Casi
9.000 millones de dólares desaparecidos en acción
Por
Emad Mekay
Inter
Press Service, (IPS), 20/08/04
WASHINGTON.
Tres senadores de Estados Unidos pidieron al secretario de Defensa,
Donald H. Rumsfeld, que explique lo ocurrido con 8.800 millones de dólares
cuyo destino se ignora, luego de que fueran confiados a comienzos de
este año a la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, por sus
siglas en inglés) que ocupa Iraq.
En
una carta enviada el jueves a Rumsfeld, los legisladores Ron Wyden,
Byron L. Dorgan y Tom Harkin demandaron una ”rendición de cuentas
completa y por escrito” sobre el uso de ese dinero, que fue
repartido entre ministerios y otras autoridades provisionales iraquíes
por la CPA, que dejó de actuar a fines de junio, cuando transfirió
nominalmente el poder a un gobierno nterino iraquí.
La
ausencia de una rendición de cuentas sobre el uso de ese dinero fue
descubierta por una auditoría que realizó la propia CPA y que aún
no se ha divulgado en forma oficial, pero sobre cuyo resultado se
informó por primera vez en el sitio en Internet del periodista y
coronel retirado estadounidense David Hackworth.
Los
tres senadores indicaron a Rumsfeld que desean información sobre
”la cantidad de dinero recibida y el modo en que la gastó cada
ministerio”, y que el Pentágono (Departamento de Defensa) anuncie
en qué fecha instalará mecanismos de supervisión y controles
contractuales y financieros adecuados sobre el dinero estadounidense
gastado en Iraq.
La
CPA transfirió una ”asombrosa cantidad de dinero” sin normas
escritas ni orientaciones que aseguraran los debidos controles
administrativos y financieros, afirmaron.
Harkin,
Dorgan y Wyden también señalaron ”perturbadores hallazgos” de
miles de empleados ficticios en las nóminas de pago de algunos de los
ministerios iraquíes dependientes de la CPA, y el hecho de que ésta
pagó a 74.000 guardias cuya existencia no se ha podido verificar.
En
una nómina de pagos figuraban unos 8.000 guardias, pero sólo se pudo
comprobar la existencia de 603, destacaron.
”Diferencias
tan enormes plantean preguntas muy graves sobre posibles fraudes,
derroches y abusos”, comentaron los senadores.
No
es la primera vez que está bajo fuego el manejo de fondos en Iraq
durante la ocupación que comenzó a fines de abril del año pasado,
específicamente por ausencia de rendiciones de cuentas.
En
junio, la organización caritativa británica Christian Aid afirmó
que por lo menos 20 mil millones de dólares destinados a la
reconstrucción de Iraq, y procedentes en su mayor parte de ventas de
petróleo iraquí, desaparecieron sin dejar rastro de bancos
administrados por la CPA.
Otras
organizaciones no gubernamentales han criticado la opacidad del manejo
del dinero en Iraq por parte de la CPA y de funcionarios
estadounidenses e iraquíes.
La
empresa Halliburton, a la que el Departamento de Defensa asignó
contratos por valor de 8.200 millones de dólares para brindar a los
soldados de Estados Unidos en Iraq servicios de alimentación,
alojamiento, lavado de ropa y conexiones a Internet, ha sido acusada
de cobrar de más al gobierno estadounidense y a la población iraquí.
”La
reiterada ausencia de rendiciones de cuentas (...) y el hecho de que
el Pentágono se haya rehusado hasta ahora a llevar a cabo acciones
correctivas, perjudican a los contribuyentes de Estados Unidos y a
nuestros hombre y mujeres que visten uniformes”, alegaron los
senadores en su carta a Rumsfeld.
Críticos
de la falta de transparencia en los gastos de la CPA han expresado
especial irritación por el hecho de que esa autoridad haya usado
dinero iraquí para pagar controvertidos contratos para la
reconstrucción de Iraq con firmas estadounidenses, algunos de ellos
otorgados sin llamado público a aspirantes.
Washington
ha reservado los más lucrativos de esos contratos para gigantescas
compañías estadounidenses, y los críticos opinan que el gobierno
encabezado por el presidente George W. Bush está más interesado en
beneficias a ese selecto grupo de empresas que en hallar las mejores
soluciones, que posiblemente fueran también menos costosas.
”La
CPA asignó a ministerios iraquíes esos recursos, procedentes del
Fondo de Desarrollo para Iraq, mediante un proceso presupuestario
transparente y abierto”, aseguró a IPS la teniente coronel Rose-Ann
L. Lynch, de la oficina del secretario asistente de Defensa para
Asuntos Públicos del Pentágono.
Los
ministerios que dependían de la CPA emplearon ese dinero para propósitos
que ”beneficiaron al pueblo de Iraq” en forma directa, como el
pago de salarios a cientos de miles de empleados del gobierno,
maestros, trabajadores de la salud, administradores y pensionistas,
además de fuerzas de seguridad iraquíes, adujo.
Además,
se trataba de ”dinero iraquí, procedente de ventas de petróleo y
otras fuentes, no de fondos estadounidenses”, destacó Lynch.
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