Asunto Sgrena : EEUU
no quiere indiscretos en Iraq
Por Geert Van Moorter
www.michelcollon.info
Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos, 18/03/05
La periodista
italiana fue blanco de los soldados estadounidenses el 4 de marzo, día
de su liberación en Bagdad. En una reacción Sgrena dijo que poco
antes sus secuestradores le habían advertido: «Todavía pueden
intervenir los estadounidenses. No quieren que vuelvas » Según
su compañero, el ataque era deliberado porque Sgrena sabía
demasiado. Esto me recuerda el disparo contra el Hotel Palestina, el 8
de abril, que mató a dos periodistas. Yo estaba entonces en Iraq con Médecine
pour le Tiers Monde. En el momento de los hechos estaba dos pisos
más abajo y ayudé en el rescate. A modo de excusa el ejército
estadounidense dijo que había habido disparos contra sus hombres
desde el hotel. Pero nadie oyó allí tiros. Más tarde un soldado
estadounidense me explicó lleno de orgullo que desde su carro podía
ver claramente una cabeza a 200 metros. Así pues, el soldado que
disparó desde si tanque contra el hotel Palestina pudo distinguir
claramente a los periodistas y a su cámara. Pero el informe secreto
del ejército dice que sus tropas no cometieron falta alguna. Ese
mismo día el despacho de Al Jazeera fue víctima de un ataque
aéreo. Un periodista muerto. Paul Pascual, de Reuters, me
confirmó que el ejército estadounidense sabía donde estaba
instalada Al Jazeera: ha petición de la propia Al Jazeera
él había transmitido al Pentágono las coordinadas GPS del despacho
para que no le dispararan. En marzo de 2004 unos periodistas de otra
cadena árabe, Al Arabiya, fueron abatidos con una bala en la
cabeza cuando se daban la vuelta en un control estadounidense ante el
que se habían identificado.
En agosto de 2004 el
gobierno iraquí instalado por EEUU cerró las oficinas de d'Al
Jazeera durante un mes después de que el ministro estadounidense
de Defensa, Donald Rumsfeld, los acusara de anti- estadounidenses.
Eason Jordan, director de la información en la CNN, declaró
en enero de 2005 durante el Foro económico de Davos que muchos
periodistas en Iraq habían sido objetivo de los estadounidenses. Poco
después dimitió a consecuencia de las presiones. Dijo que había
comprendido mal. La Federación Internacional de Periodistas (FIJ, en
sus siglas en francés) acusa a Estados Unidos de querer controlar e
intimidar a los media en Iraq. Según la FIJ, no ha habido ninguna
explicación ni investigación seria sobre las muertes de 13
periodistas matados por las tropas estadounidenses en Iraq. ¿Son
todas ellas errores?
¿Qué tiene que
ocultar Estados Unidos?
Estados Unidos se ven
confrontados en Iraq a una resistencia creciente. Una resistencia a la
que trata de quebrar por medio de la guerra sucia. «Elimina a los
terroristas» en ciudades y pueblos enteros. He podido ver los
resultados de esto en los hospitales: muchos civiles heridos y muertos
por las bombas (esto es, bombas de fragmentación), abatidos en los
controles, durante los registros a domicilio, en la calle. He podido
constatar que el ejército estadounidense es él mismo un factor de
inseguridad. Sus soldados disparan contra todo aquello que les parece
sospechoso. Incluso contra las ambulancias, a pesar de la prohibición
de la Convención de Ginebra. Un soldado al que le pregunté al
respecto me respondió: «Esta ambulancia podía haber estado llena
de explosivos». Saben que pueden actuar impunemente. Además el
propio Bush dio ejemplo de ello cuando lanzó su ataque preventivo
contra Iraq. En agosto de 2003 pregunté a un policía militar que qué
hacían si veían a sospechosos que huían. Me respondió: «Se les
liquida». Cuando un soldad estadounidense mataba a un iraquí ni
siquiera tenía que hacer un informe verbal. Y si había que hacer un
informe, «se adapta la historia diciendo que el tipo se había
escapado a tiros». Y en noviembre de 2004, durante el asalto a
Faluya, vimos en la tele a una soldado estadounidense rematando a
herido en una mezquita. [El soldado] no veía ningún mal en ello.
Este tipo de actitud no es rara en el Iraq ocupado. Pero las imágenes
han dado la vuelta al mundo y, por lo tanto, este soldado ha tenido
que dar cuenta. A finales de febrero el ejército estadounidense le
libró de toda diligencia judicial.
Esta guerra ha matado
ya al menos a 100.000 iraquíes
Las acciones de las
tropas estadounidense y británicas matan a muchos más civiles que
los atentados suicidas. Seamos claros, nadie puede aprobar los ataques
contra civiles inocentes, ni los del ejército estadounidense ni los
de algunos grupos que no tiene nada que ver con una resistencia legítima.
Según la prestigiosa revista médica The Lancet (29.10.2004),
al menos otros 100.000 iraquíes han muerto a consecuencia de la
guerra. La mitad de ellos de muerte violenta, el 84% de ellos a
consecuencia de los ejércitos estadounidense y británicos (4% de la
resistencia). Estados Unidos quiere ocultar su guerra sucia. Durante
el asedio de Faluya el hospital de la ciudad fue ocupado de tal manera
que lo que relataban los médicos o las imágenes de las víctimas no
pudo llegar al mundo. Así pues lo que aparece hoy en primera página
son los atentados suicidas. En Iraq hoy reina el caos total. Con unos
colegas iraquíes hemos hecho una encuesta sobre la sanidad en Iraq.
Dos años después de la caída de Bagdad la situación es dramática.
Nadie está seguro. Se han degradado el poder adquisitivo, la situación
alimenticia y las condiciones de vida. Más de la mitad de la población
está en paro y, por lo tanto, sin ingresos. Se ha más que duplicado
el precio de la comida y de los transportes. Hay graves problemas de
electricidad, de agua potable, de aguas residuales, de basura. A
consecuencia de ello ha aumentado considerablemente la mortandad
infantil. Y la infraestructura sanitaria sigue sin mejorar.
Parece que de lo único
que se preocupan los ocupantes es de sus propios intereses y de su
seguridad. Cualquier apoyo a la ocupación - incluida la formación de
soldados, de policías y de jueces iraquíes, en la que va a
participar Bélgica [y el Estado español. N. de la t.]- refuerza la
influencia estadounidense en Iraq. Así, una gran parte de la riqueza
del país, el petróleo, puede acabar en manos de las multinacionales
occidentales. Esto no beneficiará a la población iraquí. Y el caos
puede continuar.
La mayoría de los
iraquíes quiere que salgan las tropas de ocupación. Cuanto antes lo
hagan, más oportunidades habrá de que se produzca un verdadero
progreso para la población iraquí.
Campaña de
solidaridad con las víctimas en Iraq: http://www.intal.be/fr/article.php?articleId=250&menuId=1
(*)Geer van Moorter
es un médico belga que viajó en 2002 a Iraq con el periodista belga
Michel Collon y que permaneció en Bagdad durante la guerra para
ayudar como médico pero también para dar testimonio de lo que allí
estaba ocurriendo. En 2003 tuvo que socorrer a un periodista al que
habían disparado los soldados estadounidenses con los que tuvo
oportunidad de hablar acerca de lo que estaban haciendo. Su testimonio
arroja alguna luz sobre el asunto Sgrena. También es autor del libro "Le
fossé mortel : santé et développement" y de un documental.
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