Cartas que me han enviado los
soldados
Por Michael Moore
progresosemanal.com,25 al 31/12/03
Mientras se acercan las fiestas he
estado pensando mucho acerca de nuestros muchachos que están en las
fuerzas armadas de servicio en Irak. He recibido cientos de cartas de
nuestros soldados en Irak, y en ellas me dicen cosas bien distintas de
lo que vemos en los noticieros nocturnos.
Lo que me dicen, a veces de manera
elocuente y en palabras que llegan al corazón, es que les mintieron,
y que esta guerra no tiene nada que ver con la seguridad de Estados
Unidos.
Les he contestado y he hablado por
teléfono con muchos de ellos y a unos pocos les he preguntado si me
permitirían publicar sus cartas en mi sitio web y dijeron que sí. Su
aceptación implica un gran riesgo personal (ya que pueden enfrentarse
a medidas disciplinarias por ejercer su derecho de libre expresión).
Les agradezco su valentía.
El cabo George Batton del Cuerpo de
Infantería de Marina de Estados Unidos, quien regresó de Irak en
septiembre (después de servir en la Compañía Alfa de Policía
Militar) escribe lo siguiente:
"Usted se sorprendería de cuánta
gente con las que hablé en mi compañía y otras creían que el
argumento por parte del presidente acerca de las ADM (armas de
destrucción masiva) de Saddam era un montón de porquería y que la
motivación real para esta guerra era sólo el dinero. También había
muchas quejas de que muchas compañías, no sólo de la Infantería de
Marina, tuvieron que sufrir las consecuencias de no recibir suficiente
equipamiento para cumplir sus misiones cuando cruzaron la frontera.
Fue un milagro que nuestra compañía hizo lo que hizo en dos meses
que pasó en Irak durante la guerra. Nos prometieron que nos iríamos
a casa el 8 de junio, y descubrimos que era mentira y tuvimos que
cumplir misiones por otros tres meses. Hasta los conservadores más
radicales de nuestra compañía, incluyendo al sargento primero, tenían
un mal sabor acerca de la Infantería de Marina y quizás hasta del
presidente Bush".
Esto es lo que me escribió el
Especialista Mike Prysner, del Ejército de EEUU:
Estimado
Mike:
"Le escribo sin saber si esto llegará
a sus manos. Lo escribo desde las trincheras de la guerra (que aún
continúa), sin saber por qué estoy aquí o cuándo me marcharé. He
derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera
norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo. Me uní
al ejército en cuanto tuve el mínimo de edad -rechacé una beca de
escritura en una universidad estatal para servir a mi país, listo a
morir por los ideales que aprendí a amar. Dos años después me
encontré a punto de desembarcar en una pista aérea negra como la
noche, listo a atacar a un país en el cual yo no creía que debía
estar. Con sus palabras (de la ceremonia de los Oscar) dándome
vueltas en la cabeza. Durante todo el tiempo que he estado en Irak he
estado buscando ideas para convencerme de que puedo sentirme orgulloso
de mis actos, que yo era parte de algo justo. Pero no importa qué
argumento encontraba a favor de la guerra me venía a la cabeza la
imagen de mi comandante en jefe que sonríe con presunción mientras
piensa que ha engañado a un país".
Un soldado del Ejército, que aún
está en Irak y desea permanecer en el anonimato, escribe:
"Quisiera decirle cuán difícil
es servir bajo un hombre que nunca fue electo. Como él es el
presidente y mi jefe tengo que tener mucho cuidado con lo que digo y a
quién lo digo. Esto también me preocupa mucho... limitar lo que
dicen los militares es limitar exactamente lo que significa Estados
Unidos... y la mayoría de nosotros se siente totalmente desprovista
de poder.
Constantemente sitúa a mis amigos,
a mi familia y a varios otros en una clase de peligro que me aterra.
Conozco a otros soldados que se sienten de la misma manera y discuten
de manera regular la situación conmigo".
Jerry Oliver, del Ejército, y
quien acaba de regresar de Bagdad, me escribe:
"Acabo de llegar de la
'Operación Libertad Iraquí'. Estuve cinco meses en Bagdad y un total
de 3 años en el ejército. Fui licenciado honrosamente y regresé a
Estados Unidos sólo para sentirme horrorizado por lo que mi país se
ha convertido. Ahora tengo 22 años y he descubierto que Estados
Unidos es un lugar demasiado complicado para vivir y, además, los
norteamericanos no tienen idea de lo que le está pasando al país.
