Lula
y Kirchner, jefes de un infame ejército de ocupación colonial por
cuenta de EEUU
Los
horrores de Haití y las felicitaciones de Rumsfeld
Por
Claudio Testa
Socialismo o Barbarie, periódico, 01/04/05
La
parte principal de las felicitaciones de Rumsfeld a Lula y Kirchner en
su reciente viaje a Buenos Aires y Brasilia se debe al papel que
cumplen las tropas brasileñas y argentinas como "cuerpo de
paz" en Haití.
"La compleja situación en Haití será el eje de de
la conversación que sostendrá [Rumsfeld] con el ministro de Defensa
José Pampuro", informaba La Nación (23-3-05). Y luego,
el mismo Rumsfeld personalmente se deshizo en elogios: "Las
fuerzas en Haití han hecho un buen trabajo... el pueblo argentino
debe estar orgulloso de sus tropas..." Este "buen
trabajo" realizado en Haití es un tema casi desconocido tanto
por nosotros como por el pueblo hermano de Brasil... Pero si un
criminal de guerra de la talla de Rumsfeld lo alaba, esto ya vale como
una definición. Dime quién te felicita y te diré quién eres...
Estas felicitaciones tienen un primer motivo. EEUU
agradece que sus vasallos latinoamericanos cumplan el papel que
"normalmente" le correspondía a sus marines. Hoy el
imperialismo yanqui necesita desesperadamente más soldados por la
guerra de guerrillas que enfrenta en Iraq. El reclutamiento de nuevas
tropas en EEUU ha bajado significativamente, mientras aumentan las
bajas y las deserciones. Bush está ante la grave alternativa de
volver al sistema de servicio militar obligatorio, lo que podría
provocar un estallido como el que obligó al imperialismo yanqui a
irse de Vietnam. Rumsfeld agradece a Lula y a Kirchner porque cada
soldado brasileño o argentino en Haití es un soldado yanqui más en
Iraq.
Pero Rumsfeld tiene también otros motivos, que tienen
que ver con la misma situación de Haití y la misión que cumplen las
tropas brasileñas y argentinas allí.
Lo
poco que se ha hablado de esto en los medios es, como de costumbre,
para falsear la realidad, condimentándolo además con una pizca de
racismo. La "historia oficial" es pintar lo de Haití como
una "misión de paz", una tarea "humanitaria", de
buenos samaritanos –especie de "Madres Teresas" en
uniforme– que se toman la molestia y el riesgo de ir a un país bárbaro,
habitado por salvajes que no se saben gobernar a sí mismos, para
poner orden y mejorar la vida de la población.
Por supuesto, los hechos no tienen nada que ver con esto.
La triste y vergonzosa verdad es que hay soldados brasileños y
argentinos en Haití actuando como tropas de ocupación colonial
por cuenta y orden de EEUU y también de Francia (en este sucio
negocio ambos están asociados). En estos momentos, su principal tarea
política, como aclaró también Rumsfeld, es organizar unas
elecciones truchas (estilo Iraq o Afganistán), que garanticen que
algún "nativo" que sea títere irreprochable de Washington
asuma la presidencia.
Mientras tanto, el balance de la ocupación militar de
Haití no podría ser más horroroso. "A un año de la invasión
franco-estadounidense que defenestró a Jean Bertrand Aristide, Haití
se hunde en el caos y la pobreza, entre la parafernalia de 6.200
efectivos de ocupación 'legitimados' como 'Misión de Naciones Unidas
para la Estabilización de Haití' (Minustah), que incluye tropas de
Brasil (1.200 hombres), Argentina (600) y Chile (900)" [1],
comenta el periodista y escritor chileno Ernesto Carmona, que ha
venido investigando el tema.
"Las miserables condiciones de vida de la población
–añade Carmona– no mejoraron un ápice en un año de
'reconstrucción'. El hambre también gatilla a la inseguridad como
problema principal, mientras los derechos humanos son violados
cotidianamente por los ex miembros de las bandas armadas que patrocinó
EEUU para desestabilizar a Aristide y que ahora integran y controlan a
la policía. Las violaciones y abusos contra el ser humano hoy parecen
'legítimos', bajo el 'gobierno' del presidente provisional Boniface
Alexandre y del primer ministro Gérard Latortue".
