EEUU
e Irán y de acuerdo en ...
rechazar la Convención de los Derechos de la Mujer
Por
Kambiz Fattahi
BBC News, 01/08/07
Por
más de 27 años, raramente Estados Unidos e Irán han coincidido en
algo.
¿Cómo
es entonces que estos archirrivales tienen una posición similar
–aunque por razones muy diferentes– en una convención clave de
los derechos de la mujer?
Irán
y EEUU son dos de los ocho países que no se han unido a la Convención
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).
Los
partidarios de esta convención la califican como una "declaración
de los derechos femeninos".
Sarah
Albert, copresidenta del Grupo de Trabajo para la Ratificación de la
CEDAW, explicó que "el tratado se refiere a los derechos básicos
de la mujer, como acceso a la atención médica, reparación legal en
casos de violencia y acceso a la educación".
El
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer se
reunirá el próximo 10 de agosto en la sede de la ONU en Nueva York
para estudiar la situación en 15 de los 185 países que forma parte
de la Convención.
Durante
la presidencia de Mohammed Jatamí, el parlamento iraní aprobó un
proyecto de ley que pedía unirse a la CEDAW.
Pero
la intención fue neutralizada por el voto del poderoso Consejo de
Guardianes –un cuerpo compuesto por seis clérigos y seis
juristas– que dictaminó el carácter anti islámico del proyecto de
ley.
Por
supuesto, EEUU no tiene un Consejo de Guardianes pero su sistema de
controles y balances puede llevar a largas demoras en la aplicación
de políticas.
Incompatible
El
ex presidente de EEUU, Jimmy Carter, firmó la Convención en 1980,
pero el Senado tiene aún que ratificarla. En 1994, una grupo de
senadores la bloqueó y a pesar de un intento de revivirla, todavía
su entrada en vigor se encuentra paralizada.
EEUU
es la única democracia occidental industrializada que no ha
ratificado el CEDAW.
"La
oposición al tratado es muy pequeña, pero muy vocal. Se refiere a la
idea de soberanía. Los oponentes dicen que usurparía las funciones
de la Constitución si se aprobase", explica Albert.
La
oposición en Irán tiene otras raíces. Mehrangiz Kar, abogado iraní
de Derechos Humanos establecido en Harvard, EEUU, considera que el
sistema legal de Irán es incompatible con el CEDAW.
"El
gobierno de Irán se basa en el Islam, y su constitución dice que la
ley no puede contradecir la sharia (o ley islámica). Como la sharia
no establece la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, la
firma de la Convención es un tema problemático", manifiesta.
Pero
la mayoría de los países musulmanes ha firmado la Convención,
incluso Arabia Saudita, cuya constitución es el Corán, y donde las
mujeres no gozan de los mismos derechos que los hombres.
"Lista
de utopías"
Tanto
en EEUU como en Irán, las mujeres que se oponen a tratados
internacionales como la CEDAW tienen argumentos parecidos.
La
doctora Janice Crouse, del conservador Instituto Beverly LaHaye, de
EEUU, calificó al tratado como "una lista de utopías
ligeramente encubiertas".
Según
ella, "es como el viejo colonialismo. Aunque desacreditado por la
historia, tenemos a la ONU usando esos mismos principios y diciendo a
los países que tienen que hacer las cosas de una manera, de la manera
occidental", manifestó Crouse en una entrevista publicada en el
sitio electrónico del grupo Mujeres Preocupadas por América.
Otra
conservadora como Crouse también condena el CEDAW por suavizar las
regulaciones del aborto, a pesar de que el Departamento de Estado de
EEUU dice que la Convención adopta una posición neutral sobre ese
tema.
Algunas
altas funcionarias del gobierno iraní coinciden en calificar el CEDAW
de "fracasado modelo occidental".
Zohreh
Tabibzadeh Nouri, quien está al frente del Centro Iraní para los
Asuntos de la Mujer y la Familia, remarcó que su país no firmará la
Convención mientras ella esté al mando.
Antiguamente
conocido como Centro para los Asuntos de la Mujer, el organismo fue
rebautizado bajo la presidencia el conservador Mahmoud Ahmadinejad.
"El
cambio de nombre ilustra la idea del actual gobierno de que el
principal papel social de la mujer debe desempeñarse en la familia y
el hogar", manifestó Asiyeh Amini, periodista iraní y activista
de los derechos de la mujer.
Influencia
Es
poco probable que bajo los actuales gobiernos en Teherán y Washington
la Convención sea ratificada.
El
gobierno de Bush ha estado estudiando el tratado por dos años, pero
su ratificación no es una prioridad. Tampoco lo es para el gobierno
iraní.
De
hecho, en Irán, varias activistas de los derechos de la mujer han
sido condenadas a penas de cárcel y la policía ha irrumpido en
algunas de sus actividades públicas en Teherán.
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