguna política
po- pular.
Sobre el acuerdo político y la
propuesta de la izquierda abertzale
¿Pero tendrá algo que decir ETA sobre el acuerdo político
que se quiere alcanzar?
No, si ese diálogo político se da en
condiciones democráticas. No, si no se ponen límites a ninguna opción
política. No, si se dan las condiciones para que todos los ciudadanos
podamos desarrollar en igualdad de condiciones la defensa y lucha de
nuestro proyecto político. Pero hoy no ocurre así.
Lo que nosotros vemos es que para
participar en esos diálogos políticos se ponen límites a Batasuna,
que se niega a la izquierda abertzale el poder participar en igualdad
de oportunidades en las negociaciones políticas. La mantienen en
situación de ilegalización, a lo largo del proceso han sido
permanentes los ataques contra su actividad, acabamos de ver el
espionaje político contra su equipo negociador. ¿Qué condiciones
son ésas para llevar a cabo una negociación política?
Es el PSOE quien sustenta esa situación
y el PNV quien la acepta. El PSOE y el PNV ponen condiciones al diálogo
por una parte (pidiendo condenas y otras cosas), y complementan esas
peticiones con los ataques de la ilegalización.
Decimos claramente que el marco jurídico-político
futuro de Euskal Herria debe ser acordado entre los agentes sociales,
políticos, sindicales. Para ello creemos que debe construirse un
acuerdo político. Les animamos a que lo hagan. No entendemos por qué,
tras tantos meses, aún no han alcanzado ese acuerdo político.
Precisamente cuando es ése uno de los factores principales que puede
desbloquear el proceso. Y lo decimos con toda claridad: el pro- ceso
está bloqueado, sobre todo porque entre los partidos no han alcanzado
un acuerdo político, porque el PSOE y el PNV ponen obstáculos a ese
acuerdo.
¿Cómo valoran la propuesta
presentada por la Comisión Negociadora de la Izquierda Abertzale? ¿Puede
esa propuesta desatar los actuales nudos? ¿Tiene recorrido, en su
opinión?
Sí, sería un paso hacia el
desbloqueo. La entendemos como una propuesta para la negociación política
y para el acuerdo político que debe posibilitar la resolución del
conflicto. No es el proyecto que nosotros queremos para Euskal Herria,
pero sí una propuesta para superar el conflicto. Desde ese punto de
vista, creemos que es positiva: es un mínimo, pero abre el debate
sobre el contenido que necesita ese acuerdo político.
Consideramos que la propuesta realizada
por Batasuna aporta concreción, y pensamos que el resto de agentes
debería realizar un esfuerzo similar, para que, a través de la
negociación, sea posible ese acuerdo político.
Batasuna ha ofrecido una alternativa al
conjunto de Euskal Herria, al pueblo. Al Estado francés reclamándole
claramente una autonomía, y al Estado español pidiéndole que ponga
los medios para superar la partición entre Nafarroa y Vascongadas y
construir un marco único. Este es, en nuestra opinión, un elemento
importante para superar el conflicto. Por eso vemos con buenos ojos la
propuesta.
Pero Batasuna está denunciando
permanentemente que ni el PSOE ni el PNV han respondido a la propuesta
ni han marcado su posición...
Esa es la realidad. Ya hemos dicho que
el bloqueo persiste porque el PSOE y el PNV mantienen una actitud de
rechazo ante la posibilidad de lograr el acuerdo político. Mantener
una actitud de rechazo ante el acuerdo político, al final, es
responder con la negación al cambio político que necesita Euskal
Herria y a la necesidad de crear un marco democrático. Y un proceso
de resolución del conflicto no puede construirse desde la negación.
Sobre la actitud del estado francés
y la propuesta de autonomía
En relación al proceso, ¿qué es exactamente lo que se le
pide al Gobierno francés?