Las bandas paramilitares que desestabilizaron al gobierno
de Aristide fueron armadas por EEUU con dólares de la National
Endowment Development (NED), un fondo del gobierno destinado a
"promover la democracia". Se trata de la misma "fundación"
que en Venezuela se descubrió que financiaba a las organizaciones
antichavistas, entre ellas a “Súmate”, la entidad que organizó
la recolección (y falsificación) de las firmas para solicitar el
referendo.
Después de que la ONU legitimó la invasión
franco-estadounidense del 29 de febrero del 2004, la Minustah,
comandada por un general brasileño, se hizo cargo de la situación y
del "mantenimiento del orden". Por supuesto, no hizo nada
para desarmar a esas bandas protegidas por Washington, que además, el
nuevo gobierno integró mayoritariamente a la policía.
"Después de un año de ocupación, Haití está
peor que antes, con más de 80% de desempleo y casi el 90% de la
población viviendo en la informalidad económica y pobreza extrema.
Los pocos jóvenes que estudian van a leer de noche a los tres o
cuatro edificios públicos de Puerto Príncipe que mantienen sus luces
encendidas, porque en el país no hay electricidad para los pobres.
Haití se hunde en el caos y la pobreza".[2]
Esta situación ha hecho que, a pesar del desastre que
significó el derrocado gobierno de Aristide, amplios sectores de las
masas más pobres se estén volcando otra vez a su partido, el Fami
Lavalas. Esto constituye un problema, porque podría otra vez ganar
las elecciones. Aristide, en su segundo gobierno, administró el país
poniéndose de rodillas ante FMI y Washington. El desastroso desenlace
de febrero del 2004 tuve mucho que ver con eso. Pero, como a veces
sucede con los sirvientes despedidos de mal modo, Aristide ahora clama
contra su desagradecido patrón y ha vuelto a sus originarias poses de
"antiimperialista".
Pero eso no es lo más grave. Después de todo, siempre
queda la posibilidad de volver a emplearlo. Lo más preocupante para
EEUU es que los sectores populares que se reorientan hacia el Fami
Lavalas vienen con una carga de odio hacia el ocupante imperialista y
sus agentes, la pequeña elite –compuesta por mulatos, árabes,
otros extranjeros y uno que otro negro– que controla el comercio, el
gas, las líneas aéreas y todo el precario mundo económico haitiano.
Por otra parte, en el Caribe, donde está planteada una situación
cada vez más tirante con Venezuela, a EEUU no le resulta agradable la
posibilidad de movimientos (y posibles gobiernos) que sintonicen en
alguna medida con la onda chavista.
Ante estas "amenazas a la democracia", los
paramilitares (muchos de ellos hoy en la policía) han recibido
evidentemente "licencia para matar", sin que a las tropas de
la Minustah se les mueva un pelo. En los barrios pobres de la capital,
Puerto Príncipe, son ya de rutina las incursiones nocturnas para
buscar y asesinar a los activistas del Lavalas, especialmente a los jóvenes.
Un ejemplo de esto es lo ocurrido el pasado jueves 10 de febrero:
"12 personas fueron asesinadas en los tugurios pro-Aristide de
Bel Air. El viernes, los trabajadores de la morgue le dijeron a
Reuters que recibieron cinco cuerpos después de una incursión de
policías encapuchados que buscaban a partidarios de Lavalas. Los
habitantes de Bel Air dijeron que por lo menos ese jueves fueron
asesinados 12 vecinos, mientras que un corresponsal de la misma
agencia informó haber visto seis cuerpos tendidos en la vía pública,
incluyendo a dos mujeres".[3] ¡Así se están preparando en Haití
las "elecciones democráticas" a la Rumsfeld! ¡Esto es lo
que están avalando y sosteniendo las tropas brasileñas, argentinas y
de otros países que participan de la ocupación colonial! ¡Mucho
"Museo de la ESMA" en Buenos Aires, mientras en Haití se
protege a los autores de estas atrocidades!
¡Hay que terminar con esta vergüenza! ¡Es una obligación
de los luchadores de nuestros países hacer conocer la verdad sobre la
"misión de paz" en Haití! ¡Que vuelvan las tropas ahora!
Notas:
1.
Argenpress, 27-2-05
2. Ernesto Carmona, El Haití que no muestran los
grandes medios, Argenpress, 3-3-05
3.
Cit.
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