EEUU
presiona para la aprobación de una nueva resolución de la ONU,
mientras renuncia a asaltar Faluya
Quiebra
de la ocupación militar de Iraq
Por
Loles Oliván, CSCAweb,
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe,
Madrid, 30/04/04
"EEUU
pretende crear una interlocución política y de seguridad local que
se adapte a su proyecto de ocupación. Sin embargo, los fracasados
intentos promovidos por la APC de quebrar la insurgencia rehabilitando
a miembros del Baaz y asociándolos a la gestión de la seguridad
iraquí a través del nuevo Ejército son la demostración palmaria
del fracaso estadounidense en Iraq y de que a pesar de su poderío
militar hay una fuerza mayor -la resistencia- que no puede ser
frenada. El levantamiento del cerco a Faluya así lo confirma".
La
presión ejercida por la extensión de la resistencia armada iraquí
en todo el país ha situado a la Autoridad Provisional de la Coalición
(APC) y a los mandos militares estadounidenses ante la evidencia de su
propio fracaso en Iraq. Por una lado, el Pentágono se ha visto
obligado no solo a retrasar su calendario para relevar a las tropas
que llevan desplegadas en Iraq más de un año, sino que ha declarado
-ya el propio Rumsfeld- que sus efectivos deberán ser ampliados para
poder hacer frente militarmente a la resistencia iraquí [1].
Ello se produce además cuando la retirada de las tropas españolas de
Iraq ha desencadenado el anuncio de retirada de otros contingentes por
parte de terceros países) que colaboran con la ocupación
estadounidense, o la apertura de debates nacionales sobre la
conveniencia del mantenimiento de sus fuerzas. Además de las de
Honduras y El Salvador (que junto con las españolas sumaban unos dos
mil efectivos), Noruega y Holanda han anunciado que retirarán sus
tropas después del 30 de junio, mientras Australia y la propia
Polonia lo evalúan. Igualmente, en Gran Bretaña, su máximo aliado
en la ocupación, la oposición de los mandos militares al envío de más
tropas y a que se amplíe su área de ocupación a aquélla evacuada
por las españolas, ha obligado al gobierno Blair a retrasar la decisión
de enviar hasta 2.000 efectivos más que se sumarían a los 7.500 que
ya tiene desplegados en la provincia de Basora. La presión de los
mandos militares británicos habría obligado a Blair a anunciar a
comienzos de esta semana que "[...]el Reino Unido tiene
suficientes tropas en Iraq" [2].
La
ocupación militar se resquebraja sin que EEUU haya conseguido
asegurar su control militar del territorio iraquí, poniendo en crisis
abierta su ilegal proceso económico de privatización del Estado (el
25% de las compañías privadas extranjeras ha abandonado Iraq [3])
y antes de que haya podido llevar a cabo su proyecto político de
traspaso formal del control de la seguridad a unas fuerzas policiales
y militares locales -que, lejos de estar preparadas para asumir el
control en las ciudades iraquíes, han dado signo en algunos casos de
negarse a combatir contra su propio pueblo cuando la crisis se ha
acentuado en Iraq- y cuando aún no se ha determinado a qué autoridad
iraquí se deberá traspasar el mando político el próximo 30
de mayo.
En
esta coyuntura, la Administración Bush, acelerada por las exigencias
del calendario electoral y por el aumento de la presión dentro de
EEUU, se ha visto obligada en las últimas semanas a forzar los
acontecimientos tanto en el plano militar sobre el terreno, como en el
político internacional utilizando para ello todas las bazas posibles.
Faluya:
forzar un 'arreglo' con la resistencia
En
el plano interno, y en contra de lo que muchos medios de información
occidentales afirman, la operación militar abierta tras el cerco de
Faluya hace tres semanas, no fue decidida al parecer como consecuencia
de la reacción al asesinato y la mutilación de los guardias de
seguridad privada estadounidenses en la ciudad. Antes al contrario, el
despliegue del cuerpo de marines que reemplazó a las tropas
del Ejército en las afueras de la ciudad a finales de marzo respondía
a un plan militar diseñado para preparar un cordón de tropas,
tanques y artillería pesada alrededor de Faluya, bastión de la
resistencia armada iraquí, establecido a fin de lanzar una batalla
urbana contra el interior de la ciudad [4].
