El
nuevo gobierno
Transición
al cubo
Ahondando
en el descrédito de las nuevas instituciones
Pedro
Rojo (*)
Rabat,
11/05/05
IraqSolidaridad,
12/05/05
La
transición de la transición de la transición ya está en marcha en
Iraq. La experiencia democrática improvisada por Washington para el
país que debía ser una referencia para el resto de Estados de la
zona ha vuelto ha quedar en entredicho con el lamentable espectáculo
que ha propiciado la formación del tercer gobierno de transición en
menos de dos años [1]. Este tercer gobierno está también destinado
a ser efímero, ya que, según el calendario impuesto por la Autoridad
de Provisional de la Ocupación, la Constitución definitiva de Iraq
debe estar redactada el 15 de agosto de 2005, ser votada en referéndum
en dos meses y, antes de fin de año, se deben celebrar unas nuevas
elecciones legislativas. A la nueva interinidad del gobierno y la poca
confianza que tienen los iraquíes en las autoridades designadas bajo
la ocupación estadounidense, esta nueva fase política suma elementos
propios para su descrédito.
Durante
todo el proceso se ha hecho notoria la falta de autonomía y control
proceso. El presidente Talabani quedó en entredicho cuando el 21 de
abril anunció que se había llegado a un acuerdo y que se haría pública
la composición del gobierno iraquí esa misma tarde. Finalmente no
fue así. Según comunicaron varias fuentes iraquíes a los miembros
de la delegación de la CEOSI que en esas fechas visitaban Iraq, el
gobierno fue vetado por Washington por considerar al responsable de
Interior propuesto demasiado proiraní.
El
empeño estadounidense
En
estos tres meses que han transcurrido desde las elecciones del 30 de
enero, las intensas negociaciones por la composición del gobierno han
sido orquestadas desde la nueva embajada estadounidense en Bagdad:
"Realmente, el papel de Washington ha sido más determinante en
el proceso de creación del gobierno iraquí que el del mismo [primer
ministro Ibrahim] Yaafari, que ha podido pecar de ingenuidad. Yaafari
creía que según la lógica electoral le sería fácil formar
gobierno con el apoyo de su partido más la alianza de los kurdos, []
pero los estadounidenses impusieron a través de sus aliados los
kurdos la obligatoriedad de que se incluyese a la lista de Alaui, así
como de que se asegurase la presencia kurda. De esta manera Yaafari se
convirtió en prisionero de las condiciones
kurdo-estadounidenses", escribe el investigador Bashir Musa Nafai
[2].
El
empeño de Washington en crear este gobierno (como todas las
instituciones iraquíes de la ocupación) sobre bases étnicas y
confesionales, no se encarnaría en la lista de Alaui, ni en ningún
sunní representante de los sectores que boicotearon las elecciones,
pero sí en una presencia sunní que no es representativa y que
desvirtúa el intento de crear un gobierno de unidad nacional. La
mayoría de la prensa iraquí calificó al ejecutivo de Yaafari como
el "gobierno de los vencedores", para lo cual, denuncian
algunos sectores, no hacían falta tres meses de negociaciones: "¿Para
qué perder tanto tiempo si al final se ha impuesto un gobierno de
vencedores?, ¿cuánto de este tiempo se podría haber usado en pedir
un calendario para la retirada de las tropas de ocupación, activar el
proceso de reconstrucción, la creación de una economía funcional,
exigir la liberación de los presos..?", se pregunta la corriente
del líder shií Muqtada al-Sáder desde su periódico Ansar al Medí
[3].
Otro
de los episodios bochornosos que hemos presenciado ha sido la aprobación
por un Parlamento (sesión de la que estaban ausentes 90 de los 275
diputados) de un gobierno con seis puestos de ministros y dos de
viceprimer ministros en "suspenso". Una novedosa fórmula
que posibilitó la continuidad de Yaafari como primer ministro, ya que
según el artículo 38 de la Ley Administrativa Transitoria el primer
ministro debe formar gobierno en un plazo de un mes desde su designación,
límite que se cumplía el siete de mayo, de no ser así debe ser
sustituido. A pesar de que los ministerios que faltaban por asignar no
eran solo puestos destinados a sunníes, como parecía trasladarse de
los comentarios de prensa, el debate se centró el puesto de ministro
de Defensa, acotado para un sunní. Esta focalización permitió
mantener soterrado un secreto a voces, y una de las causas del retraso
en la formación del gobierno: las desavenencias internas en los dos
bloques principales del Parlamento [4]. Han empezado a aflorar
tempranamente las disputas originadas por su composición contra
natura a base de parches de grupos cuya único común denominador es
una confesión religiosa o étnica, pero separados por principios políticos,
visiones de Estado e intereses particulares, cuando no por sangrientos
enfrentamientos armados del pasado, como ocurre con los dos partidos
kurdos que forman la Alianza Kurda. Las voces críticas, sobre todo de
miembros independientes, que desde dentro de la Alianza Unida Iraquí
(el bloque articulado esencialmente por las formaciones confesionales
shiíes Congreso Supremo de la Revolución Islámica en Iraq y ad-Dawa)
han denunciado que el reparto de las carteras ministeriales se ha
realizado sobre bases confesionales y de forma poco transparente, se
saldó con el abandono de la disciplina de este grupo, el mismo día
que se anunció el gobierno, de cuatro de sus diputados.
