No habrá flores para recibir a
tropas árabes
Por Dahr Jamail
Inter Press Service
(IPS), 04/08/04
Bagdad - La población de Iraq
parece oponerse a un despliegue de tropas árabes para garantizar la
seguridad en el país, una idea que también es rechazada por la mayoría
de los gobiernos y de la opinión pública de la región.
Las gestiones del primer ministro
interino de Iraq, Ayad Allawi, para lograr aportes de países árabes
e islámicos a una fuerza de paz se registran en un marco de
incesantes atentados suicidas que sacuden al país.
El jefe del gobierno interino de
Iraq volvió a pedir ayuda militar a los países árabes después de
reunirse la semana pasada en Jedá, Arabia Saudita, con el secretario
de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell.
"La participación de países
árabes y musulmanes es importante no solo para Iraq, que finalmente
será capaz de derrotar sus dificultades", sino para que las
autoridades de la región prevalezcan frente a "los grupos que
amenazan la estabilidad de los países de la región", recalcó
Allawi.
Los secuestros no deberían
disuadir a los países árabes que consideran enviar tropas a Iraq,
sostuvo el primer ministro.
Estas declaraciones hicieron poco
para cambiar la política de los gobiernos y la percepción del público
árabe e islámico. Tampoco cambió la posición que parece prevalecer
entre el público iraquí.
"Los soldados árabes serían
como un arquero de fútbol. Ellos recibirán los disparos, no las
fuerzas de Estados Unidos. Los iraquíes nunca aceptarán tropas
extranjeras aquí", dijo el ingeniero en informática Salam Talib,
un chiita iraquí.
Muchos iraquíes percibirían a los
soldados musulmanes como colaboradores de los ocupantes
estadounidenses.
"Creo que no serán de ayuda,
porque ya es demasiado tarde", dijo Rana Alaiouby, una sunita
residente en Bagdad. "Serán vistos como si estuvieran a la orden
de Estados Unidos, lo cual aumentará la violencia. Si los países árabes
envían soldados aquí, será para condenarlos a muerte."
Muchos sunitas, pertenecientes a la
misma rama del Islam que la mayoría del mundo árabe, comparten ese
punto de vista.
"¿Por qué los gobiernos árabes
enviarían tropas aquí contra la voluntad de sus pueblos?", se
preguntó el oficial del ejército retirado Abu Talat.
"Es vergonzoso que envíen a
árabes y musulmanes a luchar en lugar de los estadounidenses. Si
matan a alguno de ellos, eso no le importará a Washington. Esto es un
intento de Israel para dividir a la nación árabe. Quisiera que
Estados Unidos mirara más allá de su nariz."
Sean sunitas, chiitas o kurdos, los
iraquíes parecen oponerse a que cualquier país extranjero envíe
tropas a su territorio, aunque sean árabes o musulmanas.
"¿De qué serviría?",
se preguntó Hussein Ismail, comerciante kurdo residente en Bagdad.
"Además, si los estadounidenses no han podido solucionar el
problema, ¿cómo podrían solucionarlo soldados de países más
chicos"
También Egipto rechazó la idea.
El canciller Ahmed Abdoul Gheit dijo luego de reunirse con el
presidente Hosni Mubarak que El Cairo "no enviará fuerzas bajo
ninguna circunstancia" a Iraq.
Los países árabes temen cada vez
más que la violencia e inestabilidad de Iraq atraviese las fronteras,
y la mayoría de los gobiernos rechazaron el pedido de Allawi.
El líder de Libia, Muammar Gadafi,
urgió hace poco a los países árabes y musulmanes a no enviar tropas
a Iraq. Varios jefes de Estado y de gobierno advirtieron que sólo lo
harán en el marco de una fuerza multinacional comandada por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los líderes de los países árabes
también afrontan la opinión predominante en el público en cuanto a
que el pueblo iraquí libra una lucha por la libertad contra el
gobierno de Allawi, apoyado por Estados Unidos.
El portavoz de la Liga Arabe Hossam
Zaki dijo, luego de la conferencia ministerial de la organización en
Túnez, que no se había alcanzado acuerdo alguno al respecto, si bien
hubo una propuesta de Arabia Saudita.
Riyad no ofreció sus propias
tropas, pero informó que procuraría la participación de soldados árabes
y musulmanes de países no fronterizos con Iraq para complementar las
tropas de la coalición en ese país, no para sustituirlas.
En el plan saudita, esos soldados
estarían al mando de las fuerzas estadounidenses.
Powell reconoció que se trataba de
"ideas preliminares", y que la principal duda era quién
comandaría a los soldados árabes. Es improbable que Washington
abandone el control de la fuerza multinacional en Iraq antes de que
sus soldados abandonen el país.
Al menos 913 soldados
estadounidenses murieron en Iraq desde la invasión, registrada entre
el 20 de marzo y el 1 de mayo de 2003.
Los gobiernos de Pakistán, Yemen,
Bahrein, Argelia y Túnez figuran entre los pocos que anunciaron su
intención de ayudar con soldados a restaurar la calma en Iraq. Pero
esos países ya recibieron violentas advertencias.
Dos pakistaníes que trabajaban
para una empresa kuwaití fueron secuestrados y asesinados por una
organización denominada Ejército Islámico, informó el canal de
televisión satelital Al Jazeera, cuya oficina central está radicada
en Qatar.
Un mensaje transmitido a través
del sitio web de la organización Unificación Islámica advirtió a
los países árabes y musulmanes que no deben enviar tropas a Iraq,
pues de lo contrario "golpearán con puño de hierro a todos los
traidores que cooperen con los sionistas".
Otra organización de combatientes,
el Grupo de la Muerte, secuestró a cuatro obreros jordanos y dijo al
canal de televisión Dubai TV que apuntará contra intereses del mismo
origen en Iraq.
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