Se avecinan vientos
de protesta
Por
Katherine Stapp
Inter
Press Service (IPS), 25/02/05
Nueva
York.- El
ambiente está lejos de ser festivo en Fort Bragg, la mayor instalación
militar del mundo y sede de la célebre 82 División Aerotransportada
del ejército, conocida como la ”Guardia de Honor de Estados
Unidos”.
”Allí hay gente a
la que mandarán al frente por tercera vez. Por lo menos 50 de sus
soldados en Iraq murieron en acción”, dijo Lou Plummer, un veterano
de guerra hoy devenido en pacifista, quien tiene un hijo militar en
actividad.
Hubo 1.480 muertes
entre los militares estadounidense en Iraq desde el inicio de la
invasión, en la madrugada del 20 de marzo de 2003 (y en la noche del
19 de marzo, hora de Estados Unidos), según estadísticas del
Departamento (ministerio) de Defensa.
En cuanto a los
civiles iraquíes muertos, la organización pacifista británica Iraq
Body Count estima que fueron entre 16.000 y 18.00.
El Pentágono también
admite que unos 5.500 soldados desertaron, aunque Plummer cree que la
cifra real es probablemente mucho mayor.
Este panorama es
bastante peor que el pintado por el general del ejército Charles H.
Swannack Jr., comandante de la 82 División Aerotransportada, quien
hace un año declaró ante periodistas en Bagdad: ”Estamos deslizándonos
hacia el éxito.”
”Dimos vuelta la
esquina y ahora podemos acelerar en línea recta. Tenemos aún un
largo camino hacia la meta, pero ya sabemos el resultado”, afirmó.
Esta visión es
rechazada por los activistas contra la guerra, como Plummer, quien
participa en la organización de una protesta masiva cerca de la base,
en Fayetteville, estado de Carolina del Norte, el 19 de marzo, para
coincidir con el segundo aniversario de la invasión.
”El mensaje no es
'que los muchachos vuelvan a casa después de arreglar las cosas',
sino 'que vuelvan ahora'”, dijo Plummer, miembro activo del grupo
pacifista nacional Military Families Speak Out (Familias Militares se
Manifiestan).
Organizar la protesta
en Fayetteville ”requiere una delicadeza que no sería necesaria en
una localidad no militar”, añadió. ”Debemos respetar a los que
se oponen a la guerra pero temen hacerlo público porque tienen en
filas familiares que podrían perder beneficios.”
Pero el interés en
Military Families Speak Out --que representa a 2.00 familias-- y en la
manifestación en ciernes ha sido ”abrumador”, sostuvo este
militar retirado.
El acto es organizado
por veteranos de guerra y familiares de soldados. Asistirán
delegaciones incluso desde el lejano estado de Hawaii, un archipiélago
en el océano Pacífico.
Entre los oradores
figuran Daniel Berg, padre de Nick Berg, un civil estadounidense
decapitado en Iraq, Lila Lipscomb, la madre de un soldado muerto en
Iraq que apareció en la película ”Fahrenheit 9/11”, y David
Potorti, cuyo hermano murió en el atentado del 11 de septiembre de
2001 en Nueva York.
El fin de semana,
Plummer asistió a una conferencia de activistas contra la guerra en
el sudoriental estado de Missouri, en la que participaron varios
cientos de pacifistas, ex combatientes y familiares de soldados de 35
de los 51 estados estadounidenses y de Canadá.
Fue la primera reunión
para considerar el derrotero del movimiento contra la guerra en Iraq
después del comienzo del segundo periodo presidencial de George W.
Bush.
La conferencia fue
coordinada por la coalición Unidos por Paz y Justicia, que reúne a
mil organizaciones nacionales y locales.
”Planeamos lanzar
una campaña educativa a nivel nacional para alcanzar a personas que
están de acuerdo con nosotros pero no participan en el movimiento”,
dijo a IPS la coordinadora de la red, Leslie Cagan.
Además, los
opositores a la guerra en Iraq apuntarán contra los problemas económicos
en las comunidades locales estadounidenses, intentarán forjar
alianzas entre religiosos y laicos y mantendrán la presión sobre el
Congreso legislativo.
En el septentrional
estado de Vermont se lanzará una campaña contra la participación en
la ocupación de Iraq de las Guardias Nacionales, los cuerpos
militares más antiguos de Estados Unidos hasta hace poco dedicados únicamente
a la defensa del territorio nacional y la atención de catástrofes.
”Se supone que la
Guardia Nacional debe estar bajo el control de los gobernadores de
cada estado. Nunca se pensó que participaran en guerras en el
extranjero”, dijo Cagan.
Las organizaciones de
Unidos por Paz y Justicia concluyeron que tenía más sentido
concentrarse en la guerra en Iraq, si bien en esta cuestión ”Bush
muestra más debilidades, por lo que podemos atender otros asuntos”.
Una encuesta
realizada la semana pasada y publicada por la cadena televisiva NBC y
el diario The Wall Street Journal indicó que 59 por ciento de los
estadounidenses entrevistados creen que las tropas deben retirarse de
Iraq este año, mientras 39 por ciento prefieren esperar que el país
del Golfo se estabilice.
La protesta en
Faetteville no será la única. Entre otras muchas, se prevé que una
concentración en el Central Park de Nueva York convoque a 250.000
personas.
También habrá
manifestaciones en todo el mundo. Ya en febrero de 2003, un mes antes
de la invasión, más de 10 millones de personas marcharon simultáneamente
en 60 países para repudiar la inminente guerra.
Para este año se
planifican actividades en Alemania, Dinamarca, Gran Bretaña, Grecia,
Francia, Islandia, Italia y otros países europeos, así como en
Australia, Bangladesh, Brasil, Corea del Sur, Japón y Sudáfrica.
En Sydney, la ciudad
más poblada de Australia, los manifestantes también protestarán
contra la decisión del gobierno de John Howard de enviar otros 450
soldados a Iraq, anunciada esta semana.
Las actividades en
Suecia son coordinadas por la Red Contra la Guerra, que reúne a 40
partidos políticos, organizaciones religiosas y otras instituciones.
El principal acto será en el centro de Estocolmo, e incluirá en su
plataforma el cese de la ocupación de territorio palestino por parte
de Israel.
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