Comentario
de SoB: Esta acción de los Indignados de Puerta de Sol
tiene una importancia ejemplar. Como señalamos en nuestra Declaración
del 23/05/11, es decisivo qué rumbo dar al movimiento.
Y, categóricamente, el rumbo para seguir avanzando y no
diluirse en la nada (que es lo quieren la burguesía y sus
políticos) "es dirigirse a la clase obrera y
trabajadora, rompiendo el cerco de los podridos aparatos de
UGT–CCOO", levantando "un programa de lucha por reivindicaciones de los
trabajadores, la juventud y los sectores populares, que comience con los problemas fundamentales del empleo y el salario".
La acción ante el
Congreso, que va a votar una nueva medida contra los
trabajadores, va claramente en ese sentido!!!
"¡Dónde
están, no se ven, Comisiones y UGT!
¡Ya lo sé, dónde están, están con la patronal!"
Los
indignados lleva su enfado al Congreso
Se
trasladaron para protestar contra el proyecto de reforma de la
negociación
colectiva y los "recortes de los derechos de los
trabajadores"
Por
Eva Sáiz y Samira Saleh
El País, 09/06/11
La protesta de
los indignados, cuyo núcleo decidió el martes por la noche
levantar la acampada de Sol, cambió ayer de escenario durante
unas horas. Entre 1.500 y 2.000 personas se concentraron
anoche ante el Congreso de los Diputados para protestar por la
reforma de la negociación colectiva, cuyo proyecto de ley
presentará mañana el Gobierno en el Consejo de Ministros.
Unos llegaron desde Lavapiés, de cuya asamblea popular partió
la idea de esta convocatoria. Otros recorrieron los 300 pasos
que separan el Congreso de la Puerta del Sol. Y otros llegaron
pasadas las nueve de la tarde, respondiendo a la llamada que
los manifestantes lanzaron a través de las redes sociales.
Frente
al Congreso de Diputados:
"¡Dónde están, no se ven, Comisiones y UGT! ¡Ya lo sé, dónde están, están con la patronal!"
La concentración
transcurrió –pasada la una de la madrugada– sin
incidentes y ante la atenta mirada de una veintena de policías,
que cerraron el paso a los manifestantes. Una pareja incluso
le cambió los pañales a su bebé en medio del tumulto.
"¡Esta
reforma, la vamos a parar!", coreaban los indignados,
entre los que había gente de todas las edades, pero sobre
todo de entre 30 y 40 años, que aplaudieron a rabiar cuando
alguien trajo, en plan testimonial, una tienda de campaña.
"¡Eso,
eso, eso, acampada en el Congreso!", cantaron entonces
los manifestantes, que cortaron la Carrera de San Jerónimo y
dedicaron pitidos a la patronal, a los diputados ("¡Ese
contrato, para los diputados!", corearon cuando alguien
cogió el megáfono para recordar la intención de la CEOE de
extender a tres años los contratos en prácticas), para la
canciller Merkel ("¡Sus reformas nos importan un
pepino!") y para los sindicatos: "¡Dónde están,
no se ven, Comisiones y UGT! ¡Ya lo sé, dónde están, están
con la patronal!".
Los
manifestantes hicieron continuos guiños a los policías. Se
preocuparon cuando estos se pusieron los cascos por la cercanía
de los indignados y les aplaudieron, pasadas las diez de la
noche, cuando se los quitaron. "¡Esto es policía y no
los mossos!", los vitorearon. Para explicar los motivos
de la protesta, los manifestantes leyeron un texto resumiendo
los puntos de la reforma de la negociación colectiva que
quieren los empresarios."Estas medidas afectan a todas
las personas", gritó un manifestante por el megáfono.
"Afectan a nuestros derechos, a nuestros horarios, a
nuestros salarios, a nuestras vacaciones, a las condiciones de
nuestros despidos, las relaciones entre empresas y
sindicatos". "¿Quién ha votado eso?", preguntó
otro de los indignados aprovechando un silencio. Y todo el
mundo rompió a aplaudir. "Y esas medidas nos afectan a
todos", continuó el del megáfono. "A inmigrantes,
a estudiantes, a jubiladas, a parados y a trabajadores. ¡Y no
las queremos!".
Cuando terminó,
los presentes gritaron: "¡Tenemos la razón y lo sabéis!",
seguido de "¡Hace falta ya una huelga general!".
Ante la posibilidad de que la manifestación fuera desalojada,
se hizo correr vía SMS y Twitter un plan B: "Si nos
desalojan nos vemos en Cibeles a partir de las 24.00". No
fue necesario. Pasadas las dos de la madrugada, los
concentrados se fueron retirando hacia la Puerta del Sol con
la intención de volver hoy al Congreso
La manifestación
de anoche supone un primer paso en la nueva fase del
Movimiento 15–M tras la decisión finalmente adoptada de
abandonar las acampadas el próximo domingo. En la última
semana el movimiento ha convocado una serie de concentraciones
concretas, algunas tan precipitadamente que no han logrado
movilizar a nadie.
En la asamblea
celebrada el martes en Sol alguien llamó a dirigirse al día
siguiente frente a la Embajada de Grecia con escasa repercusión,
y ayer también, tras saberse que la Comunidad de Madrid ha
decidido desalojar el Centro Ocupacional de Magerit, la
asamblea del barrio de Carabanchel llamó a concentrarse como
muestra de apoyo.
La
convocatoria llevaba programada desde el domingo. Además, los
indignados tienen otras dos protestas: el sábado a las once
de la mañana le toca el turno a los Ayuntamientos, durante la
investidura de los nuevos alcaldes, y para el 19 de junio ha
sido convocada una manifestación global similar a la del 15
de mayo.
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