Video muestra más abusos de EEUU
en Irak
Por
Robert
Fisk
The Independent (Londres), y La Jornada (México), 12/05/04
Las
imágenes son estremecedoras; las palabras, devastadoras. Mientras un
iraquí herido sale arrastrándose debajo de un camión en llamas, el
piloto de un helicóptero estadunidense informa a su co-mandante que
uno de tres hombres sobrevivió a su ataque aéreo nocturno. "Hay
un herido", grita el piloto. Y entonces recibe la respuesta:
"¡Tírele! ¡Tírele al camión y a él!" El piloto, según
se ve en la escena captada por el arma montada en el cañón de 30 milímetros
del helicóptero, abre fuego contra el herido y lo vaporiza al
instante.
La
televisión británica y la mayoría de las europeas censuraron la
cinta en sus transmisiones, aduciendo que las imágenes eran demasiado
terribles. Sin embargo, dispararle a un herido es un crimen de guerra
conforme a las convenciones de Ginebra y es probable que esta
extraordinaria cinta de tripulantes estadunidenses de un helicóptero
en acción sobre Irak provoque un nuevo escándalo internacional.
Elementos
militares tanto estadunidenses como europeos llevan semanas tratando
de persuadir a estaciones occidentales de televisión de que muestren
el video del ataque, el cual consideran vergonzoso e ilegal. Sin
embargo, pese a los esfuerzos de reporteros en Bagdad y Nueva York, la
mayoría de los controladores de televisión prefirieron ocultar la
evidencia a su auditorio. Sólo Canal Plus de Francia, la ABC de
Estados Unidos y la Canadian Broadcasting Corporation han tenido hasta
ahora el valor de poner al aire las estremecedoras imágenes. Personal
militar británico en la región del Golfo ha confirmado que la cinta
es genuina.
La
cámara, montada al lado del cañón de 30 milímetros de un helicóptero
Apache de Estados Unidos que patrullaba sobre el centro de Irak el 1º
de diciembre pasado, capta primero movimiento en un camino rural, al
parecer a varios cientos de metros de un retén estadunidense.
Un
camión y un vehículo más pequeño, probablemente una pick-up,
entran a cuadro y se ve a un hombre -al parecer inadvertido de la
presencia del helicóptero- que avanza hacia un campo ubicado a la
izquierda en la pantalla. Lleva lo que parece un tubo con una
cubierta, tal vez una granada impulsada por cohete. Se oye decir a uno
de los dos pilotos del helicóptero: "Hay un camión grande aquí.
Tiene una pequeña reunión".
El
conductor de la pick-up mira a su alrededor, entra al vehículo, saca
el objeto en forma de tubo, de más o menos metro y medio de largo, y
corre del camino hacia un campo situado a la izquierda. Deja caer el
objeto en el campo y regresa al camión. El piloto dice por la radio:
"Hay un tipo que corre, arrojó un arma". Otro piloto -o un
controlador en tierra- le instruye: "Ataque, vuélelo".
En
este punto llega un tractor cerca de donde el hombre del camión dejó
caer el objeto en el campo. Uno de los iraquíes se acerca al
conductor del tractor. El piloto del Apache abre fuego con su cañón
de 30 milímetros, mata primero al iraquí en el campo y después al
conductor del tractor. En el caso del primer hombre, la cámara
registra el momento en que las balas lo impactan. Todo lo que queda es
un manchón en el suelo.
Luego
el piloto pone atención en el camión grande, abre fuego y espera a
ver si le dio al último de los tres hombres. Después se ve a éste
salir arrastrándose, obviamente malherido, debajo del camión en
llamas. El piloto vuelve a informar: "Espere. Hay alguien herido
abajo del camión".
Un
oficial responde: "Tírele. Tírele al camión y a él.
Adelante".
La
cinta de video muestra que el incidente duró cuatro minutos, en los
cuales los dos pilotos de helicóptero -cuyos apellidos aparecen
enlistados como Nager y Alioto- gastaron 300 cargas de cañón de alta
velocidad. La cinta muestra que las primeras 15 cargas erraron el
blanco. Uno de los pilotos dice: "Carajo, cambio a ajuste automático".
Luego
la cinta documenta el disparo de cuatro ráfagas de 20 cargas cada una
a los tres hombres.
Las
imágenes, captadas al parecer con cámaras térmicas, no dejan duda
de que el piloto sabía que su tercera víctima estaba herida y se
arrastraba por el suelo, y que quien le dio la orden estaba al tanto
de ello.
Difundidas
pocos días después de las escandalosas fotografías de iraquíes
sujetos a torturas y humillación por soldados estadunidenses en la
prisión de Abu Gharib, en las afueras de Bagdad, estas nuevas imágenes
no pueden sino inflamar aún más la opinión árabe en todo Medio
Oriente.
Es
práctica común de los israelíes matar desde el aire a enemigos
heridos: un devastador asalto israelí con helicópteros sobre un
campo de adiestramiento del Hezbollah en Líbano, hace 10 años, fue
acompañado por una serie de ataques en los cuales pilotos
persiguieron a guerrilleros heridos que se ocultaban en las rocas del
valle de Beeka y los mataron uno a uno. Hace casi un año, las fuerzas
estadunidenses solicitaron estudiar las reglas de compromiso del ejército
y la fuerza aérea israelíes en la Cisjordania y Gaza ocupadas y en Líbano.
Es
probable que a muchos tripulantes de helicópteros estadunidenses
estas imágenes no les causen mayor sorpresa. Durante la guerra del
Golfo, en 1991, las cámaras montadas en helicópteros Apache
registraron el asesinato de soldados iraquíes que ya tenían las
manos en alto en señal de rendición en el desierto al sureste de
Basora.
Sin
embargo, esta última grabación, si bien muestra hombres que actuaban
en forma aparentemente sospechosa, no prueba en forma concluyente que
llevaran armas. Las autoridades de ocupación en Bagdad optaron por
mantener en secreto el incidente cuando ocurrió, en diciembre. Al
observar las imágenes en video es fácil entender por qué.
Un
examen detenido de la cinta de video revela que el hombre que llevaba
el tubo parece vestir pantalones kurdos y un tocado kurdo, lo cual
sugiere que el ataque ocurrió en la región kurda del norte de Irak,
y no cerca de Bagdad.
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