Las
grandes cadenas empiezan a "descubrir" los efectos de la
resistencia iraquí
"¡Esto
es Vietnam!" signos del fracaso de la ocupación militar
norteamericana
IAR-Noticias
/
Islamlatino /
Citizen Reporte, 28/10/04
Enardecidos
por la campaña electoral los grandes medios -sobre todo los que
apoyan a Kerry- "filtran" información sobre operaciones de
la resistencia en zonas de acceso prohibido para la prensa, y dan un
cuadro que se contradice con la información oficial del Pentágono
sobre la situación de Irak
A
escasos días de las elecciones americanas, cuando los grandes medios
de prensa han declarado formalmente su apoyo a uno u otro de los dos
candidatos en medio de unas elecciones muy reñidas, aparecen en
algunos medios del establishment informes periodísticos que
sorpresiva e inteligentemente empiezan a descorrer una pequeña porción
del tupido velo que se ha tendido sobre el fracaso militar de la
ocupación en Irak.
En
el frenesí de los días finales de la campaña electoral americana,
cuando las voces disidentes en los Estados Unidos quieren dar a
conocer los hechos de Irak con la mayor intensidad posible (bueno, al
menos la versión de los hechos que llegan a admitir y conocer), las
voces no disidentes de los medios -tanto los medios declarados a favor
de Bush como los declarados a favor de Kerry- empiezan a descubrir e
informar, con todo el cálculo político que podemos suponer en juego,
sobre algunos de esos aspectos poco gratos de la ocupación militar de
Irak.
Una
ocupación de la que Bush habría literalmente dicho, ante un famoso
interlocutor evangelista y ardiente defensor del actual presidente
norteamericano: “Oh, no, no
vamos a tener ninguna baja” . Al menos eso es lo que
afirmó haber escuchado de boca del presidente norteamericano, Pat
Robertson, carismático líder religioso y conductor del programa
evangélico Club 700, miembro del sector cristiano con el que Bush se
identifica y del que recibe entusiasta y religioso apoyo.
Sin
embargo, si bien las ‘revelaciones' periodísticas que se han
filtrado al establishment americano (o que el establishment deja
filtrar) dejan ver, más allá de los intereses que hay tras estas
revelaciones, el fracaso americano en Irak, la situación adquiere
proporciones francamente depresivas para unos, y enardecedoras para
otros (los muchachos de Wall Street a un extremo y la resistencia
iraquí al otro, con seguridad), cuando se revisan los despachos
informativos de las actividades de la resistencia iraquí que se
realizan en el propio terreno de operaciones, en zonas prohibidas para
los grandes medios establecidos en Bagdad, es decir: el vasto
territorio iraquí fuera de Bagdad (ya de por sí muy poco accesible a
dicha prensa) y las zonas mismas de los enfrentamientos armados, en el
momento de los combates, detrás de las propias filas de la
resistencia.
“¡Esto
es Vietnam!”: Una breve mirada a Ramadi
El
24 de octubre, Edward Wong del New York Times, escribió:
“Ramadi,
Iraq – Los marines en Ramadi siguen buscando su tipo de guerra.
No
es que falte el enemigo. En el corazón de esta capital de provincia,
donde los marines conducen como parte de su rutina convoyes y
patrullas a lo largo de un tramo de 4 millas de camino, diariamente
explotan bombas ocultas.
Las
guerrillas surgen de improviso y disparan con AK-47s y granadas
lanzacohetes. Los marines están expuestos incluso en las bases que se
encuentran en los extremos del centro de la ciudad, donde impactan de
modo regular morteros y disparos de tiradores cruzan ocasionalmente el
aire.
Pero
cuando los marines devuelven el fuego o inician una persecución, se
encuentran con que los insurgentes se han deslizado en los palmares,
las callejuelas estrechas y las mezquitas, confundiéndose con los
civiles y flotando como muchas motas de arena.
“Esta
fase en mucho peor que la primera parte de la guerra”, dijo el
Sargento Principal José Gómez, de 28 años, de Beeville, Texas,
justo a su regreso de guardia de 24 horas de las instalaciones
asediadas del gobierno en el centro de la ciudad. “Saben que estamos
aquí, saben lo que hacemos, saben nuestra rutina. Vamos. Hacemos
volar el lugar. Y ahora esperamos el golpe”.
