EEUU
perfecciono la censura de prensa
Por
Alex Gourevitch y Charles Thomas
Proyecto censurado(*) 8/12/04
Especial para ARGENPRESS.info
Traducción de Ernesto Carmona
Poco
después que las fuerzas de la coalición derribaran al régimen de
Saddam Hussein, el jefe de ocupación L. Paul Bremer III, reflejando
la nueva libertad en Irak, le dijo a los periodistas que no estarían
más constreñidos por el gobierno y que ahora tendrían 'la libertad
de criticar a quienquiera y a lo que ustedes deseen'. Pero no dijo la
verdad. Todo cambió muy rápidamente cuando Bremer comenzó a ser
blanco de esa misma crítica.
Cuando
en la Red Iraquí de Medios (Iraqi Media Network, IMN), comenzaron a
aparecer críticas poco gratas para sus políticas, Bremer dictó el
control de los contenidos. La red IMN es un servicio estadounidense
respaldado por el Pentágono creado para transmitir noticias después
del derrocamiento de Saddam. La IMN tenía una doble misión: operar
como una estación 'estilo PBS' y, a la vez, convertirse en el
instrumento de comunicación de los jefes de la ocupación con los
iraquíes. ['Estilo PBS' significa pertenecer a la red Public
Broadcasting System (Sistema de Radiodifusión Público, PBS en inglés),
financiado por el gobierno estadounidense a través de la Corporación
para la Radiodifusión Pública -Corporation for Public Broadcasting,
CPB-, organización 'sin fines de lucro' establecida por el Congreso
en 1967].
Bremer
impuso un Index de nueve temas o 'actividades de difusión prohibida',
que incluyó 'incitación a la violencia', 'apoyo al partido Baath' y
publicación de material 'patentemente falso y calculado' para
promover la oposición a la autoridad de la ocupación. Amordazó
mucho más a los medios independientes en Irak clausurando una
cantidad de periódicos y estaciones de radio y de televisión iraquíes.
La débil IMN se ganó un conflicto por animar 'valores democráticos'
y, a la vez, recibir presiones para marchar al compás de la música
de la ocupación, que imponen sus reglas por la fuerza.
Desde
el principio, las decisiones del Pentágono parecieron funcionar al
revés de su tan publicitada buena intención de crear una sociedad
iraquí libre. A comienzos del año pasado, en vez de recurrir a un
gran empresa mediática para manejar las comunicaciones, el Pentágono
eligió en su lugar a una compañía contratista de defensa,
Scientific Applications International Corp. (SAIC). Con la orientación
de la SAIC, más inclinada al control que a la difusión de información,
fue duro ver cómo iba creándose en el Irak de la posguerra una
operación de radiodifusión pública estilo multimedia. La IMN fue
creada en abril de 2003, y no fue mucho después que los periodistas
empleados por la corporación SAIC empezaron a realizar su doble
papel. La autoridad de ocupación les exigió que dejaran de realizar
entrevistas a la gente de la calle porque eran demasiado críticas de
la presencia estadounidense y que también terminaran con las lecturas
del Corán como parte de la programación cultural. La televisora IMN
fue forzada, además, a emitir un programa de una hora de duración
sobre 'leyes' recientemente dictadas por la autoridad de ocupación, a
pesar de las objeciones presentadas por Don North, el consejero mayor
de TV en la estación IMN [y portavoz del gobierno de ocupación de
Bremer].
Por
añadidura, las fuerzas de la coalición recibieron órdenes de
intervenir la única estación de televisión de Mosul, en el norte de
Irak, porque había transmitido algunos programas de la red árabe Al-Jazeera.
La estación local independiente había perdido sus cámaras y equipos
a manos de los saqueadores así que, para continuar transmitiendo,
improvisó una programación que mezclaba contenidos de los canales árabes
de noticias y de la cadena NBC. El comandante de la 101ª División
aerotransportada, mayor general David Petraeus dio la orden de
apoderarse de la estación. Pero en una sorprendente demostración de
valor y ética profesional, la Major Charmaine Means, jefe de la
oficina de asuntos públicos del Ejército en Mosul, no estuvo de
acuerdo con la captura, asegurando que tomarse la principal estación
de TV sería una intimidación para que se transmitiera sólo material
aprobado por los militares de EEUU La mayor rechazó dos veces las órdenes
de sus superiores, pero enseguida la relevaron de sus deberes, la
estación fue tomada por las fuerzas de la coalición y la IMN declaró
que asumiendo el control directo de las oficinas e instalaciones en
Mosul, garantizaba 'un equilibrio' en la radiodifusión del norte de
Irak al gusto de las autoridad estadounidenses de ocupación.
Las
autoridades de ocupación ahora están desarrollando una comisión de
medios independiente que más bien está a cargo de los periodistas
que del Ejército de Estados Unidos, para hacer cumplir más
'juiciosamente' la 'legislación' de Bremer y desarrollar un sistema
de regulación -'algo más racional'- de los medios.
Actualización
de Alex Gourevith
Mi
principal interés al escribir el artículo fue identificar los
problemas básicos de la idea de 'exportar democracia' a otros países.
Había escuchado que hubo problemas para desarrollar medios
independientes y públicos en Irak y pensaba que observar cómo EEUU
intentaba manejar el desarrollo de medios abiertos y con 'libertad de
expresión' sería una manera excelente de demostrar cómo la
'democratización externa' no trabaja para que llegue la democracia.
La propia gente tiene que definir los parámetros de sus políticas e
interpretar por sí misma principios como la libertad de expresión.
