Bremer abandona Iraq entre
acusaciones de fraude en los ingresos del petróleo
Por Loles
Oliván
CSCAweb, 30/06/04
El pasado 21 de junio se reunió en París la Junta
Supervisora y Asesora Internacional para Iraq (International
Advisory and Monitoring Board, IAMB). La IAMB es un organismo
auditor creado en el marco del Consejo de Seguridad (CS) de Naciones
Unidas (NNUU) para supervisar el Fondo de Desarrollo de Iraq (FDI),
instancia establecida por la resolución del CS 1483 de 22 de mayo de
2003 [1], Este Fondo -que ha sido la máxima instancia financiera
durante el primer año de ocupación, controlado exclusivamente por
los ocupantes- incluye todas las partidas financieras iraquíes
correspondientes a los ingresos realizados en el ahora extinto
programa "Petróleo por alimentos" del CS, más los ingresos
de venta del petróleo iraquí desde que se produjo la invasión de
Iraq, así como los fondos públicos iraquíes congelados en cuentas
extranjeras desde 1990 hasta mayo de 2003. La mensionada resolución
1483, además de legitimar la ocupación de Iraq y reconocer a
EEUU y Gran Bretaña como "La Autoridad" en el Iraq ocupado,
dejaba la gestión de los fondos del FDI en manos de la Autoridad
Provisional de la Coalición (APC), presidida por Paul Bremer -el procónsul
de Iraq desde mayo de 2003 y desde el 29 de junio ya ausente
precipitadamente del país-, aunque sujeta a la supervisión periódica
de la IAMB, que está integrada por el Fondo Monetario Internacional,
el Banco Mundial y el Fondo de Desarrollo Árabe.
Pues bien, según se ha filtrado a la prensa económica
internacional el pasado 22 de junio, el informe de la IAMB hace una
abierta crítica a la gestión que la APC ha hecho de los miles de
millones de dólares asignados a dicho Fondo y, particularmente, a los
derivados de ingresos por venta del petróleo iraquí [2].
APC: 'No' a una auditoria de sus cuentas
El informe de la agencia supervisora no solo pone de
manifiesto que los responsables de la APC han opuesto una actitud de resistencia
a la auditoria de ese organismo, sino que revela que el FDI ha estado
"[...] abierto a prácticas fraudulentas". Igualmente,
declara que "[...] [l]a APC no tiene un control efectivo sobre
los gastos de los ministerios según el presupuesto asignado
individualmente bien a través de fondos procedentes directamente de
la APC o a través del ministerio de Finanzas", habiendo
incurrido en "[...] prácticas que no han vigilado la corrupción".
Según se ha hecho público, el Informe recoge igualmente que
la APC ha fracasado en la asignación de los contratos para el
equipamiento necesario para la producción del crudo iraquí, a pesar
de haber anunciado que los contratos habían sido asignados. A este
respecto, los responsables de la APC-con Bremer a la cabeza-
determinaron antes de abandonar Iraq un nuevo aplazamiento de más de
tres meses para que se lleve a cabo la auditoria que evaluará los
contratos concedidos a compañías estadounidenses con fondos
procedentes del petróleo iraquí, es decir, del FDI, y que fueron
asignados a la empresa estadounidense Halliburton en 2003 sin
oferta pública. En los meses pasados, la empresa Halliburton
-presidida hasta hace dos años por el actiual vicepresidente Dick
Cheney- ha sido acusada de beneficiarse irregularmente a través de
contratos multimillonarios que le han sido asignados por el Pentágono
en Iraq [3]. Igualmente, la APC ha retrasado la auditoria a la
Organización Estatal de Comercio de Petróleo de Iraq (SOMO), la
empresa estatal iraquí que se encarga de comercializar el crudo de su
país.
El informe emitido por la IAMB [4] ha coincidido con la
publicación y/o filtración de varios informes de organizaciones
internacionales - Christian Aid y el partido británico Democrático
Liberal (PDL)- e informaciones en prensa cuyas conclusiones son
coincidentes al determinar que la APC ha utilizado de manera
fraudulenta los fondos iraquíes derivados de la venta de petróleo
desde que se inició la ocupación de Iraq [5]. Ya en octubre de 2003,
Christian Aid emitió un primer informe sobre la gestión de la
APC en los primeros cinco meses de poder en Iraq que denunciaba que al
menos 4.000 millones de dólares habías desaparecido sin dejar rastro
de las cuentas del FDI y sin que la APC diera cuenta de ellos [6] .