Estados Unidos se ha convertido en 1984. La Seguridad Interna nos enseña
a espiarnos unos a otros y nos está forzando a convertirnos en
antisociales. Los norteamericanos están dispuestos a sacrificar sus
libertades en nombre de la seguridad, las mismas libertades por las
cuales yo estaba dispuesto a arriesgar mi vida. La constitución está
en peligro. Como dijo el Gral. Tommy Franks, "Otro ataque terrorista
y la constitución no tendrá sentido".
Y un Especialista del Ejército me
escribió esta semana acerca de la captura de Saddam Hussein:
'"¡Oiga!' 130 000 tropas de tierra, casi 500 muertos y más
de mil millones de dólares diarios, pero atraparon a un tipo que vivía
en un hueco. ¿Se supone que yo esté maravillado?"
Hay muchas más, directamente de
los soldados que han estado en el frente y han experimentado en carne
propia lo que significa esta guerra. También he tenido noticias de
sus amigos y sus familiares, y de otros veteranos. Una madre que
escribe a nombre de su hijo (cuyo nombre no hemos divulgado) me dijo:
"Mi hijo dice que esto es lo
peor desde el 'fin' de la guerra. Dice que a las tropas les han dado
nuevas reglas para el combate, y que deben 'eliminar ' a cualquier
persona que agreda a los norteamericanos, aunque como resultado haya
daño 'colateral'. Desafortunadamente, él tuvo que matar a alguien en
defensa propia y su jefe le dijo: 'Buen muerto'.
"Mi hijo respondió: '¿No se
da usted cuenta? Estamos otra vez en Viet Nam' ."
De parte de un marino veterano de
56 años, acerca de una conversación que tuvo con un joven que se
marchaba para Irak esa mañana:
"Lo que más me preocupó fue
que cuando le pregunté qué arma le habían asignado como chofer de
camión me dijo que el nuevo M-16, modelo bla bla bla, cosas que no
tenían sentido para mí incluso cuando estaba en el servicio. Le
pregunté qué tipo de arma corta le daban a él y a sus colegas. Él
explicó: 'Señor, a los reservistas no les dan armas cortas ni
chalecos blindados porque no hay suficiente dinero para equipar a
todos los reservistas, sólo al personal permanente'. Me escandalicé.
"Bush es un idiota, de
acuerdo, pero no puedo creer que sea tan estúpido como para no dar
protección y armas a nuestras tropas que están combatiendo en SU
GUERRA".
De parte de un infante de Marina de
40 años:
"¿Por qué siempre agitamos
la bandera de la soberanía, EXCEPTO cuando se trata de nuestros
intereses financieros en otros estados soberanos? ¿Qué nos da el
derecho a decir a cualquiera cómo debe gobernarse y vivir su vida? ¿Por
qué no podemos liderar el mundo por medio del ejemplo? No es extraño
que el mundo nos odie. ¿Qué es lo que ven? Jóvenes estúpidos de
uniforme con armas, y turistas viejos y ricos. ¡Dios! ¿Será posible
dar una peor impresión?"
(Si le interesa leer más de mi
correo -y leer las cartas citadas completas- acuda a mi sitio web:
http://www.michaelmoore.com/books-films/dudewheresmycountry/soldierletters/index.php)
¿Recuerdan
por allá por marzo, cuando la guerra había comenzado, cuán
peligroso era hacer cualquier comentario en contra de la guerra con
personas que usted conocía del trabajo, la escuela o, ejem, en
ceremonias de entrega de premios? Una cosa era cierta. Si usted decía
algo en contra de la guerra, TENÍA que decir inmediatamente después:
"PERO APOYO A LAS TROPAS". No hacerlo significaba que uno no
solo no era patriota y antiamericano, sino que uno estaba poniendo en
peligro a nuestros muchachos, que uno podría ser la causa por la que
perdieran sus vidas. La disensión sólo era marginalmente tolerada si
uno mencionaba su "apoyo" a nuestros soldados.
Por supuesto, ustedes no
necesitaban hacer eso. ¿Por qué? Porque la gente como ustedes
SIEMPRE ha apoyado a "las tropas" ¿Quiénes son esas
tropas? Son nuestros pobres, nuestra clase trabajadora. La mayoría se
alistó porque era el único lugar al que podían acudir para un
trabajo o para recibir la garantía de una educación superior.
Ustedes, mis amigos, por medio de sus buenas obras, de sus
contribuciones, de su activismo, de su voto SIEMPRE APOYARON a estos
mismos muchachos que provienen de los barrios marginales. Ustedes NUNCA
necesitan estar a la defensiva cuando se trata del "apoyo" a
las "tropas". Ustedes son los únicos que SIEMPRE han estado
a su favor.
