La vida
de un iraquí "vale" 2.500 dólares
Por
Munir al-Yaludi(*)
al-Jazeera
(Bagdad), 06/05/04
Traducción
para CSCAweb de Humad el-Badawi
EEUU ha
promulgado una ley por la cual obliga a sus soldados a pagar 2.500 dólares
en indemnización por cada iraquí que maten "por error" sin
que se impute al asesino ningún otro cargo. El gobernador civil Paul
Bremer ha emitido un decreto en virtud del cual queda prohibido que
tribunales iraquíes atiendan denuncias [de iraquíes] contra las
fuerzas de ocupación o contra los ciudadanos de los países de la
coalición.
"En
un contexto de guerra y de ocupación puede ocurrir de todo".
Este es el comentario que tienen los iraquíes en la boca respecto a
las vejaciones de los ocupantes estadounidenses. Entre los hechos más
habituales en la vida cotidiana de los ciudadanos iraquíes destacan
las escenas de asesinatos a manos de soldados estadounidenses, sea por
los bombardeos de barrios populares o por los disparos indiscriminados
cuando los soldados se sienten amenazados o por los asaltos a
viviendas acompañados de explosiones y violencia.
A raíz
de estos incidentes y de las muchas protestas que han generado, los
estadounidenses se han visto obligados a tener que admitirlos aunque
también a justificarlos. Por ello, a consecuencia del malestar de los
iraquíes y de la condena de las organizaciones de derechos humanos
dentro y fuera del país, EEUU ha promulgado una ley por la cual
obliga a sus soldados a pagar 2.500 dólares en indemnización por
cada iraquí que maten por error sin que se impute al asesino ningún
cargo más.
Algunos
juristas consideran que esta ley alienta a los soldados a matar por
motivos que pueden ser frívolos ya que les proporciona amparo e
impunidad.
El
abogado Mohamed Chikhli, miembro del órgano supremo de derechos
humanos considera que el primer problema de esta ley es que no engloba
a los afectados antes del 16 de abril de 2003, fecha declarada como el
día del fin de las operaciones militares en Iraq. Ello supone un
agravio y una desigualdad hacia las personas que vieron como sus casas
fueron destruidas y sus familiares asesinados [por las fuerzas
estadounidenses].
El mismo
abogado recalca en una entrevista con al-Jjazeera.net que el
gobernador civil Paul Bremer ha emitido un decreto en virtud del cual
se prohibe que tribunales iraquíes atiendan denuncias contra las
fuerzas de ocupación o contra los ciudadanos de los países de la
coalición. Según esta ley, ni se puede juzgar ni se pueden atender
denuncias concernientes a la ocupación o a ciudadanos de países de
la coalición, sea cual sea la gravedad del caso.
Iman
Ahmad Jammas, directora del Observatorio Internacional contra la
Ocupación, sostiene que las fuerzas ocupantes se han dedicado a jugar
sucio con esta ley puesto que solo una mínima parte de los
damnificados han recibido indemnizaciones mientras que la mayoría de
las reclamaciones han sido rechazadas por considerar que los daños
sufridos se han producido en [situaciones de] combate.
En su
entrevista con al-Jazeera.net, Iman Jamas cuenta que los damnificados
están obligados a cumplir con una serie de requisitos y a superar
muchas barreras para conseguir estas indemnizaciones. Igualmente,
aquellos que las cobran están obligados a firmar un documento donde
se compromete a cerrar definitivamente la causa y a no reclamar más
derechos.
La
activista de derechos humanos se opone firmemente a la cantidad que se
paga a las víctimas iraquíes cuando un país como Libia se ha visto
forzado a pagar 10 millones de dólares por cada víctima
estadounidense [en el caso] del avión de Lockerbie, lo que significa
que la vida de un estadounidenses valdría lo que la de 4.000 iraquíes
juntos.
La
semana pasada las fuerzas de ocupación iniciaron la entrega de la
primera partida de indemnizaciones a damnificados que tuvieron que
aceptar incontestablemente a pesar del agravio consumado.
La
historia de Haj Ali Naif
Entre
los casos que hemos conocido es el de Haj Ali Naif al que hemos
visitado en su casa en la zona de Abu Gharib. [Ali Naif] Es un hombre
de 58 años que sufre una parálisis y que vive con sus hermanos y sus
hermanas en una modesta casa donde habitan en total una docena de
personas. Esta es su historia: En una noche del mes de Ramadán
[Noviembre] pasado, sobre las 02:00 horas de la madrugada, su casa fue
rodeada por tanques estadounidenses. Los soldados explosionaron la
puerta y asaltaron la vivienda para sorprender quien estaba dentro. La
metralla de la explosión impactó en los ojos de Haj Ali causándole
ceguera inmediata además de la parálisis. Su hermano menor murió en
el acto.
Haj Ali
fue detenido en el hospital donde había ingresado [tras el ataque] y
fue conducido a la prisión de Abu Gharib a pesar de ser una persona
con parálisis y de haber perdido la vista.
Después
de cuatro meses de detención fue puesto en libertad. Su hermano Ahmad
de 35 años, ingresó en la misma cárcel y fue acusado de haber
atacado a las fuerzas de ocupación a pesar de haber sido detenido en
su propia casa para que no pudiera reclamar indemnización por la
muerte de su hermano menor, la perdida de vista de su hermano mayor y
por los daños causados a la casa. Desde entonces muchos vecinos del
barrio de Abu Gharib empezaron a dejar abiertas las puertas de sus
casas para evitar que sean explosionadas con todo el daño que podría
suponer para la casa y para los que la ocupan.
(*) Munir
al-Yaloudi es corresponsal de la cadeba de TV 'al-Jazeera' en Bagdad.
Este artículo ha sido publicado en la web de 'al-Jazeera' en su edición
en árabe y traducido por Humad el-Badawi para CSCAweb.
|