El coste del
imperialismo democrático
Horrendas muertes de
civiles iraquíes
Por Gideon Polya (*)
NewsCentralAsia,
30/10/04
Traducido para Rebelión
por German Leyens
Un grupo de científicos
estadounidenses de las universidades Columbia y Johns Hopkins ha
publicado un artículo en la principal publicación médica británica
The Lancet que estima que las “muertes excesivas” civiles de la
posguerra en Irak son aproximadamente 100.000 (un cálculo muy
conservador) y de 200.000 (si se incluye las elevadísimas series de
datos sobre víctimas en la región de Faluya en sus estadísticas
combinadas).
Sin embargo, el uso
de un cálculo conservador de una tasa de 4 por 1000, “ideal y
potencialmente lograble” para un Irak pacífico y adecuadamente
administrado, produce una “mortalidad excesiva” en Irak de unos
300.000 basados en las cifras del artículo de The Lancet (notando que
“mortalidad excesiva” para un país en un período dado es la
diferencia entre la mortalidad REAL y la mortalidad ESPERADA en un país
dirigido decentemente, pacífico, con la misma demografía).
Desde luego lo más
impactante en este estudio científico (de dos de las principales
universidades de EE.UU., revisado por sus pares y publicado por una
importante publicación médica del Reino Unido) es que demuestra que
Irak de la posguerra es un sitio mucho más peligroso que Irak de
antes de la guerra.
Algunos de los medios
globales que se han dado la molestia de informar sobre el estudio en
The Lancet han hablado del “primer” estudio científico de las
muertes civiles en Irak después de la invasión – pero no es así.
Yo, (por lo pronto), después de una carrera científica de 40 años,
he pasado 12 meses calculando la “mortalidad excesiva” posterior a
1950 en Irak (y por cierto en todos los países del mundo, utilizando
datos demográficos fácilmente disponibles de la ONU) y he pasado 6
meses informando a los medios, a los políticos y a agentes de la ley
globales sobre esta horrenda “excesiva mortalidad” en Irak y en
Afganistán que verdaderamente constituye un holocausto.
Naciones Unidas (ONU)
y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han estado
suministrando estadísticas demográficas detalladas, obtenidas
profesionalmente, para todos los países del mundo durante medio
siglo. Estas estadísticas constituyen una “prueba del delito”,
que revela el verdadero costo humano de la guerra equipada-instigada o
–impuesta por el Primer Mundo contra el Tercer Mundo.
Un simple ejemplo de
los datos de UNICEF revela la horrenda magnitud del costo humano en
Irak y Afganistán de lo que ha sido descrito por un destacado
defensor de las coaliciones dirigidas por EE.UU. y el Reino Unido como
“imperialismo democrático” (yo preferiría el término más
preciso de “nazismo democrático”).
Según UNICEF (sitio
en la red de UNICEF, 2004), en 2001 la mortalidad infantil de niños
de menos de 5 años fue de 1.000 en Australia, país de la coalición,
(población 20 millones), 109.000 en Irak (población unos 24
millones) y de 277.000 en Afganistán (población 22 millones). En
2002 (después de la invasión y la consolidación dirigidas por
EE.UU. en Afganistán en 2001), la mortalidad de niños de menos de 5
años fue de 1.000 en Australia, 108.000 en Irak y 283.000 en Afganistán
conquistado.
De esto podemos
concluir razonablemente que – por lo menos a breve plazo – la
conquista militar y las subsiguientes operaciones militares de EE.UU.
y sus aliados no REDUJERON la mortalidad infantil sino en realidad
AUMENTARON la mortalidad (una proposición confirmada por el análisis
de la mortalidad publicado en octubre de 2004 en The Lancet).
Sobre la base de que
la masiva invasión y conquista de EE.UU. no mejora las estadísticas
de mortalidad a corto plazo, podemos calcular COMO MÍNIMO, utilizando
los datos de UNICEF, que la mortalidad posterior a la invasión entre
niños de menos de 5 años ha sido de 870.000 en Afganistán y de
170.000 en Irak.
