Chávez
ante la ONU. Bush es la mayor amenaza para el mundo, incluido EEUU,
advierte el presidente venezolano
Bush
"huele a azufre"
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 21/09/06
Nueva
York, 20 de septiembre.– "Huele a azufre", dijo el presidente
Hugo Chávez Frías, de Venezuela, al subir al podio desde el cual unas 24
horas antes habló George W. Bush ante la Organización de Naciones Unidas
(ONU). "El diablo estuvo en esta casa", afirmó, al persignarse,
el mandatario sudamericano.
En
el más feroz ataque frontal contra Estados Unidos que se verá esta vez
en la Asamblea General de la ONU, el presidente venezolano proclamó que
la mayor amenaza para el mundo es el gobierno estadounidense y su proyecto
imperialista. Al hacer uso de la tribuna, Chávez mostró un ejemplar de Hegemonía
o sobrevivencia, de Noam Chomsky, y recomendó a todos los asistentes
leer este "libro excelente".
Con
ello afirmó que "las intenciones hegemónicas del poder imperialista
amenazan al mundo", y llamó a todos los pueblos, incluyendo al de
este país, a responder ante esa amenaza. Advirtió al pueblo
estadounidense que "la amenaza está en su propia casa, el diablo está
en su propia casa".
Continuó
con el tema, provocando risa y placer entre algunos de los presentes, al
declarar que "el diablo ayer estaba aquí, aquí, aquí mismo",
al señalar la gran sala de la Asamblea General. Viendo al podio, afirmó:
"sigue oliendo a azufre", y para los que aún no entendían a
quién se refería, declaró: "el presidente de Estados Unidos".
En
su enfrentamiento verbal, algo poco común en esta cumbre del mundo diplomático,
criticó que Bush estuviera "hablando como el dueño del mundo",
pero en realidad, dijo, es "el vocero del imperialismo". Citó
fragmentos del discurso del mandatario de Estados Unidos en su
"mensaje" a los pueblos y la defensa de la
"democracia", y le respondió que eso es "la falsa
democracia de las elites", impuesta con armas y bombas. "No
podemos permitir la consolidación de la dictadura mundial" que
promueven Bush y sus aliados, afirmó.
Por
todas partes ven extremistas, expuso Chávez, en referencia a ese
discurso. Señalando a algunos de los presentes, dijo "te ve, ve tu
color, y ve un extremista... Evo Morales se ve como extremista... No es
que seamos extremistas, lo que pasa es que el mundo se está
despertando". Bush, añadió, se dirigió a los pueblos del mundo, al
de Afganistán, Irak, Irán y otros, pero se preguntó: "¿qué dirían
esos pueblos si les ofreciera la palabra?", y se respondió que
seguramente sería: "imperialista yanqui: go home".
"Señor
dictador imperialista, usted va a vivir el resto de sus días como una
pesadilla, porque por donde quiera que vea, vamos a surgir nosotros, los
que nos levantamos contra el imperialismo", advirtió, mientras en la
mesa de la delegación estadounidense un solo funcionario tomaba nota.
En
su discurso, como lo hizo en una conferencia de prensa en la ONU, Chávez
planteó una vez más la necesidad de una "refundación" del
sistema internacional, porque Naciones Unidas ya no responde a las
realidades actuales de la comunidad. Aunque en su discurso propuso la
ampliación del Consejo de Seguridad para integrar más países del tercer
mundo, suprimir el poder del veto y fortalecer la función del secretario
general, más tarde señaló que la institución padece "una
enfermedad mortal" y ya no se puede hablar de reforma. "Mientras
exista la dictadura internacional que tenemos no se puede impulsar una
reforma".
Mientras
tanto, convocó el apoyo de la comunidad internacional para que Venezuela
ingrese al Consejo de Seguridad como miembro no permanente, donde
"con su voz y voto seremos muchas voces", y no sólo hablará
por su país, sino por las naciones pobres del mundo. Indicó, ante la
prensa, que Estados Unidos está haciendo todo lo posible para evitarlo,
inclusive amenazando a países con quitarles fondos de asistencia si
apoyan a Caracas.
Agradeció
el apoyo que ha recibido la candidatura de su país del Mercosur, la Liga
Arabe y el Caricom, así como de China, Rusia y otros. Y agregó: "en
esta lucha entre David y Goliat, somos David, y ganaremos". La votación
para elegir nuevos miembros no permanentes al Consejo de Seguridad se
realizará en octubre.
Ante
la asamblea expresó que estaba "amaneciendo una nueva era"
contra el esquema imperialista, y que justo por eso muchos, incluyendo
Venezuela, son percibidos como amenaza, y advirtió que Estados Unidos ya
está promoviendo un golpe de Estado en su país. Recordó la historia de
estas intervenciones, también el asesinato de Orlando Letelier hace 30 años,
y el caso de Luis Posada Carriles, uno de los "grandes
terroristas" del mundo que Washington ha protegido, entre otros.
"Acuso al gobierno de Estados Unidos de proteger terroristas",
afirmó.
