Género

 

Legalización del aborto en la ciudad de México

Triunfo del movimiento de mujeres

Por Mariel de “Las Rojas”
Socialismo o Barbarie, periódico, 31/05/07

El 25 de abril fue aprobada en México, por 46 votos a favor y 19 en contra, una ley que establece como legal la realización del aborto antes de las 12 semanas de gestación, ley que sólo regirá para el Distrito Federal, puesto que el Código Penal mexicano no rige a nivel nacional, a diferencia del de nuestro país. A menos de un mes de la legalización del aborto en el DF el Papa  Ratzinger fue a Brasil, el país con más población católica del mundo (151 millones). En este país el aborto sólo es legal en casos de violación y riesgo para la madre; según datos del propio gobierno brasilero en 2006 fueron atendidas 220 mil mujeres con secuelas producto de la realización de abortos clandestinos. Se cree que la Iglesia a raíz de su oposición al aborto y a la eutanasia está perdiendo 8.000 fieles por día[1].

Es en este contexto en que el Papa viaja a Brasil en una visita “misionera”, que busca por un lado fortalecer la relación entre el gobierno de Lula y el Vaticano, y por otro ponerle un freno al movimiento de mujeres de Brasil y Latinoamérica, que a partir del triunfo de la lucha de las mujeres mexicanas ve que es posible conseguir el derecho al aborto. Es por esto que el Papa dio una conferencia de prensa, antes de llegar al país, en la que reafirmó la excomunión a las mujeres que abortan y a quienes les ayudan,  aprobando de esta manera la decisión del episcopado de México de excomulgar a los legisladores católicos que apoyaron esta medida.

Por otro lado, en noviembre del año pasado las mujeres nicaragüenses recibieron un duro golpe, puesto que luego de tener vigencia durante 100 años, fue derogado el derecho al aborto terapéutico a partir de la decisión del entonces presidente de Nicaragua (Bolaños). Dicha decisión contó con el apoyo de Daniel Ortega[2] quien  liderara en 1979 la Revolución Sandinista encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y quien hoy día no ha dudado en aliarse a los somocistas que combatió, a los ex contras que le hicieron la guerra y a la Iglesia.

Es importante señalar en el caso de México tres particularidades: por un lado que las mujeres mexicanas tienen una gran tradición de lucha y movilización feminista. En segundo lugar, que el partido que se encuentra en la presidencia de este país y  que representa la primer fuerza en el Congreso, es el PAN, un partido de derecha que durante la presidencia de Fox sostuvo una clara alianza con Bush, reprimió duramente al heroico pueblo de Oaxaca y que junto a la Iglesia integraron la oposición a la despenalización del aborto. Y que, por otro lado, quien gobierna el Distrito Federal, la ciudad más poblada de dicho país y una de la más grande del mundo, es el Partido de la  Revolución Democrática (PRD) muy ligado al movimiento zapatista. La tercer particularidad es que este país es el segundo en el mundo con mayor número de católicos, el 87% de la población se reconoce de dicha religión.

Estos tres factores dejan entrever varias conclusiones: por un lado que el argumento presentado por varios de los gobiernos latinoamericanos respecto a la imposibilidad de legalizar el aborto por la oposición de la Iglesia es falso; puesto que, como dijimos antes, México es uno de los íconos respecto a cantidad de católicos y aun así es un hecho la despenalización del aborto, podríamos decir que es el contraejemplo perfecto que deja a las claras la relación de intereses que existe entre la Iglesia y los gobiernos de la burguesía.

La realidad compañeras, es que la burguesía y la Iglesia son orgánicas  puesto que el sistema que las soporta tiene la necesidad material de mantener intacta a la familia tradicional[3], necesita del trabajo doméstico gratuito de todas las mujeres y necesita que las mujeres nos quedemos en nuestra casa cuidando a los hijos. Además los gobiernos burgueses nos tratan como máquinas reproductoras al imponernos qué hacer con nuestro cuerpo, pensando siempre en sus propios intereses ya que necesitan de una gran masa de trabajadores calificados desocupados que presionen en el mercado de trabajo para empujar a la baja al salario y aumentar así sus ganancias a costa de la explotación de los trabajadores y la opresión de la mujer.

Otra de las conclusiones que asoman en este panorama refiere al papel crucial que tiene el compromiso del movimiento de mujeres en las calles, este movimiento que logró meterse en la contradicción que existe entre el poder de la Nación y el poder del Distrito Federal, este movimiento que consiguió movilizándose el derecho al aborto.

Sigamos el ejemplo de las compañeras mexicanas que nos muestran el camino que debemos seguir todas las mujeres para conseguir nuestro derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, el camino de la lucha en las calles. Por una organización a nivel nacional independiente del gobierno y la burguesía.


[1] Clarín. 10/05/07

[2] Electo presidente en los comicios realizados el 5 de noviembre del 2006.

[3] “En el discurso hecho ante el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, Benedicto XVI señaló que la Iglesia Católica ‘no dejará de insistir en el empeño para asegurar el fortalecimiento de la familia’, que consideró como ‘un factor decisivo para el futuro de una nación’ ”. Página 12. 10/05/07.