Los informes de ambas organizaciones establecen que, en
contra de lo previsto, hasta abril de 2004 no se ha llevado a cabo
ninguna auditoria sobre cómo y en qué se ha gastado el dinero iraquí.
Ello solo se ha hecho dos meses antes de la fecha fijada para la
"transferencia de poder" y en un plazo en el que, como así
ha ocurrido, la propia APC habría desaparecido como instancia de
poder en Iraq. La resolución 1483 de mayo de 2003 establecía que los
ingresos del petróleo iraquí deberían ser ingresados en el FDI, que
ese dinero debía gastarse en beneficio del pueblo iraquí y que su
gestión por parte de la APC debía ser auditada de manera
independiente. Sin embargo, hasta abril pasado no se designó ningún
auditor y una vez que se hizo, la APC dio únicamente dos semanas de
plazo para revisar los libros de cuentas. Según el Christian Aid
"[...][d]urante todo el año en que la APC ha estado en el poder
en Iraq ha sido imposible decir con exactitud qué es lo que ha hecho
la APC con el dinero iraquí" [7].
Opacidad en la cantidad y uso de los ingresos por petróleo
Las sospechas sobre la gestión fraudulenta de los fondos
iraquíes surgen por las discrepancias sobre el uso que se ha dado a
los 20.000 millones de dólares que, según la APC, se habrían
ingresado en el FDI desde que acabó la ocupación hasta mayo de 2004
[8].
De esa cantidad -siempre según la APC- se habrían
desembolsado 11,3 mil millones de los que 10,8 mil millones procederían
de ingresos por petróleo, y de los que 4,6 mil millones se habrían
destinado a "compromisos pendientes". Dos documentos
distintos de la APC ofrecen diferentes datos de ingresos por petróleo
entre mayo de 2003 y mayo de 2004. Uno fija la cantidad en 10.000
millones de dólares y el otro en 11,5 mil millones. Sin embargo,
tanto en el estudio de Christian Aid como del PDL, el cálculo
real de los ingresos por petróleo obtenidos por la APC hasta el 21 de
junio de este año superan los 10,8 mil millones de dólares
declarados por la APC. Christian Aid cifra la cantidad en
13.000 millones de dólares y el PDL entre 12,2 y 14,5 mil millones.
El 29 de mayo, a un mes de que acabase su mandato, la APC reveló que
había ingresado en el FCI 19,4 mil millones y que fueron gastados en
proyectos relacionados con la electricidad, en programas de
infraestructura para la industria petrolera y en equipamientos para
las fuerzas de seguridad iraquíes, entre otras cosas. La APC afirmó
que 10.000 millones de la suma total procedían de los ingresos del
petróleo. Sin embargo, según el informe del PDL, hay un déficit de
3,7 mil millones de dólares entre la cantidad de ingresos por petróleo
y el dinero ingresado en el FDI por la APC.
Fuentes diplomáticas de NNUU relacionadas con la auditoria
del FDI aseguran que "[...] sólo tenemos el total de las cuentas
y movimientos del FDI. Desconocemos totalmente a qué responden [esos
movimientos] y si son compatibles con la resolución del CS".
Por otra parte, las investigaciones constatan que la APC ha
privilegiado a las compañías estadounidenses frente a las empresas
de construcción iraquíes que solo han recibido una décima parte de
lo que han recibido sus contrapartes estadounidenses. De hecho, hasta
abril de 2004, casi un año después de que la APC tomase el control
de los ingresos del petróleo iraquí y empezase a conceder contratos,
no se reservó ni un solo contrato a cargo del FDI superior a los 500
mil dólares para compañías iraquíes.
