Rebeldes tomarán Bagdad,
pronostica líder sunita
Por Ferry Biedermann
Inter
Press Service (IPS), 12/08/04
Bagdad. El gobierno interino de
Iraq no sobrevivirá a los combates que hoy se libran, según uno de
los principales líderes de la oposición sunita a la ocupación
estadounidense y al pasado régimen de Saddam Hussein.
”Este gobierno fracasará. No los
aceptaremos porque son marionetas. Nada ha cambiado: seguimos bajo
ocupación”, advirtió Abdel Jabbar Kubaisi. En esta entrevista apeló
a un lenguaje tibio comparado con el que usa habitualmente.
Kubaisi es, además de líder del
partido Unión Patriótica, editor y director de Nidaa al-Watan
(Llamado a la Nación, en árabe), publicación semanal que se
identifica abiertamente con los insurgentes.
Se trata de un practicante de la vertiente
sunita del Islam originario de Faluya, la ciudad que hasta el
estallido de los últimos combates en la chiita Nayaf se ubicó en el
epicentro de la resistencia contra las tropas de Estados Unidos.
”Los ocupantes desaparecerán
”, advirtió el responsable de Nidaa al-Watan, periódico que se
presenta como ”la voz de la oposición a la ocupación” y cuyas páginas
están cubiertas de ataques virulentos contra los estadounidenses y
contra el gobierno interino.
Porque Kubaisi es, sobre todo, un
político. La Unión Patriótica es un pequeño partido que se opuso
al depuesto y encarcelado dictador Saddam Hussein en los años 80 y
90. Dos de sus hermanos fueron asesinados por el régimen.
Aun así, a fines de 2002 Kubaisi
figuró en una acotada lista de políticos opositores que aceptaron la
convocatoria formulada por Saddam Hussein para que retornaran del
exilio y entablaran un diálogo sobre la democratización de Iraq.
El gesto fue considerado un gesto
desesperado para impedir la invasión lanzada en marzo de 2003 por
Estados Unidos y sus aliados. Al acceder al llamado, Kubaisi perdió
la posibilidad de tener influencia sobre el actual gobierno interino.
”Pretendíamos remover a Saddam
Hussein. Pero también nos oponíamos a una invasión extranjera. La
única opción que teníamos como pueblo era luchar contra la ocupación”,
explica ahora Kubaisi, sentado en el jardín de su gran residencia, en
el barrio bagdadí de Al-Amariya.
”La invasión destruyó nuestra
infraestructura, nuestra cultura, nuestro patrimonio cultural y
nuestra dignidad”, agrega, en un fluido inglés. ”Nuestra lucha
armada triunfará. Están en nuestro terreno.”
Kubaisi parece tener familiaridad
con el pensamiento de los combatientes, e incluso con su estrategia
militar. En abril, criticó a través del canal de televisión
satelital Al Jazeera el cese del fuego de los insurgentes en Faluya,
en el entendido de que debilitaba la causa.
Del mismo modo, se muestra
exultante ante la vuelta a las armas del Ejército Mehdi del clérigo
chiita Moqtada al-Sadr. ”El es un auténtico patriota iraquí”,
explicó. Kubaisi cree que Sadr necesita periódicos ceses del fuego,
si bien ”realmente quiere expulsar a los estadounidenses”.
Kubaisi se presenta como un
nacionalista sunita de la vieja escuela, no muy diferente de los que
gobernaron el país desde los tiempos del Imperio Otomano, incluido
Saddam Hussein.
Se opone vehementemente a los
”sectarios”. Condena, en particular, a los kurdos y a algunos
grupos chiitas que anteponen su causa religiosa a la iraquí.
”Iraq es una nación. No hay
sunitas, chiitas y kurdos. Todos deben ser primero ciudadanos de un
estado iraquí democrático”, argumentó.
Las disputas con Sadr quedarán
para después. ”Ahora estamos luchando para echar a los
estadounidenses, y luego deberemos llamar a elecciones democráticas”,
dijo.
”Sunitas y chiitas estamos en
alrededor de 50-50 en Iraq”, agregó Kubaisi, reflejando con esa
afirmación una indiferencia hacia la realidad política nacional común
entre los sunitas.
La mayoría de las estimaciones
indican que los chiitas constituyen 60 por ciento de la población,
los árabes sunitas menos de 20 por ciento y los kurdos, que también
son sunitas, otro 20 por ciento. Arabes y kurdos distan de conformar
un frente unido.
De todos modos, Kubaisi insiste en
que Sadr ”representa una amplia corriente de opinión en Iraq, no sólo
un elemento religioso”, al tiempo que acusa a otros líderes chiitas
de ”burgueses” y ”agentes de Irán”.
Kubaisi pronostica ”dos meses
atareados” y ”un regalo” para el presidente estadounidense
George W. Bush antes de las elecciones de noviembre.
La resistencia ha demostrado que
puede dominar ciudades enteras, y podrá, finalmente, expulsar a los
estadounidenses de Bagdad y tomar el control de la capital, sostuvo.
”Ese será el próximo paso: dar
a los estadounidenses la posibilidad de irse o de ser expulsados”,
dijo. ”La entrega de la soberanía fue una farsa. La resistencia no
cesará. Este proceso sólo conducirá a otra forma de ocupación: los
estadounidenses no tienen intención de irse”, añadió.
Las elecciones tampoco pondrán fin
al conflicto. ”¿Cómo puede haber elecciones libres si se
desarrollan en medio de una ocupación?”, concluyó.
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