En
6 semanas en Ramadi, 6 miembros de este batallón han muerto y ha
habido al menos 72 heridos.
“A
veces te da miedo”, dijo un miembro del servicio del hospital,
Hulester Holley, de 21 años, de Tulare, California. “A veces nos
golpean tan rápido que no sé a quién le han dado o cuáles son las
heridas”.
La
cuestión más importante, dijeron los marines, es si la gente iraquí
los quiere aquí en absoluto.
“Esto
es Vietnam”, dijo el cabo Daniel Planalp, de 21 años, de San Diego.
“Ni siquiera sé porqué estamos luchan aquí. Estamos luchando para
sobrevivir. Los iraquíes no nos quieren aquí. Si nos quisieran, nos
ayudarían. Ciertamente no nos están ayudando en esta ciudad”.
Planalp
hablaba mientras conducía un Humvee en un convoy de 10 vehículos que
cruza la Ruta Michigan dos veces al día para llevar alimentos a las
bases. [La ruta Michigan es el nombre con que los marines han
bautizado un camino que cruza de este a oeste la ciudad atravesando el
centro].
Algunos
marines llaman a este itinerario “la carrera suicida”. Hace poco,
una mañana, 9 bombas explotaron o fueron descubiertas en esa ruta, a
un promedio de 1 cada media milla.”
Confirmado:
Los americanos vencidos en Yusufiyah y Latifiyah. Shiitas y sunnitas
empiezan a combatir juntos.
22
de octubre de 2004. The Stratfor Report.
Adicionalmente
a la información anterior del New York Times, un servicio de noticias
de inteligencia, el Stratfort Report, muy a favor de la ocupación en
Irak, informaba lo siguiente (confirmando una información aparecida
en despachos de Mafkarat al Islam que tradujéramos previamente):
“Fuentes
pertenecientes a tribus shiitas han dicho que los insurgentes se han
desplazado recientemente a los poblados de Yusufiyah y Latifiyah. Este
movimiento ocurre después de que algunos informes indicaran que los
marines americanos operando en el área no fueron capaces de aniquilar
a los insurgentes y se les viera retirarse de los dos poblados en
columnas armadas. Recientemente, comandantes americanos que operan en
el área descubrieran amplios escondites de armas, un indicador de
importancia de que los insurgentes aún siguen operando en el área.
Un
número creciente de insurgentes iraquíes fueron vistos el 20 de
octubre en esa misma área. Los insurgentes iraquíes son guerrillas
sunitas en un área bajo el dominio del shiismo, que carecen en gran
medida de respaldo popular. Algunos de los shia más jóvenes se han
unido a sus filas, a pesar del hecho de que varios shia del lugar
permanecieron neutrales durante las operaciones militares americanas
previas en el área.
El
movimiento por parte de las guerrillas sunitas del lugar de reclutar a
jóvenes guerrillas shiitas podría ser otra indicación de la
creciente popularidad de la insurgencia, y la creciente falta de
popularidad de la ocupación.
Fuentes
tribales en la provincia de Anbar han afirmado repetidamente que al-Zarqawi
no está en al Fallujah, y hay fuentes que afirman que el Primer
Ministro Interino Iraquí Iyad Allawi sabe que no está allí.
La
reorganización [de las fuerzas], incluyendo la movilización de las
tropas británicas al área, con la asistencia de los marines
americanos para acelerar la situación y el posterior traslado de los
mismos marines, puede tomar un par de semanas.
La
programación del inicio de la renovada ofensiva sobre los baluartes
sunnitas en el occidente para la misma temporada de las elecciones
americanas -lo que parece ser el caso, dadas las continuas operaciones
ofensivas en curso a lo largo de Irak- deja poco espacio para creer
que el ejército esperará hasta el fin de Ramadán a mediados de
noviembre para empezar su nuevo asalto.
Los
residentes del lugar dicen que las tropas americanas y los luchadores
tienen escaramuzas diariamente en la ciudad, la que permanece por las
noches en toque de queda”.
Ni
Baathistas ni terroristas extranjeros ni fundamentalistas
En
Los Angeles Times del 24 de octubre, Alissa J. Rubin escribió:
“Los
marines reconocieron que muchos de los luchadores [de Fallujah] ‘no
fueron leales al antiguo régimen, de hecho no fueron luchadores
extranjeros y no fueron extremistas religiosos', dijo Coleman, el
coronel.
