Allawi
hace campaña con billetes de 100 dólares
Por
Dahr Jamail
Inter Press Service (IPS), 27/01/05
Bagdad.
El primer ministro designado por Estados Unidos en Iraq, Iyad Allawi,
entregó hace poco billetes de 100 dólares a periodistas en una
conferencia de prensa. Luego, le concedió a los educadores del país
un inesperado bono de 100 dólares.
Con
este tipo de acciones, Allawi, un chiita de familia adinerada y
tendencia laica, parece bien encaminado para ganar las elecciones de
este domingo en Iraq.
Wa'il
Issam, un traductor desempleado, cuestiona su campaña. "Allawi
soborna a la gente y compra votos y apoyo de los periodistas, los
jubilados y los profesores", dijo.
"Les
aseguro que Allawi obtendrá 70 por ciento de los votos chiitas en
estas elecciones fraguadas", enfatizó Issam. "¿Cómo podría
alguien imaginarse que un hombre que ha trabajado para seis servicios
secretos de diferentes países podría perder estas elecciones?".
Las
normas electorales, según este ciudadano, permiten "a un miembro
de una familia emitir los sufragios de todos los que vivan en su
casa", sostuvo.
La
mayoría de los iraquíes son chiitas (62 por ciento) y habitan el
sur, mientras en el centro predominan los sunitas (35 por ciento), el
grupo islámico dominante en el mundo árabe y también en el régimen
de Saddam Hussein.
Allawi,
médico neurólogo de profesión, tiene dólares y protección. Pero
lo que parece faltarle es el respeto de muchos compatriotas suyos.
"Cualquiera
que resulte elegido en estos supuestos comicios será un títere de
(el presidente estadounidense George W.) Bush. Especialmente Allawi",
dijo un joven de 18 años, estudiante de Biología de la Universidad
de Bagdad.
Los
vínculos de Allawi con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de
Estados Unidos está presente en la mente de muchos iraquíes.
Tampoco
dejaron de ser motivo de preocupación sus supuestos antecedentes como
agitador estudiantil de Baath, el partido que puso en el poder al hoy
detenido ex presidente Saddam Hussein y del que, según estas
versiones, se habría desafiliado en 1976, ya en el exilio.
"Allawi
era un baathista con Saddam (Hussein) y ahora es un maniquí de los
estadounidenses", se burló Alí Hammad Adnan, un hombre de 42 años
que vende petróleo en el mercado negro para mantener a los cuatro
miembros de su familia.
Pero
Allawi, que dejó Iraq en 1971, mucho antes de la llegada de Saddam
Hussein al poder en 1979, luego de una década de irrefrenable
ascenso. Y el hoy primer ministro no regresó a Iraq hasta 2003,
cuando Estados Unidos invadió el país del Golfo.
Se
sabe, también, que trabajó con la CIA en una operación para
derrocar a Saddam Hussein en 1996.
De
todos modos, los iraquíes desconfían de Allawi. "No es cuestión
de elecciones", dijo Suhaid, un ingeniero en computación de 23 años
que vive en Bagdad. "Los que tienen poder mantienen el poder. Nos
enfrentamos con una gran mentira. Estas elecciones son totalmente ilegítimas.".
Allawi
está decidido a celebrar las elecciones bajo cualquier circunstancia.
Las medidas de seguridad continúan endureciéndose. Incluso Irán
anunció que cerrará las fronteras con Iraq hasta después de
abiertas las urnas.
Por
razones de seguridad, las carreteras de Iraq se cerrarán antes de los
comicios. La comunicación por teléfono celular y satelital también
será bloqueada, se establecerá el toque de queda, se cerrarán las
fronteras y se limitará el transporte dentro del país.
Los
militares estadounidenses afrontan un promedio de 80 ataques diarios.
La resistencia iraquí no cede. Pero las fuerzas ocupantes no se
quedan quietas.
Soldados
estadounidenses e iraquíes irrumpieron en una mezquita en Ciudad Sadr,
un barrio chiita de Bagdad, y detuvo a 25 seguidores del clérigo
Muqtada al-Sadr, que dispuso un boicto a las elecciones. Al menos
nueve iraquíes murieron en una serie de atentados con coches-bomba en
la septentrional ciudad kurda de Kirkuk.
Pero
muchos iraquíes están dispuestos a apoyar por Allawi.
"Votaré
por Allawi porque pienso que nos traerá la seguridad que necesitamos
con tanta desesperación", dijo Zuthir Abbas, residente en el
barrio bagdadí de Khadamiya. Sin embargo, Abbas ni siquiera sabía en
el momento de la entrevista cuál es el número que identifica la
lista de Allawi, así como tampoco a dónde deberá ir a votar el
domingo, pues la Comisión Electoral no había anunciado, cuatro días
antes de los comicios, la ubicación de las urnas.
"Aunque
lo elijan legítimamente o no, Allawi permanecerá en el poder",
dijo el herrero chiita Ahmed Shuhab, de 28 años. "Parece fuerte
y actúa como si supiera lo que hace, porque los ejércitos de Estados
Unidos e Iraq lo apoyan.
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