Elecciones
pese a todo
Por
Thalif Deen
Inter Press Service (IPS), 14/12/04
Naciones
Unidas. El gobierno de Iraq está determinado a realizar elecciones en
enero pese a las reservas de la ONU sobre la legitimidad de los
comicios y las advertencias del foro mundial sobre el deterioro de la
seguridad.
”Tenemos
una obligación legal y política con el pueblo de Iraq, una obligación
que nos proponemos cumplir, y en la medida de lo posible, a tiempo”,
declaró ante delegados Samir Sumaida'ie, representante permanente de
Iraq ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Sumaida'ie
rechazó las advertencias del secretario general de la ONU, Kofi Annan,
quien manifestó temor a que la amenaza de boicot de varios sectores
de la población iraquí reste legitimidad a los comicios previstos
para el 30 de enero.
”Esto
subraya la necesidad urgente de promover el consenso sobre este
importante asunto en el marco más amplio del desafío de la
reconciliación nacional”, había dicho Annan en un informe de 17 páginas
sobre Iraq presentado al Consejo de Seguridad el lunes.
Pero
según Sumaida'ie, el informe ”causa la impresión de que los que
llaman al boicot tienen la misma influencia que los que quieren
participar, y eso no es así”, y además ”si por 'consenso'
queremos decir 'unanimidad', entonces estamos ante una misión
imposible”.
Sin
embargo, el representante admitió que el principal riesgo para las
elecciones no es el boicot, sino la insurgencia que ha ganado fuerza
desde la invasión de Iraq por Estados Unidos y sus aliados, en marzo
de 2003.
Sumaida'ie
se refirió a ”una campaña de violencia e intimidación dirigida
contra la población en general para disuadirla de concurrir a
votar”.
Las
acciones de la resistencia iraquí han provocado la muerte de más de
1.200 soldados estadounidenses, y hasta 100.000 civiles iraquíes han
muerto en la guerra.
El
presidente de Rusia, Vladimir Putin, planteó la semana pasada otro
problema importante relacionado con los comicios al interrogar al
primer ministro interino iraquí, Iyad Allawi, acerca de la
autenticidad de una elección conducida por un gobierno designado por
Estados Unidos en un país bajo ocupación militar.
”Para
ser franco, no puedo imaginar cómo se organizarán las elecciones en
un país totalmente ocupado por soldados extranjeros. Tampoco imagino
cómo usted podrá reconstruir la situación nacional e impedir que el
país se derrumbe”, dijo Putin a Allawi.
En
respuesta, el embajador estadounidense John Danforth dijo el lunes al
Consejo de Seguridad que la fuerza multinacional de más de 150.000
hombres y el personal de apoyo de más de 30 países ”permanecen en
el terreno por invitación del gobierno iraquí”.
La
presencia de esa fuerza en Iraq, arguyó, contribuye a la seguridad y
estabilidad y ayuda a los iraquíes a construir una sociedad democrática.
Hasta
que las fuerzas iraquíes estén plenamente entrenadas y en
funcionamiento, y hasta que los insurgentes cesen su campaña de
violencia, ”la seguridad será un grave problema”, dijo Danforth,
y señaló que las elecciones ”no serán el fin del proceso sino el
comienzo, y un paso importante en la construcción de una sociedad
democrática”.
El
representante estadounidense añadió que ”es esencial un mayor
apoyo de las Naciones Unidas para el futuro de Iraq, y en especial
para el éxito de las elecciones del mes próximo”.
Pero
Annan se niega a enviar más que 20 funcionarios que trabajan como
asesores electorales, principalmente por la inseguridad reinante en el
país. Ese número podría aumentar a más de 50 en enero.
La
ONU retiró a su personal internacional de Iraq tras el atentado con
bomba contra la sede de la organización en Bagdad, en agosto de 2003,
que cobró la vida de 22 funcionarios, entre ellos el subsecretario
general Sérgio Vieira de Mello, jefe de la misión.
Allawi
propuso escalonar la votación en 15 a 20 días para poder concentrar
las medidas de seguridad en áreas específicas y reducir la presión
sobre las fuerzas de Estados Unidos y otros países de la coalición
ocupadora que deben proteger los centros de votación.
Grupos
insurgentes iraquíes advirtieron al gobierno contra la celebración
de elecciones y amenazaron con frustrar el acto electoral mediante
atentados.
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