Es el Sr. Bush y sus amigos
asquerosamente ricos - cuyos hijos e hijas nunca pasarán un día de
uniforme - los que NO apoyan a nuestras tropas. Nuestros soldados se
alistaron y, al hacerlo, ofrecieron dar SUS VIDAS por Estados Unidos
si fuera necesario. ¡Qué tremendo regalo es ese! Estar dispuesto a
morir para que usted y yo no tengamos que hacerlo. Estar dispuesto a
regar su sangre para que seamos libres. Servir en nuestro lugar para
que NOSOTROS no tengamos que servir. ¡Qué tremendo acto de desinterés
y generosidad! Helos aquí, estos muchachos de 18, 19 y 20 años, la
mayor parte de los cuales han tenido que sufrir bajo un sistema económico
injusto que está concebido para NO beneficiarlos a ELLOS - estos
muchachos que han vivido sus primeros 18 años en los peores barrios
de la ciudad, acudiendo a escuelas miserables, viviendo en peligro y
aprendiendo a sufrir a menudo carencias, viendo a sus padres cómo
luchan para sobrevivir y ser luego humillados por un sistema que está
buscando siempre la manera de hacer más dura su vida recortando sus
beneficios, su educación, sus bibliotecas, sus bomberos, su policía,
su futuro
Y luego, después de este
tratamiento de miseria, estos jóvenes hombres y mujeres, en vez de
venir a NOSOTROS a exigir una sociedad más justa, se alistan en el ejército
para DEFENDERNOS y nuestro modo de vida. Es para volverse loco, ¿no
creen? No sólo merecen nuestro agradecimiento, sino un gran pedazo
del pastel que estamos comiendo los que nunca tenemos que preocuparnos
de ser heridos por las balas, mientras estamos indecisos acerca del
Palm Pilot que le vamos a comprar al sobrino por Navidad.
Es más, todo lo que estos
muchachos en el ejército nos piden a cambio es nuestra promesa de que
no les enviemos nunca a correr peligro, a no ser que sea en DEFENSA de
nuestra nación, para protegernos de que no nos mate el
"enemigo".
Y esa promesa, amigos, ha sido
rota. Ha sido rota de la peor manera imaginable. Los hemos enviado a
una guerra NO para defendernos, no para protegernos, no para evitar la
matanza de inocentes o aliados. Los hemos enviado a la guerra para que
Bush y compañía puedan controlar la segunda fuente de suministro de
petróleo del mundo. Los hemos enviado a una guerra para que la compañía
del Vice Presidente pueda estafarle al gobierno miles de millones de dólares.
Los hemos enviado a una guerra basada en una mentira de armas de
destrucción masiva y la mentira de que Saddam ayudó a planear el
11/9 con Osama bin Laden.
Al hacer todo esto, el Sr. Bush ha
demostrado que es EL quien no apoya a nuestras tropas. Es EL quien ha
puesto sus vidas en peligro, y es EL quien es responsable de que casi
500 muchachos norteamericanos hayan muerto por una razón que no es
honesta ni decente.
Las cartas que he recibido de
amigos y familiares de nuestros muchachos en Irak dejan en claro que
están hartos de esta guerra y que temen no volver a ver a sus seres
queridos. Me destroza el corazón leer esas cartas. Quisiera poder
hacer algo. Quisiera que pudiéramos hacer algo.
Quizás sea posible. Al acercarse
Navidad (y Hanukkah ya comenzo) quisiera sugerir unas pocas cosas que
cada uno de nosotros pudiera hacer para que las fiestas sean un poco más
alegres -ya que no más seguras - para nuestras tropas y sus
familiares.
1. Los familiares de muchos de
nuestros soldados están en mala situación económica, especialmente
las familias de reservistas y miembros de la Guardia Nacional que han
tenido que abandonar sus trabajos ("sólo un fin de semana al mes
y le pagaremos una carrera universitaria"). Ustedes pueden ayudar
si contactan a los Fondos de Ayuda de Emergencia de las Fuerzas
Armadas en http://www.afrtrust.org/
(ignoren la propaganda militar y recuerden que éste es un dinero que
ayudará a esas familias que viven casi en la pobreza). Cada arma
tiene su propio fondo de ayuda y el dinero se usa para ayudar a los
soldados y familias a pagar alimentos y alquiler, gastos médicos y
necesidades personales cuando se atrasa el pago, así como gastos
funerales. Usted puede encontrar otras formas de apoyar a las tropas,
desde comprar alimentos para sus familias, como donar sus millas de
aerolínea para que ellos puedan ir a casa de visita. Vaya a: <http://www.michaelmoore.com/links/index.php?linkType=How%20to%20support%20 the%20American%20soldiers%20and%20help%20the%20people%20of%20Iraq>.
