La guerra sucia de
Bush
¿Quién secuestra en Irak? ¿La resistencia, la CIA o el Mossad?
Islamlatino
Publicado por IAR-Noticias,
05/11/04
Las grandes cadenas informativas muestran todos los días secuestros,
decapitaciones, escuadrones de la muerte, y estallidos de coches
bombas, como obra de una resistencia musulmana "fanática,
demente y asesina". Detrás de ese escenario, y camuflado
como "terrorismo islámico", se mueve un "ejército
fantasma" de fuerzas especiales y de agentes
secretos de la ocupación. En este informe, lo que no habla ni
cuenta la prensa del sistema sobre el tema.
La insurgencia iraquí
tiene una palabra de pase: "secuestro" y una fatwa bajo el
brazo: "decapitación". Créalo; lo dicen en su pantalla.
Estamos haciendo la guerra correcta. La prensa patriota de una nación
en guerra se afana en divulgar esa imagen. Una imagen que empieza a
hundirse por el peso de los mismos hechos que se ocultan tras esa
propaganda.
Que la resistencia iraquí es básicamente algo distinto y bastante más
estratégico y por ende más eficaz que una camarilla de terroristas
que extorsionan y decapitan resulta un hecho evidente. Aunque nunca
deje de sorprender la miopía propia de la pobreza intelectual o el
orgullo o desprecio oculto de los periodistas del "Occidente de
las luces" que radican en Bagdad –y en esto ya no hay necesidad
de la innegable presencia o la mano censuradora de las tropas de
ocupación; esto es desinformación de cosecha propia-, como cuando se
observa lo que dicen varios reporteros (ver http://islamlatino.com/portal/article424.html)
que incluso al entrar en confidencias sobre la situación en Bagdad
siguen destilando por creencia propia esa imagen de la resistencia bárbara
y feroz que anda en busca de decapitaciones.
El fenómeno principal y militarmente más significativo de la
resistencia en Irak es otra cosa. En absoluto exento de intrigas políticas
e ideológicas que, al igual que lo que ocurre con los Estados Unidos
frente a sus simples y desprevenidos reclutas de a pie, también hace
uso de los enfervorizados y valerosos miembros de la resistencia iraquí
para sus propios fines. Lo que ocurre notablemente con el caso de la
dirigencia militar baathista de la resistencia. O con los mal llamados
líderes "sunnitas" (corrigiendo, wahabis o salafistas) de
un todo menos bien comprendido resurgimiento "islámico".
Sin embargo, dando por cierto que la resistencia en Irak no puede en
absoluto reducirse o parodiarse a la imagen de un legendario y muy
conveniente Zarqawi et alia, más allá de esto ¿qué hay de los
secuestros en Irak?
Bien es cierto que la situación de anarquía práctica que se vive en
Irak, incluso en la misma Bagdad, una situación de un gobierno títere
con unos poderes policiales casi fantasmagóricos que se encuentra
"en funciones" tras la liberación de decenas de miles de
prisioneros de las cárceles iraquíes (muchos de ellos perseguidos
políticos, pero también miles de delincuentes y mafiosos) deja carta
libre a la acción de bandas organizadas del crimen, sin que para
funcionar tengan que recurrir a patrocinantes de una insana ideología
de terrorismo islámico.
El desgobierno de la "reconstrucción" abre espacio suficiente
para explicar los desórdenes civiles en Irak, notablemente en Bagdad
-¿qué pasaría si Nueva York se queda sin policía?- e incluso
predecir que exista un caos y una amplitud de crímenes propios de una
situación del todo deplorable.
Lo anterior, sin embargo, no llega a explicar del todo el tinte de
"terrorismo fundamentalista" que se pone en juego en los
secuestros y las decapitaciones. Podría explicar el que dicho fenómeno
se convierta en una mafia rentable para grupos pura y directamente
criminales que trafican con los secuestros, pero deja sin explicar el
tinte "fundamentalista" en juego.
Sin pretender negar la existencia de nihilistas de procedencia básicamente
árabe, etiquetados y hasta autoetiquetados por su propia insana
ideología como "musulmanes", que forman grupúsculos de
terrorismo para vergüenza de musulmanes y de no musulmanes, hay
fuertes signos de que los tan convenientes secuestros en Irak tienen
tras de sí una explicación que, por lo menos, admite varias
responsabilidades.