‘Fueron
soldados que tienen familias', dijo posteriormente el Coronel John
Coleman del Cuerpo de Marines de los estados Unidos. Notó la
frustración de estas personas al estar desempleadas por un año luego
de que el ejército fuera disuelto.
‘No
podían hacer lo que se espera que haga un hombre y un padre, y
entonces de pronto una fuerza se enfila y se dirige contra tu ciudad.
¿Qué haces? Muchos de esos hombres escogieron agarrar un AK-47 y
unirse a la lucha'.
La
explicación del coronel, sin embargo, resulta del todo insuficiente
para el complejo cuadro de lo que ha venido ocurriendo con la
resistencia.
Por
un lado, existe un masivo crecimiento de la resistencia que ha venido
produciéndose en los últimos meses, desde un promedio de 15 ataques
al día hasta un promedio actual de 90 ataques diarios contra las
fuerzas de ocupación, y desde un número inicial calculado por
fuentes oficiales de inteligencia occidental de 2,000 a 7,000
combatientes hasta un número actual, admitido por esas mismas
fuentes, de 20,000 personas (cifras según The Australian del 23 de
octubre, http://www.theaustralian.news.com.au ).
En
segundo lugar, se ha ido generando una creciente oposición de la gran
mayoría de los cuerpos organizados de la resistencia contra la
participación odiosa de los cada vez más escasos elementos
terroristas en Irak, elementos terroristas como el mítico jordano Abu
Musab ad-Zarqawi (reportado muerto por cierto desde hace varios meses
en noticias que circulan por ciertos sectores de la resistencia,
mientras que en Falluyah todos niegan que esa persona esté en dicha
ciudad) son elementos numéricamente insignificantes con relación a
la población iraquí y las creencias tradicionales del Islam en Irak,
pero son inmejorables pretextos para legitimar una acción militar
represiva o una ofensiva a gran escala por parte de las fuerzas de
ocupación.
Ha
habido signos, asimismo, de que la composición de las fuerzas de la
resistencia iraquí ha ido progresivamente deslindándose de lealtades
saddamistas o baathistas, aunque elementos pertenecientes al régimen
de Saddam parecen encontrarse en los altos mandos de los varios
movimientos de la resistencia popular.
Dos
miembros de las Brigadas de Fallujah, vestidos con antiguos uniformes
de ejército de Irak, fueron entrevistados por un enviado del Asia
Times en un reportaje entregado el 22 de julio.
“Estaban
orgullosos de sus antiguos uniformes y su teniente me explicaba: ‘No
somos el ejército de Saddam. Somos soldados por el Islam y por la
defensa de la ciudad'. Otro de ellos se mostró de acuerdo, y explicó:
‘No nos alistamos por Saddam sino por la defensa de la ciudad y del
país'. Todos ellos habían pertenecido al ejército antes de la
ocupación y perdieron sus trabajos cuando el procónsul
norteamericano L Paul Bremen despidió al ejército en mayo de 2003.
Se unieron al nuevo ejército de Fallujah cuando el general Jassim lo
formó.
Se
veían a sí mismos como un modelo para el resto del país. ‘Todos
los gobernadores y las ciudades están tratando de hacer lo que
nosotros hicimos' -me dijo uno- ‘Somos un ejemplo'. Fueron los
primeros en obtener la liberación, según me explicaron, porque
‘Fallujah es la madre de las mezquitas y estamos comprometidos con
nuestra religión y estamos unidos. Los Fallujanos son gente
independiente y digna. Nuestra dignidad es lo más importante para
nosotros'.
(Parte
5 del Reportaje en http://www.atimes.com/atimes/others/Fallujah.html)
En
el complejo panorama de la creciente resistencia iraquí, muchos
factores confluyen para rechazar la ocupación militar, entre ellos:
10 largos años de embargo económico que han afectado a cientos de
miles de vidas y decenas de miles de niños, el desastre de la
‘reconstrucción' democrática iraquí, una fuerza de ocupación que
muestra ‘orgullosa' unos estándares morales en descomposición, un
acendrado nacionalismo y un ‘islamismo' propio sin embargo de la
peculiar visión de los reformistas árabes musulmanes –irónicamente,
todos ellos influenciados por ideologías y actitudes extrañas al
Islam, como son el nacionalismo y el capitalismo mismos, elementos que
fueron insertados y aprehendidos durante el severo proceso
colonialista en Medio Oriente.