Al
concluir dijo que "me llevo mi libro (de Chomsky), se los recomiendo
para salvar al planeta de la amenaza imperialista" y regresó adonde
empezó: "huele a azufre aquí, pero Dios está con nosotros".
Una extensa ovación –más que cortesía– comprobaba que había
articulado lo que muchos aquí piensan, pero que sólo se atreven a
declarar en tonos mucho más diplomáticos.
En
una larga conferencia de prensa poco después de su discurso, Chávez
retomó los temas de su intervención al responder a múltiples preguntas,
preguntando siempre de dónde era el periodista y comentando sobre ese país
o ciudad, y contaba anécdotas de sus viajes por esos lugares.
Recordó
que Venezuela ha reducido la pobreza 50 por ciento, que ya ha cumplido o
está por hacerlo todas las metas del milenio, señaló que la Unesco
declaró a su país libre de analfabetismo el año pasado, por lo cual
agradeció a Cuba, e informó de cómo se estableció un sistema de salud
nacional gratuito que atiende a 17 millones de personas, entre otras
cosas.
Al
responder a criticas de que está "regalando" el petróleo
mientras su propio pueblo sigue padeciendo pobreza, Chávez dijo que eso
es otra mentira de sus enemigos. No se está regalando el petróleo,
aseguró, sino que hay intercambios.
Como
ejemplo mencionó que Venezuela entrega unos 90 mil barriles de petróleo
a Cuba, pero a cambio hay unos 12 mil médicos cubanos trabajando las 24
horas en su país con los pobres. Argentina y Uruguay reciben petróleo a
cambio de vacas, tecnología de computación y más.
Preguntado
por su relación con países como Irán, señaló que el apoyo brindado no
es sólo venezolano, sino que los 118 países no alineados declararon su
respaldo a Teherán en su reciente reunión en La Habana.
Advirtió,
en respuesta a pregunta de un periodista estadounidense: si "tu
presidente, el diablo, invade Irán, los precios del petróleo podrían
subir a 200 dólares el barril".
Al
concluir la sesión, las cámaras se congregaron para filmar su salida de
la sala, pero fueron acompañados por otros que nada más deseaban ver
pasar a Chávez, entre ellos cocineros de la ONU.
El
gobierno estadounidense reprobó la actuación poco diplomática del
presidente Chávez. El embajador estadounidense ante Naciones Unidas
declaró que "no vamos a responder a esa forma tipo tira de
caricatura de abordar las relaciones internacionales", y añadió que
"aquí sí se puede ejercer la libertad de expresión, lástima que
no tengan el mismo derecho en Venezuela".
El
vocero del Departamento de Estado, Tom Casey, dijo en Washington que
"no se sorprenderán de que estemos en desacuerdo con la posición
expresada por el presidente Chávez", y señaló que es
"lamentable ver ataques personales emitidos por cualquier jefe de
Estado".
CNN
quería saber "quiénes reían en la Asamblea General" cuando Chávez
nombró diablo a Bush. El corresponsal debió informar que muchos de los
delegados en el foro mundial están de acuerdo, o por lo menos desaprueban
las políticas del pesidente estadounidense, y pues, se rieron. Con esto,
Chávez se volvió la figura central de este teatro de diplomacia mundial.
Esta
noche, Chávez acudió a un foro público en el histórico Cooper Union,
una institución académica. Allí, hizo una amplia exposición de los
logros en Venezuela entre un mosaico de temas y comentarios en esa
institución académica en cuyo gran auditorio se han realizado famosos
foros, y donde Abraham Lincoln ofreció su discurso antiesclavista hace
siglo y medio.
Presentado
por el cantante y luchador social Harry Belafonte ante simpatizantes de
todo tipo –líderes comunitarios de la diáspora latinoamericana,
religiosos, académicos, estudiantes, grupos de solidaridad, dirigentes
sindicales–, Chávez subrayó que aunque es acusado de ser enemigo de
este país, "soy amigo de Estados Unidos, de su pueblo, sus
trabajadores, sus jóvenes, intelectuales... somos amantes de este pueblo.
Son dos cosas radicalmente distintas el pueblo de Estados Unidos y el
gobierno instituido en este país".
Habló
de la esencial importancia de la educación, la salud para el desarrollo
humano, y los logros de su país en esos rubros. "El capitalismo
–indicó– es el camino al infierno, donde se tiene que privatizar todo
mientras produce cada vez más pobres... es el reino de la
injusticia".
Señaló
que de eso parte también "la falsa integración del libre
mercado" e insistió en que "la integración real es entre el
alma de los pueblos, del corazón", y de cómo "el socialismo
cristiano, indoamericano, el socialismo nuestro que nace de nuestra
historia", es la salida hacia el nuevo mundo que urge; agregó que
estos logros son resultado de la participación: "si no participa el
pueblo, nada de esto funciona".
Usó
la ocasión para hacer un reconocimiento oficial a la memoria de 10
estadounidenses que se sumaron a la lucha de independencia de Venezuela
hace dos siglos, en 1806, uno de los cuales luego fue fundador de la
Sociedad de Historia de Nueva York.
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