El
electo presidente de Francia, que toma posesión mañana, tentó a
políticos de izquierda a formar parte de su gabinete. Varias figuras
de primera línea del PS pasarían a formar parte del gobierno de derecha
Los
socialistas seducidos por Sarkozy
Por
Eduardo Febbro
Corresponsal en París
Página 12, 15/05/07
¿La izquierda es
soluble en la derecha? La extensa campaña electoral francesa y los
últimos planteos del presidente electo, Nicolas Sarkozy, delinean un
panorama donde ex izquierdistas o dirigentes socialistas, incluso
ministros, han dado o están por dar el paso que conduce de la
izquierda a la derecha. El último episodio de este extraño valet se
concentra en la formación del futuro gobierno. Sarkozy había
prometido durante la campaña "mover las líneas". Promesa
cumplida sin demora con la propuesta hecha a varios líderes
socialistas de formar parte de su gabinete. Los nombres que circulan
son de primera línea. El famoso French Doctor, Bernard Kouchner, ex
ministro socialista de Salud y de Acción humanitaria bajo la
presidencia de François Mitterrand, inventor del concepto de
"injerencia humanitaria" y cofundador de Médicos sin
Fronteras (MSF), estaría por ser nombrado ministro de Relaciones
Exteriores del gobierno conservador. Del socialismo a la derecha las
distancias parecen acortarse tanto más cuanto que Kouchner no es el
único nombre evocado.
En la lista figuran
el ex ministro socialista de Educación Claude Allègre, que ya
aceptó colaborar con Sarkozy, Jean Pierre Jouyet, antiguo director
adjunto del gabinete del primer ministro socialista Lionel Jospin,
propuesto para un puesto de secretario de Estado, Anne Lauergeon, ex
consejera de Mitterrand, quien reconoció que las "discusiones
están en curso". Según el vespertino Le Monde, que cita fuentes
cercanas al presidente electo, las conversaciones actuales se centran
"en el perímetro de intervención de esos ministros".
En las páginas del
mismo diario, otro consejero de Sarkozy explica: "Vamos a llegar,
sobre todo porque en el Partido Socialista hay un montón de gente que
se está dando cuenta de que, para ellos, el tren ya ha pasado y que,
si quieren ser útiles en los próximos 10 años, es ahora cuando hay
que elegir". Nicolas Sarkozy efectuó una operación comando muy
eficiente en los medios socialistas. Algunos dirigentes notorios como
el ex canciller Hubert Vedrine, solicitados por Sarkozy, siguen en la
órbita de la colaboración, otros rechazaron la oferta pero quedaron
nombres –Claude Allègre– que aceptaron una "misión limitada
en el tiempo para ayudar a la universidad francesa". Hace unos
días, Sarkozy les dijo a sus tropas, asustadas por la eventual
llegada al Ejecutivo de los ex socialistas: "La lealtad es para
los sentimientos, la eficacia para el gobierno".
¿Cuántos
socialistas habrá que juren bajo los colores de un gobierno cuyas
ideas siempre combatieron? El número todavía es incierto pero no la
realidad del hecho: en Francia se ha puesto de moda nacer bajo la
izquierda y madurar a la sombra de la derecha. En la fase actual de la
elección del casting gubernamental, el caso más emblemático es el
de Bernard Kouchner. El ex ministro socialista formó parte del equipo
de campaña de la candidata del PS a las presidenciales, Ségolène
Royal, criticó en varias oportunidades a Sarkozy y, además, es un
eminente representante de la generación de franceses que fomentó las
revueltas de mayo de 1968. Y justamente, una de las últimas apuestas
públicas del hoy presidente electo consistió en decir que era
preciso "eliminar" la herencia de mayo del ’68.
Sarkozy dijo esa
frase en el curso de un estridente mítin de cierre de campaña
celebrado en París. Y en el momento de pronunciarla estaba rodeado
por esos mismos ex jóvenes del mayo del ’68, convertidos luego en
intelectuales de (izquierda) renombre, y que, por aquellos años,
soñaban con la revolución y dormían con el muñequito de Fidel
Castro debajo de la almohada. Entre los asistentes al acto estaban los
"gauchistes" o maoístas arrepentidos Alain Finkelkraut,
Alexandre Adler, André Glucksman, Emmanuel Leroy-Ladurie. El otrora
maoísta André Glucksman fue, en ese acto, el más encendido defensor
de Sarkozy. No menos paradójica resultó la decisión, anunciada
públicamente por el publicista Jacques Séguéla, con quien la
senadora Cristina Kirchner almorzó en París. Séguéla fue durante
años el publicista de izquierda que diseñó las campañas
electorales del difunto presidente François Mitterrand.