Esta
decisión militar de demostración de fuerza y capacidad ofensiva de
los ocupantes habría sido tomada en paralelo a un iniciativa
promovida por la APC meses atrás y relacionada con el intento de
abrir contactos con responsables de la resistencia y, concretamente
del prohibido partido Baaz a fin de negociar un acuerdo que permitiría
incorporar a un buen número de ex oficiales iraquíes de rango medio
y alto a puestos fundamentales de los nuevos aparatos de las fuerzas
de seguridad y el Ejército, resquebrajando con ello la creciente
unidad operativa de la resistencia iraquí. Según se ha filtrado en
algunos medios árabes, la APC habría intentado buscar un arreglo
con el Baaz en tanto que fuerza en la que descansa buena parte de la lógica
militar de la resistencia [5]. Fuentes de información
baasistas, de hecho, han confirmado que EEUU ha formulado un nuevo
enfoque respecto al papel que podrían desempeñar los miembros del
Baaz en la estabilización del país a través de la contención de la
resistencia. El anuncio efectuado por Paul Bremer, el pasado 23 de
abril [6], acerca de levantar parcialmente la orden de 16 de
mayo de 2003 que establecía la total desbaacificación de Iraq,
presentado como un intento de corregir una medida que se ha evaluado
por la propia APC como abiertamente contraproducente para sus
intereses, confirma de hecho ese nuevo enfoque. De acuerdo con las
filtraciones referidas, EEUU a través de una tercera parte no iraquí,
habría intentado infructuosamente negociar hasta hace muy pocas
semanas con representantes baasistas. Un dato que podría confirmar
esta información es que el 23 de abril el partido Baaz emitió a través
de su servicio de información un comunicado en el que tras fijar su
posición en "[...] el principio de la resistencia y la liberación
de Iraq y de acuerdo con el Programa Político y Estratégico de la
Resistencia armada de Iraq " [7], declaraba que
"[...] el partido no formará parte ni de los planes ni de las
fuerzas de la ocupación en Iraq o fuera de Iraq" [8].
Este
contexto explica el cerco y posterior asalto de Faluya -una huída
hacia adelante- y en el se inscribe igualmente el ultimátum dado por
el mando militar estadounidense a la resistencia para que se
formalizase una tregua negociada que habría de conducir a la creación
de una patrulla conjunta de marines y policía iraquí para patrullar
las calles de la ciudad a partir del martes, 27 de abril. La tregua
fue finalmente rota por los propios estadounidenses sin que se hubiese
cumplido el plazo establecido, cuando el pasado 26 de abril los marines
lanzaron una brutal ofensiva terrestre y aérea contra el interior de
la ciudad -respaldada públicamente por el presidente Bush- y que a
pesar del poderío de su fuerza militar, ha sido repelida por la
resistencia de la ciudad con intensos combates en las últimas 48
horas. En este impasse, y ante la dificultad de avanzar en una situación
abocada a acabar con Faluya por la fuerza militar desproporcionada, o
a retirarse de la ciudad, los mandos estadounidenses se han visto de
nuevo obligados a virar su táctica y han anunciado improvisadamente
un nuevo plazo de 36 horas para que se establezca una patrulla
integrada esta vez por 1.100 efectivos iraquíes de la policía creada
por la APC dirigida por uno o varios "ex generales" del
antiguo ejército de Iraq en lo que los ocupantes han dado en
denominar ya el nuevo "Ejército para la Protección de Faluya".
En el plazo de las 36 horas, y una vez que las patrullas sean
operativas, las fuerzas de los marines levantarían el asedio
de Faluya y se replegarían [9]. Pretendiendo mantener una
posición de fuerza, la ocupación estadounidense no puede ocultar su
propia debilidad ante Faluya. Mientras tanto, otros 11 soldados
estadounidenses han muerto este jueves como consecuencia de acciones
de la resistencia en diferentes puntos del país.
El
frente internacional: una nueva resolución de las Naciones Unidas
Paralelamente,
y ante el deterioro progresivo que se ha instalado en la ocupación
estadounidense, EEUU está presionando nuevamente en el ámbito de la
ONU para que se acelere la aprobación de una nueva resolución que
legitime el proceso de transición que la APC pretende imponer
en Iraq antes del 30 de junio y que permita neutralizar el deterioro
militar de la llamada coalición a través de la incorporación de
nuevos efectivos militares internacionales a Iraq.
En
esta dirección y a pesar de que aún no han trascendido los
contenidos de esa nueva resolución que deberá aprobarse a mitad de
mayo, Kofi Annan ya declaró el pasado 27 de abril que la organización
internacional no tomará el control en Iraq aunque ha indicado que la
cuestión de la seguridad en esa resolución será central y podría
establecer un mandato para que una "fuerza multinacional" (y
no los cascos azules) se instale en Iraq, fuerza con la que según
Annan, "la ONU tendrá que trabajar codo con codo y coordinarse
en un tarea que será compleja" [10].