Concesión de contratos a partidas ya presupuestadas
En otro informe elaborado por el Proyecto del Observatorio de
Ingresos de Iraq de la Open Society Institute, institución
estadounidense, y hecho público el 16 de junio pasado [9] se llama la
atención por el hecho de que la APC ha aprobado muy recientemente el
gasto de 2,5 mil millones de dólares para proyectos de reconstrucción.
El dinero proviene del FDI, aunque una cantidad de esas partidas
aprobadas por la APC están destinadas a proyectos a los que el
Congreso de EEUU ya había asignado previamente cantidades recaudadas
de los impuestos estadounidenses para la reconstrucción de Iraq en un
total de 18,4 mil millones solo para gastos de reconstrucción. Esas
partidas incluyen 500 millones de dólares destinados para las fuerzas
de seguridad iraquíes, a pesar de que el Congreso ya había destinado
3,2 mil millones para el mismo propósito. Igualmente, la APC ha
aprobado 315 millones de dólares para el sector eléctrico, a pesar
de que otros 5,5 mil millones de dólares habían sido destinados al
mismo sector por el presupuesto del Congreso estadounidense. Para el
sector del petróleo iraquí, la APC ha aprobado otros 460 millones de
dólares que se suman a los 1,7 mil millones adjudicados por el
Congreso para la rehabilitación de la industria petrolera. El informe
concluye:
"[...] Aunque muy pocos objetarían la necesidad de
financiar esas áreas, no está claro por qué esas asignaciones no se
incluyeron cuando [la APC] aprobó el presupuesto iraquí para 2004 y
por qué se revisaron el pasado mes de marzo."
El informe cuestiona, ya a comienzos de junio, por qué la
APC tenía tanta prisa en comprometer fondos de los ingresos por petróleo
iraquí justo antes de que se produjera el proceso de
"transferencia de poder" cuando el FDI dejaría de estar
sujeto a la gestión de la APC al pasar al "gobierno
interino" de Iraq designado por EEUU aunque igualmente
supervisado por la IAMB.
Trasvase fraudulento de fondos de reconstrucción a la
Embajada de EEUU
Ante la precipitada salida de Iraq de la APC, el Pentágono
ha decidido traspasar 184 millones de dólares asignados
previamente a proyectos de reconstrucción del sistema de agua potable
en Iraq (los brotes masivos de cólera, diarrea, piedras en riñón y
náuseas han aumentado vertiginosamente en Iraq en el último año
como consecuencia del consumo de agua no potable) al presupuesto de la
nueva Embajada que EEUU está construyendo en Bagdad en el antiguo
palacio presidencial de Iraq, en la denominada "Zonaverde".
Cerca de 1.000 millones de dólares han sido ya destinados a ese
proyecto, según el vicesecretario de Estado Richard Armitage. Desde
que se iniciara la ocupación, del total de los 18,4 mil millones
asignados por el Congreso estadounidense a la APC para la reconstrucción
de las infraestructuras iraquíes, la APC únicamente ha gastado 3,2
mil millones. Bremer determinó antes de su salida de Iraq que ese
presupuesto se fragmenta en cinco años, lo que significa que su gestión
dependerá de la administración del nuevo embajador estadounidense
John Negroponte.
A la suma de los escándalos financieros por la gestión de
la APC sobre los fondos iraquíes ha de unirse el desastre asociado a
la efectiva reconstrucción de las infraestructuras básicas del país.
Lejos de hacer de la reconstrucción de Iraq un mecanismo para activar
el empleo público local (más del 60% de la población activa iraquí
está en el paro desde que se iniciara la ocupación), la APC ha
planteado esta cuestión como un ejercicio para promover la
privatización de todo el país [10]:
"[...] El sueño ha sido para las compañías
multinacionales, principalmente para las de EEUU, europeas y de Japón.
[...] En las carreteras se apiñan camiones que transportan
suministros producidos en plantas extranjeras, mientras que a las fábricas
iraquíes ni siquiera se les ha suministrado generadores eléctricos
de emergencia. Como resultado, la reconstrucción no se ve como una
recuperación de la posguerra sino como una extensión de la ocupación,
una invasión extranjera por otras vías. Y por tanto, mientras la
resistencia sigue aumentando, la propia reconstrucción se convierte
en un objetivo"[11].