La
tensión es aún mayor en el seno de la alianza kurda, con notables
discrepancias entre sus componentes, el Partido Democrático del
Kurdistán, liderado por Masud Barzani, y la Unión Patriótica del
Kurdistán, que dirige el actual presidente de Iraq, Yalal Talbani. Su
campo de batalla se circunscribe al Parlamento regional del Kurdistán,
elegido también el día 30 de enero de 2005, pero que no ha podido
celebrar su primera sesión formal por desavenencias entre estos dos
grupos que abarcan temas como la duración del mandato del presidente
del Kurdistán o sus atribuciones.
Presencia
sunní, a toda costa
La
imposición de la presencia sunní a toda costa ha propiciado el
intercambio de acusaciones entre los diputados sunníes del Parlamento
y el primer ministro Yaafari. Los primeros acusaban al primer ministro
de vetar a sus candidatos a ministro de Defensa y de intentar
imponerles el suyo propio, mientras que Yaafari les acusaba de desunión.
Mientras se debatían los posibles candidatos, Abdelaziz al-Hakim, líder
del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq y de la
Alianza shií, marcó como una de las prioridades del nuevo gobierno
profundizar en la desbaazificación del Estado. Finalmente, esta
premisa no fue tenida en cuenta, y se nombró al ex oficial del Ejército
Saaddún Dilimi ministro de Defensa. Dilimi pertene a una de las
tribus sunníes vinculada con la resistencia en la provincia de al-Anbar.
Por otra parte, se premió con el puesto de viceprimer ministro a
Mashaan Yaburi, presidente del Partido Nacional, y principal actor
sunní de estos días de negociaciones. Queda vacante uno de los
cuatro puestos de vicepresidentes, que Yaafari tiene intención de
concedérselo a la cuota femenina.
La
declinación de Hashim al-Shibli a aceptar el puesto de ministro de
Derechos Humanos por entender que "[...] los cargos ministeriales
están elegidos según criterios confesionales, razón por la que no
puedo aceptar el cargo" [5] ha sido el último golpe a la débil
credibilidad de este ejecutivo. Las bases confesionales del nuevo
gobierno transitorio, en lo que es un paso más en el proyecto de
dividir Iraq por criterios religiosos y étnicos ha sido denunciado
por varias instancias iraquíes, como la Asociación de Ulemas
Musulmanes, o el clérigo shií Yawad al-Jalisi, secretario general de
la Congreso Fundacional Nacional Iraquí, que visitará el Estado español
a partir del domingo, 14 de mayo [6]:
"El
intento de que participen los sunníes es una estratagema para
desacreditar su legítimo posicionamiento de boicot [al actual proceso
político] y acabar con la oposición legítima, más aún cuando el
boicot está ganando mucha popularidad después de conocerse la
formación del gobierno y la incapacidad de los candidatos a la hora
de cumplir las expectativas del pueblo." [7]
Y
es que el penoso espectáculo que han ofrecido los políticos que han
participado en la gestión de este gobierno, cuya última aportación
rocambolesca la han regalado los partidos kurdos haciendo que todos
los ministros del nuevo gabinete volviesen a jurar sus cargos, porque
se había omitido del texto del juramento las palabras "Estado
federal", ha servido para confirmar que no es sino la continuidad
de sus dos organismos predecesores, el Consejo Gubernativo y el
Gobierno Interino de Alawi, con la misma vigilancia y tutela
estadounidense, y la misma lógica de fragmentación nacional.
Notas:
(*)
Pedro Rojo, arabista y director de 'Al Fanar Revista de Prensa Árabe',
forma parte del grupo de coordinación de la CEOSI (Campaña Estatal
contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq – España) y
participó en la Delegación a Iraq de abril de 2005.
1.
Primero la Autoridad de Ocupación designó el Consejo Gubernativo (30
de julio de 2003), pero la inoperancia de sus 25 miembros, elegidos
entre los colaboradores de Washington y la caótica rotación mensual
de la presidencia, llevó a los ocupantes a designar un gobierno de
transición, el denominado Gobierno Interino, presidido por Iyad Alawi,
que tomó posesión el 28 de junio de 2004, también de corte sumiso y
que ha generalizado la corrupción en todos los estamentos de la
administración iraquí, hasta el punto de que el nuevo gobierno de
Yaafari ha prohibido la salida del país a varios de los anteriores
ministros hasta que se aclaren las acusaciones de corrupción.
2.
Bashir Musa Nafai , Al Quds Al Arabi, "Tras las elecciones y la
devolución de la soberanía ¿quién gobierna Iraq realmente?",
5 de mayo de 2005. También ver artículo de Hamed Hamadi, "Iraq
se encuentra en una peligrosa encrucijada", en Al Furat, 3 de
mayo de 2005, recogidos en Revista de Prensa Árabe (www.boletin.org).
3.
Recogido en Revista de Prensa Árabe (www.boletin.org).
4.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea, Polarización sectaria e
interinidad en una nueva fase de ocupación y CEOSI Nota Informativa,
EEUU no logra estabilizar el campo interno colaboracionista: Talabani
afirma que la retirada de las tropas de ocupación no se producirá
antes de dos años
5.
Al Furat, 08 de mayo de 2005, Recogido en Revista de Prensa Árabe (www.boletin.org).
6.
Véase el programa de actividades de al-Jalisi en el marco de la Sesión
estatal del Tribunal Internacional sobre Iraq: Sesión de Barcelona
del Tribunal Internacional sobre Iraq: Programa de las Sesiones
Preliminares y Actividades complementarias y de la Sesión Plenaria
7.
Al Hayat, 28 de abril de 2005, Recogido en Revista de Prensa Árabe (www.boletin.org)
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