La
desesperación del invasor. Crímenes de guerra impunes.
Seymour
Hersh, el reconocido periodista, ganador de un premio Pulitzer, que
puso al descubierto las torturas de Abu Ghraib, en una conferencia
reciente llevada a cabo en la Universidad de Berkeley el 8 de octubre,
descubre algunos de los aspectos del nuevo Vietnam. Citamos a
continuación algunas de sus palabras (hemos traducido en lo que sigue
fragmentos de www.berkeley.edu/news/media/releases/2004/10/11_hersh.shtml
, y una grabación de la conferencia completa se encuentra en
Internet).
“Mi
gobierno tiene una unidad secreta que desde diciembre de 2001 ha
estado haciendo desaparecer a gente igual que hicieron los argentinos
y los brasileños. Rumsfeld decidió luego del 11S que no podía
esperar. El presidente firmó un documento secreto … Hay un grupo de
gente, viajan en aviones sin marcas de serie […] tienen sus propios
helicópteros, no llevan consigo pasaportes americanos, y simplemente
agarran a la gente …”
Hersh
dijo haber oído que la idea original detrás de las fotos sexualmente
humillantes tomadas en Abu Ghraib era usarlas como chantaje de modo
que los prisioneros recientemente liberados –muchos de los cuales
eran simples ladrones iraquíes o simples espectadores cogidos en
redadas, actuarían como informantes.
Y
el hecho de que los americanos hayan perpetrados tales actos –y se
hayan negado a aceptar responsabilidades por los mismos- acabó con
cualquier clase de rol moral de líder para los Estados Unidos, señaló
Hersh.
El
periodista habló de un israelí, un viejo veterano de los problemas
entre su país y los palestinos, que le escribió un coreo electrónico
diciéndole, en esencia, ‘Nosotros los hemos matado por 40 o 50 años,
y ellos nos han estado matando por 40 o 50 años, pero sabemos que por
debajo de esto vamos a tener que vivir con esos … [sigue aquí una
frase insultante] Si hubiéramos tratado a los árabes como ustedes
los han tratado en Abu Ghraib, todo ese asunto sexual, las fotos, no
podríamos vivir con ellos. Oigan, ustedes no empiezan siquiera a
comprender lo que han hecho, en dónde se han puesto a ustedes mismos
en el mundo árabe'.
Hersh
habló también de una llamada que recibió de un teniente primero a
cargo de una unidad estacionada a medio camino entre Bagdad y la
frontera Siria. Su grupo estaba acampando en un área desguarnecida
fuera de la aldea en un área agrícola y contrató a 30 o más iraquíes
para que custodiaran un granero local. Pasaron algunas semanas.
Debieron de conocer a la gente a la que contrataron y debieron
agradarles. Pero luego desde Bagdad llegaron órdenes de que la villa
fuera ‘limpiada'. Otro pelotón de la compañía de estos soldados
llegó y ejecutó a los custodios iraquíes del granero. Los
ejecutaron a todos.
“Me
dijo que simplemente les pegaron un tiro uno a uno. Y su gente, y él,
y los aldeanos por supuesto, todos se volvieron locos”, dijo Harsh
en voz baja. “Él estaba histérico, totalmente histérico. Fue al
capitán de la compañía, que le dijo: ‘No, tú no entiendes, eso
es una matanza. Nosotros nos enfrentamos con 36 insurgentes. ¿No lees
esas historias en donde los americanos dicen hemos tenido una maniobra
de combate y 15 insurgentes fueron matados?'.
Hersh
prosiguió: “Esto es las sombras de Vietnam de nuevo: el recuento de
cuerpos … “¿Saben qué le dije? Le dije, ‘Amigo, tú culpaste
al capitán, él sabe que piensas que él cometió un asesinato, tus
tropas saben que sus camaradas cometieron un asesinato. Cállate.
Sigue tu camino. ¡Sólo cállate! Que si no te van a disparar por la
espalda'. Y así es como estamos en esta guerra”.
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