Asegurar
la presencia militar indefinida de EEUU en Iraq
Además
de las cuestiones relativas a la seguridad de la ocupación
militar, la resolución deberá dar respuesta -legitimar- el proceso
de transición de la APC. El enviado especial de Kofi Annan a Iraq,
Lajdar al-Ibrahimi, ya ha dejado claro en su informe a los miembros
del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU, conforme a lo que interesa a
la Administración Bush, que es posible formar un nuevo gobierno
provisional iraquí que gestione el país desde el 30 de mayo hasta
que en 2005 se celebren elecciones. Según propone al-Ibrahimi, la
composición de ese gobierno tendrá que decidirse un mes antes de la
fecha de transferencia de soberanía. Igualmente, en ese periodo se
deberá establecer cuáles serán las misiones y las atribuciones de
las tropas estadounidenses que permanecerán en el país tras el 30 de
junio [11].
Esta
cuestión no es baladí pues, como la propia Administración Bush ya
ha dejado claro, la transferencia de soberanía a un gobierno
provisional iraquí será una cuestión limitada ya que la autoridad
última residirá en la fuerza militar de ocupación y en la
gigantesca embajada que EEUU ha comenzado a construir en Bagdad en la
antigua sede del palacio presidencial de la República de Iraq, al
frente de la cual estará Negroponte, uno de los personajes más
siniestros de la política exteriores estadounidense, muy
particularmente en América Latina. El subsecretario de Estado para
Asuntos Políticos, Marc Grossman, ha confirmado que el gobierno pondría
"[...] un importante rostro iraquí en muchos aspectos de la vida
del país pero el ejército de EEUU y no las fuerzas de seguridad
iraquíes, serán las encargadas de las cuestiones de seguridad" [12].
"Transferencia
de soberanía" sin soberanía
Al-Ibrahimi
ha señalado también que ese nuevo gobierno provisional no debería
incluir a los actuales miembros del Consejo Gubernativo (CG) iraquí,
25 personas seleccionadas por la APC el pasado junio de 2003 y cuya
representatividad ha sido ampliamente rechazada por la mayoría de los
iraquíes. Esta propuesta coincide en el tiempo con la decisión de la
Administración Bush de excluir al futuro gobierno provisional a Ahmad
Chalabi [13], dirigente del Congreso Nacional Iraquí (CNI),
una formación creada y financiada por el Pentágono en los años 90 y
sobre la cual ha pivotado, junto con otras organizaciones de su misma
especie, incluidas el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la
Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), las pro-iraníes Consejo
Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII) y al- Dawa
fundamentalmente, la constitución de un referente político
artificial, asociado a los intereses de EEUU e incorporado por la APC
al CG para legitimar primero la invasión y ocupación de Iraq y
posteriormente la tutela colonial de Iraq.
Habida
cuenta de la total ausencia de respaldo popular al oportunismo y
colaboracionismo del CG, la APC se ha visto obligada a formular un
cambio de orientación y de miembros en ese planificado gobierno de
transición que, tal y como al-Ibrahimi indicó ante el CS debería
componerse de miembros que no aspiren "a perpetuarse en el
poder" ni a presentarse a las elecciones. Sin haberse definido aún
cómo se pueda establecer ese nuevo cuerpo político iraquí, se asume
desde la secretaria general de la ONU que una vez establecido se
convocará una conferencia nacional de unos 2.000 delegados que elegirán
una asamblea consultiva de 200 miembros para el periodo transitorio,
es decir hasta enero de 2005 en que se habrían de celebrar elecciones
generales. la ONU desempeñaría en el periodo que va de junio a enero
el papel de supervisor de la preparación de los comicios [14].
Queda
por ver como reaccionarán ante estos eventos los restantes miembros
del CS, muy especialmente cuando el plan de al-Ibrahimi no resuelve en
absoluto las exigencias de Estados como Alemania, Rusia y Francia al
respecto del reparto de control político, económico y militar de la
ocupación de Iraq. Favorables a internacionalizar la ocupación
mediante un mandato de la ONU que la legitime, ello solo puede ser
aceptado si implica el reparto del control político y económico del
futuro de Iraq, que, únicamente en esas condiciones contaría con el
apoyo del envío de tropas militares multinacionales a un Iraq
igualmente ocupado -a través de una fuerza multinacional- o de la
propia OTAN- bajo uno de los eufemísticos calificativos con que la
organización militar designa sus intervenciones, "operación de
mantenimiento de la paz" o de "ayuda humanitaria", por
ejemplo.