Pienso
que mi artículo expuso la contradicción entre la lógica de la
ocupación y la lógica de la política democrática. Y creo que éste
continuará siendo un problema. Por ejemplo, uno de los
acontecimientos que accionaron la sublevación reciente y los
acontecimientos de Sadrist fue la decisión de los [hombres] CPAs (Coalition
Provisional Authority, Autoridad Provisional de la Coalición) de
cerrar el diario Al-Hawza al-Natiqa, un periódico de baja circulación
que apoyaba a Moqtada al-Sadr. Los iraquíes menos radicales también
han respondido negativamente al tratamiento severo de los medios. El 4
de mayo, The Washington Post divulgó que Ismael Zayer, el redactor
jefe del diario Al-Sabah, periódico financiado por Estados Unidos en
Irak, dimitió junto con algunos redactores y reporteros. Zayer dijo
al Washington Post que 'pensábamos que los estadounidenses estaban
aquí crear medios libres, pero en lugar de eso fuimos sofocados'.
La
CPA justifica su censura y sus restricciones argumentando que hay una
compensación entre la libertad y la seguridad, especialmente cuando
aparecen discursos potencialmente incendiarios. El problema no es que
los iraquíes no aprecien esta compensación o que la CPA sea
percibida como injusta y motivada políticamente en sus aplicaciones
de la ley. Más bien, lo que trastorna a los iraquíes es que la CPA
se reserva el derecho de decidir cuándo la seguridad, o cualquier
otro valor, mata la libertad. En los hechos, eso aparece después que
el 30 de junio, amparada en el 'control de su soberanía', la CPA
decide ejercer su autoridad para hacer cumplir el artículo 14 (un
estatuto que permite liquidar los medios de comunicación que juzgue
amenazantes para la ley y el orden). El problema esencial aquí no es
precisamente si las decisiones de los [hombres] CPAs sean justas o
apropiadas, sino que colocan a esas decisiones en el primer lugar.
¿Qué
clase de soberanía tienen los iraquíes si no se les permite
interpretar su propia constitución? La contradicción entre la lógica
de la ocupación y la lógica de la democracia continúa. Y persistirá
siempre, mientras la CPA, o las fuerzas de la coalición, permanezcan
en Irak.
Hubo
una cierta cobertura de la gran prensa sobre esta nota, aunque mi
historia en detalle no ha recibido mucha atención. The New York Times
publicó un breve resumen y tijeretazos de mi artículo en sus
ediciones del 28 de septiembre y de 4 de octubre, en la sección 'The
Week in Review Reading Desk: The Reading File'. Con esa excepción, no
recibió mucha atención. Para información adicional sobre estos
asuntos, los mejores lugares para visitar son los sitios de los
'perros guardianes' de los medios independientes como el index de
Censorship, www.indexonline.org; Reporteros sin fronteras, www.rsf.org
y www.indymedia.org.
Actualización
de Charles Thomas
Después
que la Mayor Charmaine Means fuera relevada del comando, la
reasignaron a un cargo del correo del Fuerte Bragg, en EEUU, mientras
el mayor general David Petraeus fue ascendido a teniente general y
ahora está a cargo de entrenar a todos los militares iraquíes para
crear una fuerzas de seguridad.
Desde
la captura de la estación TV de Mosul, todo el mundo se ha enterado
de las acciones ilegales de Estados Unidos en Irak y son frecuentes
los informes frescos sobre las violaciones de la Convención de
Ginebra. El coronel David Hogg, en una observación espontánea,
advirtió que las fuerzas de Estados Unidos aprehenden rutinariamente
a rehenes: '… sus tropas tomaron a la esposa y a la hija de un
teniente general iraquí. Le dejaron una nota: 'si usted desea a su
familia liberada, dése vuelta'. (The
Washington Post, 3 de julio 2003). El artículo 34 de la
Convención de Ginebra es específico: 'Se prohíbe tomar rehenes'.
Muchos
medios de noticias divulgaron que las fuerzas de Estados Unidos
apresaron a civiles enfermos y malheridos desde los hospitales durante
el sitio de Falluja, pero ninguno observó que este comportamiento es
un crimen de guerra.
Y
ahora apareció el ex-sargento Jimmy Massey, un veterano de la invasión
de Irak, divulgando que él y sus tropas recibieron órdenes -y las
cumplieron- de hacer fuego sobre manifestantes desarmados, matando a
la mayoría. Después del ataque al Centro Mundial de Comercio, EEUU
esencialmente se declaró eximido de las normas internacionales. Y los
militares están siguiendo al liderazgo civil: 'A mi juicio, este
nuevo paradigma hace obsoletas las estrictas limitaciones de Ginebra
en la cuestión de los presos enemigos y convierte en pintorescas
algunas de sus provisiones'.- Consejero de la Casa Blanca Alberto
Gonzales, Memorándum al Presidente, 25 de enero 2002.
(*)
Proyecto Censurado 2005 de la Universidad Sonoma State, California,
ofrece un informe sobre los 25 grandes temas más ignorados por la
gran prensa de Estados Unidos durante el último año, publicados como
libro por Editorial Seven Stories de Nueva York.
Ver
http://www.projectcensored.org/publications/index.html
Fuentes:
The
American Prospect (La Perspectiva Americana), Vol. 14, Nº 9, 1 de
octubre 2003
Título:
Exportando censura a Irak
Autor:
Alex Gourevitch
Asheville
Global Report (Informe Global de Asheville), 12 de mayo 2003
Título:
Comandante del ejército de EEUU rechaza orden de tomar estación de
TV de Irak
Autor:
Charlie Thomas
Evaluador
de la facultad: Jeffrey Holtzman, Ph.D.
Estudiantes
investigadores: Sara Brunner y Doug Reynolds
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