Georg
Lukacs
Lenin:
La coherencia de su pensamiento (1924)
Prólogo
Las breves
observaciones que a continuación expongo jamás se han propuesto
constituir un estudio exhaustivo de la teoría y de la praxis de Lenin.
Su objeto no es otro que mostrar -a grandes trazos- la conexión
existente entre ambas, partiendo de la idea básica de que, en
realidad, dicha conexión no está presente de manera suficientemente
clara ni siquiera en la conciencia de buen número de comunistas.
Un estudio a fondo de
todos estos problemas haría, por una parte, necesario un espacio muy
superior al de estas pocas páginas y, por otra, en la medida en que
pretendiera exponer la obra completa de Lenin exigiría una serie de
documentos que en modo alguno resultan hoy disponibles, sobre todo a
quien no tiene acceso directo a la bibliografía rusa y se ha de
contentar con traducciones. La historia de Lenin debe ser situada en
el contexto histórico, por lo menos, de los últimos 30 o 40 años.
Esperemos que la correcta exposición del mismo no se retrase
demasiado.
El autor de estas
observaciones -de naturaleza meramente alusiva- es de todo punto
consciente de la enorme dificultad que conlleva el estudio de unos
problemas particulares cuando el todo al que pertenecen aún no ha
sido dilucidado, así como la vulgarización de algo que antes de ser
vulgarizado debería haber sido tratado de manera científicamente
rigurosa.
De ahí que no hayamos
pretendido en absoluto ocupamos de la totalidad de los problemas que
llenaron la vida de Lenin, ni hayamos tampoco observado la exacta
sucesión histórica de su aparición.
En la elección de
problemas, en el estudio y orden de presentación de los mismos, nos
hemos guiado exclusivamente por el propósito de presentarlos, de la
manera más clara posible, en toda su coherencia. Las citas han sido
asimismo elegidas, como es obvio, desde esta perspectiva y no en
exclusiva atención a la exactitud cronológica.
Viena, febrero de 1924
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