¿Traición,
oportunismo, cambio de visión política y filosófica, ambición de
poder, deseo de figurar a toda costa en la cresta de la corriente
dominante? Las mudanzas ideológicas han sido legión en Francia,
sobre todo las protagonizadas por los intelectuales de izquierda,
rebautizados luego con el epíteto "los nuevos
conservadores". Pero sin lugar a dudas, el caso más rocambolesco
es el de Eric Besson, ex secretario nacional de la economía en el
Partido Socialista, hombre de izquierda y de influencias poderosas en
el seno del partido, encargado, además, de evaluar el costo de la
plataforma electoral de 100 puntos presentada por Royal. Besson pasó
de un barco a otro entre las dos vueltas de la presidencial.
Eric Besson dejó el
PS en medio de la campaña, publicó un libro asesino contra
Ségolène Royal –la acusó de ser un peligro para la democracia–,
luego participó activamente en la campaña electoral de Nicolás
Sarkozy –llegó a gritar en un mitin "Forza Sarko"– y
ahora aparece como figurita de primera clase para integrar el próximo
gobierno y hasta para liderar el polo de izquierda que el presidente
electo quiere crear. 2007 habrá sido el año en que Francia renovó
su confianza a la derecha, lo que no es criticable, pero también el
año en que muchos enterraron sus ideas. O tal vez lo único que
hicieron fue desenterrar sus ambiciones.
Sarkozy
otorga Exteriores al socialista Kouchner y Defensa al centrista Morin
El
Periódico, 18/05/07
París
(Agencias).– la Presidencia de la República ha anunciado esta mañana
la composición del nuevo Gobierno francés. El socialista Bernard
Kouchner –que será ministro de Asuntos Exteriores–, el centrista
Hervé Morin –Defensa–, Jean–Louis Borloo –Economía–, la
exministra de Defensa Michèlle Alliot–Marie –Interior– y el
exprimer ministro Alain Juppé –Medio Ambiente– son los nombres más
destacados del Ejecutivo de Nicolas Sarkozy, flamante jefe de Estado.
El
nuevo gabinete, cuyo primer ministro será François Fillon, ha sido
anunciado ante los medios de comunicación por el secretario general
del Elíseo, Claude Gueant, y confirma las conjeturas de esta mañana
de la prensa.
El
Gabinete está compuesto por ocho hombres y siete mujeres, y entre sus
miembros destaca la presencia de dos políticos que no pertenecen a la
Unión por un Movimiento Popular, el partido que aupó a Sarkozy a la
presidencia de la república.
Uno
de ellos es Hervé Morin, de la Unión por la Democracia Francesa (UDF),
nombrado ministro de Defensa. El otro es el socialista Bernard
Kouchner, cofundador de Médicos sin Fronteras y Médicos del Mundo,
además de varias veces ministro y secretario de Estado bajo la
presidencia de François Mitterrand y en el Gobierno de cohabitación
socialista de Lionel Jospin (entre 1997 y 2002).
Kouchner,
expulsado del Partido Socialista
Pocas
horas después de que se oficializara la entrada de Kouchner en el
Gobierno de Sarkozy, François Hollande ha anunciado que el nuevo
ministro "ya no es miembro" del Partido Socialista. El
dirigente socialista ya había advertido hace días de que si Kouchner
entraba en el Ejecutivo de Sarkozy, entonces se convertiría "en
un ministro de derechas".
Otra
cara destacada del Gobierno francés es la del exprimer ministro Juppé,
que será el titular, en calidad de ministro de Estado, de un gran
Ministerio de Medio Ambiente, Desarrollo Sostenible, Energía y
Transportes.
Al
frente de la cartera de Interior ha sido nombrada Michèlle Alliot–Marie,
exministra de Defensa durante todo el segundo mandato del expresidente
Jacques Chirac.
La
ministra de Justicia, hija de marroquí y argelina
Otra
mujer, la jurista y exportavoz en la campaña presidencial de Nicolas
Sarkozy, Rachida Dati, ocupará el cargo de titular de Justicia. Dati
es hija de un albañil marroquí y de una inmigrante argelina.
Xavier
Bertrand, también exportavoz del presidente, ha sido nombrado
ministro de Trabajo, de Relaciones Sociales y de Solidaridad.
Por
su parte, Jean–Louis Borloo es el nuevo titular de Economía, de
Finanzas y Empleo, y compartirá desde hoy mismo sede ministerial con
Eric Woerth, nombrado ministro de Presupuesto, Cuentas Públicas y
Función Pública.
Al
frente al nuevo Ministerio de Inmigración, Integración, Identidad
Nacional y Codesarrollo está Brice Hortefeux, mientras que el nuevo
responsable del Ministerio de Educación Nacional es Xavier Darcos,
quien trabajará en estrecha colaboración con la encargada del
Ministerio de Educación Superior e Investigación, Valerie Pecresse.
Christine
Albanel, portavoz
El
Ministerio de Salud, de Juventud y del Deporte recaerá en Roselyne
Bachelot. Otras tres mujeres, Christine Boutin, Christine Lagarde y
Christine Albanel, ocuparán, respectivamente, el Ministerio de
Vivienda y de la Ciudad, el de Agricultura y Pesca, y el de Cultura y
Comunicación. Albanel, además, será la portavoz del Gobierno.
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