Los nuevos gobernantes iraquíes
¿Verdad que son títeres?
Por Gary Leupp (*)
CounterPunch, junio del 2004
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
“No son títeres de EE.UU. Se trata de una tremenda
lista y un gobierno verdaderamente bueno y estamos muy contentos con
los nombres que aparecieron”
(Condoleeza
Rice, Consejera Nacional de Seguridad)
La selección de Ghazi al-Yawer como presidente de Irak
"soberano" ha sido inflada por los medios dominantes como
una victoria de los miembros más independientes del Consejo
Gobernante Iraquí [IGC por sus siglas en inglés] nombrado por EE.UU.
sobre la Autoridad Provisional de la Coalición (es decir el régimen
de ocupación de EE.UU.) dirigido por Paul Bremer III, así como sobre
Lakhdar Brahimi, asesor especial del Secretario General de la ONU,
Kofi Annan. Dicen que estos dos hubieran preferido de lejos al
octogenario Adnan Pachachi (cuyo padre, tío y suegro, fueron todos
primeros ministros iraquíes) para esa posición que es sobre todo
ceremonial. El nacionalista sunní, antiguo ministro de exteriores (en
los años 60), que residió durante mucho tiempo en los Emiratos Árabes
Unidos y en Londres, consejero del rey jordano Abdullah, líder del
Movimiento de Demócratas Independientes de Irak, fluido en inglés,
frecuente viajero a EE.UU. y fiable como individuo favorable a EE.UU.
Parecía que Pachachi gozaba de más popularidad que al-Yawer y que
por ese motivo podría otorgar más legitimidad al nuevo gobierno (títere).
Dicen que Bremer dio lecciones al IGC sobre la
superioridad de su candidato, que también era preferido por Brahimi
(cuya hija, a propósito está comprometida con un hijo del rey
Abdullah), y que postergó un día la votación para salirse con la
suya. Sin embargo, se rumorea que el IGC mostró una sorprendente
independencia (durante negociaciones descritas como
"amargas", "frenéticas", y
"extenuantes"), e insistió en al-Yawer, aceptado sólo de
malas ganas por los estadounidenses para el puesto, después de que
Pachachi, al que se le ofreció, renunció diciendo que
"elementos de la clase política iraquí están en mi
contra". (Posteriormente, Pachachi acusó a su rival y viejo
agente de la CIA, Ahmad Chalabi - que ahora ha sido desechado por la
administración Bush y es acusado de haber sido espía iraní - de
haber saboteado su candidatura a través de una "alevosa
conspiración" para presentarlo como "títere de
EE.UU."
El presidente Bush declara simplemente que Brahimi, como
le correspondía, hizo la elección. "Yo no tuve nada que ver con
su selección, nada", dijo el 1 de junio. "Fue la selección
del señor Brahimi. Pero Brahimi, por su parte afirma: "Bremer es
el dictador de Irak. Tiene el dinero. Tiene la firma. Nada ocurre sin
su acuerdo en este país." CNN , por otra parte, cita a un
empresario iraquí-estadounidense, que dice que ya que el Consejo
Gobernante seleccionó a al-Yawer en lugar de Pachachi: "No creo
que sea realmente un gobierno títere". Esto saca del atolladero
a EE.UU. y permite que CNN declare con confianza: "En pocas
palabras: los políticos iraquíes tomaron control de este
proceso".
Y luego viene el puesto (más importante) de primer
ministro. Brahimi quiso inicialmente a Hassain al-Shahristani, devoto
chií cercano al imán Ali al-Sistani, cuyo apoyo podría ser crucial
para los planes de EE.UU.) y científico nuclear encarcelado bajo
Sadam Husein. Correspondía a la especificación de Washington:
"un musulmán chií que no haya estado demasiado cerca de ninguna
facción o partido, pero que tampoco sea tan tecnócrata que no tenga
una reputación política".
Pero los informes iniciales en Washington de que había
sido seleccionado para el puesto fueron contradichos por Brahimi después
que supuestamente al- Shahristani hubo rechazado la oferta. Según se
informa su apellido persa constituyó un problema. Pero (otra vez), el
Consejo Gobernante se salió con la suya y escogió, con entusiasmo,
al Dr. Ayad Allawi, un neurocirujano educado en Gran Bretaña, chií
laico, y líder del Acuerdo Nacional Iraquí, mostrando nuevamente su
independencia de EE.UU. (Pero al preguntársele sobre la selección,
Brahimi declara diplomáticamente: "Los estadounidenses estaban
gobernando este país, así que ciertamente se tomó en cuenta su
punto de vista. Mejor les pregunta a ellos si el Dr. Allawi fue su
preferido, si maniobraron para ponerlo, ya sabe, en la posición.")