Euskal Herria, sin ningún
reconocimiento político, sin instrumentos y poder institucional y
permanentemente atacado, está condenada hoy a una muerte lenta. Ante
esa situación, entendemos que la reivindicación de un marco autonómico
para Euskal Herria, para garantizar su supervivencia en las bases que
nos convierten en pueblo, es la reivindicación de un marco básico,
para contar con los instrumentos de gobierno necesarios para poder
vivir. Esto es lo que el pueblo pide al Estado francés.
Pedimos el reconocimiento y respeto de
Euskal Herria. Solicitamos que acaben los violentos ataques contra
nuestro pueblo. Pedimos que abandonen la colonización de nuestro
pueblo.
¿Y cómo conseguiremos todo eso?
Aglutinando a los sectores favorables a Euskal Herria alrededor de esa
petición, activando la movilización y la lucha. Así lograremos
arrastrar al Estado francés a que respete los derechos de Euskal
Herria.
La propuesta que se ha socializado debe
servir para abrir un nuevo ciclo. Esta lectura marca la apertura de
una nueva fase en el camino hacia el reconocimiento de los derechos de
Euskal Herria. Nosotros lo entendemos como una fase de lucha, una fase
de lucha para proclamar las revindicaciones de los ciudadanos vascos
ante el Estado francés.
Pero esa propuesta de autonomía no
es nueva.
No, no lo es. Parece que hoy ha surgido
la necesidad de poner sobre la mesa esa alternativa. Consideramos que,
partiendo de la situación de los siete territorios de Euskal Herria,
se presenta una propuesta para el conjunto del país. Eso es, a
nuestro entender, lo que la izquierda abertzale acaba de presentar a
la sociedad. Y, con toda humildad, decimos que nos hemos alegrado
mucho. Porque las ganas y la necesidad de vivir de este pueblo también
se demuestra en estas propuestas.
Es una reivindicación histórica en
Euskal Herria. Lo más importante es hacer ver a la quinta potencia
mundial que Euskal Herria debe vivir. Superando antiguas polémicas,
se ha presentado a los ciudadanos de tres territorios de Euskal Herria
una alternativa que permitirá el desarrollo de Lapurdi, Nafarroa
Behera y Zuberoa. Eso es realmente lo importante. Y emplazar al Estado
francés y conseguirlo es un trabajo arduo, es preciso luchar y
tendremos que conseguirlo entre todos.
Pero, ¿por qué ahora? Hace
bastantes años también IK presentó una propuesta a favor de la
autonomía. Sin embargo, entonces no hubo acuerdo entre los abertzales
y esa reivindicación no tuvo éxito.
Como ya hemos dicho, esa propuesta nos
parece adecuada. En estos años se ha avanzado mucho, pero la negación
que sufren los siete territorios vascos, Euskal Herria a fin de
cuentas, sigue siendo una realidad. Bajo dos estados, y dos
realidades. Pero aun siendo esto así, la izquierda abertzale ha
sabido formular una única propuesta para toda Euskal Herria, que
parte de dos realidades, que ofrece respuestas concretas, pero que
tiene un solo objetivo en el tiempo y en los logros. Eso es lo que ha
cambiado en estos años, en nuestra opinión.
No tenemos la menor duda de que todos
los sectores abertzales y de izquierda de Ipar Euskal Herria impulsarán
hoy esa reivindicación. Porque estamos seguros de que es un cambio de
estatus que beneficiará a todo el país.
¿Ven posible que el Estado francés
cambie su actitud hacia Euskal Herria?
Sin ninguna duda. Cada vez que los
gobernantes franceses dicen que el «conflicto vasco» no existe en
nuestro territorio manifiestan su desprecio hacia Euskal Herria. Y eso
duele. Pero esos sinsentidos ya no engañan a la sociedad vasca, y
tampoco al pueblo francés.
Pero vamos más allá. La sociedad
vasca ya ha superado ese debate. Al Estado francés se le plantea una
alternativa. Y eso es imparable. La determinación de la necesidad de
un espacio de decisión y gestión o de marco autonómico que aglutine
a los tres territorios es clara. ¡Euskal Herria avanza, avanzamos
todos!
