Una pasarela israelo-estadounidense
Los
trucos de la Foundation for the Defense of Democraties
Red Voltaire, París,
18/08/05
Creada por millonarios
estadounidenses a pedido del general Ariel Sharon, la Foundation for the
Defense of Democraties (FDD) preparó la retórica de la democratización
forzosa que utiliza hoy George W. Bush. A fuerza de mescolanzas y trucos,
este think tank [Centro de investigación, de propaganda y divulgación de
ideas, generalmente de carácter político. Nota del Traductor] se sirvió
primero del pánico que sembró el 11 de septiembre para favorecer la
movilización contra los palestinos. Después la emprendió con la ONU
antes de llamar a atacar a Irak, a Arabia Saudita, Siria y Líbano.
Desde su elección como
primer ministro, en febrero de 2001, el general Ariel Sharon solicitó a
un círculo de millonarios sionistas que «trabajaran» a la opinión pública
mundial y la convencieran de la legitimidad de la respuesta israelí ante
la segunda Intifada. Bajo la dirección de Leonard Abramson se creó un
gabinete de relaciones públicas denominado Emet (o sea «verdad» en
hebreo) [1]. Este disponía de una oficina en la universidad de Tel Aviv,
que ocupaba Itamar Rabinovitch (ex-embajador de Israel en Washington), y
de otra oficina en Washington, ocupada esta por Nir Boms (ex-oficial de
Tsahal encargado de las relaciones públicas de la embajada de Israel en
Washington).
Las finanzas del gabinete
fueron abundantes gracias a sus generosos padrinos: Edgar Bronfman,
Bernard Marcus y Michael Steinhard aportaron 250,000 dólares cada uno;
Leonard Abramson, Charles Bronfman Dalck Feith (padre del subsecretario de
Defensa Douglas Feith) y Lynn Schusterman pusieron 100,000 por cabeza.
Sin embargo, un
malentendido surgió entre el gobierno de Sharon y los donantes de Emet.
En efecto, la constitución de Emet fue anunciada por Radio Tel Aviv, que
citó fuentes gubernamentales, antes de haberse hecho pública por sus
propios fundadores. Estos hicieron saber entonces al general Sharon que
tenían la intención de conservar entera libertad de maniobra y de no
dejarse imponer las actividades que realizarían.
Emet tuvo una actividad de
fachada: la organización de un curso de formación para estudiantes judíos
estadounidenses en el Centro Jafee de Estudios Estratégicos de la
Universidad de Tel Aviv, y sobre todo la publicación de un estudio de la
Fundación Wexner sobre la imagen de Israel, cuya traducción francesa
publicamos en aquel entonces [2].
Pero la verdadera actividad
de Emet consistió en reclutar «mensajeros de Israel», o sea
personalidades capaces de llevar su mensaje a la opinión pública
estadounidense. El gabinete contrató así a Jack Kemp, Jeane Kirkpatrick
y Steve Forbes, una elocuente selección. El ex-jugador de football Jack
Kemp hizo una carrera política que lo llevó a permanecer durante 18 años
en la Cámara de Representantes antes de convertirse en candidato a la
vicepresidencia junto a Bob Dole. Jeane Kirkpatrick debutó en la política
como presidenta de los jóvenes trotskistas antes de unirse a Ronald
Reagan, que la hizo su embajadora en la ONU.
Steve Forbes es el dueño
de Forbes Magazine. Kemp, Kirkpatrick y Forbes militaban ya en Empower
America, asociación que predica la supremacía estadounidense, y en el
Jewish Institute of National Security Affaire (JINSA), un grupo de
influencia cuyo objetivo es favorecer el progreso de la agenda sionista
entre la clase dirigente estadounidense.
El 13 de septiembre de
2001, o sea dos días después de los atentados de Manhattan, Emet se
transformó en un think tank, la Fundación para la Defensa de las
Democracias (Foundation for the Defense of Democraties - FDD). Gracias a
un buen trabajo preparatorio, el presupuesto de 2002 alcanzó la cifra de
2,9 millones de dólares. Los inevitables Newt Gingrich (ex-presidente de
la Cámara de Representantes) y James Woolsey (ex-director de la CIA) se
convirtieron en los consejeros de la organización, mientras que toda una
serie de personalidades neoconservadoras se unían a ellos (Gary Bauer,
Frank Gaffney, Charles Krauthammer, Bill Kristol, Richard Perle, etc.).
También se contrató un
equipo de empleados. Para aliviar la falta de credibilidad del director
Nir Boms, debida a su nacionalidad israelí y sus anteriores funciones en
Tsahal, se nombró otro director, Clifford May, ex-responsable de las
relaciones públicas del Partido Republicano.
La primera campaña pública
de la Foundation for the Defense of Democraties, en el verano de 2002, fue
la producción y difusión de un spot televisivo de 30 segundos.
