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París.– Después de las largas vacaciones del verano europeo, Sarkosy anunció los próximos ataques a los trabajadores, empezando por las pensiones “especiales”

Las victimas son en su mayoría los trabajadores del transporte público que deben trabajar los tres turnos y que han conseguido con sus luchas una jubilación completa a los 55 años, o 50 en los empleos mas punibles. 120 mil ferrocarrileros hacen turnos. Sarkosy quiere que un conductor a los 60 años se levante a las 3 de la mañana para conducir un tren 7 horas seguidas.

Sarkosy pretende arrancarles esta conquista igualándolos a los otros sectores que ya deben cotizar durante 40 años para jubilarse. La reforma de esos regímenes “especiales” es uno de los puntos capitales del proyecto de “ruptura” del presidente Sarkozy. En el otoño de 1995, siendo primer ministro Alain Juppé, el expresidente Chirac intentó una reforma más o menos semejante. Los sindicatos del sector público paralizaron parcialmente Francia durante casi un largo trimestre, Chirac tiró la toalla, convocó a elecciones generales anticipadas y se vio forzado a cohabitar durante cinco años con un gobierno socialista dirigido por Lionel Jospin. Todavía recordamos las consignas de la época: Todos juntos, todos juntos los trabajadores!!! Fue un magnifico triunfo que casi termina en huelga general.

Otro objetivo de Sarkozy es eliminar la jubilación obligatoria antes de los 65 años y ha anunciado que las "prejubilaciones serán gravadas con impuestos". "Pido al Gobierno que elimine las cargas fiscales y sociales que penalizan a aquellos que quieran continuar trabajando».

La respuesta no se ha hecho esperar y ya varios sindicatos convocan a huelga para el 18 de octubre. Unos 500.000 empleados y un millón de empresas del sector público (ferrocarriles, transportes, distribución de gas y electricidad) se disponen a luchar. El ambiente es de combatividad, aunque el gobierno quiere sembrar la división, diciendo que los trabajadores que luchan por sus conquistas son unos privilegiados. La CGT educación ,FSU, SNES, el sindicato Sud educación y los estudiantes llaman a parar las escuelas, liceos y universidades. También sindicatos de sectores de empleados públicos, como finanzas, justicia, correos participarán en el paro.

Otro de sus frentes preferidos es la inmigración. Sarkosy persigue a los trabajadores sin visas con controles policiales seguidos de expulsión del país . Durante el verano se han expulsado familias enteras, con niños pequeños nacidos en Francia. Ahora pretende exigir la prueba del ADN para los familiares de los trabajadores legales que quieren hacer venir su familia. Diversos sectores se han opuesto a esta prueba del ADN: artistas, intelectuales, incluso gente de derecha. Es que eso de utilizar la genética recuerda la ideología nazi. El proyecto fue modificado dejando casi sin efecto la prueba del ADN, pero las reacciones en contra continúan. Se han recogido miles de firmas contra la prueba del ADN.

La persecución policial aterroriza tanto a los trabajadores sin visa que una trabajadora china huyendo de los controles se fracturó el cráneo al caer de un quinto piso. Murió luego de varios días en coma. Al ver llegar la policía trató de escaparse por la ventana. Varias manifestaciones se han realizado en solidaridad con los trabajadores perseguidos por el gobierno.

Desde el anterior gobierno se viene recortando el acceso a los servicios de salud y a las medicinas. Sarkosy ahora trata de imponer las franquicias sobre los gastos médicos. Es decir quiere hacer pagar una parte creciente de los gastos médicos a los pacientes: el primer día de enfermedad ya no se reembolsaría, ni el primer euro sobre los medicamentos. Hasta 50 euros por mes tendría que pagar el enfermo. Es una tremenda injusticia, son las personas mas frágiles que deberán pagar mas.

La sagrada jornada laboral francesa está también en el punto de mira de Sarkozy, quien ha anunciado la "flexibilización inevitable" de las 35 horas. Si ya durante el verano se aprobó una ley por la que se eximían de impuestos las horas extras, el presidente francés ha explicado que a partir de ahora se dará "una mayor importancia a la negociación con el patrón en la determinación de la duración de la jornada de trabajo". En vez de aumento de salario para los obreros va a defiscalizar a los patronos por las horas extras. Además el proyecto prevé eximir estas horas extraordinarias de cotizaciones sociales: es la reducción de una parte del salario de la clase obrera (seguro de enfermedad, subsidios de desempleo, pensiones de jubilación, etc).

Sarkozy dice que la falta de empleos se explica por que los patronos tienen miedo de emplear a gente que no pueden echar fácilmente. Por eso, ha propuesto nuevos modelos de "rupturas laborales negociadas". Es la destrucción del Contrato Indefinido (CDI) por la instauración de un “contrato único de trabajo” precario.

El seguro de desempleo también será modificado. Se revisarán los actuales subsidios y habrá sanciones para los desempleados que rechacen ofertas de trabajo.

El Gobierno Sarkozy–Fillon trata de mejorar la competitividad de las empresas francesas en el mercado mundial. Por eso necesita una destrucción brutal de los derechos conquistados por los trabajadores, para disminuir lo que se paga en salarios. Ya antes de las vacaciones había anunciado otras medidas:

“• Eliminación del derecho a huelga: Sarkozy anunció una «ley marco». El trabajador tendrá la obligación de declarar individualmente que participara en la huelga, esto tiene por objeto ejercer una presión sobre los asalariados así como organizar mejor el servicio que sustituirá los trabajadores en paro el día de la huelga. Al cabo de una semana de conflicto propone que se vote anónimamente la continuación de la huelga.

“• Mayor subordinación de la universidad a los intereses del patronato: Sarkozy quiere terminar de destruir el carácter nacional de los diplomas reconocidos en los convenios colectivos, someter aún más a la Universidad a las necesidades inmediatas de las empresas aumentando su financiación privada y sustituir a los empleados que se jubilan por trabajadores precarios. La “preinscripción” es un instrumento de selección a la entrada en primer año.

“• Represión y criminalización del movimiento social y de los jóvenes de los barrios: el proyecto de ley prevé “penas mínimas” a partir del segundo arresto ( puede ser por participar en una manifestación) de al menos tres años de prisión. El Gobierno quiere disponer de instrumentos para amordazar toda rebelión, como la de 2005 y poder perseguir como criminales a los militantes, trabajadores y jóvenes que se oponen a su política.

“• Regalos fiscales a los más ricos y ataques contra los servicios públicos por la supresión masiva de puestos de funcionarios: los regalos a los ricos (disminución de impuestos por la fortuna, eliminación de los impuestos de sucesión,) representan 13 mil millones de euros, una suma que corresponde a los 40.000 puestos de funcionarios suprimidos, es decir, los puestos de profesores, asistentes de educación, enfermeras, empleados de correos… que van a faltar mañana.

“• Nuevo Tratado europeo, teniendo el mismo objetivo que el que fue rechazado masivamente en mayo de 2005, pero sin pasar por un referéndum.” [1]

Es imposible que estas medidas pasen sin que los trabajadores y la juventud francesa traten de enfrentarlas. Ya hace un año y medio los jóvenes demostraron que saben como organizarse para lograr victorias. [2] Contaron con el apoyo de la mayoría de la población. Las experiencias de las luchas pasadas servirán para enfrentar los planes de Sarkosy.

[1] Llamado del Foro de la resistencia social: http://groupecri.free.fr/

[2] http://www.socialismo–o–barbarie.org/europa/060402_a_francia_abajoelgobierno.htm