Conclusión
final
El
revés que ha dado la resistencia armada a la ocupación militar de
Iraq ha precipitado en el último mes una nueva crisis que ha alterado
nuevamente los planes militares del Pentágono en Iraq y también los
políticos de la APC.
Las
dificultades que afronta EEUU en Iraq lejos de poder resolverse como
así se ha puesto en evidencia mediante la fuerza militar, exigen
avanzar a toda celeridad -para responder a los plazos que marca el
calendario electoral estadounidense- en todos los frentes posibles
internos y exteriores. En el frente internacional, EEUU pretende
retornar al seno de la ONU en un estado de bochornosa debilidad pero
sin renunciar al hegemonismo de la ocupación unilateral en Iraq.
Opuestos a su exclusión del control y la participación de un Iraq
recolonizado, los países con mayor peso como Francia, Alemania,
Rusia, Japón y China, difícilmente podrán aceptar ser ellos quienes
resuelvan los problemas de la APC en la gestión de la ocupación y
muy especialmente los asociados al control militar del territorio
iraquí si a cambio no se produce un acuerdo de reparto de la tutela
en otras áreas como la económica y la política. De hecho, fuentes
gubernativa indicaban el jueves 29 de abril que Francia no enviará
tropas a Iraq aún cuando se aprobara una nueva resolución del CS, lo
cual confirma -como también en el caso del nuevo gobierno español-
que estos países perciben la iniciativa como meramente de respaldo a
los planes estadounidenses.
En
el frente interno, EEUU ha fracasado en imponer la legitimación de
una autoridad política tutelada a través del CG y, muy
especialmente, ha fracasado en su intento de crear un mecanismo local
de control de la población iraquí a través de un nuevo cuerpo
policial y un nuevo ejército del que servirse no solo para hacer
descansar en él el control de los medios urbanos donde los ataques de
la resistencia son más intensos -y evitar más bajas a sus propias
fuerzas y con ello su coste político ante la opinión pública de
EEUU- sino también para pretender una estabilidad interna que
garantice la seguridad y avale a nivel internacional el
proyecto político y económico de la APC tras el traspaso de poder el
30 de junio.
El
levantamiento del cerco a Faluya así lo confirma.
Notas
de CSCAweb:
1.
Véase en CSCAweb: Diario de la Resistencia de 12 y 13 de abril de
2004 (Diario de la resistencia iraquí - Abril de 2004).
2.
The Guardian, 29 de abril de 2004 y www.smh.com.au
3.
Fuentes de la APC reconocían la semana pasada que el 25% de las
empresas implicadas en contratos en Iraq han abandonado el país en
las últimas semanas como consecuencia de la incremento de los
combates entre insurgentes y fuerzas de ocupación, así como la toma
de rehenes por parte iraquí. Estas fuentes admiten que el restante
75% "[...] se ha atrincherado en sus bases", paralizando la
ejecución efectiva de sus actividades. Más de 40 civiles extranjeros
-mercenarios, miembros de ONG o empresarios y trabajadores- han sido
secuestrados en Iraq, y 10 de ellos muertos por sus captores. Al menos
Rusia, Francia, Polonia y Portugal han exigido a sus nacionales que
abandonen el país. Véase en CSCAweb: Diario de la Resistencia de 27
de abril de 2004 (Diario de la resistencia iraquí - Abril de 2004)
y www.occupationwatch.org
4.
The New York Times, 28 de abril de 2004.
5.
www.albasrah.net
6.
The Guardian, 23 de abril de 2004.
7.
Véase en CSCAweb: El Consejo Nacional Unificado de la Resistencia
Iraquí anuncia su programa político: liberación y reconstrucción
de un Estado democrático y social
8.
www.albasrah.net, Op. cit.
9.
Associated Press, 29 de abril de 2004 (http://story.news.yahoo.com).
10.
La Vanguardia, 28 de abril de 2004.
11.
The Independent, 28 de abril de 2004 y La Vanguardia, 29
de abril de 2004.
12.
The Independent, 28 de abril de 2004.
13.
The Washington Post, 24 de abril de 2004 y http://english.aljazeera.net
14.
"Al-Ibrahimi: Interim body by June", en Al-Jazzeera,
28 de abril de 2004.
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