No se trata ya sólo de que el llamado "terrorismo islámico"
haya sido instigado, armado, financiado y por lo menos co-fundado por
elementos, ciertamente no musulmanes, de servicios secretos diversos
en obediencia a unas ansias bien establecidas de poder económico y
político de unas élites financieras o políticas. No se trata sólo
de que el terrorismo en la época moderna sea un fenómeno propio del
capitalismo (habiéndose producido primero con los nihilistas de
Rusia, conviene recordarlo), una especie de cara y sello de la misma
moneda no islámica.
La posibilidad que apuntamos es la de una responsabilidad directa de
servicios secretos, bajo mascaradas de islamismo fundamentalista, tras
por lo menos varios de esos secuestros. La posibilidad de crímenes
organizados y ejecutados por agentes encubiertos de las propias
fuerzas de ocupación.
Sobre un análisis de dicha posibilidad, en esta guerra capitalista de
las mil hipocresías, ofrecemos a continuación la traducción de un
artículo aparecido en el Center for Research on Globalisation
(www.globalresearch.ca) El artículo se originó a raíz del secuestro
de Margaret Hassan, y refleja la sorpresa del articulista por este
hecho.
Bien es cierto que, bajo una simple observación sociológica, incluso
una organización puramente caritativa –como todo indica que es el
caso-, muy probablemente a despecho de ella misma, juega de hecho un
rol en la construcción de un proyecto político en una sociedad (no
hay neutralidad socio-política en las ayudas humanitarias, ya que éstas
también son un elemento de la sociedad misma).
Sin embargo, la sorpresa de autor no deja de estar justificada, como
tampoco la sorpresa unánime de la comunidad islámica por este hecho
criminal, y, en lo que a nuestras reflexiones iniciales atañe, nos
lleva a mirar ciertos aspectos poco gratos de los servicios de
inteligencia.
¿Es el secuestro de Margaret Hassan de CARE una operación de la CIA-MOSSAD?
Por Kurt Nimmo
No tiene absolutamente ningún sentido
Margaret Hassan, directora del grupo humanitario CARE Internacional, que
tiene ciudadanía británica e iraquí, fue secuestrada ayer en la mañana
en Irak. Aunque nadie haya reivindicado la responsabilidad del rapto
de la Sra. Hassan, la asunción inmediata es que la tomó la
resistencia iraquí o al-Zarqawi, este último acusado de todo tipo de
barbaridades, incluyendo la decapitación de víctimas secuestradas.
Pero ¿por qué secuestraría la resistencia a alguien que ha dado
asistencia humanitaria a la gente de Irak durante 25 años? ¿Es
posible que la resistencia iraquí quiera negar al pueblo iraquí la
asistencia humanitaria?
Por supuesto que no
En América, los medios corporativos dan respuesta a la pregunta
mencionada todos los días: la resistencia iraquí es fanática,
asesina, nada más que una confederación suelta de terroristas,
criminales, locos musulmanes, sadistas dementes que buscan volar
carros bomba en apiñadas plazas de mercado y matar a mujeres y niños,
sus propios vecinos.
Sin embargo, hay otra posible explicación: el secuestro de Margaret
Hassan es parte de una operación de contrainsurgencia diseñada para
hacer que la resistencia parezca mala y poner así la opinión mundial
contra la misma.
Antes de que me digan que me ponga mi gorrito de aluminio anti-control
mental [como paranoico], consideren lo siguiente: tal como ha
informado el agudo periodista de investigación Seymour Hersh en
junio, la Mossad está con mucho trabajo en Irak, ante todo en las
zonas kurdas del país. Un antiguo oficial de la CIA confirmó esto,
de acuerdo a Hersh.
En abril, el Canadian Nacional Post informó de la existencia de tropas
americanas de operaciones militares vestidas de civil “cazando
ilegalmente civiles y figuras del gobierno, saboteando instalaciones
civiles y armando a matones locales elegidos para ejecutar
represalias, burlándose de las leyes internacionales de guerra”,
tal como Henry Michaels de WSWS caracterizó el asunto [http://www.wsws.org/articles/2003/apr2003/cia-a08.shtml].
