Cuadernos de Formación
Nº 1 - Obras de Karl Marx
05 - Tesis sobre
Feuerbach
I
La falla fundamental de
todo el materialismo precedente (incluyendo el de Feuerbach) reside en que
sólo capta la cosa (Gegenstand), la realidad, lo sensible, bajo la forma
del objeto (Objekt) o de la contemplación (Anschauung), no como actividad
humana sensorial, como práctica; no de un modo subjetivo. De ahí que el
lado activo fuese desarrollado de un modo abstracto, en contraposición al
materialismo, por el idealismo, el cual, naturalmente, no conoce la
actividad real, sensorial, en cuanto tal. Feuerbach aspira a objetos
sensibles, realmente distintos de los objetos conceptuales, pero no
concibe la actividad humana misma como una actividad objetiva (gegenständliche).
Por eso, en La esencia del cristianismo, sólo se considera como auténticamente
humano el comportamiento teórico, y en cambio la práctica sólo se capta
y se plasma bajo su sucia forma judía de manifestarse. De ahí que
Feuerbach no comprende la importancia de la actividad
"revolucionaria", de la actividad "crítico-práctica".
II
El problema de si puede
atribuirse al pensamiento humano una verdad objetiva no es un problema teórico,
sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre debe
demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrenalidad de
su pensamiento. La disputa en torno a la realidad o irrealidad del
pensamiento –aislado de la práctica- es un problema puramente escolástico.
III
La teoría materialista del
cambio de las circunstancias y de la educación olvida que las
circunstancias las hacen cambiar los hombres y que el educador necesita, a
su vez, ser educado. Tiene, pues, que distinguir en la sociedad dos
partes, una de las cuales se halla por encima de ella.
La coincidencia del cambio
de las circunstancias con el de la actividad humana o cambio de los
hombres mismos, sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica
revolucionaria.
IV
Feuerbach parte del hecho
de la autoenajenación religiosa, del desdoblamiento del mundo en un mundo
religioso y otro terrenal. Su labor consiste en reducir el mundo religioso
a su fundamento terrenal. Pero el hecho de que el fundamento terrenal se
separe de sí mismo para plasmarse como un reino independiente que flota
en las nubes, es algo que sólo puede explicarse por el propio
desgarramiento y la contradicción de este fundamento terrenal consigo
mismo. Por ende, es necesario tanto comprenderlo en su propia contradicción
como revolucionarlo prácticamente. Así pues, por ejemplo, después de
descubrir la familia terrenal como el secreto de la familia sagrada, hay
que aniquilar teórica y prácticamente la primera.
V
Feuerbach no se da por
satisfecho con el pensamiento abstracto y recurre a la contemplación (Anschauung);
pero no concibe lo sensorial como actividad sensorial-humana práctica.
VI
Feuerbach resuelve la
esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia humana no es algo
abstracto e inmanente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de
las relaciones sociales.
Feuerbach, quien no entra
en la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:
1º, a prescindir del
proceso histórico, plasmando el sentimiento religioso de por sí y
presuponiendo un individuo humano abstracto, aislado.
2º. La esencia sólo puede
concebirse, por tanto, de un modo "genérico", como una
generalidad interna, muda, que une de un modo natural a los muchos
individuos.
VII
Feuerbach no ve, por tanto,
que el "sentimiento religioso" es, a su vez, un producto social,
y que el individuo abstracto que él analiza pertenece a una determinada
forma de sociedad.
VIII
Toda vida social es
esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen a la teoría al
misticismo encuentran su solución racional en la práctica humana y en la
comprensión de esta práctica.
IX
Lo más a que puede llegar
el materialismo contemplativo, es decir, el que no concibe lo sensorial
como una actividad práctica, es a contemplar a los diversos individuos
sueltos y a la sociedad civil.
X
El punto de vista del
materialismo antiguo es la sociedad civil; el del materialismo moderno, la
sociedad humana o la humanidad social.
XI
Los filósofos se han
limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es
de transformarlo.
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