Creemos firmemente que, con la lucha de
todos, sentirán la necesidad del cambio. Tenemos claro que el Estado
francés no podrá seguir negando durante mucho tiempo la existencia
de un conflicto, que tendrá que cambiar también su cerrazón hacia
el reconocimiento de Euskal Herria, porque la reclamación de un marco
político propio es cada vez más compartida en la sociedad vasca. Los
gobernantes franceses no podrán eludir esa reivindicación.
La ley de partidos y la presentación
de Abertzale Sozialisten Batasuna
La Ley de Partidos, la cuestión de la ilegalización, sigue
sin ser resuelta.
¿Ilegalización? No nos sentimos
ilegales, aunque una legalidad extranjera que no aceptamos nos quiera
hacer creer eso. No puede negarse, en todo caso, que la ilegalización
reforzada por el poder español ha dificultado y endurecido la vida de
muchas personas, al tiempo que refleja aún más claramente el rostro
de la situación antidemocrática que vivimos.
Por otra parte, la ilegalización de
amplios sectores muestra también el fracaso de los estados. Han
intentado muchas veces asimilar y diluir en su legalidad el ansia de
libertad de Euskal Herria. Los vascos no tenemos que buscar sitio en
la legalidad española. A ellos les toca decidir cómo quieren tener a
la sociedad vasca; si en un marco que camina hacia la recuperación
total de todos sus derechos o en lucha para subsistir, es decir, en un
enfrentamiento totalmente violento con las realidades española y
francesa.
Así que la cuestión tiene una salida
obvia. Hagamos camino desde la realidad actual, tendrán que dar pasos
para democratizar la situación. Uno de esos pasos sería derogar la
Ley de Partidos.
La principal noticia de estos últimos
días ha sido la presentación de Abertzale Sozialisten Batasuna. ¿Cómo
interpretan ese paso y la situación creada por el mismo?
Por encima de los obstáculos que
surgen en el camino, la izquierda abertzale muestra que es capaz de
dar pasos concretos y que actúa con la valentía, fuerza y
responsabilidad acordes a lo que exige esta situación.
La izquierda abertzale ha presentado en
estos últimos meses una propuesta política para un acuerdo político
que debe llevarnos a la superación del conflicto. Ahora, dando nuevos
pasos, ha presentado un nuevo partido político. Ante esos pasos de la
izquierda abertzale,, el Gobierno español responde con el rechazo y
la negación, el PSOE y el PNV responden poniendo nuevas condiciones.
Estos últimos días hemos visto cómo los portavoces del PSOE, o
gente como Urkullu, dirigen nuevas peticiones a la izquierda
abertzale. ¿Qué pasos darán ellos?
Al mismo tiempo, la presentación de
ese partido refleja la fortaleza, vivacidad y frescura del proyecto
político que defiende la izquierda abertzale.
¿Y si finalmente es ilegalizado y
se impide a la izquierda abertzale participar en los comicios?
Si sucediera así, significaría que,
una vez más, estamos ante una situación antidemocrática y que el
Gobierno español hace oídos sordos a la firme reclamación que le
hacen todos los agentes, excepto la derecha fascista, de derogar la
Ley de Partidos.
Si el Gobierno español lleva a término
el ataque contra el paso de la izquierda abertzale, si manifiesta de
ese modo su falta de voluntad para resolver el conflicto, ETA lo tomaría
muy en cuenta.
Euskadi Ta Askatasuna no puede
imaginarse unas elecciones sin la izquierda abertzale. Celebrar unas
elecciones no democráticas supondría apostar por alargar el
conflicto. Esperamos que no se dé ese escenario. Porque, en una
palabra, eso expresaría el fracaso del proceso, sería una decisión
del Gobierno español contra el proceso.
