Moción
sobre la construcción de un nuevo partido anticapitalista
Rouge,
julio de 2007
corriente[a]lterna, 06/07/07
Traducción de Alberto Nadal
La moción sobre la
construcción de un nuevo partido anticapitalista ha sido adoptada por
una amplia mayoría de la dirección nacional de la LCR. Con el fin de
lanzar el debate sobre la perspectiva de un nuevo partido
anticapitalista, primero entre los y las militantes de la LCR, luego
entre el conjunto de quienes podrían estar interesados/as por este
proyecto, la Dirección Nacional ha adoptado la siguiente moción que
evidentemente no prejuzga los desarrollos de una discusión que no
hace sino comenzar y que va a proseguir durante los próximos meses.
1. La injusticia no
ha retrocedido en el mundo. Muy al contrario, continúa golpeando a
miles de millones de seres humanos. Esta injusticia multiforme es la
inevitable consecuencia de un sistema de organización de la sociedad,
el capitalismo, cuyo motor sigue siendo saciar la sed de poder y de
riqueza de una muy pequeña minoría. Las ganancias gigantescas en la
especulación bursátil, los puestos privilegiados, los salarios
exorbitantes de los dirigentes van acompañados de un aumento de las
desigualdades, y frecuentemente de la miseria. Es la carrera demencial
por la ganancia, acentuada por las políticas liberales que dominan la
globalización capitalista, que genera la miseria, el mal alojamiento,
la precariedad y el aumento de las desigualdades sociales, que
destruye los servicios públicos y las protecciones sociales, que
provoca guerras y el saqueo del Tercer Mundo, que pone en peligro a
toda la humanidad por una gestión catastrófica de los recursos y de
la energía. La lógica de la competencia de todos contra todos, de la
privatización del mundo es inconciliable con la de las solidaridades,
el reparto de las riquezas, la más amplia democracia. Para acabar con
la dictadura de los accionistas, de la propiedad privada capitalista,
serán necesarias poderosas movilizaciones, generalizadas, huelgas,
manifestaciones, ocupaciones. El porvenir de la sociedad está entre
las manos de las clases explotadas, de las y los asalariados que
producen todas las riquezas.
2. En nombre de la
“ruptura”, la política de Nicolas Sarkozy, se inscribe en
realidad en la continuidad y la profundización de las políticas
capitalistas, liberales y antisociales. El gobierno Sarkozy–Fillon
está al servicio de los más ricos y de los grandes accionistas. El
programa de esta derecha es también profundamente peligroso para las
libertades públicas, el derecho de expresión, los derechos de los
inmigrantes, los derechos de las mujeres, la juventud víctima de las
discriminaciones. Hay que hacer fracasar a Sarkozy y a la patronal
MEDEF construyendo amplios frentes unitarios.
3. No podemos contar
con el Partido Socialista para conducir una oposición digna de ese
nombre. Convertido al liberalismo, minado por las ambiciones, cada vez
más obsesionado por la alianza con los centristas, el PS no puede
conducir un cambio de política que permita mejorar realmente la
suerte de millones de personas. Ha abdicado de todo atisbo de rechazo
al orden establecido para plegarse a la lógica de la mundialización
financiera e imperialista.
En cuanto a la
dirección del Partido Comunista, no ofrece ninguna perspectiva
independiente del PS y se encierra en su propia crisis.
Toda alianza
institucional con el PS es vana, y sería fuente de nuevas
desilusiones. Hay que romper con las políticas llevadas a cabo por
todos los gobiernos anteriores. Una página ha sido pasada. Quienes
pretenden luchar sin concesiones contra la política de este gobierno,
instrumento del MEDEF, quienes quieren defender un programa de
urgencia anticapitalista a imagen del que ha defendido Olivier
Besancenot en las presidenciales necesitan un nuevo partido que
defienda los intereses de los trabajadores y de las trabajadoras, de
todos los(las) oprimidos(as), de todos(as) los(as) explotados(as).
Por ello proponemos
que se reúnan todas las personas anticapitalistas en un nuevo
partido, implantado en la juventud, las empresas, los servicios públicos,
los barrios populares…, para construir las movilizaciones de hoy
que, para la Liga, deben preparar un cambio radical, revolucionario,
de la sociedad.
No partimos de la
nada. Estos últimos años hemos vivido luchas impresionantes y se
siente cómo la resistencia, a la que se ha sumado una nueva generación,
se organiza frente a los ataques del nuevo poder.
4. Concretamente,
queremos un debate común con personas, equipos, militantes
organizados, corrientes políticas que:
• quieren defender
un programa anticapitalista en las luchas y en las elecciones;
• se sitúan en la
más estricta independencia respecto al PS, rechazan cogestionar las
instituciones con éste y quieren centrar su actividad en la lucha de
clases, la movilización social y política;
• quieren
reagruparse en un marco político organizado, militante, nacional y
democrático, un partido que teja lazos internacionales con las
organizaciones que defienden una orientación como ésta.
5/ En un primer
momento, proponemos que se organicen desde el comienzo del próximo
curso en septiembre, reuniones en el mayor número de ciudades,
barrios, empresas, facultades e institutos posibles. Se tratará de
debatir a la vez sobre las formas y los medios de la respuesta
indispensable a las medidas tomadas por el gobierno; sobre el programa
y el funcionamiento democrático del partido que queremos crear; de la
presentación, en un máximo de ciudades para las próximas citas
electorales municipales, de listas anticapitalistas totalmente
independientes del PS y de sus aliados. La constitución de estas
listas formará parte del proceso hacia el nuevo partido.
En el marco del
Congreso Nacional, que desde este momento está en marcha, haremos un
balance de etapa del proceso y haremos nuevas propuestas para ir más
lejos y hacer posible la convergencia de todas y todos en un nuevo
partido. Posteriormente, nos proponemos la celebración de encuentros
departamentales hacia un congreso nacional de fundación de este nuevo
partido anticapitalista, feminista, ecologista, internacionalista y
socialista.
Resistir, movilizarse
y organizarse, actuar, debatir y decidir, es lo que proponemos hacer
juntos, en pie de igualdad.
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