Por miedo no se revela la identidad de
los candidatos ni los lugares de votación
La
primera "elección secreta" de la historia
IAR-Noticias,
24/01/05
El miedo, la confusión, el grotesco,
envuelven las elecciones "en secreto" que Washington
y su gobierno títere impulsan en Irak. En la mayoría de los casos
los votantes conocerán a quien eligen sólo después de votar.
La mayoría no sabe en que lugar va a sufragar debido que las
autoridades -por temor a los atentados- divulgarán las sedes pocas
horas antes de los comicios. Para las mayoría de las organizaciones y
juristas internacionales los comicios carecen de toda legitimidad.
Si
las elecciones capitalistas ya de por sí son una farsa en
cualquier lugar que se las realice, en Irak, un país invadido y
ocupado a sangre y fuego, resultan un grotesco rayano en el humor
negro.
Ni
el gobierno títere de Allawi ni Washington saben como salir del paso.
Hay coincidencia generalizada entre los mandos militares
estadounidenses y los propios "funcionarios" iraquíes que
las principales regiones (más de la mitad del padrón electoral) son
"inseguras" para el voto y están sometidas a un riesgo
constante de los ataques rebeldes.
A
las ofensivas de la resistencia contra el aparato policial y militar
colaboracionista (que ya mató a más de 240 de sus efectivos en lo
que va del 2005) ahora se agregan los atentados contra las
mezquitas y los políticos, que los jefes militares estadounidenses
estiman cobrarán una dureza inusitada durante las horas que faltan
para los comicios.
Como
consecuencia del temor al asesinato, la mayoría de los que
intervienen como candidatos se niegan a dar a conocer sus nombres y
permanecen escondidos, lo que revela, entre otras cosas, que por
primera vez en la historia se realizarán "elecciones
libres" en las cuales los electores votarán a fantasmas,
un verdadero sainete si no fuera porque está sucediendo en Irak.
Una
gran parte de los colegios electorales han sido atacados con bombas,
los candidatos y responsables electorales han sido amenazados, e
incluso algunos han muerto en ataques y atentados callejeros o a sedes
partidarias.
La
mayoría de los iraquíes relevados por los medios de comunicación manifiestan
no saber a quién votar debido a que muchos candidatos no revelan
sus identidades, por temor a convertirse en blanco de los atentados
rebeldes.
Y
aquellos que se han decidido a sufragar no saben dónde emitir su
voto, ya que las ubicaciones de los lugares de votación se
mantienen en secreto hasta el último minuto para frustrar los
ataques en el día de la elección.
"No
conocemos a estos candidatos, ni sus nombres, ni sus programas, ni
siquiera de dónde vienen. No voy a votar por gente que no
conozco", dijo a la agencia Reuters Husein Ali, un
albañil en Bagdad.
"Hasta
el momento, no sabemos cómo votar. Sé que hay un centro de elección
cerca, pero no sé exactamente donde está", añadió el albañil.
En
las primeras elecciones nacionales desde la caída de Saddam Hussein,
"teóricamente" se elegirán a 275 integrantes de la
Asamblea Nacional y a otros que formarán parte de 18 asambleas
provinciales, la mayoría de cuyos nombres son ignorados por la masa
(principalmente chiíta) que decidió depositar su voto en alguna
urna.
Sin
embargo, incluso los iraquíes que desafíen las balas y las bombas
para votar tendrán poca idea de a quién eligen, hasta después de
votar. Es por eso que el experimentado político iraquí Naseer
Chaderji dijo que la votación del 30 de enero será la primera
"elección secreta" de la historia.
Los
votantes no elegirán políticos individuales, sino una lista de
candidatos que representa un partido o coalición.
Para
la ONU -según ya lo expresara Annan- las condiciones de
"seguridad" para los comicios no están dadas, y la mayoría
de las organizaciones y expertos internacionales en jurisprudencia
electoral han dicho que, en las actuales condiciones, las elecciones
en Irak carecen de toda legitimidad.