¿Qué legitimidad tendrían esas
elecciones? ¿Y cuál sería la responsabilidad del resto de partidos
políticos? Porque es fácil hablar en contra de la Ley de Partidos
pero aprovecharse de esa situación. Creemos que están haciendo
justamente eso. Ese es el juego del PNV. Por no entrar al fondo del
conflicto y por lograr unos pocos votos, está pidiendo que Batasuna
no esté en las elecciones, de la mano de Azkuna y de sus acólito.
Pero, ¿por qué? Simplemente, para poder seguir tranquilamente con su
gestión-corrupción.
Reflexiones y polémicas suscitadas
en torno a la lucha armada
En el Gudari Eguna de 2006 manifestaron lo siguiente: «Renovamos
nuestro compromiso a luchar, con las armas en la mano, hasta lograr la
independencia de Euskal Herria y el socialismo». La polémica
suscitada por esas palabras fue enorme.
Si, en Euskal Herria la polémica salta
con facilidad, cuando las cosas se dicen tal y como son.
Para empezar, quisimos ofrecer nuestro
homenaje más sentido a todos los gudaris, y quisimos decir bien alto
que lograremos un pueblo libre siguiendo su modélico ejemplo. Pero
también quisimos proclamar otra cosa importante. Que la lucha es cosa
de todos los días. Pretendimos decir que, se haga en el pasado o en
el presente, la lucha es futuro. Porque estamos construyendo el futuro
con la lucha.
Y eso es lo que manifestamos, que ETA
seguirá luchando hasta conseguir sus objetivos fundacionales. No
queremos abrir ningún debate. Hoy, y en las condiciones que vive
nuestro pueblo, pensamos que siguen vigentes las razones para utilizar
la lucha armada y mientras sea así seguiremos en ello. Una cosa es
ofrecer un cese de las acciones, ya que entendemos esto también como
un instrumento de nuestra lucha, porque entendemos que el enemigo o la
otra parte también entra en una situación de «alto el fuego» o de
distensión. Pero otra cosa bien distinta es reflexionar que practicar
la lucha armada no es necesario. Esa situación la vemos lejana en las
actuales condiciones. Eso podrá llegar cuando veamos que en Euskal
Herria hay suficientes condiciones democráticas y suficientes garantías
para mantener esa situación.
Entonces ETA se lo manifestaría
abiertamente a Euskal Herria. Lamentablemente, es obvio que en Euskal
Herria no vivimos esa situación, ya que la partición, la persecución
cultural y la represión que padece nuestro pueblo es enorme.
Ultimamente se ha mencionado que en
la izquierda abertzale han surgido contradicciones en torno a la lucha
armada. ¿Cómo incide esa situación en la reflexión de ETA?
Esa situación no es nueva, en la
izquierda abertzale sí hay personas que no están de acuerdo con la
utilización del instrumento de la lucha armada, y eso, además de ser
respetable, es enriquecedor. Porque no es, de ningún modo, la
legitimidad de la lucha armada la que crea contradicciones. Tampoco se
pone en duda que, para lograr nuestros objetivos, la lucha armada sea
un instrumento político. Por ello, si hay adhesión con la línea
general y consenso con los objetivos políticos, no vemos problema en
que la izquierda abertzale trate internamente esos temas, es decir, en
valorar y reflexionar sobre las acciones políticas llevadas a cabo
por medio de la lucha armada, en hablar sobre las consecuencias que
genera ese instrumento político.
¿Y qué responden a quienes dicen
que ETA debe desaparecer o a quienes afirman que la lucha armada no
tiene hoy sentido?
Si miramos a la historia reciente de
este pueblo y a sus ansias de vivir, vemos que tras la petición de
que ETA desaparezca se esconde un gran sinsentido. En Euskal Herria ha
habido otras organizaciones que han practicado la lucha armada, e
incluso si ETA desapareciera no desaparecerían las razones para lucha
armada mientras persista la situación de opresión contra nuestro
pueblo, y siempre habrá ciudadanos organizados dispuestos a tomar las
armas, para garantizar la supervivencia de Euskal Herria, porque
entienden que no hay otra opción para tener un país libre.
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