The Guardian informa que "lo sorprendieron desprevenido" por
la selección que Bush, como mencionáramos, le atribuye.
Bueno, en todo caso, ¿quiénes son estos timoneles
independientes de Irak soberano escogidos por iraquíes? Ghazi al-Yawer,
ingeniero civil, sobrino del cacique de la poderosa tribu Shammar y
descendiente de parlamentarios iraquíes, estudió en la Universidad
Georgetown en EE.UU. y luego en Arabia Saudí, donde vivió en exilio
durante dos decenios. Fue (¿es?) vicepresidente de Hicap Technology,
una compañía de telecomunicaciones y de sistemas de seguridad de perímetros
en Riyad. Con su camisón largo y suelto y su tocado árabe, podría
tocar una fibra más favorable entre los nacionalistas iraquíes que
Allawi, que prefiere trajes occidentales. Ha sido presentado
repetidamente como "crítico de la ocupación" y, por
cierto, criticó el primer borrador de la resolución
anglo-estadounidense ante la ONU que apoyaba el establecimiento de un
régimen interino en Irak. El plan, declaró, "es
insuficiente" porque no restaura la plena soberanía a Irak, y
porque permite sólo un control limitado sobre las tropas de EE.UU. en
el país. Ha condenado las tácticas de EE.UU. en Faluya y declaró
que EE.UU. es responsable por la deplorable situación de la seguridad
en el país. "Culpamos totalmente a EE.UU. por la seguridad en
Irak: Ocupó el país, disolvió las agencias de seguridad y dejó
durante 10 meses las fronteras abiertas para todo el que quisiera
entrar sin visa o incluso sin pasaporte". Pero también ha
declarado: "Deberíamos recordar a nuestros amigos que cayeron en
la batalla por liberar Irak" y expresó su oposición a los
ataques contra las tropas estadounidenses y extranjeras. Ya que su
posición es sobre todo ceremonial, su crítica de la ocupación podría
servir en realidad los intereses de esta última, al presentar un show
de disenso inofensivo que secunda la proyección global de un Irak
Libre.
Al-Yawer participa en la reunión del Grupo de Ocho en
Georgia. Egipto, Marruecos y Arabia Saudí también fueron invitados
pero declinaron las invitaciones, considerando que eran degradantes.
Esto último, porque llegaron en conexión con la "Iniciativa de
un Amplio Medio Oriente" (supuestamente por la
"democracia") que Bush ha estado predicando desde el otoño
de 2002 y que representa directamente la interferencia en los asuntos
internos de los estados. La presencia de Al-Yawer muestra su disposición
a unirse con países fiables como Jordania, Túnez y Bahrein para
contribuir legitimidad a la tan pregonada Iniciativa "democrática",
que es en realidad, por cierto, un proyecto de "cambio de régimen"
iniciado por los neoconservadores. "Apostamos por él", dijo
Bush en Georgia. "Voy a agradecerle por haber tenido el coraje de
ponerse de pie y dirigir y voy a decirle que vamos a ayudarle".
Por su parte, al-Yawer dice: "Estamos trabajando juntos. Esta
gente está en nuestro país para ayudarnos". Casi suena como si
estuviéramos ante una relación íntima.
¿Y en cuanto a Ayad Allawi, la persona más importante?
Es aún más un títere de Washington, y según la información comúnmente
conocida, un antiguo agente del MI-6 y de la CIA. Miembro del Partido
Baas desde su juventud, estudió en Gran Bretaña en los años 60,
donde, según un compañero de estudios citado por al Yazira,
"pasó su tiempo tratando con asesinos, haciendo el trabajo sucio
del gobierno iraquí, hasta que se acabó su tiempo y se convirtió en
su asesino". Se convirtió en un "cercano asesor" de
Sadam Husein, pero se disputó con el líder iraquí en los años 70 y
se fue al exilio en Gran Bretaña donde se puso al servicio del MI-6.
Allí, en 1978, escapó de cerca a la muerte en un intento de
asesinato. Forjó una relación con la CIA; según Samuel R. Berger,
consejero nacional de seguridad en la administración Clinton: "a
diferencia de [Ahmad] Chalabi, era alguien en el que los gobiernos
regionales tenían confianza. Era menos extravagante, menos
publicitario".