No
obstante, y para dar ánimo a los que quieren votar, el embajador de
EEUU en Irak, el experto de la CIA, John Negroponte, declaró
el domingo que confía en que la mayoría de iraquíes podrán
votar en "condiciones de seguridad" durante las
elecciones que se celebrarán el próximo domingo.
Pero,
y paradojalmente, John Negroponte reconoció que los "insurgentes
constituyen un serio desafío" para el éxito de los comicios.
En
declaraciones efectuadas este domingo a varias cadenas de televisión
de EE.UU. afirmó que la seguridad de las elecciones iraquíes estará
garantizada por los 150.000 soldados estadounidenses que se
encuentran en Irak.
Destacó
además que durante las votaciones, estarán en Irak observadores
internacionales y miles de verificadores iraquíes.
Para
Negroponte el éxito de los comicios no debe ser medido solamente por
el grado de participación de los electores y el sólo hecho de que
se van a celebrar elecciones es una medida de su éxito.
Aunque
el funcionario reconoció que existen problemas particulares en las áreas
sunitas, donde la insurgencia tiene mayor fuerza, Negroponte afirmó
que en la mayor parte de Irak habrá suficiente seguridad para que la
gente pueda salir a votar.
Al
respecto hay que señalar que el comandante de las fuerzas
multinacionales, general Thomas Metz, afirmó hace una semana que en
las principales regiones de Irak, con más de la mitad de la población,
el ejército estadounidense no está en condiciones de garantizar los
comicios.
La
mayoría de los periodistas y observadores en terreno coincide en que,
a tan sólo una semana de los comicios de Irak, el miedo está
convirtiendo la votación en una nueva clase de elección secreta.
Un
gran número de corresponsales opina que las amenazas han asustado a
la mayoría de los 7.500 candidatos y los han mantenido alejados de
las manifestaciones. Sólo los políticos principales se animan a
aparecer en la televisión.
En
Mosul, la tercera ciudad más importante de Irak, todo el
personal electoral renunció debido a las amenazas. Siete fallecieron,
algunos arrastrados de sus automóviles a plena luz del día y muertos
por los disparos de sus atacantes.
Salama
al Jafaji, una candidata de la lista Alianza Unida Iraquí que no se
esconde, ha sobrevivido a tres atentados contra su vida, el último la
semana pasada.
En
la provincia de Diyala, un territorio donde conviven suníes y chiíes
en el este del país, siete candidatos han muerto en los últimos
dos meses, dijo a Reuters el gobernador Abdalá al Jibouri,
quien se presenta en las elecciones locales y ha sobrevivido a 14
atentados contra su vida desde mediados del 2003.
De
las 15 listas en las elecciones locales de Diyala, sólo tres bloques
realizaron campañas públicas y han dado a conocer los nombres de los
candidatos.
"Los
otros doce, no sabemos quiénes son", dijo Jibouri. "El
objetivo de los insurgentes es utilizar toda la violencia que puedan
para asustar a las personas y lograr que no asistan a votar".
Este
mes se invitó a cuatro candidatos a participar de un debate
televisivo en Diyala. Sólo se presentaron dos personas: el Gobernador
y un responsables del partido comunista que no era candidato.
Al
secreto que envuelve a las elecciones de Irak se suma a la confusión
que existe entre la población, que casi no tiene experiencia en la
elección de políticos con listas y nombres, ya que bajo el
Gobierno de Saddam Hussein, los iraquíes tenían dos opciones: sí
o no.
Si
a esto se agrega que las elecciones programadas para el 30 de enero
ofrecerán una confusa cantidad de 111 listas, donde cada una
tiene entre 12 y 275 candidatos, se completa el cuadro de sainete
trágico que vivirán los que decidan participar de las
"elecciones libres" organizadas por la Casa Blanca y el Pentágono.
Todo
un récord histórico de la estupidez humana, musicalizado con las
bombas de la resistencia iraquí.
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