Intitulado La estrategia del suicidio, este establece un paralelo entre
los atentados del 11 de septiembre, oficialmente perpetrados por kamikazes,
y los atentados suicidas palestinos contra la ocupación israelí,
resaltando que estos últimos son cotidianos. En él se mezclan los
nombres de Yasser Arafat, Osama ben Laden y Saddam Hussein.
La FDD multiplicó después
las intervenciones en la prensa: tribunas libres en los grandes periódicos
estadounidenses, entrevistas en las cadenas de radio y televisión,
participación en talk shows. Siguiendo una técnica clásica, la FDD
favoreció la creación de toda una serie de asociaciones con firmas
diversas permitiendo así a un pequeño grupo homogéneo dar la impresión
de ser una amplia coordinación pluralista.
La Iraq-America Freedom
Alliance (Alianza Iraquí-norteamericana por la Libertad) ofrece a los
medios de difusión testimonios listos para su transmisión de iraquíes y
estadounidenses que celebran la libertad restablecida después de la caída
de Saddam Hussein.
Las Women for a Free Iraq
(Mujeres por un Irak Libre) movilizaron las conciencias feministas para
que apoyaran la intervención militar de la coalición. El problema es que
si bien las mujeres iraquíes sufrieron el despotismo de Saddam Hussein,
la realidad es que nunca fueron discriminadas, sin embargo, por su condición
de mujeres. Desde ese punto de vista, su situación en Irak era incluso
mejor que en muchos países occidentales. Como quiera que sea, las Women
for a Free Iraq hicieron toda una mezcolanza entre la situación de la
mujer bajo la dictadura de los talibanes afganos y bajo el régimen laico
del partido Baas iraquí.
Se creó más tarde una
Women Alliance for a Democratic Iraq (Alianza de mujeres por un Irak
Democrático) cuyo objetivo ha sido seleccionar mujeres e introducirlas en
las instituciones que colaboran con la ocupación en Irak para que se
respeta la muy correcta exigencia de paridad.
La Coalition Against
Terrorist Medias (Coalición contra los Medios de difusión Terroristas)
es una campaña instrumentada en 2004 para lograr que las autoridades
francesas impidieran las transmisiones de la cadena televisiva del
Hezbollah libanés hacia Estados Unidos a través de satélites europeos y
para que el Departamento de Estado clasificara a los periodistas de esa
cadena como «terroristas». Ambos objetivos fueron alcanzados en Francia
y Estados Unidos [3].
El Committee on Present
Danger (Comité sobre el Peligro Presente) es la reactivación de una
asociación histórica homónima que desarrolló la retórica de la guerra
fría. Este comité se dedica a reutilizar aquel discurso substituyendo el
término «comunistas» por «terroristas» y «guerra fría» por «guerra
contra el terrorismo» así como a mezclar todos los atentados del mundo
atribuyéndolos a un complot islámico mundial. Está copresidido por dos
apologistas de la invasión contra Irak, George P. Schultz y el
omnipresente James Woolsey. Vaclav Havel y José María Aznar dirigen una
sección internacional de este comité.
La Foundation for the
Defense of Democraties (FDD) organizó también una serie de acciones
durante las sesiones de la Corte Internacional de La Haya sobre la
legalidad del muro de Israel [4]. Ruth Wedgwood orquestó entonces, cerca
de la sede de la Corte, un tribuna independiente que juzgaba los crímenes
de los terroristas palestinos y dirigía manifestaciones.
Por otro lado, la Fundación
maneja los hilos de varias campañas temáticas. Jugó un papel protagónico
en la difusión de la idea según la cual el antisemitismo forma parta de
la enseñanza institucional en Arabia Saudita. Utilizó para ello
traducciones falsificadas de manuales y de libros presentados al público
por un experto aparentemente creíble, Ali al-Ahmed, director del Saudi
Institute de Washington.
También orquestó la campaña
de desestabilización contra el secretario general de la ONU, Kofi Annan,
mediante los artículos de una de sus empleadas, la periodista Claudia
Rosett, que tiene pleno acceso a las columnas del Wall Street Journal y
del Weekly Standard [5].
Finalmente, la Fundación
se apoya hoy en Walid Phares, dirigente de la milicia proisraelí de los
Guardianes del Cedro y de la World Lebanese Organization, para dar lugar a
una intervención militar de la coalición en Siria y Líbano.
Es difícil decir hoy en qué
medida los objetivos de la Foundation for the Defense of Democraties los
determinan militantes sionistas estadounidenses o la administración
Sharon.
Notas:
[1]
Esta sociedad fue registrada en New York, el 12 de marzo de 2001, bajo la
denominación completa de «Emet, An Educational Initiative,Inc»
[2]
«La communication israélienne pour 2003 selon la Fondation Wexner» ,
traducción de Marcel Charbonnier, publicado simultáneamente por Le Point
information Palestine y la Red Voltaire.
[3]
«CSA, le censeur supérieur de l’audiovisuel» , Voltaire, 20 de agosto
de 2004.
[4]
Ver nuestro trabajo «Le Mur israélien en Palestine»
[5]
«El acoso contra Kofi Annan», Voltaire, 22 de diciembre de 2004.
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