Furia
contra gobierno interino
Por
Dahr Jamail
Inter Press Service (IPS), 23/11/04
Bagdad.
Muchos iraquíes celebraron el derrocamiento del dictador Saddam
Hussein, en abril de 2003, por las fuerzas invasoras encabezadas por
Estados Unidos. Pero ahora rechazan también al gobierno interino
impuesto por los ocupadores, al que acusan de autocrático y brutal.
En
sus cinco meses de gestión, el primer ministro interino Ayad Allawi
instituyó la ley marcial, amenazó con detener a periodistas y
prohibió al canal árabe Al Jazeera informar dentro de Iraq.
Mientras,
el ministro de justicia, Malik al-Hassan, reinstauró la pena de
muerte y sugirió que se debería cortar las manos y la cabeza a los
insurgentes.
Una
de las primeras medidas de Allawi tras su designación el 28 de mayo
fue establecer una nueva versión de la policía secreta. Sus rivales
lo acusan de "contratar antiguos torturadores para comandar el
nuevo aparato de represión", según la revista británica The
Economist.
Paul
McGeogh, del Sydney Morning Herald, informó en julio que dos testigos
vieron a Allawi ejecutar a seis hombres en el centro de seguridad del
distrito de Al Amadiya, en Bagdad. Las víctimas estaban detenidas por
un supuesto ataque a fuerzas estadounidenses dos semanas antes del
traspaso de poder al gobierno interino, el 28 de junio.
Después
vino el sitio de la central ciudad de Faluya, bastión de la
resistencia iraquí. En un campamento de refugiados de Bagdad donde
viven familias que huyeron de esa ciudad, la sola mención del nombre
de Allawi genera indignación.
"Ayad
Allawi dice que somos su familia. ¿Se puede atacar a la propia
familia?", preguntó Mohammad Alí, un refugiado de 53 años que
fue herido por bombas en su casa durante la ofensiva aérea y
terrestre de fuerzas estadounidenses este mes.
Allawi
es un traidor del pueblo de Iraq, afirmó Um Mohammed, un médico que
trabaja en un hospital de Bagdad. "Es un títere de Estados
Unidos que disfruta de la matanza de iraquíes", agregó.
Un
comerciante del centro de Bagdad, Abdel Hakim Abdulá, dijo que el
primer ministro "nunca tomó una decisión que beneficiara a los
iraquíes".
Muchos
también están indignados con Allawi por el papel que jugó antes de
la invasión de Iraq, dando a Washington información fraudulenta de
inteligencia de que Saddam Hussein representaba una amenaza para
Estados Unidos.
Sus
afirmaciones ahora desacreditadas sobre los vínculos entre Saddam
Hussein y los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos fueron
utilizadas para justificar la invasión de Iraq, y esto afectó la
credibilidad de Allawi entre los iraquíes desde el comienzo.
El
diario londinense Daily Telegraph publicó un memorando "recién
descubierto" atribuido a Allawi, fechado el 14 de diciembre de
2003. Allawi, entonces miembro del Consejo de Gobierno Iraquí,
afirmaba que Mohammed Atta, uno de los planificadores y perpetradores
del atentado suicida del 11 de septiembre, había sido entrenado en
Iraq con ayuda de Saddam Hussein. Esta información fraudulenta fue
citada por los servicios de inteligencia estadounidenses como prueba
de que Saddam Hussein tenía contactos con la organización terrorista
islámica Al Qaeda, dirigida por Osama bin Laden.
Otra
parte del memorando hablaba de un supuesto embarque de uranio de Níger
a Iraq. Este dato también resultó falso.
Asimismo,
Allawi sostuvo que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de
destrucción masiva que podía desplegar en 45 minutos. Esta información,
publicada en un informe del gobierno británico, resultó igualmente
falsa.
Allawi,
un musulmán del grupo chiita, mayoritario en Iraq, fue nombrado por
unanimidad por el Consejo de Gobierno Iraquí, designado por Estados
Unidos, para el cargo de primer ministro.
El
periodista Adam Daifallah escribió en The New York Sun que Allawi
dirige un grupo integrado por ex miembros del partido Baas, de Saddam
Hussein, y "recibió fondos de la CIA (Agencia Central de
Inteligencia de Estados Unidos y ha colaborado con la inteligencia
estadounidense durante años para derrocar a Saddam".
Nacido
en Bagdad en 1946 en una conocida familia de comerciantes, Allawi se
integró al Baas tras su llegada al poder. En 1971 dejó Iraq para
estudiar en Londres, y no regresó a su país natal hasta poco después
de la invasión, el año pasado.
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