Los
mercenarios de Washington
Por
Bob Quellos
Socialist Worker, ISO, 09/04/04
Traducción
de Socialismo o Barbarie
Los
medios de comunicación identificaron a los cuatro norteamericanos
muertos en Falluja como “contratistas civiles”. Pero ésa es sólo
parte de la historia.
Los
cuatro eran empleados de Blackwater USA, una compañía privada que
proporciona al Pentágono "personal de seguridad" para
actuar como una fuerza de policía privada. En otros términos,
mercenarios contratados, cuyas misiones incluyen detener, torturar y
asesinar iraquíes.
Establecido
en 1996, Blackwater se dedica a "cumplir con las demandas
gubernamentales para el entrenamiento en seguridad y armas de
fuego". Así lo explica el sitio de Web de la compañía. La
privatización de estas actividades le ha hecho jugar un importante
rol en la ocupación de Irak. Por ejemplo, la protección del
proconsul norteamericano Paul Bremer, a los convoyes de camiones que
transportan petróleo, al Aeropuerto de Bagdad y a las oficinas de
Kellogg Brown & Root, subsidiario del gigante petrolero
Halliburton.
Blackwater
no está sola en el negocio de contratar mercenarios al precio de 500
a 1,000 dólares por día. Hoy la mayor exportación de Inglaterra es
la de ejércitos privados. El total sumado de tropas privadas de
mercenarios, constituye la tercera fuerza armada en el país. Según
el periodista Robert Fisk hoy hay más mercenarios británicos en Irak
que los soldados del gobierno de Gran Bretaña.
Muchos
de los paramilitares mercenarios de Blackwater son ex soldados
norteamericanos y británicos. Pero la compañía también ha
contratado a gente que originalmente había actuado en Chile bajo la
dictadura de Pinochet.
Los
mercenarios como "personal de seguridad" están involucrados
en otras intervenciones de EEUU alrededor del globo. Protegen al títere
de Washington Hamid Karzai en Afganistán y vuelan los aviones que
destruyen los campos de la coca en Colombia. Como ha dicho Donald
Rumsfeld, el Pentágono "ofrece oportunidades adicionales para
tercerizar y privatizar". Está claro entonces que las filas de
los mercenarios de Washington continuarán creciendo.
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