El Gobernante es
responsable por los Gobernados, por lo tanto EE.UU. y sus aliados son
claramente responsables por esta horrenda mortalidad de niños bajo 5
años de 1,1 millón en Irak y Afganistán conquistados por EE.UU.
Por cierto, la
situación es mucho peor que esto porque en esos países ocupados la
gente SOBRE la edad de 5 TAMBIÉN muere de enfermedades evitables y
curables o porque han sido matados. Mis cálculos basados en la ONU y
UNICEF son que la “mortalidad excesiva” en Irak después de 1991
ha sido de 1,5 millón (y que el componente de niños muertos de menos
de 5 años ha sido de 1,2 millón) y que la “mortalidad excesiva”
posterior a la invasión ha sido de 1,2 millón en Afganistán (y que
la mortalidad de niños de menos de 5 años ha sido de 900.000).
En resumen, estadísticas
disponibles fácilmente de la ONU y de UNICEF indican una horrenda
“mortalidad excesiva” (es decir evitable) en Irak y Afganistán
conquistados por EE.UU. La política de Bush de “imperialismo democrático”
– apoyada por aliados irresponsables, cobardes y obsequiosos como el
Reino Unido y Australia – tiene un costo humano permanente y
horrendo, y las víctimas son en su abrumadora mayoría niños pequeños
La directora
ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, ha declarado (Declaración Oficial
de UNICEF 30 de septiembre de 2004) (en respuesta a una atrocidad en
un atentado en Irak): “El asesinato de niños es un crimen y un
ultraje moral. Los niños no deberían pagar el precio de los
conflictos de los adultos. Pedimos a aquellos que lideran a los
combatientes que hagan lo que sea necesario para mantener a los niños
fuera de peligro”.
El gobierno cobarde y
obsequioso de Australia, los militares de EE.UU., el Reino Unido y el
gobierno del Reino Unido han puesto en duda o minimizado en diversas
ocasiones los resultados sobre la mortalidad publicados en The Lancet.
Además, sólo una parte limitada de los medios noticiosos globales
publicaron la historia y, desde luego, “la noticia” sólo dura 24
horas antes de ser sustituida por nuevas atrocidades, escándalos o
victorias deportivas.
Sin embargo la
“prueba del delito” de las estadísticas demográficas de la ONU y
de UNICEF seguirá existiendo (hasta que los “imperialistas democráticos”
neoconservadores terminen por abolir a la ONU y rescriban la historia
como en “1984” de George Orwell. La horrenda, continua mortalidad
en Afganistán Ocupado e Irak Ocupado seguirá aumentando – pero
también seguirá siendo documentada por científicos, doctores y demógrafos
humanos y éticos. En su momento, esperemos, la carnicería terminará
gracias a la presión de la Comunidad Internacional” y los
principales criminales de guerra “democrático-imperialistas”
tendrán que rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional por sus
horrendos crímenes contra la humanidad.
Yo, por lo pronto,
presenté recientemente una queja formal ante la CPI contra Australia
y sus aliados por sus crímenes de guerra en Irak – sobre la base de
la invasión ilegal de un país remoto y no-amenazante y por las
horrendas muertas civiles en un país ocupado.
La paz es el único
camino. Aunque EE.UU. puede hacer más o menos lo que le da la gana en
el “Nuevo Orden Mundial”, sus criminales de guerra aliados más
pequeños son mucho más vulnerables frente al tipo de acción
emprendida exitosamente contra el repugnante régimen del Apartheid en
la antigua África del Sur gobernada por la minoría – como ser la
difusión de sus crímenes contra la humanidad, sanciones deportivas,
exclusión de la sociedad internacional decente y boicots comerciales.
Desde luego, lo que
UNICEF ha calificado de “matanza inescrupulosa de inocentes” sólo
cesará cuando una comunidad internacional informada se una en su
indignación. El silencio mata y el silencio es cómplice. Hay que
informar a todos.
(*) El Dr. Gideon
Polya publicó unas 130 obras en su carrera científica de 4 decenios;
la más reciente es un inmenso texto de referencia farmacológica:
“Biochemical Targets of Plant Bioactive Compounds” (Taylor &
Francis/CRC Press, London & New York, 2003). Su correo es: gpolya@optusnet.com.au
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