La CIA y el MI-6 patrocinaron la organización de Allawi,
el Acuerdo Nacional Iraquí
El Washington Post (8 de junio) cita a "varios
antiguos oficiales de inteligencia" que declaran que esa
organización "decidida a derrocar a Sadam Husein, envió agentes
a Bagdad a comienzos de los años 90 para colocar bombas y sabotear
instalaciones gubernamentales bajo la dirección de la CIA".
El ex oficial de la CIA Robert Baer recuerda que un
atentado durante ese período "hizo estallar un autobús escolar;
hubo escolares muertos". A mediados de los años 90, Bagdad afirmó
que terroristas habían hecho estallar una bomba en un cine,
produciendo numerosas víctimas civiles; funcionarios de la CIA señalan
que el grupo de Allawi fue la única organización semejante que
realizó atentados con bombas y sabotajes en esa época. Casi suena
como si el nuevo Primer Ministro tuviera antecedentes de terrorista.
En 2002, el Acuerdo Nacional Iraquí de Allawi atrajo
atención cuando presentó al gobierno británico un informe diciendo
que el régimen de Sadam podía lanzar misiles de guerra bacteriológica
hasta Chipre dentro de 45 minutos después de dar la orden. Publicado
en un documento en septiembre de 2002, el informe ayudó a preparar la
opinión pública británica para la guerra de Irak. En enero de 2004
un portavoz de Allawi en Nueva York reconoció que esto fue en
realidad "un pedazo de mierda".
Casi suena como si el nuevo Primer Ministro fuera un
mentiroso descarado. Y luego tenemos la historia sobre ese supuesto
memorando ultra secreto, manuscrito, de Tahir Jalil Habbush al-
Tikriti, el antiguo jefe del Servicio de Inteligencia de Irak,
revelado al mundo en diciembre pasado. Me he referido al documento
como "el memorando que es como un sueño de los
neoconservadores" ya que describe de manera inverosímil un
"programa de trabajo" de tres días emprendido por ningún
otro que el secuestrador Nº 1 del 11-S, Mohammed Atta en una base en
Bagdad del terrorista palestino Abu Nidal en 1991, y que se refiere a
un "embarque de Níger" de algún material no especificado
que llegaría a Irak vía Libia y Siria.
¿Quién confirmó la autenticidad del memorando,
publicado a través del Consejo Gobernante Iraquí? ¡Claro, tenía
que ser el Dr. Allawi! Y ya que cada elemento del putativo memorando
al- Tikriti ya había sido demolido por la inteligencia de EE.UU., y sólo
había sido mantenido a flote por los más arteros de los
neoconservadores, casi suena como si el Primer Ministro fuera un
mentiroso especialmente descarado y un títere abyecto de sus
patrocinadores imperialistas. (También es interesante que fuera
publicado primero por The Daily Telegraph, de propiedad de Conrad
Black, y por parte del Grupo Hollinger en cuyo consejo de directores
está Richard Perle, compinche de Black e importante belicista
neoconservador.)
En su discurso a la nación después de su nombramiento,
Allawi agradeció a la ocupación "dirigida por los
estadounidenses que han sacrificado tanto para liberarnos".
(Otros nuevos funcionarios del gobierno han evitado un lenguaje tan
efusivo, sabiendo cómo crispa la sensibilidad de los iraquíes
comunes.) Declaró que la nación necesitará más ayuda "para
derrotar a los enemigos de Irak". No puedo menos que dudar que
este señor sea menos útil de alguna manera para el actual proyecto
imperialista en Irak que lo que podría haber sido Mr. al- Shahristani
si hubiera sido nombrado para ese puesto, o que al-Yawer sea
notablemente menos útil de lo que hubiese sido Pachachi. Mientras
hacen desfilar desnudos, cubiertos de excrementos a sus compatriotas y
los amontonan en pirámides desnudas, los violan y los asesinan, estos
caballeros reciben generosamente un revestimiento de dignidad. Esa
dignidad es necesaria para conferir cierta credibilidad, y compensar
así el margen de credibilidad producido inesperadamente por la
desafortunada revelación de la verdadera cara del ocupante. Así que
Allawi y al-Yawer, la cara de la soberanía iraquí, no títeres, ¡cuidado!,
sino hombres (según Bush) "con coraje para ponerse de pie y
dirigir" con la valerosa ayuda de EE.UU.
(*) Gary Leupp es profesor de Historia en la Universidad
Tufts y Profesor Adjunto de Religión Comparada. Es autor de "Servants,
Shophands and Laborers in the Cities of Tokugawa Japan";
"Male Colors: The Construction of Homosexuality in Tokugawa Japan";
y "Interracial Intimacy in Japan: Western Men and Japanese Women,
1543-1900".
|
|