2. Miles de civiles iraquíes han
muerto por nuestras bombas y disparos indiscriminados. Debemos ayudar
a protegerlos y a los que les sobreviven. Usted puede hacerlo apoyando
la campaña cuáquera para suministrar equipos de cuidados infantiles
a hospitales iraquíes. Acuda a: http://www.afsc.org/iraq/relief/default.shtm.
También puede ayudar a esas personas apoyando a la Sociedad Iraquí
de la Media Luna Roja. Contáctela por medio de: http://www.ifrc.org/address/iq.asp,
o puede hacer una donación en línea por medio de la Federación
Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja: http://www.ifrc.org/HELPNOW/donate/donate_iraq.asp.
3. Con 130 000 norteamericanos y
norteamericanas actualmente en Irak, cada comunidad en este país ha
enviado a alguien a luchar en esta guerra o tiene a familiares de
alguien luchando en esta guerra. Organice paquetes de ayuda a través
de sus grupos comunitarios locales, grupos de activistas e iglesias, y
envíenlos a estros jóvenes hombres y mujeres. Los militares ya no
aceptan paquetes a nombre de "Cualquier soldado", así que
tendrán que conseguir primero sus nombres. Piensen a quiénes pueden
ayudar de su área y envíenles libros, CD, juegos, pelotas, guantes,
mantas, cualquier cosa que pueda hacer su prolongada (y prolongada y
prolongada) estancia en Irak un poco mejor y más cómoda. También
puede patrocinar paquetes a las tropas norteamericanas por medio de la
USO: http://www.usocares.org/.
4. ¿Quiere enviar a un soldado un
libro o un filme? Comenzaré poniendo los míos a disposición de
cualquier soldado de servicio en Irak. Envíenme su nombre y dirección
en Irak (o si ya han regresado, la dirección actual) y los mil
primeros correos electrónicos que me lleguen a soldiers@michaelmoore.com
recibirán una copia gratuita de mi libro Dude, where's my country?, o
una copia gratuita en DVD de mi filme Bowling for Columbine.
5. Finalmente, tenemos que redoblar
nuestros esfuerzos para terminar con esta guerra y traer a las tropas
a casa. Es el mejor regalo que pudiéramos hacerles, sacarlos lo antes
posible del peligro e insistir en que EE.UU. regrese a las Naciones
Unidas y que ellas se hagan cargo de reconstruir a Irak (con el
financiamiento de EE.UU. y Gran Bretaña, porque, bueno, tenemos que
pagar los destrozos). Involúcrense con su grupo de paz local (puede
encontrar al más cercano visitando a United for Peace en: http://www.unitedforpeace.org
y a Veteranos de Viet Nam Contra la Guerra: http://www.vvaw.org/contact/.)
Está en preparación una gran
manifestación para el 20 de marzo. Para más detalles vea en: http://www.unitedforpeace.org/article.php?id=2136.
Para obtener una pegatina "Tráiganlos a Casa Ahora" para su
parachoques o un cartel para su patio, visite: http://bringthemhomenow.org/yellowribbon_graphics/index.html.
También, apoye para el Congreso o para Presidente sólo a candidatos
que están contra la guerra (Kucinich, Dean, Clark, Sharpton).
Yo sé que parece no haber
esperanza. Así es como ellos quieren que nos sintamos. No se rindan.
Se lo debemos a esos muchachos, a las tropas que APOYAMOS, para que
salgan de allá y regresen a casa de manera que puedan ayudar a
organizar la campaña para sacar de la Casa Blanca el próximo
noviembre a los mercaderes de la guerra.
A todos los que sirven en nuestras
fuerzas armadas, a sus familiares y cónyuges y seres queridos, les
ofrecemos el sentimiento de millones y la promesa de que acabaremos
con este mal y haremos lo que podamos por agradecerles que hayan
ofrecido arriesgar sus vidas por nosotros. Que la vida de ustedes haya
sido puesta en peligro por la avaricia de Bush es una desgracia y un
sin sentido, algo que no ha tenido paralelo en toda mi vida.
Por favor, cuídense, regresen
pronto a casa, y sepan que nuestros pensamientos y oraciones están
con ustedes en estos días, cuando muchos de nosotros celebramos el
nacimiento del príncipe de la "paz".
Michael Moore mmflint@aol.com
- www.michaelmoore.com.
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