Michaels observa lo siguiente:
“Citando a fuentes de inteligencia, United Press Internacional informó
la semana última que la fracasada operación de bombardeo para matar
a Saddam Hussein, su familia y los ministros de su gabinete del 20 de
marzo fue precedida por una intensa infiltración de agentes de la CIA
en Bagdad, el reclutamiento de espías iraquíes y la inserción de
tropas de operaciones especiales en la capital.
La gente de Najaf [como se informó el 5 abril en el Financial Times]
fueron presentadas a su nuevo gobierno esta semana; un grupo de
oposición prácticamente desconocido que afirma representar a todos
los iraquíes, que viaja velozmente por las calles sobre vehículos
especiales de las fuerzas americanas y que hace lo más que puede para
presentarse a sí mismo como parte de una Intimada espontánea contra
el régimen iraquí.
Miembros del grupo, llamado la Coalición Iraquí para la Unidad
Nacional (ICNU –en inglés-) raramente se apartan de sus vehículos
americanos y sus guardaespaldas de las fuerzas especiales, sonriendo
abiertamente para las cámaras desde lo alto de Humvees y levantando
sus armas en señal de victoria … La coordinación entre la ICNU y
las fuerzas americanas de tierra es estrecha en Najaf, manejados por
las fuerzas especiales y operativos de la CIA”. (Énfasis mío).
Consideren, asimismo, la designación de John Negroponte como el
embajador de la administración de Bush para Irak. Negroponte jugó un
papel clave en la ilegal guerra de los contra de Reagan que enfrentó
al gobierno sandinista en Nicaragua. “Honduras se volvió la
plataforma principal para los ataques a Nicaragua por parte del ejército
de contras derechista”, escribe Lance Selfa. “Un enorme incremento
en la ayuda del ejército convirtió a Honduras en la práctica en una
base americana.
Mientras tanto, el ejército hondureño usó su poder para eliminar no sólo
a aquellos en el país que se oponían a la guerra a los Contras, sino
también casi a cualquiera que luchó por los derechos humanos y los
derechos de los trabajadores” (Nota: CARE no se presenta a sí mismo
como un grupo por los derechos humanos, sino más bien como “una
organización humanitaria que lucha contra la pobreza global”).
“Negroponte será el hombre de Washington en Bagdad del mismo modo
que fue el hombre de Washington en Honduras”, predice Selfa,
“organizando ‘contratistas privados’ y milicias enigmáticas en
escuadrones de la muerte en contra de los ‘insurgentes’. O
dirigiendo la tortura de sospechosos en las prisiones militares iraquíes.
O convirtiendo la embajada americana en el más grande nido de espías
en la región”.
Las operaciones encubiertas de la CIA tienen una larga y sórdida
historia, que va hasta la fundación de la organización a finales de
los años cuarenta. El 18 de junio de 1948, el Consejo de Seguridad
Nacional emitió la directiva 10/2 autorizando “la propaganda, la
guerra económica, la acción preventiva directa, incluyendo el
sabotaje, la demolición y las medidas de evacuación; la subversión
contra estados hostiles, incluyendo la asistencia a movimientos
clandestinos de resistencia, guerrillas y grupos de refugiados de
liberación (sic), y el apoyo a elementos indígenas anticomunistas en
los países amenazados del mundo libre” (Ver: U.S. Covert Actions
and Counter-Insurgency Programs, en la web de GlobalSecurity).
La CIA ha conducido “miles de operaciones durante años”, escribe
John Stockwell, un ex agente de la CIA, y “ha habido cerca de 3,000
operaciones encubiertas de gran magnitud y cerca de 10,000 operaciones
menores … todas designadas para trastornar, desestabilizar o
modificar las actividades de otros países”.