Contratos millonarios para la seguridad privada
La Oficina del Programa de Gestión (OPG), instancia civil
estadounidense que supervisa en Iraq los 18,4 mil millones de dólares
de los fondos asignados por el Congreso de EEUU con cargo a los
presupuestos públicos de sus contribuyentes para la reconstrucción
de Iraq, ha asignado a la empresa británica de seguridad privada Aegis
Defense Services el pasado 25 de mayo un contrato de 293 millones
de dólares para coordinar las cuestiones de seguridad en los
proyectos de reconstrucción de Iraq [12]. Con ello, se instala en
Iraq la compañía de seguridad privada más grande del mundo,
presidida por un ex teniente coronel de un cuerpo de élite del ejército
británico, Tom Spicer, que ha sido investigado en el pasado por tráfico
de armas y por planificar operaciones militares encubiertas en
diversas partes del mundo.
Según las estimaciones, un 25% del presupuesto total de
reconstrucción se lo llevan los contratos relativos a la seguridad
privada; es decir a compañías extranjeras que proporcionan seguridad
tanto a las autoridades de ocupación, hasta el 28 de junio, la APC
como a las empresas que trabajan en Iraq. La "Zona verde",
"[...] una ciudad dentro de la ciudad" en la que se ubican
las autoridades de ocupación civil y militar en Bagdad, es de hecho
una fortaleza armada y vigilada por mercenarios extranjeros pagados
con dinero que debería destinarse a la verdadera reconstrucción del
país.
Ello explica porqué las compañías extranjeras,
fundamentalmente estadounidenses, que ofrecen protección a las
autoridades civiles y militares de la ocupación así como a los
miembros del gobierno tutelado erigido por EEUU, han doblado
sus tarifas. De hecho, la mayor parte de las compañías extranjeras
que operan en Iraq gastan la mitad de su presupuesto en armarse y
protegerse alcanzando los costes derivados por seguros el 30% de sus nóminas.
Igualmente, según la organización, "[...] al menos el 20% del
gasto de EEUU en Iraq se destina a pagos por corrupción".
Notas:
1. El contenido íntegro de la
resolución puede verse en: Oliván, L., "Resolución 1483 del
Consejo de Seguridad: Legitimar la ocupación y la dominación
colonial de Iraq", Nación Árabe, núm. 49, Año XVII, verano de
2003.
2.
Smith, G. y Catan, Th.: "UN slams US over spending Iraq funds",
Financial Times, 22 de junio de 2004.
3.
Eckholm, E.: "White House Officials and Cheney Aide Approved
Halliburton Contract in Iraq, Pentagon Says". The
New York Times, 14 de junio de 2004. También en: www.occupationwatch.org
4.
www.iamb.info/pr/pr062204.htm
5. Los informes proceden de dos
organizaciones británicas, la Christian Aid y del PDL. Véase: "Failure to account' for Iraq cash: Iraqi
money cannot be accounted for by occupying forces responsible for the
funds, according to two new reports", BBC News, 28 de
junio de 2004.
6. Véase en CSCAweb: La resistencia
responde al intento de EEUU de internacionalizar y legitimar la
ocupación de Iraq con una escalada de acciones sin precedente que
desbarata los resultados de la 'Conferencia de Donantes' de Madrid
7. Véase:
www.christian-aid.org.uk
8.
Arieff, I.: "US sloppily managed Iraqi oil money.UN watchdog",
The Guardian, 22 de junio de 2004.
9. Iraqi Fire Sale: CPA Giving Away Oil Revenue Billions Before
Transition, Revenue Watch, Briefing, n. 7, June, 2004. El
informe completo en inglés puede verse en:
www.iraqrevenuewatch.org/reports/061504.pdf
10. Véase en CSCAweb: El 'Procónsul'
Bremer: administrar Iraq como una empresa privada y Bremer describe
ante el 'Foro de Davos' reunido en Jordania el proyecto estadounidense
de liberalización capitalista de la economía iraquí
11.
Kelain, N.: "The multibillion robbery that US calls
reconstruction", The Guardian, 26 de junio de 2004.
12. Véase: www.occupationwatch.org
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