La
guerra de la información
Por
Cyril Capdevielle
Red
Voltaire, 03/03/06
En
un documento recientemente desclasificado y difundido por la National
Security Archive, el Pentágono presenta su estrategia para controlar la
información. Titulado Information Operations Roadmap, el documento,
rubricado por Donald Rumsfeld con fecha 30 de octubre de 2003, examina las
diferentes actividades del Ejército relacionadas con el control de la
información. El conjunto de estas actividades va desde la guerra electrónica
a la intoxicación masiva de los medios, pasando por la "guerra a
Internet" sin contar las operaciones psicológicas (Psyops).
En
un documento recientemente desclasificado y difundido por la National
Security Archive, el Pentágono presenta su estrategia para controlar la
información. Titulado Information Operations Roadmap, el documento,
rubricado por Donald Rumsfeld con fecha 30 de octubre de 2003, examina las
diferentes actividades del Ejército relacionadas con el control de la
información.
El
conjunto de estas actividades va desde la guerra electrónica a la
intoxicación masiva de los medios, pasando por la "guerra a
Internet" sin contar las operaciones psicológicas (Psyops).
Inmediatamente
después del 11 de septiembre, el Pentágono crea, en el mayor secreto, el
Office for the Strategic Influence (OSI), una agencia de propaganda
encargada de modelar las opiniones públicas a nivel planetario mediante
una intoxicación masiva de los medios de comunicación a fin de apoyar la
guerra contra el terrorismo. En ese entonces, las revelaciones de la
prensa sobre las actividades de la OSI y su impacto en las informaciones
difundidas por los medios estadounidenses obligaron a Donald Rumsfeld a
anunciar el cierre de esta nueva agencia. En efecto, el Smith–Mundt Act
prohíbe la realización de campañas de desinformación que tengan como
objetivo el público estadounidense.
Sin
embargo, el Pentágono no renunció a sus proyectos y el Office for the
Strategic Influence (OSI) fue sustituido por el Northern Gulf Affairs
Office. Creada en septiembre de 2002 y supervisada por el subsecretario de
Defensa William Luti, esta oficina se dio a la tarea de preparar el
terreno para una intervención en Irak, destilando informaciones sobre las
supuestas armas de destrucción masiva en posesión de Irak y los vínculos
de este país con el terrorismo internacional.
El
documento, hecho público a finales de enero de 2006 por la National
Security Archive, confirma que el Pentágono no ha abandonado el terreno
de la guerra informativa y propagandística. El mismo indica que "La
importancia del dominio de la información explica el objetivo de
transformación de las Operaciones de Información para hacer de las
mismas un arma en su totalidad como son las fuerzas aéreas, terrestres,
navales y las fuerzas especiales" ("The importance of dominating
the information spectrum explains the objective of transforming IO into a
core military competency on a par with air, ground, maritime and special
operations").
Con
esta óptica, el Pentágono se adentra en un campo cuya competencia
correspondía anteriormente al Departamento de Estado, y en especial al
subsecretario de Estado para la diplomacia pública y los asuntos públicos
(The Under Secretary for Public Diplomacy and Public Affairs), en realidad
un ministerio de propaganda cuya misión es difundir la doctrina
estadounidense, principalmente mediante medios directamente bajo su
control como Voice of America o TV Martí. Así, el documento afirma
igualmente que "las principales actividades en materia de información
del Departamento de Defensa incluyen los asuntos públicos, el apoyo
militar a la diplomacia pública y las operaciones psicológicas" (
"Major DoD "information activities" include public affairs,
military support to public diplomacy and PSYOP").
El
reciente escándalo que implicó al Pentágono y a uno de sus
subcontratistas, el Lyncoln Group, sobre el tema de los artículos periodísticos
que presentan la ocupación de Irak desde un punto de vista favorable,
redactados por militares estadounidenses y luego difundidos por la prensa
iraquí, constituye un ejemplo de esta estrategia. Por otra parte, el Pentágono
no excluyó desarrollar los medios al servicio de la propaganda. Se
menciona la voluntad de "desarrollar un sitio web global al servicio
de los objetivos de comunicación de los Estados Unidos. Los contenidos
provendrían fundamentalmente de terceros y por lo tanto serían más creíbles
para públicos extranjeros que si fueran producidos por oficiales
estadounidenses" ("Develop a global web site supporting U.S.
strategic communications objectives. Content
should be primarily from third parties with greater credibility to foreign
audiences than U.S. officials"). En realidad el Pentágono administra directamente, a través
del US European Command los dos sitios siguientes: el Southeast European
Times sobre los Balcanes y Magharebia.com sobre el Magreb, y muestra su
voluntad de "identificar y difundir los puntos de vista de terceros
que apoyen las posiciones estadounidenses. Estas fuentes podrían no estar
totalmente de acuerdo con las posiciones norteamericanas como lo desearía
el DSG, pero podrían ejercer una influencia positiva"
("Identify and disseminate the views of third party advocates that
support U.S. positions. These
sources may not articulate the U.S. position the way that the DSG would,
but they may nonetheless have a positive influence").
En
este documento Internet es un enemigo a combatir. Así, el "el
Departamento luchará contra Internet como lo haría contra un sistema de
armamentos" ("the Department will "fight the net" as
it would a weapons system"). Efectivamente, el control de las
diferentes redes de comunicación e información se ha convertido en un
elemento estratégico de la mayor importancia para asegurar la victoria
tanto en los campos de batalla como en la opinión pública.
Sin
embargo, el Pentágono reconoce que "la información destinada a un público
extranjero, incluidas la diplomacia pública y las operaciones psicológicas,
es consumida cada vez más por un público doméstico"
("information intended for foreign audiences, including public
diplomacy and PSYOP, increasingly is consumed by our domestic audience and
vice–versa"), lo que la sitúa en el terreno de la ilegalidad. Para
remediar esta situación, el Departamento de Defensa propone una mejor
coordinación interagencias para garantizar la coherencia global de las
acciones de propaganda estadounidenses.
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