Adicionalmente al sabotaje y la ‘demolición’ la CIA tiene un récord
de matar a inocentes con bombas suicidas. El 8 de marzo de 1985, 80
personas fueron asesinadas y 200 resultaron heridas cuando un coche
bomba explotó en Beirut, Líbano. “La bomba explotó en el exterior
de un muro de un edificio cerca de una mezquita donde se reunían los
fieles para las oraciones del viernes por la noche en un suburbio
densamente poblado de musulmanes shiitas … cerca de la tumba de un
prominente religioso shiita fundamentalista, Sheik Muhammad Husain
Fadlallah”, explica la BBC. Reagan y su director de la CIA, William
J. Casey, según el Washington Post, fueron responsables del
planeamiento y la ejecución, junto con los sauditas, del ataque
terrorista contra Fadlallah.
Más de algunos de los secuestros en Irak parecen ser operaciones
militares de la CIA, del ejército o del Mossad. Por ejemplo, cuando
Simona Pari y Simona Torreta de la organización humanitaria italiana
Bridge to Bagdad fueron secuestradas recientemente, testigos
describieron el secuestro como “extremadamente profesional” y
dijeron que un hombre bien vestido con traje y corbata había condujo
la operación, de acuerdo al Guardian. Por supuesto, es posible que la
resistencia iraquí o una banda criminal interesada en el rescate
llevara a cabo el secuestro de Pari y Torreta, pero la pregunta continúa:
¿por qué tantos secuestros se dirigen contra las organizaciones
humanitarias, objetivos ciertamente no de los más preferidos por una
resistencia determinada a sacar a Estados Unidos de Irak?.
Simplemente no tiene sentido, a menos que los secuestros y la explosión
de bombas estén diseñadas para fomentar el caos y retratar a la
resistencia como nihilistas asesinos y criminales de sangre fría.
Ya que es obviamente imposible que los Estados Unidos derroten a la
resistencia iraquí, tiene todo el sentido que la CIA -posiblemente en
alianza con otras operaciones de inteligencia encubiertas, por ejemplo
la operación documentada del Mossad en el norte de Irak- se ocupe
secretamente de actos terroristas, de los que la Casa Blanca y los
medios corporativos de comunicación culpan subsecuentemente a la
resistencia.
De hecho, el Mossad y otras organizaciones de inteligencia israelí
tienen una historia bien documentada de hacer precisamente esta clase
de cosas, desde el caso Lavon hasta la fundación de Hamas y el engaño
a los Estados Unidos para que el bombardeo de Libia. El lema del
Mossad es: “Por medio del engaño harás la guerra”.
De acuerdo al ex agente del Mossad Víctor Ostrovsky, Israel ha apoyado
grupos islámicos fundamentalistas durante años (ver el link previo).
Ostrovsky también afirma que la Mossad “entrenó a ambos bandos en
los violentos disturbios actuales en Sri Lanka; los tamiles y los
sinhaleses, así como a los indios que fueron enviados a restablecer
el orden”.
¿Es posible que la Mossad y la CIA sean asimismo responsables de la
creación del elusivo superterrorista al-Zarqawi y que hayan planeado
y ejecutado suicidios, coches bombas y decapitaciones?.
Finalmente, para aquellos que abrigan dudas de que los Estados Unidos
pudiera organizar, estar al frente y desencadenara grupos terroristas
contra civiles inocentes, consideren la Operación Northwoods, una
operación terrorista contra civiles de Cuba diseñada para que Castro
sea responsabilizado, tal como lo propuso la Jefatura Conjunta del
Estado Mayor [Joint Chiefs of Staff] en 1962.
“La campaña de terror podría dirigirse a refugiados cubanos que
buscan asilo en los Estados Unidos”, sugiere el memorando
desclasificado que fue enviado al entonces Secretario de Defensa,
Robert McNamara. “Podríamos hundir una barcada de cubanos en ruta a
Florida (real o simulada). Podríamos fomentar atentados contra las
vidas de refugiados cubanos en los Estados Unidos … Acoso de aviación
civil, ataques a barcos en la superficie … Intentos de secuestro
contra aviación civil y embarcaciones en superficie”.
Felizmente para los inocentes cubanos McNamara y Kennedy rechazaron la
Operación Northwoods aunque difícilmente eran admiradores de Cuba o
de Fidel Castro.
¿Es posible que los iraquíes no tengan tanta suerte?.
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